Autores germanos publicaron en la edición de marzo del Herzschrittmachertherapie + Elektrophysiologie los resultados de una investigación que consistió en un análisis transversal en pacientes que lamentaron su decisión después de haber recibido la implantación de cardiodesfibriladores implantables*.
Recuerdan en la introducción que el tratamiento con un cardiodesfibrilador implantable (CDI) ha reducido notablemente la mortalidad en las últimas décadas en pacientes con alto riesgo de muerte súbita cardíaca.
Aunque es muy eficaz para prevenir las muertes relacionadas con la arritmia, los pacientes que reciben un CDI también pueden experimentar posibles efectos adversos: complicaciones de procedimiento, mal funcionamiento del dispositivo o descargas inapropiadas.
Los receptores también pueden verse afectados por angustia psicológica (p. Ej., miedo al shock), calidad de vida reducida, conducta de evitación (p. Ej., aislamiento social), evitación de la actividad física y trastornos del estado de ánimo.
Investigaciones previas han demostrado que los pacientes sobreestiman los beneficios de supervivencia asociados con el dispositivo; los cardiólogos tienden a minimizar el daño potencial de los mismos, ya que pueden sentir que están perjudicando a los pacientes al enfatizar las desventajas potenciales.
Los pacientes pueden llegar a lamentar su decisión de recibir un CDI después de sus propias experiencias con el mismo.
Lamentar la decisión es una emoción negativa que se centra en los resultados de una opción y el proceso de toma de decisiones; Ningún estudio previo ha abordado específicamente este fenómeno en pacientes no seleccionados con CDI.
El objetivo de este estudio fue analizar la incidencia e identificar predictores en una gran serie de receptores que lamentaron su decisión después de la implantación y la relación entre este fenómeno con la depresión, la ansiedad y la calidad de vida, así como con la satisfacción con la implantación del dispositivo.
A tales efectos se realizó una encuesta transversal basada en un cuestionario que se realizó a receptores consecutivos de CDI examinados durante una visita de seguimiento ambulatoria de rutina.
Su nivel de depresión y ansiedad se evaluó con la escala hospitalaria de ansiedad y depresión (HADS). La calidad de vida (QOL) se evaluó mediante el cuestionario de Minnesota para insuficiencia cardíaca.
De 434 receptores de CDI invitados al estudio, 423 (97.5%) estuvieron de acuerdo y completaron la encuesta, 349 (83%) tenían una indicación de prevención primaria y 339 (80%) miocardiopatía isquémica.
Un total de 41 receptores (9.7%) lamentaron su decisión de someterse a la implantación de un CDI.
Estos pacientes fueron:
(1) más jóvenes (63 versus 69 años),
(2) más frecuentemente en la clase funcional ≥2 de la Asociación del Corazón de Nueva York (NYHA) (63% versus 22%),
(3) tenían niveles de educación más altos (más de escuela secundaria: 76% versus 60%),
(4) consideraron que faltaba información preoperatoria (22% versus 4%),
(5) tuvieron más complicaciones en el período perioperatorio (15% versus 3%),
(6) sintieron menos seguro después de la implantación (54% versus 5%), y
(7) consideró con mayor frecuencia la desactivación durante situaciones cercanas al final de la vida útil (54% versus 29%).
Las puntuaciones medias de QOL y HADS fueron significativamente peores en estos pacientes (36 versus 30 y 12 versus 8.8 puntos, respectivamente; p <0.01 para todos).
De acuerdo a estas observaciones, los autores concluyeron que casi el 10% de los receptores de CDI lamentaron su decisión después de la implantación. Los predictores incluyeron edad más joven, niveles de educación superior, período perioperatorio complicado y falta de información preoperatoria.
* Varghese S, Geller JC, Ohlow MA. Decision regret in implantable cardioverter-defibrillator recipients : A cross-sectional analysis on patients that regret their decision after ICD implantation. Herzschrittmacherther Elektrophysiol. 2020 Mar;31(1):77-83. doi: 10.1007/s00399-020-00675-x. Epub 2020 Feb 20.