En la edición del 22 de junio del Heart Rhythm investigadores pertenecientes a la Perelman School of Medicine en la Universidad de Pennsylvania publicaron un artículo que abordó el tema del COVID-19 y la ocurrencia de arritmias cardíacas*.
Para introducir el tema los autores indican que la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), causada por el síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2), se ha convertido en una pandemia global, infectando a más de 1 millón de pacientes en los Estados Unidos a principios de mayo de 2020.
Informes preliminares de China sugirieron una incidencia global de arritmia cardíaca del 17% en pacientes hospitalizados por COVID-19. Se observó una tasa de arritmia más alta (44%) en aquellos pacientes con COVID-19 ingresados en la unidad de cuidados intensivos (UCI) .
Sin embargo, no se han aclarado los detalles del tipo y la carga de las arritmias en esta población. De manera similar, en otro informe observacional de China que incluyó a 187 pacientes hospitalizados, los autores informaron una tasa de incidencia global de taquicardia ventricular (TV) / fibrilación ventricular (FV) del 7% durante la hospitalización.
Además, los informes de Italia y la ciudad de Nueva York han descrito un aumento concomitante en los paro cardíacos extrahospitalarios que se asocian con la incidencia acumulada de COVID-19.
Estos hallazgos plantean preocupaciones de que la infección por SARS-CoV-2 y la lesión cardíaca secundaria pueden aumentar el riesgo de arritmia.
El objetivo de este estudio fue evaluar sistemáticamente el riesgo de paro cardíaco y arritmias, incluyendo fibrilación auricular (FA), bradiarritmias y taquicardia ventricular no sostenida (TVNS) en una gran población urbana hospitalizada por COVID-19. También fueron evaluadas las correlaciones entre la presencia de estas arritmias y la mortalidad.
A tales efectos los autores revisaron las características de todos los pacientes con COVID-19 ingresados en su centro durante un período de 9 semanas. Durante toda la hospitalización, se evaluó la incidencia de paro cardíaco, arritmias y mortalidad hospitalaria. También se utilizó la regresión logística para evaluar la edad, el sexo, la raza, el índice de masa corporal, la prevalencia de enfermedad cardiovascular, la diabetes, la hipertensión, la enfermedad renal y el estado de la unidad de cuidados intensivos (UCI) como posibles factores de riesgo para cada arritmia.
Entre 700 pacientes (edad media 50 ± 18 años; 45% hombres; 71% afroamericanos; 11% recibieron atención en la UCI), hubo 9 paros cardíacos, incidencia de 25 eventos de FA, 9 bradiarritmias clínicamente significativas y 10 TVNS.
Todos los paros cardíacos ocurrieron en pacientes ingresados en la UCI. Además, el ingreso a la UCI se asoció con incidencia de FA (odds ratio [OR] 4.68; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1.66-13.18) y TVNS (OR 8.92; IC del 95%: 1.73-46.06) después del ajuste multivariado.
Además, la edad y la incidencia de FA (OR 1.05; IC 95% 1.02-1.09) y la prevalencia de insuficiencia cardíaca y bradiarritmias (OR 9.75; IC 95% 1.95-48.65) se asociaron de forma independiente. Solo los paro cardíacos se asociaron con mortalidad aguda en el hospital.
Como conclusión los autores señalan que el once por ciento de los pacientes hospitalizados por COVID-1 fueron ingresados en la UCI. Los paros cardíacos y las arritmias tenían más probabilidades de ocurrir en la población en la UCI que en la población en la sala general, incluso después de controlar los factores demográficos y clínicos subyacentes. Como tal, los ataques cardíacos y las arritmias son probablemente la consecuencia de una enfermedad sistémica y no solo el efecto directo de la infección por COVID-19.
* Bhatla A, Mayer MM, Adusumalli S, et al. COVID-19 and cardiac arrhythmias [published online ahead of print, 2020 Jun 22]. Heart Rhythm. 2020;S1547-5271(20)30594-4. doi:10.1016/j.hrthm.2020.06.016