Una revisión acerca de los acontecimientos clínico-cardiovasculares adversos notificados después de la vacunación COVID-19 y la respuesta a la pregunta si representan un riesgo real, realizada por investigadores universitarios de EEUU fue publicada el 10 de diciembre de 2021 en la edición del Current Problems in Cardiology*. Tal será el tema que será abordado por la NOTICIA DEL DÍA.
Para introducirse en el tema propiamente dicho, los autores comienzan conceptualizando que en diciembre de 2019, surgió la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) en Wuhan, China. El virus se propagó e infectó a millones de personas en todo el mundo en forma incontrolable.
El manejo de los pacientes infectados con este nuevo virus fue un desafío, particularmente en los primeros días de la pandemia. Durante un año, los investigadores se enfrentaron a importantes desafíos para descubrir terapias y vacunas para este nuevo virus.
Dada la urgente necesidad de controlar la propagación del virus, se aprobaron trece vacunas para uso de emergencia en muchos países antes de completar las tres fases de los ensayos clínicos, lo que llevó a los investigadores a monitorear cuidadosamente los efectos adversos posteriores a la vacunación.
Se han informado efectos adversos como fatiga, dolores de cabeza y reacciones locales en el lugar de la inyección después de recibir las vacunas COVID-19; sin embargo, también se registraron eventos adversos graves de rara incidencia.
Múltiples estudios informaron complicaciones cardiovasculares en pacientes hospitalizados con infección por COVID-19.
Recientemente, pocos informes describieron eventos adversos cardiovasculares raros posteriores a la vacunación con COVID-19.
Aunque algunos de estos eventos adversos notificados son graves, los beneficios de la vacunación superaron los riesgos.
También hay informes de complicaciones raras similares después de la vacunación con otras vacunas como la viruela y la influenza.
La relación entre la vacunación y estas raras complicaciones sigue siendo ambigua. Sin embargo, la ocurrencia de estos eventos raros después de la vacunación con la ausencia de cualquier otra causa obvia puede sugerir que la vacuna puede ser un factor precipitante.
Es esencial informar estos eventos adversos junto con el seguimiento a largo plazo de los pacientes con estas complicaciones.
En esta revisión, los autores describieron las complicaciones cardiovasculares que se informaron después de la vacunación con COVID-19, como miocarditis, pericarditis, eventos trombóticos, además de otros casos raros notificados de hipertensión, síndrome coronario agudo, miocardiopatía por estrés, arritmias y paro cardíaco. En particular será abordado el tema de las complicaciones arrítmicas.
Múltiples informes han descrito la incidencia de diferentes arritmias después del uso de vacunas covid. Según la base de datos VigiBase de la OMS, se informaron 717 eventos de palpitaciones, 185 de ellos reportados como eventos graves.
Se notificaron al VAERS un total de 11.252 episodios de palpitaciones.
La serie de casos del Reino Unido para la vacuna AstraZeneca informó 5157 eventos de palpitaciones de los que solo 1 evento fue fatal .
Las arritmias comunicadas con mayor frecuencia fueron taquicardia sinusal, fibrilación auricular (FA) y taquicardia supraventricular.
Por último, se comunicó la incidencia de FA después de la vacuna Vero Cell en un paciente masculino de 31 años con síndrome de Marfan y estado posterior a la operación de Bentall y al reemplazo de la válvula mitral.
El ECG previo a la vacunación no presentaba arritmias, pero 8 horas después de la vacunación desarrolló palpitaciones con ECG que mostraba FA con respuesta ventricular rápida.
No está claro si los eventos arrítmicos notificados están puramente relacionados con las vacunas covid o si están relacionados con comorbilidades cardíacas subyacentes con un momento coincidente después de la administración de la vacuna.
Debe considerarse que la prevalencia de alteraciones del ritmo basal entre la población general es del 2,35% y la prevalencia de FA entre las personas mayores de 40 y 65 años es del 2,3% y el 5,9%, respectivamente.
La prevalencia es mucho menor después de la vacuna COVID-19. Según VAERS, la prevalencia de palpitaciones y fibrilación auricular es del 0,006% y 0,0009%, respectivamente.
Con este escenario se realizó una búsqueda en PubMed y otros sistemas de notificación como VAERS centrada en los eventos adversos cardiovasculares notificados después de la vacunación con COVID-19.
A través de esta revisión, se determinó que la incidencia de todos los eventos cardiovasculares informados es muy rara. Además, la vacuna se administró inicialmente a ancianos y poblaciones de alto riesgo en las que los eventos cardiovasculares como el infarto de miocardio y las arritmias ya son más prevalentes, mientras que otros eventos cardiovasculares como la miocarditis o la trombocitopenia trombótica inducida por la vacuna fueron más comunes en las poblaciones más jóvenes.
Además, aún no se ha esclarecido por completo una relación causal directa, si la hay, entre la vacunación y los eventos adversos. Por lo tanto, en este momento, los beneficios de la vacunación superan con creces el riesgo de ser vacunado .
Como conclusión de lo observado, es fundamental comprender algunos puntos.
Primero, el propósito de este artículo de revisión fue aumentar la conciencia entre los trabajadores de la salud sobre los posibles eventos cardiovasculares posteriores a la vacunación.
En segundo lugar, la vacuna se administró inicialmente a personas de edad avanzada y poblaciones de alto riesgo, por lo que era esperable que este grupo de edad presentara eventos cardiovasculares. Estas poblaciones vulnerables son más propensas a desarrollar efectos adversos de la medicación en general.
Aunque la revisión no mostró esta correlación para todos los efectos adversos cardiovasculares, algunos efectos adversos como el infarto de miocardio y las arritmias se observaron con mayor frecuencia en esta población ya vulnerable.
Mientras que otros eventos cardiovasculares como la miocarditis o la trombocitopenia trombótica inducida por vacunas fueron más comunes en poblaciones más jóvenes.
En tercer lugar, en comparación con el número total de dosis de vacuna administradas, la incidencia de todos los eventos adversos cardiovasculares notificados sigue siendo muy rara.
Por último, aún no se ha esclarecido por completo una relación causal directa, si la hay, entre la vacunación y los eventos adversos. Todos los datos presentados provienen de informes de casos y sistemas de notificación. Por lo tanto, según esta revisión, se llegó a la conclusión de que los beneficios de la vacunación en este momento superan con creces cualquier tipo de riesgo.
* Hana D, Patel K, Roman S, Gattas B, Sofka S. Clinical Cardiovascular Adverse Events Reported Post COVID-19 Vaccination: Are they a real risk? Curr Probl Cardiol. 2021 Dec 10:101077. doi: 10.1016/j.cpcardiol.2021.101077. Epub ahead of print. PMID: 34902392; PMCID: PMC8662957.