Un estudio multicéntrico realizado en una gran cohorte multisitio en los Estados Unidos analizó la ocurrencia de eventos trombóticos entre pacientes hospitalizados infectados con COVID-19 y fué publicado en la edición del 5 de enero de 2022 de PLoS One*. Sus resultados y conclusiones serán comentados en la NOTICIA DEL DÍA
Hasta el 12 de septiembre de 2021, la pandemia de COVID-19 se había cobrado la vida de más de 4,5 millones de personas y causado una morbilidad significativa en todo el mundo.
La comprensión de esta enfermedad aumentó sustancialmente desde que surgió por primera vez en diciembre de 2019, y se fue aclarando que tanto la infección aguda como una respuesta hiperinmune provocan efectos en múltiples órganos y sistemas. Esclarecer estos efectos es crucial para el desarrollo de nuevas terapias y protocolos de tratamiento efectivos.
Si bien aún se desconoce mucho sobre la fisiopatología de esta nueva enfermedad, un creciente cuerpo de evidencia sugiere que la infección por SARS-CoV-2 precipita una coagulopatía y que las trombosis, tanto venosas como arteriales, contribuyen a la morbilidad y la mortalidad.
Numerosos informes de casos y revisiones retrospectivas de expedientes han informado incidencias de trombosis en pacientes hospitalizados con COVID-19, que van del 2 al 79 % para trombosis venosa o tromboembolismo (TV/TEV) y del 1,4 al 3,6 % para trombosis arterial y eventos embólicos. (AT/ATE por sus siglas en inglés).
Varios estudios han mostrado altas tasas de trombosis a pesar de la anticoagulación.
Hasta la fecha, la mayoría de estos estudios se han visto limitados por tamaños de muestra pequeños y por la falta de datos comparativos para pacientes con enfermedades no relacionadas con COVID.
Un hospital de la ciudad de Nueva York informó una tasa del 1,7 % de TEV confirmada por imágenes entre 921 pacientes con COVID-19 ingresados durante la primera ola de la pandemia en la ciudad, así como 11 pacientes con accidente cerebrovascular isquémico y 2 con isquemia de las extremidades.
Un estudio observacional encontró eventos trombóticos agudos, incluidos TEV, accidente cerebrovascular isquémico agudo e infarto agudo de miocardio (IM), en el 5,5 % de 892 pacientes con COVID-19 hospitalizados y en el 8,8 % de 296 pacientes con COVID-19 admitidos en el hospital.
La trombosis se asoció con una mayor mortalidad y una mayor necesidad de soporte respiratorio y hemodinámico intensivo.
Otros autores informaron una tasa de complicaciones trombóticas del 9,5% entre 400 pacientes hospitalizados, a pesar de la anticoagulación profiláctica. Esto incluyó el 4,7% de 256 pacientes no críticos y el 18,1% de 144 pacientes críticos para quienes la intubación endotraqueal y la ventilación mecánica estaban clínicamente indicadas.
En el estudio más grande hasta la fecha que examinó las tasas de eventos tromboembólicos en pacientes con COVID-19, se encontró una incidencia de embolia pulmonar del 2,6 % entre 1275 pacientes ingresados en un hospital de Barcelona en la primavera de 2020.
Si bien son sólidos, estos estudios se vieron limitados por la falta de comparación con los eventos trombóticos en pacientes hospitalizados por enfermedades distintas de la COVID.
En el estudio aquí comentado se presentó un análisis retrospectivo de una gran base de datos de pacientes con COVID-19 admitidos en una gran red de atención médica en Nueva Jersey, un epicentro de la infección por COVID-19 durante el «aumento» inicial en los Estados Unidos entre marzo y junio de 2020.
Se informó la incidencia de eventos trombóticos tanto venosos como arteriales en una cohorte de 4451 pacientes con COVID-19 en comparación con la tasa de eventos trombóticos en pacientes sin COVID-19 ingresados en el hospital durante un período de tiempo similar en 2019, así como pacientes hospitalizados para la influenza en 2019 o 2020.
También se analizó la asociación entre los eventos trombóticos y la morbilidad, incluida la admisión a la UCI, y la mortalidad por todas las causas para estas cohortes.
Finalmente, se presentó la incidencia de eventos trombóticos en pacientes con COVID-19 que estaban en regímenes de anticoagulación ambulatoria antes de su enfermedad por Covid.
Se demostró este mayor riesgo de coágulos sanguíneos al comparar las tasas de eventos de coagulación venosa y arterial en 4400 pacientes hospitalizados con COVID-19 en una gran red clínica multisitio en los Estados Unidos examinada desde abril hasta junio de 2020, con pacientes hospitalizados por enfermedades no relacionadas con COVID. e influenza durante el mismo período y en 2019.
Se constató que COVID-19 aumentó el riesgo de trombosis venosa dos veces en comparación con la población general de pacientes hospitalizados y en comparación con las personas con infección por influenza.
La trombosis arterial y venosa fueron ocurrencias comunes entre los pacientes con infección por COVID-19. Los factores de riesgo de trombosis incluyeron el sexo masculino, la edad avanzada y la diabetes. Los pacientes con trombosis venosa o arterial tuvieron altas tasas de ingreso a la UCI, reingreso al hospital y muerte.
Como conclusión, los autores señalaron que la enfermedad tromboembólica, tanto venosa como arterial, aumentó significativamente en pacientes con COVID-19 y se correlacionó con peores resultados.
Se necesitan más estudios para descubrir el mecanismo exacto responsable de este fenómeno para permitir la implementación de medidas preventivas.
* Nemetski SM, Ip A, Josephs J, Hellmann M. Clotting events among hospitalized patients infected with COVID-19 in a large multisite cohort in the United States. PLoS One. 2022 Jan 5;17(1):e0262352. doi: 10.1371/journal.pone.0262352. PMID: 34986205; PMCID: PMC8730413.