28.04.2025

Prevalencia mundial de la insuficiencia mitral

Una revisión sistemática y un metaanálisis de estudios poblacionales realizados por investigadores de Italia, Reino Unido, Suiza y Chipre que analizó la prevalencia universal de insuficiencia mitral, fue publicada en la edición del 16 de abril de 2025 del Journal of Clinical Medicine*.

Tal será hoy el tema del que se ocupará la NOTICIA DEL DÍA.

IntroducIéndose en la materia en cuestión, para definir su entorno,  los autores señalaron que la regurgitación mitral (RM), -el flujo sanguíneo retrógrado desde el ventrículo izquierdo hacia la aurícula izquierda durante la sístole-, es la enfermedad valvular cardíaca izquierda más común en todo el mundo. 

Si bien la RM leve se observa a menudo en personas sanas, la RM moderada a grave afecta a aproximadamente 2,5 millones de personas en los Estados Unidos. 

La RM clínicamente significativa se asocia con un alto riesgo de insuficiencia cardíaca después del diagnóstico y un aumento notable de la morbilidad y la mortalidad.

Las principales opciones terapéuticas para la IM, cuando alcanza un grado de gravedad, son quirúrgicas, ya sea mediante reemplazo o reparación de la válvula. 

Los avances en las técnicas quirúrgicas, la estratificación del riesgo y el seguimiento de los resultados de los pacientes han mejorado en gran medida el pronóstico cuando se produce un diagnóstico oportuno, lo que permite que muchos pacientes alcancen expectativas de vida similares a los que no padecen la afección. 

Sin embargo, la IM sigue estando infradiagnosticada e infratratada, lo que resulta en malos resultados de supervivencia para muchos pacientes. 

A medida que continúa el envejecimiento de la población, se espera que la prevalencia de la IM aumente, lo que subraya su importancia como un importante problema de salud pública. 

Este desafío se ve agravado por la falta de datos poblacionales exhaustivos sobre la carga mundial de la IM. 

La mayoría de los estudios epidemiológicos disponibles se centran principalmente en los países occidentales y a menudo se basan en datos más antiguos. 

Para asignar eficazmente los recursos y guiar las inversiones en atención médica en servicios de diagnóstico y tratamiento especializados para pacientes con IM, los médicos y los responsables de las políticas requieren evidencia actualizada sobre la carga de la IM de moderada a grave en la población general. 

Estos datos son esenciales para tomar decisiones informadas sobre el gasto del sistema de salud y priorizar intervenciones, incluidas estrategias para mejorar la conciencia general sobre la enfermedad.

A tales efectos, los autores realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis de estudios poblacionales para evaluar la prevalencia global de IM moderada a severa en la población adulta general con el objetivo de cuantificar la carga global de esta condición por edad, sexo y áreas geográficas.

Entre los antecedentes se destacó que la regurgitación mitral (IM) es la enfermedad valvular cardíaca izquierda más común, pero su prevalencia exacta sigue siendo incierta. 

Para estimarla, realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis de estudios poblacionales.

Así, en enero de 2023, buscaron en las bases de datos Medline/PubMed, Embase y Scopus estudios que informaran o permitieran calcular la prevalencia de IM moderada a grave en la población general. 

Los estudios elegibles incluyeron aquellos que utilizaban bases de datos de ecocardiografía o atención primaria de países con atención médica universal. 

Se excluyeron los estudios en los que se realizó ecocardiografía por indicaciones médicas. 

Se utilizó un metaanálisis de efectos aleatorios para calcular las estimaciones agrupadas. 

Se emplearon análisis de subgrupos y metarregresión para investigar las razones de la heterogeneidad. 

Se utilizó una metarregresión multivariable de modelo mixto para estimar la prevalencia específica por edad y sexo.

Tras examinar 13.847 registros, se identificaron 20 estudios elegibles (22 poblaciones de estudio) que incluyeron a 6.036.691 personas. 

La prevalencia global de IM moderada a grave fue del 0,67 % (IC del 95 %, 0,33-1,11). 

La prevalencia aumentó considerablemente con la edad, estimándose en aproximadamente el 0,63 % (0,25-1,16) a los 50 años, el 2,85 % (1,96-3,90) a los 70 años y el 6,45 % (4,17-9,16) a los 90 años. 

América del Norte mostró la prevalencia bruta más alta (1,11 %; 0,52−1,88), seguida de Europa (0,60 %; 0,34−0,92), Asia (0,24 %; 0,00−0,92) y África (0,16 %; 0,03−0,37). 

Las diferencias en la prevalencia por región geográfica y grupo étnico fueron atribuibles principalmente a la edad de la población. 

La prevalencia no difirió por sexo, año de estudio o criterios de diagnóstico.

Poniendo en debate  estas observaciones, los autores indicaron que esta revisión sistemática y metaanálisis de estudios poblacionales estimó la prevalencia global de IM moderada a grave en la población adulta general. 

La edad se identificó como el principal factor que influye en la prevalencia de IM en las distintas sociedades. 

Si bien la prevalencia bruta varió según la región geográfica y la etnia, estas diferencias se atribuyeron principalmente a la distribución por edad. 

Este fue el primer metaanálisis que presentó estimaciones globales, poblacionales y específicas por edad y sexo de IM clínicamente significativa.

Los hallazgos deben compararse con los de Yadgir et al., quienes utilizaron modelos bayesianos en el Estudio de la Carga Global de Enfermedades de 2017. 

Estimaron la prevalencia de enfermedades degenerativas de la válvula mitral en aproximadamente 0,2%, ligeramente inferior, pero dentro del límite inferior del intervalo de confianza. 

A diferencia del análisis aquí presentado, que se basó principalmente en estudios ecocardiográficos realizados en poblaciones generales sin indicación médica, Yadgir et al. utilizaron diversas fuentes de datos directos e indirectos, siendo los estudios ecocardiográficos una minoría. 

En regiones con acceso limitado a la atención médica, como los entornos no occidentales, la dependencia de datos administrativos, registros clínicos y otras fuentes de datos indirectos pudo subestimar los casos subclínicos. 

Por el contrario, los estudios ecocardiográficos basados en la población son mejores para capturar la verdadera carga de la enfermedad, identificando casos que de otra manera podrían no diagnosticarse, incluso en países en desarrollo. 

El sesgo de detección, en particular debido a las disparidades en el acceso a la atención médica, podría explicar la modesta diferencia entre los hallazgos de los autores y los de Yadgir et al..

Observaron diferencias geográficas, con estimaciones de prevalencia más altas en América del Norte y Europa en comparación con Asia y África, junto con variaciones significativas por etnicidad. 

Sin embargo, estas disparidades dejaron de ser significativas después de tener en cuenta la edad. 

Esto contrasta con Yadgir et al., donde las estimaciones difirieron entre regiones con distintos niveles de desarrollo, incluso después de la estandarización por edad. 

Los autores plantearon que ambos conjuntos de resultados son valiosos, pero requieren diferentes interpretaciones. 

Los resultados de Yadgir, influenciados por diversas fuentes de datos y disparidades en el acceso a la atención médica, probablemente reflejen la carga «visible» de la enfermedad. 

Por el contrario, las estimaciones aquí presentadas pretenden aproximarse a la carga «real», incluidos los casos no diagnosticados en entornos con recursos limitados, a pesar de las incertidumbres inherentes.

No encontraron diferencias sexuales significativas en la prevalencia de MR, en consonancia con la compleja interacción de los factores de riesgo específicos del sexo para la MR primaria y secundaria. 

La MR primaria tiende a afectar más a las mujeres, mientras que la MR secundaria es probablemente más común en los hombres debido al aumento del consumo de tabaco y alcohol. 

Por el contrario, la obesidad, un factor clave para la MR secundaria, es más frecuente entre las mujeres, y las tasas de hipertensión son similares entre los sexos. 

Aunque hay otros factores biológicos específicos de cada sexo, el equilibrio entre los factores de riesgo modificables probablemente explica una prevalencia global de MR similar observada entre hombres y mujeres. 

Esto se alinea con los hallazgos de Yousuf et al., que atribuyeron la mayor prevalencia bruta de MR en las mujeres a su mayor esperanza de vida. 

Sin embargo, las disparidades regionales en la distribución de los factores de riesgo y la predisposición genética a la MR todavía pueden contribuir a las diferencias basadas en el sexo en ciertas poblaciones.

Este estudio presentó varias fortalezas. 

Prerregistraron el protocolo y realizaron una búsqueda sistemática exhaustiva en tres importantes bases de datos científicas. 

Cuatro investigadores realizaron la búsqueda de forma independiente, y la extracción de datos se realizó por duplicado. 

Al incluir estudios con un amplio rango de edad, mejoraron la generalización de los hallazgos a la población adulta general. 

Cabe destacar que este fue el primer metaanálisis que informó estimaciones de prevalencia global, basadas en la población y específicas por edad y sexo, para la IM de moderada a grave.

Se incluyeron principalmente estudios que utilizaron ecocardiografía Doppler, el método de referencia para el diagnóstico de IM, junto con dos estudios de alta calidad de vinculación de registros realizados en el Reino Unido, que identificaron casos mediante códigos de diagnóstico relevantes. 

Estos estudios se incluyeron bajo el supuesto de que todos los casos de IM clínicamente significativos se registrarían en un país de altos ingresos con atención médica universal como el Reino Unido. 

Si bien no todos los casos de estos estudios se confirmaron directamente mediante ecocardiografía Doppler, un análisis restringido exclusivamente a estudios ecocardiográficos arrojó estimaciones de prevalencia estrechamente coincidentes con los resultados principales observados aquí.

Excluyeron cuidadosamente los estudios en los que las imágenes o la inclusión se basaron en indicaciones médicas, como síntomas o afecciones concurrentes, para minimizar el sesgo de selección que podría inflar las estimaciones de prevalencia. 

Sin embargo, esta exclusión estricta resultó en un grupo más pequeño de estudios elegibles, lo que redujo la potencia estadística para la mayoría de los análisis de subgrupos y limitó la cobertura geográfica. 

Si bien se incluyeron datos de cuatro continentes, las 22 poblaciones de estudio abarcaron solo nueve países, con una representación limitada de Asia y África, y sin datos de Sudamérica y Oceanía. 

Más específicamente, la mayoría de los estudios se realizaron en América del Norte y Europa, representando aproximadamente a 6 millones de personas, mientras que el resto de la población mundial estuvo representada por solo 28 000 individuos. 

Los estudios asiáticos se limitaron a Corea y Turquía, y el único estudio africano se realizó en Uganda; en ambos análisis, estos países no pueden considerarse representativos de sus respectivos continentes. 

En consecuencia, estos hallazgos no permitieron realizar estimaciones fiables de la prevalencia de RM en Asia o África. 

Esta brecha resalta la urgente necesidad de investigación adicional y bien diseñada en estas regiones.

Otra limitación fue la heterogeneidad estadística sustancial, que condujo a intervalos de confianza grandes y estimaciones de prevalencia imprecisas, lo cual es un problema común en los metaanálisis de estudios de prevalencia. 

Si bien la edad explicó aproximadamente la mitad de la heterogeneidad, una parte significativa permaneció sin explicación. 

Las variaciones en las herramientas de diagnóstico, las técnicas de imagen y las definiciones de gravedad de la enfermedad, que reflejan las diferencias en el desarrollo de la atención médica en las distintas regiones y períodos de tiempo, pueden haber contribuido a esto. 

Parte de la heterogeneidad también pudo deberse a diferencias genuinas en la prevalencia, potencialmente vinculadas a factores genéticos o ambientales no medidos específicos de ciertas poblaciones. 

Además, muchos estudios primarios tuvieron una demora significativa entre la recopilación de datos y la publicación, y aunque la búsqueda aquí realizada fue exhaustiva, no se pudo identificar datos de prevalencia más recientes. 

Esta limitación reflejó lagunas en la disponibilidad de datos primarios en lugar de fallas en la síntesis actual.

Como conclusiones los autores señalaron que este estudio reveló que la IM clínicamente significativa es común, especialmente en personas mayores, con una asociación no lineal entre la edad y la prevalencia. 

La escasez de datos recientes, especialmente de ciertas regiones, subrayó la necesidad de estudios epidemiológicos actualizados y de alta calidad para comprender mejor la carga global de IM. 

Los avances en las técnicas de diagnóstico y el aumento de la esperanza de vida hacen que los datos recientes sean cruciales para evaluar las tendencias y los posibles cambios en la prevalencia. 

Esta brecha resalta la posibilidad de que los datos actuales subestimen la prevalencia de IM en ciertas áreas o poblaciones. 

Dada la estrecha relación entre la IM y la edad, es probable que los países con una esperanza de vida en aumento se enfrenten a una carga cada vez mayor de IM. 

Preparar los sistemas de salud para la creciente demanda de diagnóstico y tratamiento, y mejorar el acceso universal a las intervenciones, será clave para reducir la morbilidad y la mortalidad, especialmente en las poblaciones en proceso de envejecimiento.

Palabras clave: insuficiencia de la válvula mitral ; enfermedades de las válvulas cardíacas ; epidemiología ; estudios transversales

* Figlioli G, Sticchi A, Christodoulou MN, Hadjidemetriou A, Amorim Moreira Alves G, De Carlo M, Praz F, Caterina R, Nikolopoulos GK, Bonovas S, Piovani D. Global Prevalence of Mitral Regurgitation: A Systematic Review and Meta-Analysis of Population-Based Studies. J Clin Med. 2025 Apr 16;14(8):2749. doi: 10.3390/jcm14082749. PMID: 40283579; PMCID: PMC12028080.

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