30.06.2025

Diabetes mellitus gestacional e insuficiencia cardíaca 

Investigadores de EEUU y Canadá realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis que analizó la relación entre la diabetes gestacional y el desarrollo de insuficiencia cardíaca y publicaron sus hallazgos en la edición de junio de 2025 del JACC Advances*.

Tal será el tema que hoy abordará la NOTICIA DEL DÍA.

Introduciéndose en la materia, los autores señalaron que la diabetes mellitus gestacional (DMG), definida como la hiperglucemia que se presenta inicialmente durante el embarazo y se resuelve después del parto, es una complicación frecuente de la preñez.

Se reconoce cada vez más como un factor de riesgo independiente de enfermedad cardiovascular (ECV) en los años posteriores al embarazo, incluyendo insuficiencia cardíaca (IC). 

Además, estudios basados en imágenes han mostrado alteraciones miocárdicas intraparto y posparto (a corto y largo plazo) relacionadas con ella. 

Estudios desde el punto de vista mecánico o de laboratorio han descrito características patogénicas que vinculan la DMG con la disfunción cardíaca.

Conocer el grado de asociación entre estas dos entidades puede ayudar a diseñar estrategias preventivas en mujeres jóvenes. 

Esto es importante, ya que datos recientes sugieren un estancamiento en la mejora de la mortalidad por cardiopatías en mujeres, especialmente en los grupos de menor edad (<55 años), donde las tasas están aumentando, posiblemente debido a factores relacionados con el embarazo, entre ellos la DMG .

Si bien la evidencia acumulada de estudios poblacionales sugiere una asociación independiente entre la diabetes gestacional y la insuficiencia cardíaca (IC), la magnitud de esta asociación sigue siendo en gran medida incierta. 

Los datos disponibles no se han sintetizado adecuadamente para comprender mejor el alcance del riesgo de la asociación. 

Por lo tanto, los autores realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis para evaluarla.

A manera de síntesis de lo señalado, el alcance de la asociación entre la diabetes mellitus gestacional (DMG) y la incidencia de insuficiencia cardíaca (IC) sigue siendo en gran medida poco claro.

Por tal motivo el objetivo de este estudio diseñado como una revisión sistemática y un metaanálisis. 

fue sintetizar la evidencia sobre la asociación de DMG y riesgo de IC.

A tales efectos se realizaron búsquedas en PubMed y Embase hasta el 24 de julio de 2024 para encontrar estudios de cohorte que informaran sobre dicha vinculación. 

Se combinaron las estimaciones del riesgo relativo (RR) ajustado de la asociación entre la diabetes gestacional y la insuficiencia cardíaca mediante un metaanálisis de modelos de efectos aleatorios.

Se encontraron 8 estudios observacionales, un total de 6,371,877 participantes (promedios ponderados—edad: 28.7 años, 89.7% blancos, índice de masa corporal 25.6 kg/m2 , 310,351 con DMG) que fueron evaluados y experimentaron una incidencia de 12,409 eventos de IC durante 8.6 años (promedio ponderado). 

El RR ajustado agrupado para la asociación de DMG e IC fue 1.54 (IC del 95%: 1.24-1.92). 

Hubo heterogeneidad entre los estudios ( I2 = 86.9%, P <0.001). 

Los análisis de sensibilidad, excluyendo los estudios más pequeños y más grandes, no cambiaron apreciablemente la significancia y magnitud de la estimación general del RR del riesgo de IC relacionada con DMG.

En general, el presente estudio demostró que, en más de 6 millones de personas, la diabetes gestacional se asoció de forma independiente con un alto riesgo absoluto de IC y un RR de IC al menos un 50 % mayor tras considerar los factores de riesgo tradicionales. 

Esta observación sugirió que optimizar la salud cardiometabólica antes, durante y después del embarazo representa una oportunidad extraordinaria para modificar la evolución natural de la IC y pudo aprovecharse para fundamentar mejor las iniciativas de prevención de la IC.

El metaanálisis complementó y amplió estudios previos, incluyendo revisiones sobre DMG e IC, al proporcionar estimaciones más robustas y contemporáneas del riesgo en un gran número de mujeres con y sin diabetes. 

Los resultados fueron importantes porque reforzaron la importancia de la DMG como posible diana terapéutica y de cribado para lograr la prevención de la IC. 

El efecto de la DMG sobre la incidencia de IC pudo estar mediado por el efecto sobre sus precursores incluyendo los factores de riesgo cardiovascular (entre los que se encuentran la diabetes mellitus tipo 2 posparto [DM2] o la hipertensión). 

Cabe destacar que, en los años previos al embarazo, la evidencia acumulada apunta a disparidades en los factores de riesgo cardiovascular entre las mujeres que desarrollarán DMG en el futuro y sus contrapartes sin DMG. 

En consecuencia, después del embarazo, estas disparidades preexistentes en los factores de riesgo cardiovascular muestran trayectorias amplificadas de forma divergente. 

Por lo tanto, el embarazo, un potente factor de riesgo cardiometabólico, agrava el riesgo cardiovascular de las mujeres que tenían una propensión preexistente a desarrollar DMG. 

Sin embargo, la persistencia de la asociación entre diabetes gestacional e insuficiencia cardíaca después del ajuste por estos factores de riesgo cardiovascular bien conocidos sugiere un efecto intrínseco de la diabetes gestacional sobre el miocardio.

Las posibles vías mecanísticas que vinculan la diabetes gestacional (DMG) y la remodelación cardíaca adversa no se comprenden completamente. 

La DMG puede inducir disfunción endotelial y daño microvascular, un precursor de la IC, con otras posibles vías que vinculan la DMG y la remodelación miocárdica, incluyendo el manejo anormal del calcio y la alteración de la energía miocárdica. 

Otras posibles vías son similares a las observadas con la DMT2, incluyendo glucotoxicidad, lipotoxicidad e hiperinsulinemia en el miocardio; aumento de la deposición miocárdica de productos finales de la glucosilación avanzada y estrés oxidativo sistémico que conduce a lesión miocárdica y fibrosis; y disfunción mitocondrial. 

Además, los factores de riesgo concomitantes, que pueden estar presentes en mujeres con DMG, como la obesidad, la dislipidemia y la presión arterial elevada, también pueden actuar sinérgicamente para contribuir a la remodelación cardíaca adversa, el sustrato para la futura IC.

Los hallazgos indicaron la necesidad de realizar investigaciones adicionales para evaluar el papel de la diabetes gestacional (DMG) en la estratificación del riesgo de IC y si las intervenciones para abordarla durante el embarazo y el posparto pueden formar parte del arsenal terapéutico para prevenir la IC en el futuro. 

Dichas intervenciones pueden incluir farmacoterapias, así como cambios en el estilo de vida pre y posparto para modificar la evolución natural de la diabetes. 

Además, estos hallazgos respaldan las recomendaciones del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos para una atención posparto integral e individualizada y continua, que incluya una evaluación del riesgo de ECV y la prevención de ECV a largo plazo en estas mujeres embarazadas.

El estudio tuvo puntos fuertes, incluido un examen exhaustivo de la diabetes gestacional y el riesgo de IC en diferentes estudios, lo que mejoró el poder estadístico para detectar efectos más pequeños, así como la consideración de un amplio espectro de resultados de IC, incluida la miocardiopatía posparto y la IC a largo plazo.

Asimismo, el metaanálisis tuvo limitaciones. 

Los criterios diagnósticos para DMG e IC y el grado de ajuste para posibles factores de confusión variaron entre los estudios, lo que pudo explicar las estimaciones diferenciales del riesgo de IC. 

La determinación de DMG e IC se basó en códigos CIE o en autoinforme, de ahí la posibilidad de subestimar el grado de las asociaciones. 

No estuvieron disponibles datos sobre las pruebas de tolerancia a la glucosa oral ni sobre los criterios para diagnosticar DMG, que pueden variar de un entorno a otro, y explicar la heterogeneidad en las estimaciones del riesgo de IC relacionada con la DMG. 

El grado variable de ajuste para los factores de confusión entre los estudios pudo haber llevado a una sobreestimación del riesgo de IC, especialmente dada la posibilidad de confusión residual. 

Cabe destacar que los estudios no siempre tuvieron en cuenta la DMT2 posparto intercurrente o la enfermedad coronaria. 

Los estudios se basaron principalmente en América del Norte o Europa, por lo que incluyeron principalmente a personas blancas, mientras que la DMG es más frecuente en poblaciones minoritarias. 

Además, los estudios no incluyeron los subtipos de IC (IC con fracción de eyección preservada e IC con fracción de eyección reducida), y solo un estudio distinguió entre la miocardiopatía periparto y la IC a largo plazo. 

Estudios futuros sobre diabetes gestacional e IC incidente deberán examinar los subtipos de IC. 

El número y el diseño de los estudios limitaron la capacidad para realizar análisis de subgrupos relevantes por raza/etnia, estado de hipertensión gestacional, diabetes o hipertensión intercurrente, índice de masa corporal u otras comorbilidades.

En conclusión, los datos mostraron un riesgo significativamente mayor de IC en personas con diabetes gestacional (DMG) en comparación con quienes no la padecen, independientemente de los factores de riesgo cardiovascular tradicionales. 

Se requieren más estudios para definir mejor la relación observada, incluyendo los subtipos de IC, y las posibles implicaciones clínicas y terapéuticas de estos hallazgos. 

Es muy probable que los antecedentes de DMG deban considerarse un factor de riesgo en los esfuerzos para prevenir la IC.

Broni EK, Erqou S, Retnakaran R, Hays AG, Echouffo-Tcheugui JB. Gestational Diabetes Mellitus and Heart Failure: A Systematic Review and Meta-Analysis. JACC Adv. 2025 Jun;4(6 Pt 2):101807. doi: 10.1016/j.jacadv.2025.101807. PMID: 40579066.

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