Un grupo de autores australianos y de EEUU publicó recientemente en el JACC los resultados de una investigación que se propuso analizar la relación entre la adherencia a diferentes terapias de prevención y la mortalidad por todas las causas después de un Infarto agudo del miocardio. Tal será el comentario de la NOTICIA DEL DÍA de hoy, que -adelantándonos- tiene una inquietante conclusión respecto a los betabloqueantes.
Es aceptado que a posteriori de una IAM se recomiendan como tratamiento de prevención secundaria, los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA), los bloqueadores de los receptores de la angiotensina II (ARA), los betabloqueantes y las estatinas.
Los pacientes pueden adherirse a algunas, pero no a todas, las terapias y este fue el motivo de la investigación para relacionar dicha adherencia a la supervivencia posterior al evento.
A tal fin los autores identificaron 90.869 beneficiarios de Medicare de 65 años de edad o más, que recibieron prescripciones de inhibidores de la ECA o bloqueantes ARA II, bloqueadores beta y estatinas, y sobrevivieron 180 días después de la hospitalización del IAM entre 2008 y 2010.
La adherencia se midió por la proporción de días cubiertos (PDC) durante los 180 días posteriores al alta hospitalaria. El seguimiento de la mortalidad se prolongó hasta 18 meses después de este período. Los autores utilizaron modelos de riesgos proporcionales de Cox para estimar las razones de riesgo de mortalidad para los grupos adherentes a 2, 1, o ninguno de los tratamientos versus el grupo adherente a todas las 3 terapias prescriptas.
Observaron que sólo el 49% de los pacientes se adhirieron (PDC ≧ 80%) a las 3 terapias. En comparación con la adhesión a las tres terapias, las razones de riesgo ajustadas (intervalos de confianza del 95% [IC]) para la mortalidad fueron de
1,12 (IC del 95%: 1,04 a 1,21) por ser adherentes a los inhibidores de la ECA y los betabloqueantes solamente,
0,98 (IC del 95%: 0,91 a 1,07) para IECA/ ARA II y estatinas solamente,
1,17 (IC del 95%: 1,10 a 1,25), bloqueadores beta y estatinas solamente,
1,19 (IC del 95%: 1,07 a 1,32) para los inhibidores de la ECA / ARA solamente,
1,32 (IC del 95%: 1,21 a 1,44) sólo para los betabloqueantes,
1,26 (IC del 95%: 1,15 a 1,38) sólo estatinas,
y 1,65 (IC del 95%: 1,54 a 1,76) por no ser adherente (PDC <80%) a las 3 terapias.
Estos resultados permitieron concluir que los pacientes adherentes a los inhibidores de la ECA / ARB y estatinas solo tuvieron tasas de mortalidad similares a las adheridas a las 3 terapias, lo que sugiere un beneficio adicional limitado para los betabloqueantes en pacientes adherentes a las estatinas e inhibidores de la ECA / ARA y que la no adherencia a los inhibidores de la ECA / ARB y / o estatinas se asoció con una mayor mortalidad.
¿Estaremos frente a la necesidad de cambiar de paradigma en relación a la hasta ahora indiscutida indicación de los beta bloqueantes a posteriori de un IAM?
* Maarit J. Korhonen, Jennifer G. Robinson, Izabela E. Annis, Ryan P. Hickson, J. Simon Bell, Juha Hartikainen, Gang Fang. Adherence Tradeoff to Multiple Preventive Therapies and All-Cause Mortality After Acute Myocardial Infarction. J Am Coll Cardiol 2017;70:1543–54)