Miles Vaughan Williams (8 de agosto de 1918 – 31 de agosto de 2016) fue un brillante académico y farmacólogo cardiaco británico conocido por su clasificación de las drogas antiarrítmicas conocida como la clasificación de Vaughan Williams que sigue siendo fundamental para su uso en la práctica clínica.
El año 2018 marca el centenario de su nacimiento y brinda la oportunidad de revisar sus contribuciones electrofisiológicas y farmacológicas relacionadas con las arritmias cardíacas.
Tal ha sido el propósito de investigadores del Departamento de Farmacología de la Universidad de Oxford y del Laboratorio de Fisiología de la Universidad de Cambridge, Reino Unido que publicaron en el número del 22 de octubre de Circulation un artículo cuyo full text puede ser descargado libremente donde proponen una Clasificación modernizada de los fármacos antiarrítmicos* que es un material de lectura y estudio obligatorio y que será motivo de este comentario.
El trabajo clásico de Vaughan Williams definió 4 modos principales de acción posibles de los fármacos antiarrítmicos según su efecto diverso sobe la función de los canales de Na +, K + y Ca2 + y los mecanismos intracelulares regulados por la actividad adrenérgica.
Estos conocimientos proporcionaron la base científica para su clasificación histórica de las drogas antiarrítmicas basada en las acciones de estos fármacos en los componentes del potencial de acción cardíaco (AP) y su relación con las arritmias.
Esta clasificación demostró su utilidad y sigue siendo fundamental para el manejo clínico de los pacientes.
Así, los fármacos de Clase I producen un bloqueo del canal de Na + que puede ser moderado (Ia), débil (Ib) o marcado (Ic) y reducen la pendiente y el ascenso de la fase 0 del potencial de acción al tiempo que aumentan, reducen o conservan su duración (APD por sus siglas en inglés) y el período refractario efectivo (ERP por sus siglas en inglés), respectivamente.
Los fármacos de Clase II, que comprenden bloqueantes β-adrenérgicos, reducen la frecuencia de estimulación del nódulo sinoauricular (SAN) y enlentecen la conducción a través del nódulo atrioventricular (AVN). Los estudios pioneros de Vaughan Williams sobre bloqueantes β-adrenérgicos permanecen como un pilar de la terapia antiarrítmica.
Los fármacos de Clase III, que comprenden bloqueadores de los canales K +, retrasan la repolarización de la fase 3 del potencial de acción y alargan el período refractario efectivo.
Finalmente, los medicamentos de Clase IV, que comprenden bloqueadores del canal de Ca2 +, reducen la frecuencia cardíaca y la conducción, actuando particularmente en ambos, SAN y AVN.
Los autores analizaron las implicaciones de descubrimientos posteriores relacionados con biomoléculas sarcolémicas, sarcoplásmicas reticulares y citosólicas, desarrollando una clasificación expandida pero pragmática que abarca medicamentos antiarrítmicos aprobados y potenciales en este centenario del nacimiento del investigador inglés.
Primero consideraron el rango de objetivos farmacológicos, rastreando estos hasta los efectos electrofisiológicos celulares.
Conservaron las Clases I a IV originales de Vaughan Williams, pero subcategorizaron estas divisiones a la luz de desarrollos más recientes, incluida la existencia de componentes de la corriente de Na + (para Clase I), avances en la señalización autónoma (a menudo mediada por proteínas G) (para Clase II) , Subespecies del canal K + (para Clase III) y nuevas dianas moleculares relacionadas con la homeostasis del Ca2 + (para Clase IV).
Introdujeron nuevas clases basadas en objetivos adicionales, incluidos canales involucrados en la automaticidad, canales iónicos sensibles mecánicamente, conexinas que controlan el acoplamiento de células electrotónicas y moléculas subyacentes a procesos de señalización a largo plazo que afectan la remodelación estructural.
Proponen así, una nueva Clase V de drogas que actúan sobre canales mecanosensibles; Clase VI que actúa en canales asociados a la conexina y Clase VII que actúan sobre objetivos modulatorios upstream.
La inclusión de esta amplia gama de objetivos y sus efectos fisiológicos proporciona un marco para una clasificación modernizada de los fármacos antiarrítmicos establecidos en función de sus objetivos farmacológicos.
Esta nueva propuesta de clasificación revisada permite la existencia de múltiples objetivos y considera diversas acciones de drogas y efectos adversos, a veces en realidad proarrítmicos. El nuevo esquema también ayuda a la clasificación de nuevos medicamentos bajo investigación.
Como conclusiones, emerge una nueva clasificación modernizada que preserva la simplicidad del marco del trabajo original de Vaughan Williams, al mismo tiempo que ayuda a la comprensión y manejo clínico de los eventos arrítmicos y facilita los desarrollos futuros en esta área.
* Ming Lei, BM, Lin Wu, Derek A. Terrar, Christopher L.-H. Huang. Modernized Classification of Cardiac Antiarrhythmic Drugs. Circulation. 2018;138:1879–1896. DOI: 10.1161/CIRCULATIONAHA.118.035455