Borges, Perón e imaginado réquiem para el infarto

“Una mañana de octubre de 1967, Borges está al frente de su clase de literatura inglesa de la facultad. Un estudiante entra y lo interrumpe para anunciar la muerte del Che Guevara y la inmediata suspensión de las clases para rendirle un homenaje. Borges contesta que el homenaje seguramente puede esperar. Clima tenso. El estudiante insiste: “Tiene que ser ahora y usted se va”. Borges no se resigna y grita: “No me voy nada. Y si usted es tan guapo, venga a sacarme del escritorio”. El estudiante amenaza con cortar la luz. “He tomado la precaución –retruca Borges- de ser ciego esperando este momento”.

Octubre trae a la mente del Editor algunas fechas que lo determinan en el inconsciente colectivo: la muerte del Che, la llegada de Colón a América, el 17 de octubre de 1945, la Revolución de Octubre.

Seguramente hay más.

Pero el sentido que le damos en CARDIOLATINA, sin ignorar el impacto que a cada uno le produzcan, es muy otro.

Simplemente, introducir el Editorial sin dejar de reconocer que cada una de ellas también impacta a quién lo escribe.

Otras fechas de octubre tienen efecto sólo en el inconsciente propio por lo que no corresponde enumerarlas; sólo decir que están presentes.

Para muchos de los lectores que provienen de la Cardiología quizás le sean sensibles la realización del Congreso Argentino de la especialidad, el Congreso Ecuatoriano, el de la Sociedad Española, el Canadian Cardiovascular Congress, Jornadas para Residentes.

Seguramente también será en octubre cuando se escriba el próximo Editorial de Noviembre que sin dudarlo, hará referencia al 15º Encuentro del FIAI CARDIOLATINA y la Cena de Camaradería del jueves 8 de noviembre.

Quizás acontezca en octubre de 2054, poco antes del cumpleaños 109 del Editor, cuando se discutan nuevos descubrimientos en nuestro campo, como la cura de la aterosclerosis.

Si fuera así la predicción, los residentes aún no nacidos deberán acudir a los casos de CONSULTAS o CÓDIGO ROJO del Proyecto CARDIOLATINA TELEGRAM para estudiar sobre aquella entidad cuya mortalidad representaba la primera causa de muerte en los países desarrollados y la segunda causa de mortalidad hospitalaria: el infarto agudo de miocardio.

Ni Borges ni Perón lo imaginaron pero será así.

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