¡De Celestes y Blancas, transfusiones y trasplantes!

bajo el cielo fiel junio corría
arrastrando en sus aguas dulces fechas,
ardientes horas en la luz deshechas,
frutos y labios que mi sed asía.

SONETO IV

Octavio Paz

Desde el confinamiento que impone la impensada y maldita pandemia del Siglo XXI, las horas dedicadas a la reflexión no dejan de ser un beneficio secundario que neutraliza (o intenta hacerlo) los efectos orales no deseados.

No todo el producto de aquélla meditación amerita un lugar en la Enciclopedia de conocimientos personales y algunos resultados así lo acreditan, como por ejemplo hallar que el 8 de junio de 672 moría Mahoma, fundador y profeta del Islam o que el de 1970, el presidente argentino Juan Carlos Onganía era depuesto por las Fuerzas Armadas y que asumía interinamente el general Alejandro A. Lanusse o que en 1987 se promulgaba la ley 23.515 que autoriza el divorcio.

Sin negar la importancia intrínseca que cada uno de estos hechos tiene y seguirá teniendo.

Se apunta a subrayar que algunos contenidos reflexionados durante el encierro son totalmente inconducentes.

Pero no todos. Veamos.

El 20 de junio de 1820 moría en Buenos Aires, Manuel Belgrano, el creador de la bandera azul celeste y blanca de la Argentina. Recién 118 años después, en 1938, por la ley 12.361, se fijó esa fecha como “Día de la Bandera”. Tardío reconocimiento, como sucede con los grandes que se atrevieron a desafiar el poder.

Belgrano -enviado a hacerse cargo del derrotado Ejército Patrio del Norte, a su paso por Rosario de Santa Fe tuvo “el atrevimiento” de hacer coser una bandera con aquéllos colores y enarbolarla en las baterías que defendían esa ciudad, el 27 de febrero de 1812. Azul, celeste y blanca en lugar de la roja que era la usada. Tal como lo hacía el hasta entonces el Ejército Realista.

Junio también contiene el día 10, Día de la afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Malvinas, Islas y Sector Antártico para conmemorar la Designación del Primer Gobernador argentino en las Islas Malvinas, en 1829. En aquel año, el Gobierno de Buenos Aires designó Gobernador del Archipiélago a Luis Vernet, quien estaba trabajando en la colonización del Puerto Soledad.

Y no todas las reflexiones hacen a la Historia argentina

El 6 de junio se celebra el Día Mundial de los Pacientes Trasplantados, una fecha promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).

En China el legendario médico Hua-Tuo desarrolló un conjunto de técnicas de anestesia con plantas medicinales y se dice que realizó cambios de órganos enfermos por sanos. La noticia más antigua sobre trasplante proviene de la India. Allí el cirujano Sushruta, en el S VIII ac., practicó trasplantes de tejidos en diversos pacientes.

En Europa las noticias acerca del trasplante son tardías; son más frecuentes las referencias a los trasplantes en la mitología que en la medicina medieval. Llama la atención en la “Leyenda Áurea”, escrita por el arzobispo de Génova en el siglo XIII, el capítulo dedicado a los santos Cosme y Damián que vivieron en Arabia en el siglo III dedicados al arte de la medicina. En ella se cuenta que los hermanos practicaron un trasplante de una pierna enferma por una sana proveniente de un moro fallecido. http://www.cucaiba.gba.gov.ar/?page_id=166

También nuestra reflexión sobre el mes invernal en nuestras tierras, nos lleva al Día Mundial de la Donación de sangre.

Richard Lower realiza en 1666 la primera transfusión sanguínea entre animales.

La primera transfusión a un humano documentada es la realizada en 1667 por el francés Jean Baptiste Denis, filósofo y matemático de Montpellier y médico de Luis XIV; transfunde “sangre suave y loable de animal, menos contaminada de vicios y pasiones”, y que logra transmitir las características de los seres donantes.

Estas breves reseñas efeméridas, realizadas en plena pandemia, ¿tienen que ver con CARDIOLATINA?

Veamos porqué sí lo es.

¿Qué es una efeméride?

Una efeméride es un hecho relevante escrito para ser recordado o conmemorado, celebrado en un determinado día, y también es una sucesión cronológica de fechas con sus respectivos acontecimientos.

Rememoramos así el Editorial de junio de 2020 que finalizaba así: Y en este divague elíptico y literario que permite como beneficio secundario el permanecer aislado, es como se disfruta la cuarentena que da vida a este Editorial de junio.

Tal cuál acontece en este otro junio que permite otro extenso divague sobre los beneficios de estar encerrado.

Más editoriales