De Julio César a la Ciega de Manzanares
Hoy, arrogante, te ha brotado a pares
húmedas crestas tu soberbia frente,
y ayer me dijo humilde tu corriente
que eran en marzo los caniculares.
Manzaanares
Se inicia hoy este mes compartido en nuestros lares por el agónico verano y el naciente otoño.
Nos introducimos en su reconocimiento con el verso de Manzanares, que aunque sin serlo, nos remite a la poetisa de la Mancha, la Ciega de Manzanares, una pobre invidente decimonónica, María Francisca Díaz-Carralero Rodelgo, la heroína romántica de Manzanares.
Un 10 de octubre de 1818 nacía, en la localidad manchega, otra hija a la humilde pareja, sus nombres eran Juan Bautista Díaz-Carralero y Francisca Rodelgo.
Desde muy temprano se percatan de que la niña ha sido privada del sentido de la vista.
¡Qué criatura más indefensa -pensarían- mujer, pobre y ciega, menudo futuro le aguardaba!
Hombres ilustres como Théophile Gautier, Alexandre Dumas, o Juan Valera sucumbieron al carisma de esta pobre mendiga, y por que no, al encanto de sus espontáneos poemas, lo cual destruía aquel erróneo presagio.
Bien podría el 8 de marzo ser la poetisa incluída en el Homenaje en la fecha conmemorativa establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1977, en homenaje a las 129 obreras textiles de la fábrica Cotton de Nueva York, Estados Unidos, que fallecieron en un incendio mientras realizaban una huelga por mejores condiciones laborales, el 8 de marzo de 1857.
¡El Día Internacional de la Mujer!
Sin embargo en esta columna médica de CARDIOLATINA conmemoramos otros acontecimientos:
Posteriormente, con modificaciones y añadiduras de los meses de febrero y enero, marzo sin embargo, mantuvo una importancia capital para la ciudad de Roma.
De hecho, una sociedad como la romana, supersticiosa y muy respetuosa de los rituales divinos, marcaba en el calendario la llegada de marzo como un retorno a las actividades militares.
Nuestro lenguaje ha incorporado con naturalidad “la vuelta a los cuarteles de invierno”, como una expresión habitual para referir el repliegue de las actividades a mínimos.
Era, literalmente, lo que hacía esa gran maquinaria de combate que suponían las legiones romanas.
En invierno, replegaban sus fuerzas hacia los cuarteles invernales (aunque sin descuidar los límites).
Así, siglos después, esos campamentos romanos, con su trazado perfecto de cardus (calles de N a S) y decumanus (calles de E a O), como arterías principales, se convertirían en asentamientos definitivos o urbes.
De ahí procede, por ejemplo, el origen de León (Legio).
la profecía del oráculo que advirtió al victorioso Julio César sobre una futura conspiración senatorial para acabar con su vida.
Corría el año 44 ac, y Julio César, general triunfador, aclamado por la plebe, había sido avisado del peligro de aquel 15 de marzo.
Los idus eran los días de buenos augurios.
Se celebraban el día 13 cada mes, excepto en el mes de marzo, que sería 15.
Julio César asesinado por el senado en los idus de marzo
Y caprichos del destino, en los idus de marzo de aquel 44 ac, el genio militar, victorioso en las campañas de la Galia, sería apuñalado por algunos miembros del senado de Roma, en el mes de la Guerra.
Algo que dos años después, su hijo adoptivo, Octavio Augusto se encargaría de vengar derrotando en Filipos (actual Grecia) a Bruto y el bando conspirador encargado de “salvar” la República de Roma de un tirano.
El pasaje pasaría a la historia y gracias a los textos clásicos, dio pábulo a infinidad de novelas y obras de teatro.
La más famosa, Julio César de de Shakespeare, que inspiró a películas con un genial Marlon Brando en el papel de Marco Antonio, a la sazón, amante de la mujer egipcia más famosa de la historia: Cleopatra.
Menos dramático y sangriento, y sí más bello y plástico es el canto de vid(a) que derrama el viñedo, cada mes de marzo (en el Hemisferio norte).
Las lágrimas no son sino pequeñas gotas de savia que supuran de los cortes de la poda invernales, reflejando como la propia planta se (re)inicia a la vida, arrancando un nuevo ciclo biológico.
Valga este recorrido por la Filosofía y la Historia para retornar a lo más terrenal de nuestra actividad, que continuará en marzo, con las actividades habituales de CARDIOLATINA.