Garúa

En las mañanicas
del mes de mayo
cantan los
ruiseñores.
MAYO
de Lope de Vega

Mayo y Patria comparten la primera letra del alfabeto, pero esta mera coincidencia gramática no permite per se comprender la inmensidad de este concepto pristino.

Mayo es el mes de la Patria porque contiene al 25 y la Revolución de Mayo; así lo entendemos en Argentina.

Y con el debido permiso y respeto que el Editorialista pide a sus lectores no argentinos, éste será dedicado a ellos con algunos salpicados hechos que acontecieron en este mes

La Semana de Mayo es la semana que transcurrió en Buenos Aires, entre el 18 y el 25 de mayo de 1810, que se inició con la confirmación de la caída de la Junta Suprema Central que representaba los intereses de La Corona de España y desembocó en la destitución del virrey Cisneros y la asunción de la Primera Junta de Gobierno.

Fue el primer grito de Independencia que tronó en esta parte del Nuevo continente.

Pero el Homenaje que este Editorial rinde al quinto mes calendario pretende otorgar otros colores a esta peculiar veneración.

Sin dejar de mencionar al Día 1º que nos pertenece porque es patrimonio universal y porque somos trabajadores que bregamos con nuestro saber hacer, con el bienestar del prójimo nos detenemos en el 3 que con nostalgia nos permite evocar a quién nos legara obras Maestras de la Cultura Popular, como Sur, Che, Bandoneón, Malena; el santiagueño Homero Manzi nos dejó el 3 de mayo de 1951.

San Juan y Boedo antiguo y todo el cielo, Pompeya y más allá la inundación, tu melena de novia en el recuerdo y tu nombre flotando en el adiós….

Estas letras que nos motivan unidas en palabras, evocan seguramente en nuestra mente acordes memorables de una melodía inmortal.

Y encontramos la “a” pristina de Mayo y Patria en la primera sílaba de su apellido.

Otro inmortal cuyo nombre contiene las “a” que nos motivan es Evaristo Carriego, que nació el 7 de mayo de 1883 en Paraná y que con su obra se transformó en el poeta de los suburbios porteños y que nos dejara las Misas Herejes y la Canción del Barrio y el cuento Flor de Arrabal.
El propio Borges le dedicó un escrito publicado en 1930.

El 8 de mayo de 1867 nace el Buenos Aires Fútbol Club, que de la mano del inglés Alejandro Watson Hutton se funde el English High School,la base del mítico club Alumni que existiera entre 1898 y 1913 y que ya muestra su grandeza desde su primera letra “A” que debe escribirse con mayúsculas.

Antes de la declaración de la independencia la Asamblea General Constituyente aprobó, el 11 de mayo de 1813, como himno nacional la letra de la «Marcha Patriótica», compuesta por versos de Vicente López y Planes y música de Blas Parera.

En un principio fue denominado como Marcha patriótica, luego Canción Patriótica Nacional, y más tarde Canción Patriótica.

Sin embargo, en el año 1847 aparece una copia con el nombre que llevará hasta la actualidad: Himno Nacional Argentino, nuevamente con la “A” que le corresponde

El 21 de Mayo de 1903 en el Paseo de Julio (actual Avenida Leandro N. Alem), se inaugura la fuente Las Nereidas de Lola Mora, más adelante trasladada a Costanera Sur.

La escultura, que representa a las nereidas asistiendo al nacimiento de Venus, fue hecha en mármol de Carrara, y tiene una historia fascinante, ligada a la de la escultora.

La fuente fue encargada para ser emplazada en la Plaza de Mayo por el gobierno de Buenos Aires, y el hecho de que sus figuras estuvieran completamente desnudas ocasionó grandes críticas en la sociedad porteña de esa época.

Según su creadora, la obra sólo pretende enaltecer la belleza femenina.

La iglesia, alarmada por las figuras ‘obscenas’ que iban a ser colocadas frente a la Catedral de Buenos aires, no tardó en reaccionar, al igual que las sociedades de damas moralistas.

La escultora fue criticada inmensamente, no sólo por las figuras que había creado (de las que se llegó a decir que no podían ser obra de una mujer), sino porque para trabajar en sus talleres usaba pantalones.

Cuando la fuente fue finalmente inaugurada, al acto no asistió ninguna mujer. Dado el revuelo que la escultura causaba, el gobierno decidió trasladar la fuente a la Costanera Sur, un rincón de Buenos Aires que recién comenzaba a urbanizarse.

La magnífica fuente sigue allí, hoy rodeada por los modernos edificios de Puerto Madero. Ha sido remozada hace unos años, y aunque hoy muestra un cierto abandono, la fuerza que destila sigue intacta.

Talentosa, misteriosa y empoderada. Si bien continúa la polémica sobre su fecha y lugar de nacimiento, su sobrino bisniento y biógrafo asegura que Lola Mora era tucumana y llegó al mundo en abril de 1867.

Dos años después de la muerte de sus padres conoció al pintor italiano Santiago Falcucci. Con él, Lola Mora tomó varias clases en las que profundizó sus conocimientos de pintura y dibujo. Sobre todo,las técnicas que venían del neoclasicismo y el romanticismo europeos.

A partir de ahí, y algo bastante peculiar en la historia de una mujer de aquella época, la joven Lola comenzó a retratar a distintas personalidades de la alta cuna tucumana. De este modo, ingresó a cierto círculo del poder de aquella provincia y los diversos encargos no se hicieron esperar.

En 1894, exhibió por primera vez una gran colección de todos aquellos retratos de los gobernadores tucumanos que produjo hasta el momento.

La muestra recibió muy buenas críticas y de alguna manera la puso en el mapa del escenario pictórico como una destacada artista.

Más tarde, donó esta misma colección íntegramente a esa provincia del norte. Su maestro Falcucci expresó una vez:“Era la copia de una fotografía, pero tenía todo de propio, de individual en la factura”.

Realizó los bustos de varias personalidades de la política y la aristocracia argentina, como Juan Bautista Alberdi, Facundo Zuviría, Aristóbulo del Valle, Carlos María de Alvear y Nicolás Avellaneda.

También trabajó con las alegorías: las estatuas de La Justicia, El Progreso, La Paz y La Libertad, en las cercanías a la Casa de Gobierno de la Ciudad de Jujuy, y algunas esculturas en el Monumento Histórico Nacional a la Bandera, en la ciudad santafesina de Rosario.

¿Es necesario que juguemos con las “a” del nombre de la escultora?

El 25 de mayo de 1908 se inaugura el Teatro Colón de Buenos Aires con la ópera Aida de Giuseppe Verdi.

El actual edificio reemplaza al antiguo Teatro Colón, erigido en la manzana que ocupa hoy el Banco Nación, frente a la plaza de Mayo, y que funcionó entre 1857 y 1888.

La construcción del nuevo edificio llevó alrededor de 20 años, siendo colocada su piedra fundamental el 25 de mayo de 1890, con la intención de inaugurarlo antes del 12 de octubre de 1892 en coincidencia con el cuarto centenario del descubrimiento de América.

El 25 de mayo de 1936 se inaugura el Obelisco, el máximo símbolo de Buenos Aires.

Y dejamos para terminar el Editorial, la fecha del 18 de mayo de 1975, que fallecía en Buenos Aires “el bandoneón mayor de Buenos Aires, Aníbal Pichuco Troilo.

Acerca de Pichuco, el propio Troilo explicaba que «mi padre tenía un amigo a quien llamaban Pichuco. Sobre mis primeras lágrimas de niño, con su dulzura de hombre, acaso feliz mi padre trató de calmarme: ‘Bueno,.. Pichuco… bueno’. Y me quedó para siempre».

El sonido del bandoneón fue la música en sus oídos, desde que lo escuchara sonar en los bares de su barrio. A los 10 años le pidió a su madre que le comprara uno. Fue el instrumento que tocó toda su vida.

Anibal Troilo creó cerca de 60 tangos, instrumentales y cantados, que forman parte del patrimonio de la música ciudadana. Le puso música a Barrio de tango, Che bandoneón, Sur, Romance de barrio, Desencuentro, La última curda, María, Garúa, Pa’ que bailen los muchachos, Discepolín,

Con Enrique Santos Discépolo los unía una profunda admiración. En una de esas noches compartidas surgió la posibilidad de realizar un tango juntos. «Pichuco» compuso un tema musical para que Discépolo le pusiera versos: Mi tango triste.

Por iniciativa del poeta Horacio Ferrer y de Francisco Torné, nieto de Zita Troilo, esposa de Aníbal Troilo, el Congreso de la Nación Argentina declaró el 11 de Julio -natalicio de Anibal Troilo-, Día Nacional del Bandoneón.

La ley 26.035 fue sancionada el 18 de mayo y promulgada el 16 de junio de 2005.

¡Grandioso mes, el de mayo, que nos permitió crear este editorial y jugar con las letras “a” de nuestro alfabeto

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