Todos los ojos
estaban abiertos
frente a la soledad
despintada por el llanto |
de Federico García Lorca
No debe haber sido el Encuentro del FIAI la inspiración de García Lorca para escribir NOVIEMBRE.
Tal vez, sí, todos los ojos estarán abiertos (y los oídos, alertas) pero no será la soledad el motivo. Quizás haya una lágrima, pero de las otras, aquellas que se dejan caer frente a la emoción del encuentro y del Encuentro que nos permite vernos y abrazarnos en noviembre.
No será tampoco la prolongación del QT ni la longitud de la ligadura el motivo, porque difícilmente estos fenómenos se cubran de emoción, porque revistan en el mundo de las reflexiones científicas y académicas, que producen sorpresa, aunque no emocionan.
No serían ellas la causa de la soledad ni el llanto de Lorca.
No tendrían la fuerza interior que requiere la emoción del Encuentro.
Quizás se produzca, sí, un encuentro entre el mundo donde habitan la prolongación del QT y la longitud de la ligadura y aquel otro donde residen las misteriosas fuerzas que conducen al abrazo y la lágrima.
El ENCUENTRO del FIAI será el número 20; no seremos los mismos que en los anteriores y se harán notorias una vez más algunas ausencias, como la de Pablo que nos dejara en 2014.
El FIAI nació el 1º de agosto de 1998; en la actualidad lo integran más de 1700 miembros de todos los países hispanoparlantes y de Brasil y Mozambique.
El estilo que ha adoptado es la combinación, –un nuevo encuentro– de lo cientfífico y lo coloquial que permite el intercambio de ideas sobre lo cotidiano.
El ECG de un BAVC se intercala con un FELIZ CUMPLEAÑOS! porque ambos comunican y tienden al encuentro de opiniones; así concebimos nuestro accionar científico: no podría ser un pensamiento que desentraña el porqué la onda auricular no llega al ventrículo, si no se acompaña de la felicidad de compartirlo con el colega que tenemos al lado o a miles de Km de distancia.
En nuestra lectura, no nos emociona el BAV, que interpone una valla que impide el paso; sí lo hace la preexcitación que va aceleradamente al encuentro.
Entendemos la ciencia como una forma que adopta la felicidad, tal como lo hace el amor, que tarda en llegar, pero llega, no sin obstáculos ni trabas.
NOVIEMBRE nos acerca, nos aúna en un propósito, que va de la mano interpretando la prolongación del QT y el abrazo como dos fenómenos de mundos diferentes, pero que conducen el ENCUENTRO.