01.04.2018

Ondas T cerebrales y alteraciones de la pared del VI

Días pasados, en las diarias discusiones de casos que se presentan en los Grupos del Proyecto Cardiolatina – Telegram, en particular en el de Consultas Rápidas, se generó un interesante intercambio de opiniones y bibliografía acerca del significado de las ondas T negativas en el ECG de superficie. Se mencionaron los conceptos desarrollados por la Escuela del Dr. Carlos Bertolasi, de Buenos Aires referentes al infarto tipo T y la isquemia aguda persistente y el Dr. Ricardo Corbalan aportó otro punto de vista desarrollado por Antoni Bayés de Luna.

Otra vertiente de la negatividad de T lo aportan las llamadas ondas T cerebrales que serán motivo de la NOTICIA DEL DÍA que hoy analizará una publicación reciente del American Journal of Cardiology referente a la frecuencia de ondas T invertidas (ondas T cerebrales) en pacientes con accidente cerebrovascular agudo y su relación con las alteraciones del movimiento de la pared ventricular izquierda*.

Señalan los autores que las grandes ondas verticales en pico y la inversión de ondas T profundas en un electrocardiograma en el contexto de un accidente vascular cerebral (ACV) se conocen comúnmente como ondas T cerebrales siendo que la enfermedad intracraneal que conduce a cambios ecocardiográficos y la disfunción del VI es un fenómeno conocido.

No ha sido bien descrito el origen de este hallazgo y si las ondas T cerebrales se asocian con disfunción del ventrículo izquierdo agregando que la experiencia de ellos con pacientes individuales sugiere que puede haber una conexión.

La fisiopatología de las ondas T cerebrales entonces no ha sido confirmada, pero se ha sugerido que son el resultado de alteraciones en el sistema nervioso autónomo impulsadas por la estimulación cerebral y la patología en curso.

Así, citan un estudio de la literatura en el que 14 pacientes con hemorragia subaracnoidea tenían anomalías en el ECG y 5 tenían anomalías en el movimiento de la pared del VI.

Todos los pacientes con cambios ecocardiográficos presentaron cambios en el ECG y los cambios ecocardiográficos se relacionaron con mayor daño cerebral

Este pequeño estudio mencionado proporcionó evidencia -débil- de la relación entre accidente cerebrovascular, cambios electrocardiográficos y anomalías del movimiento de la pared del ventrículo izquierdo, pero debido al pequeño grupo de estudio, los autores no pudieron describir con precisión la prevalencia de las anomalías del movimiento de la pared del VI en el establecimiento de ondas T cerebrales .

El estudio que se comenta hoy tuvo como objetivo determinar la prevalencia de ondas T cerebrales y la asociación con anomalías transitorias del movimiento de la pared del VI en una población más grande de pacientes con accidente cerebrovascular.

También se intentó determinar si el tipo y la ubicación del accidente cerebrovascular podrían estar relacionados con la presencia de ondas T cerebrales y / o anomalías del movimiento de la pared del VI asociadas.

A tales fines de diseñó un estudio retrospectivo que incluyó 800 pacientes ingresados ​​con el diagnóstico primario de accidente cerebrovascular hemorrágico o isquémico.

Los ECG se examinaron en busca de ondas T cerebrales, definidas como inversión de la onda T de ≥5 mm de profundidad en ≥4 derivaciones precordiales contiguas.

Los ecocardiogramas de aquellos que cumplieron estos criterios se examinaron para determinar la presencia de anomalías del movimiento de la pared del ventrículo izquierdo (VI).

La evaluación de seguimiento incluyó tanto ECG como ecocardiograma.

De los 800 pacientes, 17 tenían ondas T cerebrales en el ECG (2.1%). Los 17 pacientes tuvieron accidentes cerebrovasculares isquémicos, de los cuales 11 se encontraban en la distribución de la arteria cerebral media (65%) y 2 eran cerebelosos (12%), mientras que los 4 restantes incluían otros lugares.

El ECG de seguimiento mostró la resolución de los cambios de la onda T en los 17 pacientes.

De estos pacientes, 14 (82%) tenían movimiento normal de la pared y 3 tenían alteraciones transitorias de la movilidad de la pared (18%).

Dos de estos pacientes tenían miocardiopatía de tipo Takotsubo con balón apical y el tercero una función del ventrículo izquierdo globalmente reducida.

La angiografía coronaria no mostró enfermedad significativa para explicar la disfunción del VI.

En resumen, esta cohorte de pacientes con accidente cerebrovascular agudo, mostró que las ondas T cerebrales fueron raras y ocurrieron solo en el accidente cerebrovascular isquémico.

Dieciocho por ciento de los pacientes con ondas T cerebrales tenían anomalías transitorias significativas en el movimiento de la pared. Por lo tanto los pacientes con accidente cerebrovascular con ondas T cerebrales, especialmente en aquellos con accidente cerebrovascular isquémico, deben ser evaluados para investigar la eventual presencia de disfunción cardíaca.

* Stone J, Mor-Avi V, Ardelt A, Lang RM. Frequency of Inverted Electrocardiographic T Waves (Cerebral T Waves) in Patients With Acute Strokes and Their Relation to Left Ventricular Wall Motion Abnormalities. Am J Cardiol. 2018 Jan 1;121(1):120-124. doi: 10.1016/j.amjcard.2017.09.025. Epub 2017 Nov 14.

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