En la edición del 1º de febrero de 2018 de The American Journal of Cardiology, un grupo de investigadores brasileños de Minas Gerais en conjunto con otros de EEUU publicaron los resultados de un estudio que analizó el valor del eje eléctrico electrocardiográfico de la onda P, la onda T y el QRS como predictores de mortalidad en una población con una alta prevalencia de la enfermedad de Chagas del estudio de envejecimiento de la cohorte de Bambuí, a la que siguieron durante 14 años.
Los autores partieron del conocimiento referente a que las anomalías del electrocardiograma (ECG) pueden predecir la mortalidad en la enfermedad de Chagas (ChD por sus siglas en inglés), como en otras miocardiopatías.
Los pacientes con ChD y un ECG normal tienen una mortalidad similar a la de los pacientes sin la enfermedad, lo que confirma que esta simple herramienta podría tener un valor pronóstico fuerte.
Sin embargo, todavía hay una falta de conocimiento acerca de eventuales predictores electrocardiográficos bien definidos de mortalidad en la ChD que podrían conducir a intervenciones tempranas.
En este estudio que comenta hoy la NOTICIA DEL DÍA, se intentó evaluar el valor pronóstico de los ejes eléctricos anormales de las onda P, QRS y onda T durante el seguimiento prospectivo de salud y envejecimiento de todos los residentes ≥60 años que viven en el sureste Ciudad brasileña de Bambuí, una población con alta prevalencia de la enfermedad de Chagas (BHAS)
Los ejes eléctricos basales se midieron automáticamente con los valores normales definidos de la siguiente manera: eje de onda P de 0 ° a 75 °, eje QRS de 30 ° a 90 ° y eje T de 15 ° a 75 °.
Los participantes se sometieron a visitas anuales de seguimiento y la muerte se verificó utilizando certificados de defunción.
Se utilizó la regresión de riesgos proporcionales de Cox para evaluar el valor pronóstico de los ejes de ECG para la mortalidad por todas las causas, después del ajuste para posibles factores de confusión.
De 1,742 residentes que calificaron, 1,462 se inscribieron en el estudio, de los cuales 557 (38.1%) tenían ChD.
La tasa de mortalidad fue del 51,9%. En modelos ajustados multivariados, el eje anormal de la onda P se asoció con un 48% (cociente de riesgo [HR] = 1.48 [95% intervalo de confianza (IC) 1.16-1.88]) mayor riesgo de mortalidad en pacientes con ChD y 43% (HR = 1.43 [IC 1.13-1.81] en pacientes sin ChD.
El eje QRS anormal se asoció con un aumento en el riesgo de mortalidad del 34% (HR = 1.34 [IC 1.04-1.73]) en pacientes con ChD, pero no en individuos sin ChD.
De manera similar, en el grupo de ChD, el eje anormal de la onda T se asoció con un aumento de la mortalidad del 35% (HR = 1.35 [IC 1.07-1.71]), pero no en pacientes sin ChD.
En conclusión, los ejes anormales de onda P, QRS y onda T se asociaron con un aumento de la mortalidad por todas las causas en pacientes con ChD. El eje anormal de la onda P se asoció con la mortalidad también entre aquellos sin ChD, siendo el predictor más fuerte entre las variables electrocardiográficas.
* Moraes DN, Nascimento BR, Beaton AZ, Soliman EZ, Lima-Costa MF, Dos Reis RCP, Ribeiro ALP. Value of the Electrocardiographic (P Wave, T Wave, QRS) Axis as a Predictor of Mortality in 14 Years in a Population With a High Prevalence of Chagas Disease from the Bambuí Cohort Study of Aging. Am J Cardiol. 2018 Feb 1;121(3):364-369. doi: 10.1016/j.amjcard.2017.10.020. Epub 2017 Oct 31.