23.05.2019

Aleteo auricular post crioablación de venas pulmonares

JR Baman, como primer autor de un grupo de electrofisiólogos de la División de Cardiología del Departamento de Medicina y el Instituto Cardiovascular Bluhm, Northwestern del Memorial Hospital, de la Northwestern University, de  Chicago, EE. UU, publicaron en el JICE  (Journal of Interventional Cardiac Electrophysiology)  -órgano oficial de LAHRS– del 17 de mayo, los resultados de un registro prospectivo que se propuso analizar la caracterización del aleteo auricular que puede acontecer a posteriori del procedimiento de aislamiento de las venas pulmonares por crioablación*.

En la introducción del texto, los autores señalan que el descubrimiento de que las venas pulmonares desempeñan un papel crítico en el inicio y la perpetuación de la descarga auricular ectópica, fue un hallazgo clave, origen y fundamento del uso de la terapia de ablación por catéter para el aislamiento de las venas pulmonares (PVI por sus siglas en inglés) para el tratamiento de la FA. 

En la actualidad, solo la energía de radiofrecuencia, el balón láser y la criotermia son las fuentes de energía aprobadas para realizar la PVI. 

El aleteo auricular es una ocurrencia conocida después de aquel procedimiento, aunque los datos sugieren que su incidencia puede ser menor después de la ablación con criobalón (ACB) que con la ablación por radiofrecuencia (ARF). 

El ensayo Fire and Ice Trial publicado en junio de 2016 en el NEJM, encontró que la tasa combinada de aleteo auricular o taquicardia auricular era aproximadamente tres veces menor después de la ACB-PVI que la ablación por radiofrecuencia, aunque este hallazgo no alcanzó significación estadística. 

Estudios adicionales también han sugerido una tendencia hacia tasas más bajas de taquiarritmias auriculares postablación en la población sometida a ACB-PVI.

Durante años, la técnica de elección fue la RFA, pero esta técnica tiene varias limitaciones, incluida la dependencia sustancial del procedimiento al operador. 

La aparición de ACB, que se asocia con tiempos de procedimiento más cortos, menor riesgo de perforación cardíaca y resultados no inferiores con respecto a la recurrencia de arritmia auricular, ofrece una alternativa viable.

Debido a que el aleteo auricular puede ocurrir después de la PVI, es importante entender el patrón del aleteo auricular post-crioablación. Hay datos limitados que describen la incidencia y el origen intracardíaco de los aleteos auriculares después de este procedimiento. 

Un estudio más pequeño sobre la monitorización rutinaria del ritmo después de la ACB-PVI encontró que la incidencia de flutter auricular confirmada por EEF es del 5,6% (4 de 181 pacientes) con un seguimiento medio de 16,6 meses. Este estudio en particular no identificó a ningún paciente con circuito macro-reentrante auricular izquierdo.

En el informe producido por este grupo de investigadores que aquí se comenta, el objetivo fue analizar la incidencia y los factores de riesgo para el aleteo auricular post-ACB-PVI y su ubicación anatómica. 

Aunque estudios anteriores han analizado las tasas de recurrencia de las taquiarritmias auriculares, incluidas la fibrilación auricular, el aleteo auricular y la taquicardia auricular, rara vez se han realizado estudios sistemáticos que examinaran las tasas de aleteo auricular, y caracterizaran específicamente los factores de riesgo clínico y las ubicaciones anatómicas en seguimientos a largo plazo.

A tales fines se analizó un registro prospectivo de pacientes sometidos a ACB-PVI en una sola institución. Se incluyeron pacientes con más de 3 meses de datos de seguimiento y se excluyeron aquellos con antecedentes de ablación con istmo cavotricuspídeo. Las ubicaciones de los aleteos auriculares post-ACB-PVI se determinaron mediante el análisis de electrogramas intracardíacos y mapas electroanatómicos.

Se incluyeron 556 pacientes en el análisis. La edad media fue de 61,0 ± 10,6 años, 67,4% fueron hombres, el número de medicamentos antiarrítmicos fallidos utilizados fue de 1,2 ± 0,8 y la duración de la fibrilación auricular pre-ACB fue de 54,3 ± 69,1 meses. 

Se utilizó casi exclusivamente el criobalón de segunda generación de 28 mm. Durante una mediana de tiempo de seguimiento de 22,7 ± 17,9 meses, 25 (4,5%) pacientes desarrollaron aleteo post-ACB-PVI después de un período de cegamiento de 3 meses. 

De esos 25 pacientes, 15 (60%) se sometieron a una ablación posterior para eliminar el circuito de aleteo auricular, con un 60% dependiente del itsmo cavotricuspídeo y el resto localizado a la izquierda (con un valor de p no significativo). Los factores de riesgo para el desarrollo de aleteo auricular incluyeron la clase NYHA ≥ 2 (OR 5.02, p <0.001), la presencia de bloqueo de rama del haz de His (OR 4.33, p = 0.006) y  una fracción de eyección del ventrículo izquierdo <50% (OR 3.36, p = 0.007).

En función de estas observaciones, los autores concluyen que la tasa de aleteo auricular post-ACB-PVI fue baja, incluso con un seguimiento a mediano plazo. El origen del aleteo auricular se dividió igualmente entre las aurículas derecha e izquierda.

* Baman JR, Kaplan RM, Diaz CL, Peigh G, Bavishi AA, Trivedi A, Wasserlauf J, Chicos AB, Arora R, Kim S, Lin A, Verma N, Knight BP, Passman RS. Characterization of atrial flutter after pulmonary vein isolation by cryoballoon ablation. J Interv Card Electrophysiol. 2019 May 17. doi: 10.1007/s10840-019-00560-9. [Epub ahead of print]

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