Investigadores chinos de la Universidad Médica de Xinjiang, Urumqi, publicaron en la edición del 4 de octubre de 2024 de Peer Journal los resultados y conclusiones de un estudio que analizó en pacientes hipertensos, la relación del índice triglicéridos/glucemia con el desarrollo de IC con Fey preservada*.
Este será el tema que tratará la NOTICIA DEL DÍA.
Señalaron los autores introduciéndose en el tema, que la hipertensión es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares, que afecta a más de mil millones de personas en todo el mundo y al 27,9% de los adultos en China, lo que representa una morbilidad y mortalidad significativas.
La hipertensión aumenta la poscarga cardíaca y la resistencia arterial periférica, lo que conduce a hipertrofia cardíaca y, finalmente progresa a insuficiencia cardíaca (IC).
Asimismo, la insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada (ICFEp o HFpEF por sus siglas en inglés), caracterizada por una fracción de eyección superior al 50%, representa aproximadamente la mitad de todos los casos de IC.
A pesar de su prevalencia, faltan tratamientos farmacológicos eficaces para ella, a diferencia de la insuficiencia cardíaca con fracción de eyección reducida (ICFEr).
La etiología de la ICFEp suele estar relacionada con la hipertensión, la diabetes, la obesidad y la isquemia, todas ellas factores que contribuyen al endurecimiento ventriculoarterial y a la disfunción diastólica.
La identificación y predicción tempranas de la ICFEp son cruciales para un mejor manejo del paciente.
Estudios recientes han enfatizado que el índice triglicéridos-glucosa (TyG), derivado de los niveles de glucosa y triglicéridos en ayunas, puede representar efectivamente la resistencia a la insulina (RI).
La investigación ha encontrado que un índice TyG elevado está significativamente asociado con mayores riesgos de enfermedad coronaria, infarto agudo de miocardio y accidente cerebrovascular.
Además, el índice TyG se puede utilizar para predecir el riesgo de desarrollar síndrome metabólico y diabetes tipo 2.
En resumen, el índice TyG ha sido ampliamente validado en múltiples estudios clínicos como una herramienta simple y efectiva para la evaluación del riesgo metabólico.
Sin embargo, los estudios existentes se han centrado principalmente en la asociación entre el índice TyG y el riesgo cardiovascular general, con pocos estudios que examinen específicamente su relación con la ICFEp.
Por lo tanto, este estudio tuvo como objetivo investigar la relación entre el índice TyG y la aparición de ICFEp en pacientes con hipertensión esencial.
El objetivo fue dilucidar el potencial de este índice como un nuevo punto de referencia para el manejo de esta difícil condición clínica, allanando el camino para intervenciones más tempranas y precisas.
Resumiendo, el índice triglicéridos-glucosa (TyG) se considera un predictor independiente de las consecuencias de la enfermedad cardiovascular y una medida sustitutiva fiable de la resistencia a la insulina (RI).
Sin embargo, sigue sin conocerse el análisis de correlación entre el índice triglicéridos-glucosa y la insuficiencia cardíaca con fracción de eyección conservada en pacientes con hipertensión esencial.
Partiendo de estas consideraciones, se realizó un estudio retrospectivo de un solo centro con pacientes diagnosticados con hipertensión esencial en el Primer Hospital Afiliado de la Universidad Médica de Xinjiang, desde diciembre de 2018 hasta septiembre de 2020.
Los participantes fueron seleccionados en función de criterios específicos de inclusión y exclusión, y se recopilaron sus datos clínicos y pruebas de laboratorio.
El estudio empleó el análisis de correlación de Spearman, modelos de regresión logística, gráficos de spline cúbicos restringidos y curvas ROC (receptor operating characteristic) para investigar las relaciones entre el índice TyG y la HFpEF.
De 1.602 pacientes hipertensos incluidos de inicio, 992 lo fueron en el análisis después de aplicar los criterios de exclusión.
Los pacientes fueron categorizados en terciles según el índice TyG, que mostró que los pacientes en el tercil más alto tuvieron características asociadas con un mayor riesgo de ICFEp, incluyendo edad, índice de masa corporal (IMC), presión arterial sistólica (PAS), N-terminal pro-péptido natriurético tipo B (NT-proBNP) e índice de masa ventricular izquierda (IMVI o LVMI por sus siglas en inglés de left ventricular mass índex).
Se confirmó una asociación significativa e independiente entre el índice TyG y la ICFEp, con un odds ratio (OR) de 5,127 (IC del 95% [3,894–6,856]).
Además, se observó una relación no lineal en forma de S entre el índice TyG y la incidencia de ICFEp ( p no lineal < 0,001).
El índice TyG (AUC: 0,824, IC del 95 % [0,795–0,854]), el NT-proBNP (AUC: 0,840, IC del 95 % [0,816–0,864]) y el LVMI (AUC: 0,847, IC del 95 % [0,820–0,875]) mostraron una buena capacidad predictiva para la ICFEp.
Además, la combinación TyG+LVMI demostró la capacidad predictiva más fuerte (AUC: 0,907, IC del 95 % [0,887–0,927]).
Los autores discutieron que este estudio destacó la asociación significativa entre el índice TyG y la aparición de ICFEp en pacientes hipertensos.
Sus hallazgos principales revelaron que los pacientes con niveles más altos del índice TyG presentaron un riesgo sustancialmente mayor de desarrollar ICFEp.
Específicamente, el índice TyG se asoció de forma independiente con ICFEp, con una relación significativa no lineal en forma de S, lo que indicó un marcado aumento en la incidencia de ICFEp por encima de ciertos umbrales de dicho índice.
Además, la combinación del índice TyG con el índice de masa ventricular izquierda (IMVI) demostró la capacidad predictiva más fuerte para ICFEp, lo que subrayó el papel crítico de la disfunción metabólica en la patogénesis de ICFEp en pacientes hipertensos.
La ICFEp representa aproximadamente la mitad de todos los casos de insuficiencia cardíaca, y su prevalencia está aumentando, en parte debido al envejecimiento de la población y al aumento de las tasas de hipertensión, diabetes y obesidad.
La fracción de eyección es una medida del porcentaje de sangre que sale del corazón con cada contracción, y una fracción de eyección del 50% o más generalmente se considera dentro del rango normal .
Aunque los pacientes con ICFEp tienen fracciones de eyección normales o casi normales, el corazón no puede relajarse y llenarse adecuadamente durante la diástole.
Por lo tanto, en pacientes con ICFEp, el corazón bombea de manera eficiente durante la sístole, pero los ventrículos rígidos impiden un llenado adecuado durante la diástole, lo que provoca congestión y los síntomas típicos de insuficiencia cardíaca.
La hipertensión se considera uno de los factores de riesgo más importantes para la ICFEp.
Algunos de los posibles mecanismos son probablemente los siguientes: la hipertensión crónica conduce a la hipertrofia ventricular izquierda (HVI) a medida que el miocardio se engrosa para contrarrestar el aumento de la resistencia vascular.
Con el tiempo, este mecanismo adaptativo se vuelve desadaptativo, lo que lleva a cambios en la estructura y la función cardíacas que generalmente se caracterizan por HFpEF.
Estos cambios incluyen mayor rigidez ventricular izquierda, relajación alterada (disfunción diastólica) y una disminución posterior en la eficiencia de llenado ventricular diastólico.
La hipertensión aumenta la presión a la que el corazón bombea sangre, conocida como poscarga.
La elevación crónica de la poscarga también induce hiperplasia miocárdica compensatoria, que, cuando se excede, induce fibrosis e hipertrofia miocárdica, lo que lleva a rigidez miocárdica y relajación alterada.
La hipertensión también se asocia con cambios en la microcirculación, incluida la disminución de la densidad capilar y la reactividad microvascular alterada.
Estos cambios afectan la perfusión miocárdica, especialmente durante el estrés, lo que conduce a disfunción diastólica e ICFEp.
Por otro lado, la resistencia a la insulina (RI) es una disfunción metabólica caracterizada por una capacidad reducida del organismo para transportar y utilizar la glucosa.
En condiciones saludables, la insulina facilita la absorción y utilización de la glucosa por parte de las células para mantener estables los niveles de azúcar en sangre.
Sin embargo, en el estado de RI, los tejidos responden de forma menos eficaz a la insulina, lo que conduce a una absorción inadecuada de la glucosa por parte de las células y obliga al páncreas a producir más insulina en un intento de reducir los niveles de azúcar en sangre.
Este estado prolongado de niveles anormales de azúcar en sangre e insulina no solo puede conducir a la diabetes, sino que también está estrechamente asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La etiología de la RI implica múltiples factores, entre ellos la genética, la dieta, los niveles de actividad y la obesidad.
El aumento mundial de las tasas de obesidad ha convertido a la RI y su espectro resultante de anomalías metabólicas en un importante problema de salud pública.
Estas anomalías, como la hipertensión, la hiperglucemia, los trastornos del metabolismo lipídico y la obesidad central, se denominan colectivamente síndrome metabólico, un factor de riesgo primario de enfermedades cardiovasculares.
Los resultados observados por los investigadores chinos, respaldan de manera similar esta noción, con niveles más altos de IMC y PAS, y mayores proporciones de hombres y diabetes en el grupo del tercil 3 (TyG > 9,058) que en los otros grupos.
Dada la estrecha relación entre la RI y las enfermedades cardiovasculares, la identificación temprana y la intervención sobre la misma, son cruciales.
Sin embargo, los métodos tradicionales para detectar la RI, como la técnica de pinza de glucosa normal-insulina alta y la prueba de sensibilidad a la insulina (HOMA-IR por sus siglas en inglés de “homeostasis model assessment – insulin resistance”), son limitados en su aplicación en la práctica clínica habitual debido a su complejidad y alto costo.
La necesidad de condiciones experimentales controladas con precisión y operadores especializados hace que estos métodos no sean adecuados como pruebas estándar para la detección generalizada o la atención médica primaria.
En los últimos años, el índice TyG, como un marcador novedoso para evaluar la RI, ha ganado una amplia atención.
Con solo calcular los niveles de glucosa y triglicéridos en sangre en ayunas, el índice TyG proporciona una solución que supera las limitaciones de los métodos tradicionales, ofreciendo una herramienta de bajo costo y fácil de usar para la evaluación clínica de RI.
Numerosos estudios han confirmado la fuerte correlación entre el índice TyG y la RI, y en algunos casos, su capacidad para predecir el riesgo de enfermedad cardiovascular incluso supera a los indicadores HOMA-IR tradicionales.
La investigación dirigida específicamente a la población hipertensa subraya aún más el valor clínico del índice TyG.
Los hallazgos indican que un índice TyG alto no solo está asociado con la progresión de la aterosclerosis en pacientes hipertensos, sino que también se correlaciona con un mayor riesgo de hiperuricemia y accidente cerebrovascular.
Más importante aún, este indicador también está asociado con la función diastólica ventricular izquierda deteriorada y anomalías estructurales, lo que proporciona evidencia esencial para evaluar el estado de salud cardíaca.
Estos resultados confirmaron de manera similar una correlación positiva entre el índice TyG y los índices relacionados con la lesión cardíaca ( p. ej ., LVMI, NT-pro BNP).
Además, el índice TyG se correlacionó negativamente con la FEVI.
Esto fue así a pesar de que la FEVI suele ser más alta en pacientes con ICFEp.
Sin embargo, es importante reconocer que la FEVI varía incluso entre pacientes con ICFEp y no es completamente normal en todos los casos.
La ICFEp se caracteriza por disfunción diastólica y aumento de la rigidez ventricular en lugar de una FEVI marcadamente reducida.
La ligera correlación negativa observada puede reflejar el rango más amplio de fracción de eyección en la población de estudio, incluidos aquellos con FEVI levemente reducida todavía por encima del umbral del 50% pero por debajo del valor óptimo.
Esto pudo atribuirse a la interacción entre la RI y el sistema renina-angiotensina (RAS), así como al depósito de lípidos intramiocárdicos resultante de la acción de la RI y el exceso de ácidos grasos, lo que conduce a la posterior fibrosis miocárdica y disfunción contráctil.
Este estudio confirmó que el índice TyG fue un correlato independiente del desarrollo de HFpEF en pacientes hipertensos (OR: 5,127 (IC del 95 % [3,894–6,856])).
Además, encontró una relación no lineal en forma de S entre el índice TyG y la incidencia de HFpEF en pacientes hipertensos mediante análisis de triple spline restringido, lo que enfatizó aún más que el riesgo de HFpEF aumentó significativamente por encima de un cierto valor del índice TyG.
El análisis ROC mostró un AUC de 0,824 (IC del 95 % [0,795–0,854]) para el índice TyG solo, lo que demostró su importante papel en la identificación del riesgo.
En particular, la combinación TyG + IMVI fue el predictor más eficaz, logrando el AUC más alto de 0,907 (IC del 95 % [0,887–0,927]).
Todos estos resultados confirmaron la asociación significativa de la RI con el desarrollo de la ICFEp en pacientes hipertensos, lo que indicó que la RI pudo desempeñar un papel fundamental en la fisiopatología de la ICFEp.
Esta asociación destacó la importancia de la salud metabólica en la enfermedad cardiovascular y sugirió que las intervenciones destinadas a mejorar la sensibilidad a la insulina podrían tener un impacto positivo en la prevención o el manejo de la ICFEp en esta población de pacientes.
Los autores señalaron que su estudio tuvo varias fortalezas.
En primer lugar, el gran tamaño de la muestra de 992 pacientes hipertensos mejoró el poder estadístico y la fiabilidad de los hallazgos.
En segundo lugar, el enfoque en el índice TyG proporcionó una herramienta sencilla y ventajosa para evaluar la resistencia a la insulina y su asociación con la ICFEp, lo que podría facilitar la identificación temprana y la intervención en la práctica clínica.
A pesar de estas fortalezas, admitieron que el estudio tuvo limitaciones.
La población tuvo una mayor proporción de hombres (634) que de mujeres (358), y una mayor proporción de pacientes más jóvenes.
Se sabe que la ICFEp es más frecuente en mujeres mayores, lo que puede limitar la generalización de los hallazgos a la población más amplia.
Además, el diseño transversal impidió el establecimiento de causalidad, lo que subrayó la necesidad de una investigación longitudinal para delinear la dirección de esta relación.
La dependencia de una única medición para el índice TyG y otros biomarcadores pudo no capturar completamente los matices del estado metabólico a lo largo del tiempo, lo que sugiere el valor de las mediciones repetidas.
Además, otros factores de confusión no medidos, como factores de estilo de vida, predisposiciones genéticas y otras comorbilidades, también podrían influir en las asociaciones observadas.
En conclusión, existe una asociación significativa entre el índice TyG y el desarrollo de HFpEF en pacientes hipertensos, y este estudio enfatizó aún más el papel crítico de la resistencia a la insulina en la patogénesis de HFpEF en pacientes hipertensos, abogando por una perspectiva más amplia en la gestión del riesgo cardiovascular, incluida la salud metabólica.
* Shan XF, Yang L, Gao XM. Association between triglyceride glycemic index and ejection fraction preserved heart failure in hypertensive patients. PeerJ. 2024 Oct 4;12:e18220. doi: 10.7717/peerj.18220. PMID: 39376230; PMCID: PMC11457875.