17.02.2019

Aspirina y prevención primaria, una discusión que no cesa

La utilización de aspirina en prevención primaria de enfermedad CV pareciera ser una discusión de nunca acabar.

En ese sentido una reciente publicación en el JAMA aborda una vez más el tema de la mano de investigadores londinenses que estudiaron la  asociación del uso de aspirina para la prevención primaria con eventos cardiovasculares y eventos de sangrado para lo cuál realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis*. 

La NOTICIA DEL DÍA, hoy se hará eco de dicho paper

A pesar de las reducciones en la muerte por enfermedad cardiovascular en las últimas décadas, las tasas de muerte por accidente cerebrovascular e infarto de miocardio se han estabilizado en los Estados Unidos.

La carga sanitaria y económica de la enfermedad cardiovascular ha provocado que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid lanzaran la iniciativa Million Hearts 2022, con el objetivo de prevenir 1 millón de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares en 5 años a través de la optimización de los factores de riesgo. La iniciativa centra las acciones de los participantes en un pequeño conjunto de prioridades seleccionadas por su impacto en las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares y las afecciones relacionadas.

Un objetivo es mejorar la prescripción apropiada de aspirina (ácido acetilsalicílico). El beneficio de la aspinina en la prevención secundaria del accidente cerebrovascular y el infarto de miocardio está bien establecido; sin embargo, su uso en la prevención primaria sigue siendo controvertido.

Los ensayos clínicos de aspirina en pacientes sin enfermedad cardiovascular han demostrado inconsistentemente mejoras en los resultados cardiovasculares,  con posibles beneficios contrarrestados por un mayor riesgo de hemorragia clínicamente significativa. 

La aspirina en la prevención primaria de eventos cardiovasculares se refleja en las recomendaciones contrastadas ofrecidas por los organismos de la guía. 

El efecto general de esta incertidumbre ha sido una disminución en la prescripción de aspirina para la prevención primaria en los últimos 5 a 10 años.

El propósito de este metaanálisis fue evaluar la asociación del uso de aspirina con eventos cardiovasculares y eventos de sangrado en poblaciones sin enfermedad cardiovascular previamente existente.

Para ello se realizaron búsquedas en PubMed y Embase en el Registro Central de Ensayos Controlados de la Biblioteca Cochrane desde la primera fecha disponible hasta el 1 de noviembre de 2018.

Se incluyeron ensayos clínicos aleatorios que incluyeron al menos 1000 participantes sin enfermedad cardiovascular conocida y un seguimiento de al menos 12 meses. Los estudios incluidos compararon el uso de aspirina con su no prescripción (placebo o ningún tratamiento).

Los datos fueron examinados y extraídos de forma independiente por los dos investigadores firmantes de la publicación. 

El resultado cardiovascular primario fue un compuesto de mortalidad cardiovascular, infarto de miocardio no fatal y accidente cerebrovascular no fatal. El resultado del sangrado primario fue cualquier sangrado importante (definido por los estudios individuales).

Se incluyeron 13 ensayos que asignaron al azar a 164.225 participantes con 1.050.511 participantes-año de seguimiento. La mediana de edad de los participantes del ensayo fue de 62 años (rango, 53-74), 77.501 (47%) eran hombres, 30.361 (19%) tenían diabetes y la mediana del riesgo basal del resultado cardiovascular primario era del 9,2% (rango , 2.6% -15.9%). 

El uso de aspirina se asoció con reducciones significativas en el resultado cardiovascular compuesto en comparación con ninguna aspirina (57,1 por 10000 participantes-año con aspirina y 61,4 por 10000 participantes-año sin aspirina) (cociente de riesgo [HR], 0,89 [95% creíble intervalo, 0.84-0.95]; reducción del riesgo absoluto, 0.38% [IC 95%, 0.20% -0.55%]; número necesario para tratar, 265). 

Sin embargo, su prescripción se asoció con un mayor riesgo de hemorragias graves en comparación con aquéllos sujetos que no la tomaron (23,1 por 10000 participantes-año con aspirina y 16,4 por 10000 participantes-año sin aspirina) (HR, 1.43 [95% de intervalo creíble, 1.30 – 1.56]; aumento del riesgo absoluto, 0,47% [IC 95%, 0,34% -0,62%]; número necesario para dañar, 210).

Por lo tanto el uso de aspirina en individuos sin enfermedad cardiovascular se asoció con un menor riesgo de eventos cardiovasculares y un mayor riesgo de hemorragia grave. Esta información puede informar y dar luz a las discusiones con los pacientes sobre la indicación de aspirina para la prevención primaria de eventos cardiovasculares y el riesgo de sangrado.

* Zheng SL, Roddick AJ. Association of Aspirin Use for Primary Prevention With Cardiovascular Events and BleedingEvents: A Systematic Review and Meta-analysis. JAMA. 2019 Jan 22;321(3):277-287. doi: 10.1001/jama.2018.20578.

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