El 2 de abril de 2025 el BMC Cardiovascular Disorders publicó una revisión sistemática y metaanálisis realizados por investigadores iraníes que examinaron el rol del comportamiento de biomarcadores de la función hepática como índice para vaticinar el pronóstico en la insuficiencia cardíaca con preservación de la fracción de eyección*.
La NOTICIA DEL DÍA hoy se hará eco de este debate.
Como introducción al tema los autores señalaron que la insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada (ICFEp ó HFpEF por sus siglas en inglés de heart failure with preserved ejection fraction) es un problema de salud pública significativo y creciente.
Representa aproximadamente el 50% de todos los casos de insuficiencia cardíaca, con una prevalencia que ha aumentado de forma constante debido al envejecimiento de la población y la creciente incidencia de factores de riesgo asociados, como la hipertensión y la obesidad.
La carga de la ICFEp es sustancial, lo que conduce a altas tasas de hospitalización, deterioro de la calidad de vida y aumento de la mortalidad.
Los estudios indicaron que la prevalencia de la ICFEp es mayor en las poblaciones de edad avanzada y más prevalente entre las mujeres, lo que contribuyó a una utilización significativa de los recursos sanitarios y a los costes económicos.
La coexistencia de HFpEF y disfunción hepática es cada vez más reconocida, con factores de riesgo compartidos como obesidad, diabetes y síndrome metabólico que contribuyen a esta superposición.
Hasta el 50% de los pacientes con HFpEF también pueden tener enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD por sus siglas en inglés de non-alcoholic fatty liver disease).
La disfunción hepática puede empeorar los síntomas y el pronóstico de la insuficiencia cardíaca, ya que los marcadores elevados como la bilirrubina y la fosfatasa alcalina (ALP) están relacionados con una mayor mortalidad cardiovascular y riesgos de hospitalización.
Además, la congestión hepática por presiones elevadas del corazón derecho puede deteriorar aún más la función hepática, creando un ciclo que exacerba ambas afecciones.
Por lo tanto, debido a las condiciones mencionadas anteriormente, la evaluación de la función hepática es esencial para mejorar los resultados en HFpEF.
La función hepática se evalúa utilizando varios marcadores séricos, incluyendo albúmina, bilirrubina, aspartato aminotransferasa (AST), alanina aminotransferasa (ALT) y ALP, cada uno indica diferentes aspectos de la salud hepática.
La albúmina sérica es un biomarcador bien establecido de la función hepática, que refleja la capacidad de síntesis de proteínas del hígado.
Los niveles reducidos de albúmina indican disfunción hepática y se han asociado con un peor pronóstico en HFpEF.
La bilirrubina mide la capacidad del hígado para procesar los desechos, con bilirrubina no conjugada elevada indicando condiciones no obstructivas y bilirrubina conjugada elevada sugiriendo patologías obstructivas.
AST y ALT son enzimas liberadas durante el daño celular del hígado, lo que indica lesión hepática o inflamación.
La gamma-glutamil transferasa (GGT) y la ALP están asociadas con los conductos biliares, y sus niveles elevados indican colestasis u obstrucción de los conductos biliares.
Estos marcadores, en conjunto, ayudan a diagnosticar y monitorear las afecciones hepáticas, mejorando los resultados del paciente.
Estudios previos han explorado los marcadores hepáticos en pacientes con ICFEp, destacando su importancia pronóstica.
Yoshihisa et al. identificaron las puntuaciones de fibrosis hepática como predictores de mortalidad, mientras que Böhm et al. relacionaron las pruebas de función hepática (bilirrubina, AST, ALT y ALP) con la hospitalización y la muerte cardiovascular.
Prenner et al. asociaron los niveles bajos de albúmina sérica con peores resultados, incluyendo un aumento de la mortalidad y la hospitalización.
Sin embargo, ninguna revisión sistemática o metaanálisis evaluó aún el valor pronóstico de estos marcadores hepáticos en pacientes con ICFEp.
Dada la importancia crucial de este tema y la ausencia actual de una revisión exhaustiva, esencial para la toma de decisiones informada y la gestión eficaz del riesgo en pacientes con ICFEp y función hepática alterada, el objetivo de los autores iraníes fue realizar una revisión sistemática exhaustiva y un metaanálisis.
Este estudio evaluó la importancia pronóstica de los marcadores hepáticos en pacientes con ICFEp.
Reiterando lo expresado, es de destacar que la insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada (ICFEp) representa el 50% de los casos de insuficiencia cardíaca, con una prevalencia creciente debido al envejecimiento y a factores de riesgo como la hipertensión y la obesidad.
Asimismo, la disfunción hepática es frecuente en la ICFEp y puede afectar el pronóstico.
Esta revisión sistemática y metaanálisis tuvo como objetivo evaluar el valor pronóstico de los marcadores de función hepática (albúmina, bilirrubina, AST, ALT, FA) en pacientes con ICFEp.
A tales efectos se realizó una búsqueda sistemática en PubMed, Embase, Web of Science y Scopus de estudios que evaluaran la asociación de marcadores hepáticos con resultados adversos en la ICFEp.
El resultado principal fue una variable compuesta de hospitalización o fallecimiento por insuficiencia cardíaca.
Los cocientes de riesgos instantáneos (HR) se agruparon mediante un modelo de efectos aleatorios y la heterogeneidad se evaluó mediante el estadístico I².
Se incluyeron veinte estudios con 30.623 pacientes.
La albúmina sérica, el principal marcador de este estudio, se asoció significativamente con una reducción del riesgo de resultados adversos en un metaanálisis de 16 estudios (HR 0,71; IC del 95 %: 0,61-0,83; I² = 87 %).
Tras excluir los valores atípicos, la heterogeneidad disminuyó (I² = 23 %) y la asociación se mantuvo significativa (HR 0,75; IC del 95 %: 0,69-0,82).
Aunque no se encontraron asociaciones significativas para AST, ALT, ALP ni bilirrubina con resultados adversos, el número limitado de estudios para estos marcadores podría haber contribuido a la falta de significación estadística.
Debatiendo los conceptos vertidos, vale subrayar que
esta revisión sistemática y metaanálisis buscó evaluar la importancia pronóstica de los marcadores de función hepática, incluyendo albúmina sérica, bilirrubina, AST, ALP y ALT, en la predicción de mortalidad y morbilidad en pacientes con insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada.
A través de un metaanálisis exhaustivo de 20 estudios, los hallazgos revelaron que los niveles más altos de albúmina sérica tuvieron un efecto protector significativo contra una variedad de resultados adversos, incluyendo mortalidad general, hospitalización y eventos cardíacos adversos mayores.
Esto sugirió que la albúmina sérica pudo servir como un valioso marcador pronóstico en pacientes con insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada.
Por el contrario, otros marcadores de función hepática, como bilirrubina, ALT, ALP y AST, no mostraron ningún valor pronóstico estadísticamente significativo para predecir estos resultados adversos.
La interacción entre la función hepática y la HFpEF refleja una relación compleja y bidireccional influenciada por la inflamación sistémica, la congestión y las alteraciones metabólicas, incluyendo la resistencia a la insulina.
Zhang et al. demostraron que la rigidez hepática (LS por sus siglas en inglés de liver stiffness), un marcador no invasivo de fibrosis y congestión hepática, está significativamente elevada en pacientes con HFpEF, con más de dos tercios de su cohorte mostrando valores de LS por encima del umbral de fibrosis de 7,0 kPa.
Esta elevación se correlacionó estrechamente con la disfunción diastólica del ventrículo izquierdo, la hipertrofia ventricular izquierda y la disfunción ventricular derecha, lo que sugirió que la LS reflejó las anormalidades hemodinámicas y estructurales de la HfpEF.
Mecanísticamente, el aumento de la LS en la HFpEF probablemente esté impulsado por la congestión venosa crónica y la disfunción endotelial.
La hipertensión pulmonar, la hipertrofia ventricular derecha y el aumento de la presión venosa central exacerban aún más la congestión hepática, mientras que la disfunción endotelial sistémica, un sello distintivo de la HFpEF, puede promover simultáneamente la fibrosis hepática.
El estudio también demostró que los valores más altos de LS se asociaron independientemente con peores resultados a corto plazo, como un aumento de las hospitalizaciones y los eventos cardiovasculares adversos mayores (MACE), lo que subraya el valor pronóstico de LS como un indicador estable de la gravedad de la enfermedad a largo plazo en comparación con marcadores dinámicos como NT-proBNP.
La inflamación crónica vincula aún más la disfunción hepática y la HFpEF.
Zhou et al. destacaron el papel de la enfermedad del hígado graso asociada a la disfunción metabólica (MAFLD), una afección prevalente que afecta al 30% de los adultos, en la exacerbación de la HfpEF.
La inflamación sistémica de bajo grado característica de la MAFLD, mediada por niveles elevados de biomarcadores como la proteína C reactiva de alta sensibilidad (hs-CRP), contribuye a la remodelación miocárdica y a la disfunción de los cardiomiocitos.
Zhou et al. informaron que los pacientes con MAFLD e ICFEp presentaron un riesgo significativamente mayor de hospitalizaciones por IC, y aquellos en el cuartil más alto de PCRus presentaron un riesgo ajustado 4,4 veces mayor en comparación con el cuartil más bajo.
Estos hallazgos respaldan la hipótesis de que la inflamación sistémica no solo empeora la función hepática, sino que también acelera la progresión de la ICFEp al afectar la distensibilidad miocárdica y promover la disfunción diastólica.
Además, la prevalencia de ICFEp entre los pacientes con MAFLD se estimó en un 34%, lo que enfatiza la importancia de abordar los mecanismos metabólicos e inflamatorios para mitigar los resultados adversos.
El hallazgo principal de este estudio fue que los niveles elevados de albúmina sérica ofrecen beneficios protectores para los pacientes con ICFEp al reducir el riesgo de una combinación de resultados adversos, incluyendo mortalidad por cualquier causa, mortalidad cardiovascular, eventos cardíacos adversos mayores (MACE) y hospitalización por insuficiencia cardíaca.
Por el contrario, los niveles bajos de albúmina sérica se asocian con un mayor riesgo de estos resultados.
Dado el número limitado de estudios disponibles para cada resultado específico (mortalidad por cualquier causa, MACE y hospitalización por insuficiencia cardíaca), los autores agruparon todos los estudios para calcular un único HR global para cada marcador de función hepática, incluyendo la albúmina.
Cada estudio contribuyó a un solo resultado, asegurando así la ausencia de repeticiones, lo que permitió una evaluación robusta del valor pronóstico de la albúmina sérica.
La albúmina sérica actúa como un biomarcador directo de la función hepática, ya que es sintetizada exclusivamente por los hepatocitos.
Su concentración en sangre refleja la capacidad del hígado para sintetizar proteínas, la cual puede verse afectada en presencia de disfunción hepática.
En enfermedades hepáticas crónicas como la cirrosis, la disminución de los niveles de albúmina sérica o la hipoalbuminemia son comunes e indican una disminución de la capacidad de síntesis del hígado.
Además, la hipoalbuminemia suele estar relacionada con la inflamación sistémica y la desnutrición, ambas prevalentes en la enfermedad hepática y que pueden influir negativamente en el pronóstico de los pacientes con insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada.
Este estudio se centró principalmente en la albúmina sérica como marcador de la función hepática y marcador pronóstico en la ICFEp, destacando el papel crítico de la función hepática en estos pacientes.
Los niveles de albúmina sérica tienden a disminuir en afecciones hepáticas como cirrosis, insuficiencia hepática aguda y hepatitis crónica, y esta disminución puede indicar un empeoramiento de la función hepática con implicaciones sistémicas más amplias, incluida la salud cardiovascular.
La disfunción hepática en la ICFEp puede desencadenar inflamación sistémica y alterar el equilibrio de líquidos, los cuales pueden exacerbar los síntomas de insuficiencia cardíaca.
Además, la inflamación sistémica y la desnutrición suelen estar presentes en la ICFEp, independientemente del estado de la función hepática, lo que puede influir en el nivel de albúmina.
Por lo tanto, el efecto pronóstico de la albúmina puede surgir de una combinación de los efectos perjudiciales de la disfunción hepática, el aumento de la inflamación sistémica y la desnutrición.
Entonces, la albúmina sérica no solo indica la función hepática en pacientes con ICFEp, sino que también puede servir como marcador de inflamación sistémica y desnutrición con respecto a los resultados cardíacos.
Sin embargo, se necesitan más investigaciones para evaluar la importancia de cada condición en el valor pronóstico general de la albúmina.
Múltiples estudios se han centrado en la importancia pronóstica de la albúmina sérica en pacientes con HfpEF.
En el estudio de Manolis et al., los investigadores examinaron a 118 pacientes ancianos con HFpEF para evaluar la importancia pronóstica de la albúmina sérica.
El estudio encontró que los niveles más bajos de albúmina sérica se asociaron significativamente con peores resultados, incluyendo mayores tasas de mortalidad y complicaciones.
La población de pacientes fue particularmente vulnerable debido a la edad avanzada, lo que hizo que la relación entre la hipoalbuminemia y los resultados adversos fuera más pronunciada.
De manera similar, el análisis del ensayo TOPCAT de Prenner et al. incluyó una cohorte grande y diversa de pacientes con HFpEF, donde los niveles de albúmina sérica volvieron a ser un predictor crucial de eventos cardiovasculares adversos, incluyendo hospitalización por insuficiencia cardíaca y muerte.
El estudio demostró que a pesar de ajustar por otras variables clínicas, la albúmina sérica baja siguió siendo un factor de riesgo independiente.
Además, los estudios han explorado el vínculo entre la albúmina sérica y las características fisiopatológicas específicas de la HFpEF.
Prenner et al. identificaron que los niveles más bajos de albúmina sérica se asociaban con un aumento de la fibrosis miocárdica y una hemodinámica aórtica pulsátil adversa, que son contribuyentes críticos a la progresión de la enfermedad.
Esto sugiere que la albúmina sérica puede reflejar anomalías cardíacas estructurales subyacentes, lo que establece aún más su papel como marcador pronóstico.
El valor pronóstico de la albúmina sérica se extiende a la insuficiencia cardíaca con fracción de eyección reducida (ICFEr), con hallazgos similares observados en todos los fenotipos de insuficiencia cardíaca.
Un estudio de cohorte retrospectivo de 8246 pacientes hospitalizados por insuficiencia cardíaca aguda demostró que la hipoalbuminemia fue un fuerte predictor de mortalidad a 30 días y a 1 año, independientemente del fenotipo de IC, incluyendo tanto la ICFEr como la ICFEp.
Los niveles de albúmina sérica por debajo de 3,4 g/dl se asociaron con un aumento de dos veces en el riesgo de mortalidad a 1 año, lo que destacó su importancia pronóstica consistente en ambos fenotipos.
Aunque el valor pronóstico significativo de la albúmina sérica en la HFpEF está bien establecido, hay evidencia limitada sobre si la corrección de los niveles bajos de albúmina proporciona beneficios clínicos en esta población.
Actualmente, ningún estudio ha evaluado específicamente el impacto de la suplementación con albúmina en pacientes con HFpEF.
Sin embargo, la investigación en pacientes con insuficiencia cardíaca aguda descompensada ha arrojado resultados no concluyentes.
Un metaanálisis de Vincent et al. no encontró evidencia consistente que respalde la suplementación con albúmina para mejorar los resultados en pacientes con IC hipoalbuminémica, a pesar de los efectos perjudiciales reconocidos de la hipoalbuminemia en la mortalidad, la morbilidad y la duración de la hospitalización.
De manera similar, el análisis del subgrupo del estudio PICNIC no mostró una diferencia significativa en los resultados entre los pacientes con IC normoalbuminémica e hipoalbuminémica que recibieron intervención nutricional.
En un estudio de cohorte retrospectivo de 1038 pacientes con ICAD (insuficiencia cardíaca aguda descompensada), la suplementación con albúmina no mostró ninguna ventaja en la reducción del criterio de valoración principal, que incluyó intubación, reemplazo renal de emergencia o mortalidad.
En conjunto, estos hallazgos subrayan la necesidad de más ensayos aleatorizados para evaluar la utilidad clínica de la suplementación con albúmina, no solo en la ICAD sino también en la ICFEp, donde los datos siguen siendo escasos.
Más allá de la insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada, la albúmina sérica se ha estudiado ampliamente como un marcador pronóstico en varias enfermedades cardiovasculares, validando aún más su importancia clínica.
En la enfermedad coronaria, los niveles más bajos de albúmina sérica se han asociado con un riesgo significativamente mayor de resultados cardiovasculares adversos.
Por ejemplo, los pacientes con niveles bajos de albúmina sérica tienden a tener tasas de mortalidad más altas y una mayor incidencia de MACE, incluidos el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular.
De manera similar, los niveles más bajos de albúmina sérica se relacionan con peores resultados en pacientes sometidos a ICP (intervención coronaria percutánea), incluidas tasas más altas de MACE.
Wada et al. encontraron que entre 2860 pacientes con enfermedad coronaria sometidos a ICP, la albúmina sérica preprocedimiento más baja se asoció de forma independiente con un mayor riesgo de MACE a largo plazo, incluida la muerte por cualquier causa y el síndrome coronario agudo.
Shiyovich et al. también demostraron que las disminuciones posteriores a la ICP en la albúmina sérica predijeron peores resultados a largo plazo, lo que destaca la importancia de monitorear los niveles de albúmina antes y después de la ICP.
Varios estudios han explorado el valor pronóstico de los niveles de AST, ALT, ALP y bilirrubina en pacientes con varios tipos de insuficiencia cardíaca distintos de la ICFEp, produciendo resultados mixtos.
Un estudio reciente del ensayo TOPCAT investigó los valores de las pruebas de función hepática, específicamente AST, ALT, ALP y bilirrubina total, en pacientes con ICFEp y sin enfermedades hepáticas crónicas.
Los hallazgos sugirieron que los niveles elevados de bilirrubina total y ALP se asociaron significativamente con mayores riesgos de resultados adversos, incluida la mortalidad cardiovascular y la hospitalización por insuficiencia cardíaca, mientras que AST y ALT no exhibieron significancia pronóstica.
Otro estudio del ensayo DAPA-HF analizó las pruebas de función hepática, incluyendo AST, ALT y bilirrubina, en pacientes con ICFEr y encontró que los niveles de bilirrubina total y ALP se asociaron con mayores riesgos de resultados adversos, como muerte cardiovascular y hospitalización por insuficiencia cardíaca.
Sin embargo, no se encontró que AST y ALT tuvieran un valor pronóstico significativo en esta cohorte.
Otro estudio centrado en pacientes con insuficiencia cardíaca aguda descompensada (ICAD) informó que la bilirrubina total elevada se asoció significativamente con resultados adversos, como el aumento de la mortalidad y las tasas de rehospitalización.
Sin embargo, al igual que el estudio anterior, la AST y la ALT no mostraron una asociación significativa con los resultados clínicos en este contexto, lo que sugiere además su limitada utilidad como marcadores pronósticos en escenarios de insuficiencia cardíaca.
En el estudio iraní, aunque todos estos marcadores (excepto la ALT, donde el HR fue 1) mostraron un efecto de empeoramiento muy leve en el pronóstico de los pacientes con ICFEp, ninguno fue estadísticamente significativo.
Es importante señalar que el número de estudios incluidos fue muy limitado y la distribución del peso de los estudios incluidos, especialmente para marcadores como la ALT, fue muy desigual.
Estos factores probablemente contribuyeron a los resultados agrupados estadísticamente insignificantes.
Los patrones de ALT y AST se asocian más comúnmente con la insuficiencia anterior del lado izquierdo, que es más característica de la ICFEr.
Por el contrario, la ICFEp se asocia típicamente con congestión venosa crónica y disfunción hepática, que se reflejan mejor mediante marcadores colestásicos como la bilirrubina y la fosfatasa alcalina.
Estas diferencias en los cambios hemodinámicos subyacentes de los fenotipos de la IC pueden explicar la utilidad limitada de la AST y la ALT como marcadores pronósticos en la ICFEp y explicar además los resultados estadísticamente no significativos en este estudio.
Aunque la GGT no se incluyó en este metaanálisis debido al número limitado de estudios que informaban sus resultados, dos estudios incluidos proporcionaron información valiosa sobre su importancia pronóstica en la HfpEF.
En un estudio prospectivo de Dalos et al., los niveles séricos elevados de GGT se asociaron de forma independiente con resultados adversos, incluida la hospitalización por insuficiencia cardíaca y la mortalidad por todas las causas (HR 1,002, p = 0,004).
Los pacientes con niveles de GGT superiores a 36 U/L tuvieron tasas de eventos significativamente más altas (log-rank p = 0,012), y la regresión logística multivariable relacionó la GGT elevada con alteraciones cardíacas tanto del lado izquierdo como del derecho, como el aumento de la presión auricular derecha y el mayor diámetro auricular derecho.
De manera similar, Saito et al. demostraron una asociación significativa entre la GGT y el resultado compuesto de mortalidad por todas las causas y rehospitalización por empeoramiento de la IC.
El análisis univariado de riesgos proporcionales de Cox reveló que cada aumento de 10 U/L en la GGT se asociaba con un riesgo 1,11 veces mayor de este resultado compuesto (HR 1,11, IC del 95 %: 1,04-1,18, p = 0,001).
Estos hallazgos sugirieron que la GGT podría ser un biomarcador útil para predecir resultados adversos en la ICFEp.
A pesar de estos resultados prometedores, el número limitado de estudios destaca la necesidad de más investigación para validar el papel de la GGT en el pronóstico de la ICFEp.
Este estudio presentó varias limitaciones que deben reconocerse.
En primer lugar, el número de estudios disponibles para cada resultado y cada marcador de función hepática, como AST, ALT, FA y bilirrubina, fue limitado.
Esta escasez de datos limitó la capacidad para extraer conclusiones sólidas sobre el valor pronóstico de estos marcadores, especialmente en comparación con la albúmina sérica, cuya función presentaba evidencia más sustancial.
En segundo lugar, los estudios incluidos carecieron de datos detallados, lo que impidió realizar análisis de subgrupos basados en los niveles categóricos de los marcadores.
Esta limitación limitó aún más la capacidad para comprender plenamente cómo estos marcadores podrían influir en los resultados de los pacientes con ICFEp en diferentes periodos de tiempo o con distintos niveles.
En tercer lugar, se observaron altas tasas de heterogeneidad en los resultados de los estudios incluidos, con valores de I² que alcanzaron hasta el 87%.
Esta heterogeneidad significativa redujo la fiabilidad y la generalización de los hallazgos, lo que reflejó las diferencias en las poblaciones de estudio, los criterios de inclusión, las condiciones comórbidas (p. ej., diabetes, obesidad, enfermedad renal crónica) y los regímenes de tratamiento (p. ej., diuréticos, inhibidores del SRAA, inhibidores de SGLT2).
Además, la variabilidad en los métodos de medición de biomarcadores y los ajustes estadísticos entre los estudios pueden haber introducido un sesgo de medición, lo que contribuyó aún más a la heterogeneidad observada.
Si bien los análisis de sensibilidad ayudaron a mitigar parte de esta variabilidad, la heterogeneidad inicial subrayó la necesidad de una interpretación cautelosa de los resultados.
Los propios estudios a menudo citaron posibles razones para estas discrepancias, lo que sugirió que la relación compleja y aún no completamente comprendida entre la HFpEF y los marcadores de función hepática como AST, ALT, ALP y bilirrubina pudo contribuir a estas variaciones.
En cuarto lugar, solo 9 de los estudios incluidos informaron explícitamente las enfermedades hepáticas basales, mientras que los 11 restantes no proporcionaron esta información.
Entre los que sí la informaron, se excluyeron los pacientes con disfunción hepática significativa, como pruebas hepáticas tres veces por encima del límite superior de la normalidad, cirrosis hepática grave (Child-Pugh B o C) o enfermedad hepática crónica como la hepatitis.
Esta falta de información consistente introdujo una posible fuente de heterogeneidad y sesgo de selección, ya que no se pudo determinar si las enfermedades hepáticas subclínicas o no diagnosticadas estaban presentes en las poblaciones de los estudios restantes.
Esta variabilidad puede haber influido en la interpretación de los marcadores de función hepática como herramientas pronósticas en la ICFEp.
En conclusión, esta revisión sistemática y metaanálisis destacó el importante valor pronóstico de la albúmina sérica para predecir resultados adversos en pacientes con ICFEp.
Niveles elevados de albúmina sérica se asociaron consistentemente con un menor riesgo de eventos adversos generales, lo que sugirió que la albúmina sérica podría servir como un biomarcador valioso en el manejo de la ICFEp.
Por el contrario, otros marcadores de función hepática, como la bilirrubina, la AST, la ALT y la FA, no demostraron una significación pronóstica consistente en esta población, lo que indicó su limitada utilidad como predictores de resultados adversos en la ICFEp.
Estos hallazgos subrayaron la importancia de la albúmina sérica como un indicador clave tanto de la función hepática como del pronóstico general en la ICFEp.
Las investigaciones futuras deberán centrarse en estudios prospectivos grandes y bien diseñados para confirmar el valor pronóstico de los marcadores de la función hepática en pacientes con ICFEp.
Estos estudios deberán apuntar a estandarizar los protocolos de medición de biomarcadores, asegurando valores de corte uniformes y métodos de ensayo en diferentes cohortes.
Además, se necesita más investigación para determinar si los cambios longitudinales en los marcadores de la función hepática proporcionan un valor pronóstico incremental más allá de las mediciones basales.
Las investigaciones futuras deben explorar si los subgrupos específicos de pacientes con ICFEp, como aquellos con diferentes perfiles comórbidos (p. ej., síndrome metabólico, disfunción renal), exhiben patrones pronósticos distintos basados en biomarcadores de la función hepática.
Finalmente, se deben explorar los enfoques de múltiples marcadores que combinan biomarcadores de la función hepática con predictores de riesgo de IC establecidos (p. ej., NT-proBNP, parámetros ecocardiográficos) para mejorar la estratificación pronóstica en la ICFEp.
Estos estudios podrían fortalecer la utilidad clínica de los marcadores de la función hepática en la evaluación de riesgos y la toma de decisiones para esta desafiante población de pacientes.
* Dastjerdi P, Mahalleh M, Shayesteh H, Najafi MS, Narimani-Javid R, Dashtkoohi M, Mofidi SA, Hosseini K, Tajdini M. Liver biomarkers as predictors of prognosis in heart failure with preserved ejection fraction: a systematic review and meta-analysis. BMC Cardiovasc Disord. 2025 Apr 2;25(1):244. doi: 10.1186/s12872-025-04647-2. PMID: 40175926.