Un interesante meta análisis acerca del impacto del tratamiento con células mononucleares de la médula ósea sobre la función ventricular izquierda en pacientes con infarto de miocardio con elevación del ST fue publicado recientemente en Medicina de Baltimore* y será el tema a tratar hoy en la NOTICIA DEL DÍA.
Wang C, Han X, Li Y, Zhang B., los autores del estudio, refieren que el infarto agudo de miocardio (IAM) es la principal causa de insuficiencia cardíaca congestiva y mortalidad posterior en todo el mundo.
Es una complicación grave de la cardiopatía isquémica que el suministro de sangre inadecuado al músculo cardíaco alcanza su límite crítico y, posteriormente, conduce a la necrosis masiva de las células cardíacas.
Sin un tratamiento adecuado, el IAM causará la pérdida de aproximadamente mil millones de cardiomiocitos.
A diferencia de otros tejidos del cuerpo humano, el tejido cardíaco tiene una capacidad disminuida para repararse completamente después del IAM. Como consecuencia, causará dilatación cavitaria progresiva y remodelación negativa en el ventrículo izquierdo, y comprometerá significativamente la contractilidad cardíaca.
A pesar de las estrategias farmacológicas y terapéuticas óptimas de última generación, el pronóstico del IAM sigue siendo preocupante.
La terapia basada en células se ha convertido en una terapia alternativa para complementar la intervención coronaria percutánea (PCI por sus siglas en inglés) primaria o la terapia trombolítica en la prevención de la insuficiencia cardíaca congestiva después del IAM.
Más de una década después de que el primer paciente fue tratado con infusión intracoronaria de células mononucleares derivadas de médula ósea no seleccionadas (BMMNC por sus siglas en inglés), se realizaron numerosos estudios clínicos para investigar la viabilidad y eficacia de la terapia celular en pacientes con IAM.
Muchos estudios han confirmado repetidamente la seguridad y viabilidad de la terapia celular. Sin embargo, la efectividad de este tratamiento sigue siendo controvertida.
Varios ensayos clínicos sugirieron que la terapia celular podría mejorar la función del ventrículo izquierdo (VI) y prevenir la remodelación adversa, mientras que otros estudios mostraron resultados ambiguos o incluso negativos.
Curiosamente, la mayoría de los ensayos clínicos evaluaron la efectividad de la terapia celular al acceder a los parámetros clínicos con respecto a la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI), el volumen telediastólico del ventrículo izquierdo (LVEDV por sus siglas en inglés) y el volumen telesistólico del ventrículo izquierdo (VITSV por sus siglas en inglés)
Sin embargo, otros parámetros como el movimiento de la pared, el engrosamiento de la pared, el tamaño del infarto y la perfusión miocárdica también pueden servir como indicadores precisos para estimar la eficacia de la terapia con BMMNC.
Se han realizado varios estudios para investigar la relación del movimiento de la pared, el engrosamiento de la pared y el tamaño del infarto con el rendimiento del VI después del IAM.
Una investigación informó que el tamaño del infarto y la depresión del rendimiento del VI estaban bien correlacionados. Un tamaño de infarto más pequeño resultó en una menor depresión del rendimiento del VI.
Un estudio sobre el valor del puntaje de movimiento de la pared de admisión en el IAM indicó que el puntaje de movimiento de la pared más alto resultó en una mayor mortalidad.
Otro estudio concluyó que el parámetro engrosamiento de la pared podría proporcionar información adicional para la predicción de la recuperación funcional del VI.
El metaanálisis actual tuvo como objetivo evaluar la influencia de la terapia BMMNC en pacientes con infarto de miocardio con elevación del segmento ST mediante el análisis del índice de cambio de movimiento de la pared (WMSI por sus siglas en inglés), tamaño del infarto, engrosamiento de la pared y perfusión miocárdica después del tratamiento celular.
A los efectos de este metaanálisis se seleccionaron ensayos controlados aleatorios que investigaban el efecto del tratamiento con BMMNC en pacientes con IAMCEST que se sometieron a intervención coronaria percutánea. El índice de puntaje de movimiento de la pared (WMSI por sus siglas en inglés), el tamaño del infarto, el engrosamiento de la pared y la perfusión miocárdica fueron los criterios de valoración.
Un total de 24 ensayos con 1536 pacientes se incluyeron en el estudio. En general, como se observa en los datos obtenidos, la terapia celular redujo el tamaño del infarto en -2.32 (95% intervalo de confianza [IC] -4.03, -0.62; P = .007; I = 24%) y mejoró la perfusión miocárdica en -3.04 (95% CI -3.94, -2.15; P <.001; I = 0%). Sin embargo, no hubo diferencias significativas entre el grupo de tratamiento y el grupo de control en WMSI o el engrosamiento de la pared.
La infusión intracoronaria de BMMNC es segura para pacientes con STEMI. También se asocia con la mejora del tamaño del infarto y la perfusión miocárdica pero se deben realizar más ensayos aleatorizados multicéntricos para validar la eficacia terapéutica de este tratamiento.
* Wang C, Han X, Li Y, Zhang B. Impact of bone marrow mononuclear cells therapy on left ventricular function in patients with ST-elevated myocardial infarction: A meta-analysis. Medicine (Baltimore). 2018 Apr;97(16):e0359. doi: 10.1097/MD.0000000000010359.