Un muy numeroso grupo de investigadores pertenecientes a distintas instituciones médicas de Brasil y de Barcelona realizaron un estudio clínico que concluyó que la enfermedad de Chagas y la coinfección por SARS-CoV-2 no conducen a peores resultados hospitalarios y publicaron sus resultados en la edición del 13 de octubre de 2021 de Scientific Reports, de los cuáles comentará la NOTICIA DEL DÍA.
Señalan los autores que desde el primer caso de la enfermedad por coronavirus 19 (COVID-19) descrito en Brasil el 26 de febrero de 2020, la infección por SARS-CoV 2 ha evolucionado como una pandemia mundial.
La enfermedad tiene un amplio espectro de manifestaciones clínicas, que van desde casos asintomáticos hasta neumonía grave y síndrome de dificultad respiratoria aguda.
Aunque la gran mayoría de síntomas son inespecíficos, leves, gripales o pertenecientes a la esfera respiratoria, otros órganos pueden verse afectados, como el sistema cardiovascular.
COVID-19 se ha asociado con múltiples manifestaciones cardíacas, que incluyen arritmias cardíacas, infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca aguda y miocarditis fulminante aguda. Se ha demostrado que la afectación cardiovascular se asocia con un aumento de la mortalidad.
Las comorbilidades subyacentes se han asociado ampliamente con un peor pronóstico para los pacientes con COVID-19, ya que las infecciones virales podrían actuar como desencadenantes del empeoramiento de las enfermedades crónicas.
La enfermedad de Chagas (EC) es un trastorno multisistémico que puede afectar los sistemas cardiovascular, digestivo y neurológico.
Es la causa más común de miocardiopatía infecciosa en todo el mundo y puede desempeñar un papel en el pronóstico clínico de los pacientes con COVID-19.
Aunque es endémica en América Latina, se ha reconocido que ahora es una preocupación mundial a medida que la enfermedad se propaga con los movimientos de población de países endémicos a no endémicos.
En Brasil, sigue siendo un desafío de salud pública, siendo uno de los países con más número absoluto de pacientes y una tasa de incidencia anual de aproximadamente 0,16 por 100.000 habitantes / año.
Las posibles interacciones entre COVID-19 y la miocardiopatía de Chagas podrían ser probables, porque ambas afecciones comparten la misma vía inmunológica. Las proteínas pico del SARS-CoV-2 se unen a la enzima convertidora de angiotensina-2 (ECA-2), que es necesaria para invadir la célula huésped.
Por otro lado, la ECA2 está involucrada en la función cardíaca y el desarrollo de hipertensión y diabetes mellitus (DM), factores de riesgo frecuentemente observados en pacientes con miocardiopatía chagásica crónica.
Estos pacientes podrían tener niveles elevados de ECA2 debido al uso crónico de inhibidores de la ECA y / o bloqueadores de los receptores de angiotensina (BRA).
Se dispone de información limitada sobre las características y los resultados de los pacientes con EC y COVID-19. Por lo tanto, el objetivo fue describir las características, los hallazgos de laboratorio y de imagen, así como los resultados hospitalarios de los pacientes coinfectados con EC y COVID-19 incluidos en el Registro Brasileño de COVID-19.
A tales fines se incluyeron pacientes consecutivos con COVID-19 confirmado de marzo a septiembre de 2020.
El emparejamiento genético por sexo, edad, hipertensión, diabetes mellitus y hospitalación se realizó en una proporción de 4: 1.
De los 7018 pacientes que habían confirmado COVID-19, se incluyeron 31 pacientes con EC y 124 controles emparejados (mediana de edad 72 (64-80) años, 44,5% fueron hombres).
Al inicio del estudio, la insuficiencia cardíaca (25,8% frente a 9,7%) y la fibrilación auricular (29,0% frente a 5,6%) fueron más frecuentes en los pacientes con EC que en los controles (p <0,05). Los niveles de proteína C reactiva fueron más bajos en los pacientes con EC en comparación con los controles (55,5 [35,7, 85,0] frente a 94,3 [50,7, 167,5] mg / dl).
El manejo hospitalario, los resultados y las complicaciones fueron similares entre los grupos. En este gran registro brasileño COVID-19, los pacientes con EC tuvieron una mayor prevalencia de fibrilación auricular e insuficiencia cardíaca crónica en comparación con los controles sin EC, sin diferencias en los resultados hospitalarios.
Los niveles más bajos de proteína C reactiva en pacientes con EC requieren más investigación.
Como conclusiones, los autores indican que aunque la coinfección por Trypanosoma cruzi y SARS-COV-2 puede suponer un riesgo de complicaciones y por tanto un peor pronóstico, en la serie comentada no se encontraron diferencias significativas en cuanto a presentación clínica y evolución de los pacientes con EC respecto a los controles, a pesar de una mayor frecuencia de insuficiencia cardíaca crónica y fibrilación auricular al inicio del estudio.
Se observaron niveles más bajos de proteína C reactiva en la EC en comparación con los controles, y esto merece una mayor investigación.
* Molina I, Marcolino MS, Pires MC, Ramos LEF, Silva RT, Guimarães-Júnior MH, de Oliveira IJR, de Carvalho RLR, Nunes AGS, de Barros ALRM, Scotton ALBA, Madureira AAC, Farace BL, de Carvalho CA, Rodrigues FD, Anschau F, Botoni FA, Nascimento GF, Duani H, Guimarães HC, de Alvarenga JC, Moreira LB, Zandoná LB, de Almeida LF, Oliveira LM, Kopittke L, de Castro LC, Santos LEA, de Souza Cabral MA, Ferreira MAP, da Cunha Severino Sampaio N, de Oliveira NR, Assaf PL, Lopes SJTS, Fereguetti TO, Dos Santos VB, de Carvalho VEB, Ramires YC, Ribeiro ALP, Moscoso FAB, Moura R, Polanczyk CA, do Carmo Pereira Nunes M. Chagas disease and SARS-CoV-2 coinfection does not lead to worse in-hospital outcomes. Sci Rep. 2021 Oct 13;11(1):20289. doi: 10.1038/s41598-021-96825-3. PMID: 34645833; PMCID: PMC8514447.