Con este curioso y simpático título, investigadores polacos publicaron en la edición 2025 del The International Maritime Health los resultados de una revisión sistemática cuyo propósito fue analizar las características y condiciones de la salud cardiovascular de las personas que se desempeñan laboralmente en alta mar*.
La NOTICIA DEL DÍA hoy comentará estas observaciones
En el prefacio url artículo, los autores señalaron que las enfermedades cardiovasculares (ECV) representan una importante carga sanitaria mundial, siendo la principal causa de muerte en el mundo durante décadas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica como ECV la enfermedad coronaria, la enfermedad cerebrovascular, la enfermedad vascular periférica, la cardiopatía reumática, las cardiopatías congénitas, la trombosis venosa profunda y la embolia pulmonar.
Los datos muestran que, en 2021, 20,5 millones de personas en todo el mundo fallecieron por causas cardiovasculares, lo que representa aproximadamente un tercio de todas las muertes mundiales, lo que indica una tendencia al alza en las muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, los autores analizan un espectro de causas distintas a las reconocidas por la OMS, como las miocardiopatías, la valvulopatía y la fibrilación auricular.
Las últimas guías de la Sociedad Europea de Cardiología sobre la prevención de las ECV se centraron principalmente en la enfermedad cardiovascular aterosclerótica.
La tendencia mundial hacia la intensificación de la prevención, que incluye, entre otras cosas, la aplicación de programas de detección y el uso de los métodos de diagnóstico más modernos, pone de relieve la importancia de los enfoques individualizados para el tratamiento.
Resumiendo lo expresado, corresponde destacar que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial.
Estudios previos indican una mayor prevalencia de factores de riesgo cardiovascular como la obesidad, el tabaquismo, la diabetes, la hiperuricemia y los trastornos del metabolismo lipídico entre la gente de mar.
La revisión bibliográfica presentada destaca una importante brecha en los datos actuales sobre la prevalencia, la evolución clínica y el pronóstico de numerosas afecciones cardiológicas en este grupo tan particular de personas.
Efectivamente, el estudio polaco de la Universidad de Medicina de Gdańsk. se centró principalmente en la enfermedad coronaria, la insuficiencia cardíaca, la fibrilación auricular y la hipertensión arterial entre los navegantes.
Recientemente, se ha puesto cada vez más énfasis en la intensificación de las medidas preventivas, así como en el diagnóstico precoz de las enfermedades cardiovasculares.
Los marinos representan un grupo ocupacional que puede beneficiarse significativamente de estrategias diagnósticas y terapéuticas individualizadas.
El uso de tecnologías modernas, como las técnicas ecocardiográficas avanzadas para la estratificación del riesgo y los dispositivos móviles para la detección de arritmias, puede mejorar significativamente la eficacia en la identificación de enfermedades antes de la aparición de complicaciones, especialmente en situaciones donde el acceso a la supervisión médica es limitado tanto durante el trabajo como en el tiempo libre a bordo, debido a las condiciones específicas del mar.
Considerando específicamente a la población marítima, los autores subrayaron que la misma se caracteriza por un riesgo particularmente alto de ECV, principalmente debido a la naturaleza de su trabajo y a factores de estilo de vida asociados.
Además de los accidentes y lesiones laborales, los eventos cardiovasculares repentinos siguen siendo la principal causa de muerte en altamar.
Además, los pacientes que residen en buques tienen un acceso más limitado a revisiones médicas regulares, debido a las limitaciones logísticas y la naturaleza específica del trabajo marítimo.
Cabe destacar que las limitaciones técnicas en el mar, como la señal inestable, las bajas velocidades de transmisión de datos y la alta latencia, afectan significativamente la eficacia de la telemedicina y la comunicación en tiempo real con los profesionales sanitarios, lo cual es especialmente crítico durante emergencias médicas urgentes.
En 2021, la Sociedad Europea de Cardiología actualizó sus guías para la prevención de las ECV con la introducción del sistema SCORE2 (Estimación Sistemática del Riesgo Coronario 2) para personas de 40 a 69 años y el SCORE2-OP (Estimación Sistemática del Riesgo Coronario 2 — Personas Mayores) para personas de 70 a 89 años.
Estas herramientas se utilizan para evaluar el riesgo a 10 años de eventos cardiovasculares, tanto mortales como no mortales.
Antes del análisis, se debe determinar la categoría de riesgo cardiovascular del país del paciente para garantizar la selección de la tabla adecuada.
A pesar de la clara evidencia de un riesgo cardiovascular elevado entre la gente de mar, actualmente no existen herramientas de evaluación del riesgo cardiovascular específicas para este grupo ocupacional.
Esta brecha es particularmente significativa dado que, debido a la naturaleza distintiva y a menudo extenuante de su ocupación y estilo de vida, se ha demostrado en estudios epidemiológicos que los marinos presentan una mayor incidencia de ECV en comparación con la población general.
En consecuencia, este grupo ocupacional requiere atención específica en cuanto a estrategias preventivas, detección temprana y monitoreo a largo plazo.
En este contexto, los enfoques de diagnóstico individualizados deben considerarse una prioridad para la población de marineros.
Se ha demostrado que los factores de riesgo clave para la EC en personas que trabajan en el mar incluyen la soledad, el estrés laboral, la contaminación ambiental en el entorno laboral y el consumo de tabaco.
Estos hallazgos plantean importantes preguntas sobre la naturaleza y la eficacia de las medidas preventivas durante las travesías, como la calidad del servicio de comidas colectivo y la viabilidad de la actividad física regular, incluido el acceso a instalaciones de fitness a bordo.
Algunos de estos factores de riesgo son modificables, mientras que otros no.
Esto subraya aún más la importancia de las estrategias de prevención individualizadas, la evaluación de riesgos y los enfoques de diagnóstico.
Las tecnologías modernas, incluido el uso de dispositivos móviles y teléfonos inteligentes para la detección de arritmias, pueden desempeñar un papel crucial para abordar estas necesidades.
Estudios recientes también han identificado marcadores ecocardiográficos asociados con un mayor riesgo de FA.
Estas herramientas y hallazgos parecen ser muy relevantes para la prevención cardiovascular en la población marítima.
En pacientes que, tras un examen clínico y ecocardiográfico, se clasifican en un grupo de alto riesgo de arritmias, se podría considerar el uso de aplicaciones certificadas para teléfonos inteligentes o dispositivos móviles para la detección activa de FA.
Este enfoque permitiría a los marinos transmitir sus registros de ECG al cardiólogo tratante, lo que podría agilizar el proceso de diagnóstico y el inicio del tratamiento.
El diagnóstico oportuno y la terapia inmediata son cruciales para reducir las complicaciones, lo que se traduce en una disminución tangible de los gastos sanitarios.
En la práctica clínica tradicional, un paciente que experimenta palpitaciones intermitentes y síntomas cardiovasculares sutiles durante una travesía tiene acceso limitado a servicios de atención médica especializados.
Al regresar a puerto, si los síntomas disminuyen o se resuelven, el marino a menudo carece de la motivación suficiente para realizar una evaluación diagnóstica.
Este retraso puede resultar en un diagnóstico solo después de la aparición de complicaciones, como un accidente cerebrovascular o una insuficiencia cardíaca, lo que contradice las iniciativas globales destinadas a intensificar los esfuerzos de detección antes de la ocurrencia de tales eventos adversos.
La prevención de complicaciones debe ser un esfuerzo colaborativo entre el médico, el paciente y el armador.
Las campañas de educación y concienciación dirigidas tanto a la gente de mar como a los armadores son esenciales para destacar los riesgos y beneficios asociados con el uso de anticoagulantes orales en pacientes con FA y aleteo auricular.
La naturaleza única del trabajo marítimo, con su potencial de lesiones físicas y el contexto de preparación que se presenta al armador, puede afectar la relación médico-paciente y reducir significativamente la adherencia a los tratamientos prescritos.
Las terapias farmacológicas probadas, como los inhibidores de SGLT2, han demostrado eficacia para prolongar la esperanza de vida.
Estos agentes se recomiendan en todo el espectro de la IC, incluida la IC-FEp, una afección a menudo asociada con la HTA prevalente entre los marineros.
Es importante destacar que las técnicas ecocardiográficas emergentes ahora permiten el diagnóstico precoz de la disfunción diastólica, lo que facilita enfoques diagnósticos individualizados que pueden detectar anomalías en etapas tempranas, iniciar el tratamiento rápidamente y ralentizar la progresión de la enfermedad, reduciendo así las complicaciones a largo plazo.
La prevención integral puede no ser siempre viable para las personas que trabajan en el mar debido al acceso limitado a asistencia cardiológica rápida y procedimientos como intervención coronaria percutánea (ICP).
Los retrasos en la revascularización pueden aumentar el riesgo de complicaciones, incluyendo IC.
En el caso de infarto de miocardio con elevación del segmento ST (STEMI), la terapia de reperfusión debe comenzar dentro de los 90 minutos; cada retraso de 30 minutos se correlaciona con un aumento del 7,5% en el riesgo relativo de mortalidad dentro de un año.
El tratamiento retrasado conduce a isquemia miocárdica prolongada, lo que resulta en daño y disfunción tisular.
La incidencia de IC post-infarto de miocardio varía de 4% a 9%, incluso entre pacientes sin IC previamente diagnosticada.
Además, comorbilidades como FA e HTA pueden exacerbar el curso de IC después de un infarto de miocardio.
Este fenómeno es particularmente significativo entre los navegantes, donde la incidencia de IC puede ser mayor debido a la mayor frecuencia de infartos de miocardio y al retraso en las hospitalizaciones debido a las dificultades para acceder a las instalaciones médicas.
Una vez más, es crucial enfatizar la importancia de las estrategias individualizadas de prevención y diagnóstico en esta población específica.
Existe una brecha notable en la investigación cardiológica relacionada con la gente de mar, especialmente a la luz del rápido avance de los métodos diagnósticos y terapéuticos.
Esta brecha existe en un momento en que existe un impulso global hacia enfoques médicos personalizados.
Actualmente, existen nuevas tecnologías que pueden ser particularmente beneficiosas para diagnosticar a personas que no tienen acceso rutinario y sin restricciones a la atención médica.
La gente de mar puede ser un grupo profesional que se beneficiaría significativamente de la integración de técnicas ecocardiográficas avanzadas en la evaluación del riesgo cardiovascular y la utilización de métodos modernos para la detección de arritmias.
Como conclusiones, los marinos representan un grupo profesional que podría beneficiarse significativamente del enfoque individualizado para el manejo diagnóstico y terapéutico.
La implementación de estrategias personalizadas, tanto en la prevención como en el uso de técnicas ecocardiográficas avanzadas para la evaluación del riesgo cardiovascular, junto con tecnologías modernas para la detección de arritmias, podría mejorar la eficacia diagnóstica y terapéutica.
Este enfoque no solo mejoraría los resultados de los pacientes, sino que también conduciría a una reducción tangible de los gastos sanitarios.
Priorizar la atención personalizada en este grupo ocupacional es esencial.
Iniciar programas educativos para concienciar tanto a los marineros como a los armadores sobre los beneficios de los anticoagulantes orales en la prevención de complicaciones tromboembólicas podría influir positivamente en la adherencia al tratamiento.
Estas iniciativas son cruciales para optimizar la adherencia al tratamiento y mejorar los resultados de salud en esta población única.
* Jacuś B, Michnowska W, Szafran-Dobrowolska J, Grześk G, Renke M. How do cardiologists see seafarers? Int Marit Health. 2025;76(3):210-215. doi: 10.5603/imh.106257. PMID: 41054301.