En la edición de noviembre de 2018 del Circulation Arrhythmia and Electrophysiology, autores de EEUU publicaron los resultados a largo plazo del registro multinacional ICD Sports que se ocupó de la seguridad del deporte para pacientes jóvenes portadores de cardiodesfibriladores implantables*.
Señalan los autores que hasta hace poco, las Guías postulaban recomendaciones contra la práctica de todos los deportes de intensidad moderada y alta para atletas con cardiodesfibriladores automáticos implantables (DAI por sus siglas en inglés) porque se desconocía la seguridad y la eficacia de estos dispositivos durante la competencia, y había preocupación por el riesgo.
La clasificación de los deportes para los atletas con trastornos cardíacos se ha desarrollado para permitir recomendaciones razonablemente seguras para esta población y se basó en los componentes estáticos y dinámicos máximos alcanzados durante la competencia.
En la 36a Conferencia de Bethesda en 2005, se recomendó, según la opinión de expertos, que los atletas de todas las edades con DAI que no hubieran experimentado arritmias durante 6 meses podían participar en deportes competitivos de clase 1A (por ejemplo, billar, bolos y golf) ya que las demandas cardiovasculares se consideraron bajas, había pocas posibilidades de contacto de alto impacto, y existía un riesgo mínimo de lesiones si se produjera un síncope durante el juego.
Los riesgos postulados de los pacientes con DAI que participan en situaciones competitivas o altas, por ejemplo, los deportes de intensidad, incluían la falla potencial del desfibrilador debido a cambios metabólicos, autonómicos o potencialmente isquémicos durante el ejercicio intenso, muerte potencial o riesgo de daño debido a la pérdida momentánea de control de la arritmia o choque del dispositivo, o daño al mismo o al sistema de cables.
La evidencia creciente sugiere que los riesgos de participación deportiva para atletas con DAI pueden ser menores de lo hipotético. Las encuestas de la Heart Rhythm Society y la Pediatric and Congenital Electrophysiology Society, así como un pequeño registro de un único centro, sugieren que un número significativo de pacientes con DAI participan en deportes sin eventos adversos.
Así, en 2006, se inició el Registro Deportivo del CDI. que Informó que durante el período 2013 a 2017, 440 atletas con DAI de 10 a 60 años que participaron en deportes organizados a pesar de las recomendaciones permanentes fueron seguidos de forma prospectiva durante una mediana de 44 meses.
Aunque se produjeron choques apropiados e inapropiados durante los deportes, no hubo muertes, paros cardíacos reanimados ni lesiones relacionadas con la arritmia durante los deportes. Ese estudio concluyó que muchos atletas de CDI pueden participar en deportes vigorosos o competitivos sin lesiones o fallas en terminar la arritmia, a pesar de los choques.
Los datos del ICD Sports Registry son tranquilizadores y sugieren una participación deportiva segura en pacientes con CDI. Estos datos fueron difíciles de aplicar a niños y adolescentes, y por lo tanto, el análisis post hoc actual se realizó para comprender mejor a esta población joven.
Estos datos permitirán a los cardiólogos pediátricos participar en una toma de decisiones compartida más informada para niños y adolescentes con DAI y sus familias, ya que sopesan las decisiones sobre cómo y cuándo volver a participar en deportes después de la implantación del dispositivo.
Teniendo en cuenta estas reflexiones, los puntos finales primarios de la investigación fueron la muerte o el paro cardíaco resucitado durante los deportes o las lesiones durante los deportes debido a arritmia o shock. Los puntos finales secundarios incluyeron el mal funcionamiento del sistema y la incidencia de arritmias ventriculares que requieren múltiples descargas para su terminación.
Los atletas con DAI de ≤21 años fueron incluidos en este subanálisis post hoc del Registro Deportivo del DAI. Los datos sobre deportes y resultados clínicos se obtuvieron por entrevista telefónica y revisión de registros médicos. Los choques del DAI y los detalles clínicos del mal funcionamiento del mismo fueron clasificados por 2 electrofisiólogos.
Se inscribieron un total de 129 atletas jóvenes que participan en deportes competitivos (n = 117) o peligrosos (n = 12). La edad media fue de 16 años (rango, 10-21; 40% mujeres; 92% de raza blanca).
Los diagnósticos más comunes fueron síndrome de QT largo (n = 49), miocardiopatía hipertrófica (n = 30) y cardiopatía congénita (n = 16). Los deportes más comunes fueron el baloncesto y el fútbol, incluidos 79 atletas universitarios.
Durante una mediana de seguimiento de 42 meses, 35 atletas (27%) recibieron 38 descargas. No hubo casos de muerte, paro cardíaco o lesiones relacionadas con la arritmia, durante los deportes. Hubo 1 taquicardia fibrilación ventricular / tormenta eléctrica durante la competencia. La ausencia de mal funcionamiento del CDI fue del 92.3% en 5 años y 79,6% a 10 años.
Como conclusiones, los autores manifiestan que aunque los choques relacionados con la competencia / práctica no son infrecuentes, no hubo secuelas adversas graves. Las tasas de mal funcionamiento del dispositivo fueron similares a las reportadas previamente en poblaciones de CDI pediátricas no seleccionadas.
* Saarel EV, Law I, Berul CI, Ackerman MJ, Kanter RJ, Sanatani S, Cohen MI, Berger S, Fischbach PS, Burton DA, Dziura J, Brandt C, Simone L, Li F, Olshansky B, Cannom DS, Lampert RJ. Safety of Sports for Young Patients With Implantable Cardioverter-Defibrillators. Circ Arrhythm Electrophysiol. 2018 Nov;11(11):e006305. doi: 10.1161/CIRCEP.118.006305.