Tal vez porque entre las ya más de 400 entregas de la NOTICIA DEL DÍA solo en dos oportunidades abordamos cuestiones relacionadas con la glándula tiroides, a la hora de revisar la bibliografía para seleccionar el artículo que daría lugar a la de hoy, fue relativamente sencillo hacerlo con uno que se ocupaba del hipertiroidismo, hipotiroidismo y la mortalidad específica relacionada, en una gran cohorte de mujeres, publicada en Thyroid de agosto de 2017*.
La disfunción tiroidea puede presentarse con una producción elevada (hipertiroidismo) o disminución (hipotiroidismo) de hormonas por parte de la glándula tiroides.
La prevalencia de estas afecciones es de 0,5 a 4% en las comunidades con abundancia de yodo y de 5 a 10 veces mayor en las mujeres que en los hombres.
Tanto el hipertiroidismo como el hipotiroidismo se han asociado con un mayor riesgo de trastornos digestivos y conductuales / mentales, infertilidad y otros trastornos reproductivos, trastornos metabólicos (por ejemplo, dislipidemia, alteraciones de la homocisteína) y una amplia gama de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares .
Las hormonas tiroideas también pueden estar involucradas en la carcinogénesis. Los estudios in vitro e in vivo han demostrado que desempeñan un papel en la regulación de la proliferación de células cancerígenas a través de mecanismos que incluyen angiogénesis, inmunorreactividad y vías similares a los estrógenos.
De esta forma los estudios epidemiológicos también han reportado riesgos incrementados de tumores de mama, pulmón, tracto aerodigestivo superior, páncreas, estómago, riñón, cáncer de próstata, ovárico y uterino en individuos con hipertiroidismo, y riesgos disminuidos en aquellos con hipotiroidismo.
Sin embargo, los resultados no han sido consistentes.
El impacto general de la disfunción tiroidea sobre la mortalidad sigue siendo incierto. Metaanálisis recientes de estudios epidemiológicos han estimado que el hipertiroidismo clínicamente diagnosticado y el hipotiroidismo están asociados con un aumento de aproximadamente 20% en la mortalidad cardiovascular y por todas las causas.
Sin embargo, los resultados fueron inconsistentes en todos los estudios, lo que probablemente refleja las diferencias en los diseños y métodos del estudio.
Algunos estudios también tenían un poder estadístico insuficiente para investigar la mortalidad específica del cáncer. Los grandes estudios basados en registros, con diagnósticos de hipertiroidismo e hipotiroidismo determinados a partir de las altas hospitalarias o las mediciones de sangre registradas en bases de datos de laboratorio, proporcionaron muy buen poder estadístico pero generalmente carecían de información sobre comorbilidades, factores de riesgo de enfermedad y tratamientos.
Esas limitaciones dificultan la evaluación de si el exceso de riesgo reportado de cáncer y la mortalidad cardiovascular se atribuyeron a la disfunción tiroidea, a los tratamientos para este trastorno o a factores de confusión.
En el estudio actual que se comenta, fue evaluada la asociación entre autoinformación del hipertiroidismo o hipotiroidismo y la mortalidad por causas específicas, teniendo en cuenta posibles factores de confusión y tratamiento con yodo radiactivo, entre 75,000 mujeres inscritas en el estudio de cohortes de técnicos radiólogos de los EE. UU. (USRT por sus siglas en inglés).
El estudio prospectivo incluyó a 75,076 mujeres de entre 20 y 89 años que se certificaron como técnicos en los Estados Unidos en 1926-1982, completaron cuestionarios de referencia en 1983-1998 a partir de los cuales se determinó la historia clínica que permitieron descartar enfermedad maligna o enfermedad benigna estructural de tiroides excepto disfunción tiroidea.
Se realizó un seguimiento pasivo de esta cohorte a través de la base de datos de la Administración de la Seguridad Social y el National Death Index-Plus. Se compararon los riesgos de mortalidad por causa específica según el estado tiroideo autoinformado, con modelos de riesgos proporcionales ajustados para el año y la edad inicial, raza / etnia, índice de masa corporal, antecedentes familiares de cáncer de mama y factores de estilo de vida y reproductivos.
Durante una mediana de seguimiento de 28 años, se registraron 2609 casos de cáncer, 1789 cardiovasculares o cerebrovasculares, y otras 2442 muertes no relacionadas con el cáncer.
Las mujeres con hipertiroidismo tuvieron un riesgo elevado de mortalidad por cáncer de mama después de los 60 años (cociente de riesgo [HR] = 2,04 [intervalo de confianza (IC) 1,16-3,60], 13 casos en mujeres con hipertiroidismo) en comparación con las mujeres sin enfermedad tiroidea.
Las mujeres con hipotiroidismo tuvieron un mayor riesgo de mortalidad por diabetes mellitus (HR = 1,58 [IC 1,03-2,41], 27 casos en mujeres con hipotiroidismo), enfermedad cardiovascular (HR = 1,20 [IC 1,01-1,42], 179 casos) y enfermedad cerebrovascular (HR = 1,45 [IC 1,01-2,08], 35 casos, cuando se restringe el seguimiento a ≥10 años después del inicio del estudio).
Otras causas de muerte no se asociaron con hipertiroidismo o hipotiroidismo, aunque hubo una sugerencia de un riesgo elevado de mortalidad por cáncer de ovario en mujeres hipertiroideas en base a muy pocos casos.
Por lo tanto los riesgos de mortalidad en exceso observados en un gran seguimiento prospectivo a 30 años de pacientes con disfunción tiroidea requieren confirmación y, si se replican, será necesario realizar más investigaciones debido a las implicaciones clínicas.
* Journy NMY, Bernier MO, Doody MM, Alexander BH, Linet MS, Kitahara CM. Hyperthyroidism, Hypothyroidism, and Cause-Specific Mortality in a Large Cohort of Women. Thyroid. 2017 Aug;27(8):1001-1010. doi: 10.1089/thy.2017.0063. Epub 2017 Jul 6.