Una consulta realizada al Foro de Arritmias los últimos días del 2017 por el Dr. Gerardo Nau, a raiz de una paciente de 50 años que a los 24 se implantó un MP al constarse pausas de hasta 7 segundos que motivaban episodios sincopales, sintomatología y hallazgos que no se repitieron por lo cual el MP agotado hace 15 años no se cambió y quedó abandonado.
Sucede que la paciente actualmente tiene indicado realizarse una RNM.
La consulta puntual de Gerardo consistía en saber si el procedimiento indicado era seguro o si debía ser contraindicado.
Esta consulta motivó un nutrido intercambio de opiniones que fueron divergentes entre quienes contraindicaban la práctica y aquellos otros que opinaban que no habría problemas en realizar la resonancia pariendo de que el dispositivo se hallaba agotado.
Este caso y el debate que generó entre los miembros del FIAI es el motivo que impulsa la NOTICIA DEL DÍA de hoy que comentará una reciente publicación de diciembre pasado en el NEJM, escrita por autores pertenecientes a la Universidad de Pensilvania y a la Johns Hopkins University acerca de la seguridad de la obtención de imágenes por resonancia magnética en pacientes con dispositivos cardíacos implantados*.
Parten los autores de considerar que a los pacientes que tienen marcapasos o desfibriladores a menudo se les niega la oportunidad de someterse a resonancia magnética (MRI por sus siglas en inglés) debido a problemas de seguridad, a menos que cumplan con ciertos criterios especificados por la FDA referente a los dispositivos que denomina «dispositivos con «MRI-condicional».
Es necesario aclarar que bajo tal denominación se considera un elemento que se ha demostrado que no presenta riesgos conocidos en un entorno de MRI específico con condiciones de uso específicas.
Las condiciones de campo que definen el entorno de MRI incluyen la intensidad del campo magnético estático, gradiente espacial, dB / dt (campos magnéticos variables en el tiempo), campos de radiofrecuencia (RF) y velocidad de absorción específica (SAR). Es posible que se requieran condiciones adicionales, incluidas configuraciones específicas del elemento (por ejemplo, el enrutamiento de los cables usados para un sistema de neuroestimulación).
Para estos elementos «condicionales», su etiquetado incluye resultados de prueba suficientes para caracterizar el comportamiento del artículo en el entorno de MRI.
En particular, debe abordar la fuerza de desplazamiento inducida magnéticamente y el par, y el calentamiento de RF. Otros posibles problemas de seguridad incluyen, pero no están limitados a, daños térmicos, corrientes / voltajes inducidos, compatibilidad electromagnética, neuroestimulación, ruido acústico, interacción entre dispositivos y el funcionamiento seguro del elemento y la operación segura del sistema MR.
Se debe enumerar cualquier parámetro que afecte la seguridad del artículo y se debe describir cualquier condición que se sabe que produce una condición insegura.
Con estas definiciones los autores realizaron un estudio prospectivo, no aleatorizado para evaluar la seguridad de la RM a una intensidad de campo magnético de 1.5 Tesla en 1509 pacientes que tenían un marcapasos (58%) o un CDI (42%) que no se consideró MRI- condicional (denominado dispositivo «heredado»).
Este último concepto hace referencia a un dispositivo que está desactualizado, obsoleto o que ya no está en producción. Esto incluye todos los dispositivos que no son compatibles o ya no son utilizados comúnmente por la mayoría de los dispositivos y aplicaciones de software.
En general, los pacientes se sometieron a 2103 exámenes de resonancia magnética torácica y no torácica que se consideraron clínicamente necesarios.
El modo de estimulación se cambió a modo asíncroónico para pacientes dependientes de estimulación y a modo de demanda para otros pacientes.
Las funciones de taquiarritmia estuvieron deshabilitadas.
Las evaluaciones de los resultados incluyeron eventos adversos y cambios en las variables que indican la función y la interacción del electrodo y el generador con el tejido circundante (parámetros del dispositivo)
No se informaron eventos adversos clínicamente significativos a largo plazo.
En nueve exámenes de resonancia magnética (0,4%, intervalo de confianza del 95%, 0,2 a 0,7), el dispositivo del paciente se restableció a un modo de respaldo.
El restablecimiento fue transitorio en ocho de los nueve exámenes. En un caso, un marcapasos con menos de 1 mes de vida restante de la batería restablecido a ventricular inhibió la estimulación y no se pudo reprogramar; el dispositivo fue reemplazado posteriormente.
El cambio notable más común en los parámetros del dispositivo (> 50% de cambio desde el inicio) inmediatamente después de la RM fue una disminución en la amplitud de la onda P, que ocurrió en el 1% de los pacientes.
En el seguimiento a largo plazo (los resultados estuvieron disponibles para el 63% de los pacientes), los cambios notables más comunes desde el inicio fueron disminuciones en la amplitud de la onda P (en 4% de los pacientes), aumentos en el umbral de captura auricular (4%), aumentos en el umbral de captura del ventrículo derecho (4%) y aumentos en el umbral de captura del ventrículo izquierdo (3%).
Los cambios observados en los parámetros del electrodo no fueron clínicamente significativos y no requirieron revisión o reprogramación del dispositivo.
Estos hallazgos peritieron concluir que la mayoría de los estudios de resonancia magnética (MRI) son seguros para los pacientes con CDI y sistemas de marcapasos que no están clasificados como MRI condicional, siempre que se sigan los protocolos de seguridad adecuados,
* Nazarian S, Hansford R, Rahsepar AA, Weltin V, McVeigh D, Gucuk Ipek E, Kwan A, Berger RD, Calkins H, Lardo AC, Kraut MA, Kamel IR, Zimmerman SL, Halperin HR. Safety of Magnetic Resonance Imaging in Patients with Cardiac Devices. N Engl J Med. 2017 Dec 28;377(26):2555-2564.*