Un consorcio internacional de investigadores de Dinamarca, Francia, EEUU, Singapur y Reino Unido realizaron un análisis post hoc del estudio DANFLU-1 con el propósito de analizar dos esquemas de vacunación antigripal en pacientes hipertensos ancianos:
un protocolo de dosis alta vs
otro de dosis habituales,
y publicaron sus hallazgos en formato de ensayo controlado y aleatorizado, en la edición de noviembre de 2025 del The Journal of clinical hypertension (Greenwich, Connecticut)*.
La NOTICIA DEL DÍA tomará hoy los resultados y conclusiones de este análisis.
Comienzan su análisis los autores recordando que la hipertensión arterial (HTA) es un factor de riesgo prevalente e importante para las enfermedades cardiovasculares (ECV).
Se estimó una prevalencia mundial de 1130 millones de personas en 2015, con una prevalencia general en adultos del 30 % al 45 %, y de hasta el 63 % en personas mayores de 65 años.
La HTA es una afección inflamatoria crónica, y la inflamación persistente puede alterar la respuesta inmunitaria.
Esta alteración puede afectar la capacidad de las personas hipertensas para generar una respuesta de anticuerpos eficaz a la vacuna contra la influenza, lo que reduce la eficacia de la vacuna.
En Dinamarca, se ofrece la vacunación contra la gripe estacional a pacientes mayores de 65 años y a pacientes con ciertas comorbilidades para proteger a aquellos con mayor riesgo de hospitalización y muerte por esta enfermedad.
Se ha demostrado que la gripe aumenta la incidencia de infarto agudo de miocardio (IAM) seis veces durante la semana posterior a una prueba positiva.
Además, las personas con hipertensión arterial (HTA) tienen mayor riesgo de morir por eventos cardiovasculares como IAM y accidente cerebrovascular.
Las estrategias para mejorar la respuesta de anticuerpos a las vacunas en poblaciones de alto riesgo han generado un creciente interés en la evaluación de vacunas antigripales de alta dosis (HD-IIV, –high-dose influenza vaccines).
Con un contenido antigénico cuatro veces mayor que el de las vacunas antigripales de dosis estándar, la vacuna antigripal de alta dosis ha demostrado una inmunogenicidad y una eficacia superiores contra la infección por gripe confirmada por laboratorio.
Asimismo, ha demostrado consistentemente una mayor efectividad contra los desenlaces graves.
De manera similar, el ensayo aleatorizado de viabilidad DANFLU-1, que comparó la vacuna antigripal inactivada en dosis altas (HD-IIV) con la vacuna antigripal inactivada en dosis estándar (SD-IIV) en adultos de 65 a 79 años, mostró tasas de hospitalización por neumonía o influenza más bajas en el grupo de HD-IIV en comparación con el grupo de SD-IIV, lo que concuerda con hallazgos anteriores.
Sin embargo, existen pocos datos sobre el posible beneficio adicional de la HD-IIV en comparación con la SD-IIV en personas con hipertensión arterial (HTA) .
Por lo tanto, el objetivo de este análisis post hoc del ensayo DANFLU-1 fue evaluar la efectividad relativa de HD-IIV frente a SD-IIV en función de los resultados clínicos preespecificados según la presencia de HTA al inicio del estudio.
En síntesis, los pacientes con hipertensión arterial (HTA) presentan un mayor riesgo de complicaciones y mortalidad por influenza, riesgo que puede reducirse mediante la vacunación antigripal.
Existe evidencia limitada sobre la eficacia de las vacunas antigripales inactivadas de dosis alta (HD-IIV) en comparación con las de dosis estándar (SD-IIV) en personas hipertensas.
Este estudio, un análisis post hoc del ensayo DANFLU-1, un ensayo pragmático, abierto y aleatorizado individualmente de HD-IIV frente a SD-IIV, se llevó a cabo durante la temporada de influenza 2021-2022 entre participantes de 65 a 79 años.
Los desenlaces preespecificados en DANFLU-1 incluyeron hospitalización por influenza o neumonía, hospitalizaciones cardiovasculares, cardiorrespiratorias y respiratorias, hospitalización por cualquier causa y mortalidad por cualquier causa.
Los desenlaces se analizaron tanto en función del tiempo transcurrido hasta el primer evento como de los eventos recurrentes.
En el estudio DANFLU-1, se aleatorizaron 12 477 participantes a recibir la vacuna antigripal de dosis alta (HD-IIV) o la vacuna antigripal de dosis estándar (SD-IIV).
De estos, 6469 (51,9 %) tenían antecedentes de hipertensión arterial (HTA).
La HD-IIV se asoció con un menor riesgo de hospitalizaciones por neumonía o influenza, enfermedades respiratorias y mortalidad por todas las causas en comparación con la SD-IIV, y estas asociaciones fueron consistentes independientemente del estado de HTA ( p de interacción = 0,09, = 0,09 y = 0,59, respectivamente).
La HD-IIV se asoció con menores tasas de incidencia de hospitalizaciones recurrentes por neumonía o influenza y hospitalizaciones por todas las causas en comparación con la SD-IIV, independientemente del estado de HTA ( p de interacción = 0,09 y = 0,75, respectivamente).
Se observó evidencia de una posible modificación del efecto de la HD-IIV frente a la SD-IIV en relación con las hospitalizaciones recurrentes por enfermedades respiratorias, donde el efecto relativo podría ser mayor entre quienes no tenían HTA en comparación con quienes sí la tenían ( p de interacción = 0,04).
Al proponer la discusión de las observaciones realizadas, los autores subrayaron que en este análisis post hoc del ensayo DANFLU-1, presentaron los resultados de la efectividad relativa de la vacuna HD-IIV frente a la SD-IIV, que fueron en gran medida consistentes entre los adultos mayores con y sin hipertensión arterial (HTA).
La comparación entre HD-IIV y SD-IIV no mostró modificación del efecto en el análisis del tiempo hasta el primer evento de hospitalización por influenza o neumonía, ni en ningún otro tiempo hasta el primer evento evaluado, independientemente de la presencia de HTA al inicio del estudio.
De igual manera, la comparación entre HD-IIV y SD-IIV no mostró modificación del efecto en el análisis de eventos recurrentes de hospitalización por influenza o neumonía, independientemente de la presencia de HTA preexistente.
Si bien los hallazgos sugirieron una posible modificación del efecto por la presencia de HTA en la hospitalización por causas respiratorias en el análisis de eventos recurrentes, las estimaciones puntuales también evocaronen un posible beneficio para ambas poblaciones.
Se observaron estimaciones de efectividad relativa de la vacuna (rVE) numéricamente menores en varios desenlaces.
Estos hallazgos aportaron nuevos conocimientos al ampliar el rango de desenlaces graves evaluados y proporcionaron las primeras perspectivas sobre el posible beneficio adicional de la HD-IIV en comparación con la SD-IIV en el grupo de riesgo de HTA.
La influenza genera un estado protrombótico, además de inflamación vascular (incluidas las arterias coronarias), fiebre y taquicardia, lo que aumenta el riesgo de infarto agudo de miocardio (IAM).
La hipertensión arterial (HTA) es una afección inflamatoria crónica, y la inflamación persistente puede alterar la respuesta inmunitaria, lo que teóricamente podría afectar la respuesta inmunitaria a la vacunación.
Esto no debe confundirse con un estado de inmunosupresión, sino quizás con un estado de inmunomodulación.
Si bien esto se ha observado en personas con HTA tras la vacunación contra la COVID-19, no se ha investigado específicamente en el caso de la influenza.
Además, los medicamentos antihipertensivos, en particular los que afectan al sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA), pueden tener efectos inmunomoduladores que podrían influir en la respuesta a la vacuna.
A su vez, estos factores podrían, por el contrario, reducir el efecto de la vacuna antigripal trivalente de alta dosis (HD-IIV) en el resultado de la hospitalización recurrente por causas respiratorias, que fue el único evento en el que la hipertensión arterial (HTA) modificó la efectividad de la HD-IIV frente a la vacuna antigripal tetravalente de dosis estándar (SD-IIV).
Sin embargo, cabe mencionar que el número limitado de hospitalizaciones por causas respiratorias dificultó determinar la significación estadística de esta interacción.
En general, los resultados observados en la población danesa indicaron que no existió interacción entre el efecto de la vacuna y el estado de HTA.
De manera similar, Vardeny et al. no encontraron diferencias entre la vacuna antigripal trivalente de alta dosis y la vacuna antigripal tetravalente de dosis estándar en la reducción de la mortalidad por todas las causas ni en la hospitalización por causas cardíacas o pulmonares en el ensayo INVESTED.
En el análisis del tiempo transcurrido hasta el primer evento, se observó que la vacuna antigripal de dosis alta (HD-IIV) se asoció con una menor incidencia de hospitalizaciones por influenza y neumonía, así como con una menor mortalidad por todas las causas, en comparación con la vacuna antigripal de dosis estándar (SD-IIV).
Asimismo, en el análisis de eventos recurrentes, se observó que la HD-IIV se asoció con una menor incidencia de hospitalizaciones por influenza y neumonía, así como con una menor mortalidad por todas las causas, en comparación con la SD-IIV.
El ensayo DANFLU-1 se diseñó para evaluar la viabilidad de realizar un ensayo clínico aleatorizado (ECA) a gran escala basado en registros durante la temporada de influenza, como parte del programa nacional de vacunación.
Si bien el estudio no contó con la potencia estadística suficiente para evaluar los resultados clínicos, se observó un menor número de hospitalizaciones por influenza o neumonía en el grupo de HD-IIV en comparación con el grupo de SD-IIV.
En el presente análisis, ampliaron estas observaciones al evaluar la consistencia de estos hallazgos de efectividad para la HD-IIV en comparación con la SD-IIV entre los participantes con hipertensión arterial (HTA) ya instalada previamente.
En el grupo con hipertensión arterial (HTA) de este análisis post hoc del estudio DANFLU-1, la vacuna antigripal de dosis alta (HD-IIV) se asoció con un riesgo un 45 % menor (IC del 95 %: 25 %-76 %) de hospitalización por neumonía o influenza, y un riesgo un 54 % menor (IC del 95 %: 22 %-76 %) de mortalidad por todas las causas, en comparación con la vacuna antigripal de dosis estándar (SD-IIV).
Si bien se requiere más investigación para determinar con precisión la magnitud de este efecto, estos hallazgos son prometedores y resaltan el potencial de una mayor protección que ofrece la HD-IIV en personas con HTA.
Los autores creen que esto se debe a que la HTA no es un estado de inmunosupresión, sino más bien un factor de riesgo para el desarrollo de desenlaces adversos en general, lo cual también se evidencia en las guías actuales sobre vacunas para pacientes cardiovasculares.
El análisis danés no determinó específicamente si la presencia de hipertensión arterial (HTA) influye directamente en la efectividad de la vacuna, o si los pacientes con HTA pueden diferir en otros aspectos que también podrían influir en dicha efectividad.
Las personas con HTA presentan mayor comorbilidad subyacente y una función inmunitaria deteriorada (riesgo competitivo), lo que pudo hacerlas más susceptibles a infecciones graves por influenza.
Dado que estos factores no se ajustaron en el análisis estadístico, es posible que factores concomitantes con la presencia de HTA hayan influido en los resultados obtenidos.
No obstante, los resultados no mostraron ninguna modificación del efecto de la HTA en la mayoría de los desenlaces analizados, lo que sugirió que la vacuna antigripal de dosis alta (HD-IIV) podría brindar un beneficio adicional contra los desenlaces clínicos graves en esta población vulnerable.
Estudios previos han demostrado que la vacuna antigripal de dosis alta (HD-IIV) presenta una eficacia superior contra la influenza confirmada por laboratorio en adultos de 65 años o más.
Además, datos de un ensayo aleatorizado por conglomerados revelaron que la vacunación con dosis altas redujo significativamente el riesgo de hospitalización por causas respiratorias entre inquilinos de residencias de ancianos en Estados Unidos, en comparación con la vacuna de dosis estándar.
En el grupo de dosis altas, el 77,7 % de los participantes presentaba hipertensión arterial (HTA), mientras que en el grupo de dosis estándar, esta afección lo presentaba el 72,1 %.
Un análisis post hoc del estudio DANFLU-1 reveló una menor tasa de hospitalizaciones recurrentes por neumonía o influenza, así como de hospitalizaciones por cualquier causa, en el grupo de alta dosis de la vacuna antigripal inactivada (HD-IIV) en comparación con el grupo de dosis estándar (SD-IIV), según la circulación de la influenza.
Actualmente, no existen datos de ensayos aleatorizados sobre los efectos de la HD-IIV frente a la SD-IIV en personas con hipertensión arterial (HTA).
Un estudio de cohorte retrospectivo previo reportó un menor riesgo de muerte en pacientes con HTA vacunados contra la influenza.
Investigaciones previas han demostrado que el riesgo de hospitalización en pacientes con influenza en comparación con una cohorte correspondiente sin influenza fue prominente en grupos de alto riesgo cardiovascular, como la cardiopatía isquémica y la insuficiencia cardíaca.
La relación entre la infección por influenza y un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular está bien documentada.
Se ha prestado menos atención al efecto de afecciones como la hipertensión arterial (HTA), que causa inflamación de bajo grado, sobre la eficacia de las vacunas contra la influenza, pero un estudio indicó que la vacunación contra la influenza se asociaba con un menor riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica (ERC) en poblaciones con HTA.
Deben tenerse en cuenta varias limitaciones de este análisis.
Como se indicó anteriormente, el estudio DANFLU-1 no tenía la potencia estadística suficiente para evaluar los resultados clínicos ni para abordar los objetivos de este análisis.
El número de variables de valoración en el grupo con hipertensión fue muy reducido; por lo tanto, todas las estimaciones presentadas deben interpretarse con cautela, prestando más atención a la dirección del efecto que a su magnitud específica.
Dado que la temporada 2021-2022 coincidió con variantes de la COVID-19 (Omicron) y actividad de influenza atípica, la interpretación de los efectos de la vacuna revelados en este estudio debe considerarse con cautela.
Las estimaciones del efecto de las vacunas podrían no ser generalizables debido a la interferencia viral, las medidas de protección viral (uso de mascarillas, distanciamiento social, barreras, medidas de prevención de contagios) e incluso las decisiones de hospitalización podrían verse afectadas por estas circunstancias.
Sin embargo, al tratarse de un ensayo aleatorizado, se espera que estos factores estén distribuidos equitativamente entre los grupos.
No se aplicaron ajustes por multiplicidad, lo que implica el riesgo de que los resultados sean fruto del azar.
En cuanto a los resultados, los registros nacionales daneses no se mantienen con fines de investigación y pueden presentar cierto grado de imprecisión.
Dicha imprecisión estaría presente por igual en ambos grupos de aleatorización y, por lo tanto, no debería invalidar las conclusiones sobre la eficacia relativa de la vacuna antihipertensiva de dosis alta (HD-IIV) frente a la de dosis estándar (SD-IIV).
Esta imprecisión también se aplica a la definición de hipertensión arterial (HTA), en la que utilizaron la definición de medicamentos recetados como diagnóstico de HTA, la cual no es ni 100 % específica ni 100 % sensible.
En este ensayo a gran escala con seguimiento basado en registros, no se pudo confirmar la infección por influenza mediante pruebas de laboratorio, ni se tuvo acceso a mediciones de presión arterial o al número exacto de medicamentos antihipertensivos.
Si bien ajustaron por diversos factores demográficos y clínicos, y dado que se trató de un ensayo aleatorizado de gran tamaño que prácticamente eliminó la confusión residual, los hallazgos aún fueron susceptibles al incremento del error tipo I o a los efectos de las comparaciones múltiples; por lo tanto, deben interpretarse con cautela al considerar su generalización.
Todos los resultados aquí presentados deben considerarse generadores de hipótesis y justifican una mayor investigación.
En conclusión, este análisis post hoc de un ensayo pragmático a gran escala mostró que la vacuna HD-IIV se asoció con un menor riesgo de desenlaces clínicos graves, incluyendo hospitalizaciones por neumonía o influenza, mortalidad por todas las causas y hospitalizaciones por todas las causas en adultos mayores, independientemente de la presencia de hipertensión arterial al inicio del estudio.
Estos hallazgos generan hipótesis y justifican una mayor investigación.
* Langhoff AF, Johansen ND, Modin D, Janstrup KH, Bartholdy KV, Espersen C, Nealon J, Samson S, Loiacono MM, Harris R, Larsen CS, Jensen AMR, Landler NE, Claggett BL, Solomon SD, Landray MJ, Gislason GH, Køber L, Sivapalan P, Jensen JUS, Biering-Sørensen T. High-Dose vs. Standard-Dose Influenza Vaccine in Older Patients With Hypertension: A Post Hoc Analysis of DANFLU-1. J Clin Hypertens (Greenwich). 2025 Nov;27(11):e70177. doi: 10.1111/jch.70177. PMID: 41238377; PMCID: PMC12618134.