01.12.2018

Drogas antiarrítmicas y morbimortalidad en pacientes con FA

El colega Jair Nogueira Filho tuvo la gentileza de compartir un full text de un autor sueco publicado en marzo de este año en el American Heart Journal que se ocupó del tema de la arritmia ventricular y muerte entre pacientes con fibrilación auricular que utilizan drogas antiarrítmicas.

Este artículo será comentado en la NOTICIA DEL DÍA.

Maniefiesta el autor del paper que los fármacos antiarrítmicos (AAD por sus siglas en inglés) se utilizan para aliviar los síntomas y mantener el ritmo sinusal en pacientes con fibrilación auricular no permanente (FA).

Los AAD con frecuencia tienen efectos secundarios y pueden causar arritmias ventriculares y un aumento de la mortalidad, especialmente en pacientes con cardiopatía estructural.

Por tal motivo las guías internacionales tienen recomendaciones estrictas sobre cuándo se pueden usar estos medicamentos y cuándo se deben evitar.

Así, por ejemplo, los pacientes con insuficiencia cardíaca grave no deben usar ningún otro AAD que no sea amiodarona.

Los pacientes con cardiopatía isquémica, enfermedad valvular significativa o hipertrofia ventricular no deben usar medicamentos de clase 1 como flecainida, disopiramida o propafenona, pero pueden usar en cambio dronedarona, sotalol o amiodarona.

Igualmente, los pacientes que usan amiodarona o dronedarona deben ser monitoreados de cerca por los efectos secundarios que estas drogas ejercen sobre el hígado, etc. En el mundo real, los medicamentos no siempre se usan de acuerdo con las recomendaciones de la guía.

Para la mayoría de los AAD, hay pocos estudios controlados con placebo, en su mayoría muy pequeños, sobre la seguridad para el uso en pacientes con FA.

El objetivo del estudio fue, por lo tanto, evaluar y comparar la seguridad de los fármacos antiarrítmicos utilizados para el control del ritmo en la FA en una gran población no seleccionada del mundo real.

Este fue un estudio de todos los pacientes con FA diagnosticada en el registro de pacientes sueco que recibieron una receta de sotalol, amiodarona, dronedarona, flecainida o disopiramida durante el período 2010-2015.

El principal punto final fue la muerte arrítmica, la reanimación exitosa, el nuevo diagnóstico de taquicardia ventricular sostenida, fibrilación ventricular o implantación de CDI.

La mortalidad por todas las causas fue un punto final secundario. El seguimiento mínimo fue de 1 año.

Se estudiaron 44,995 pacientes con FA a los que se prescribieron AAD y 267,518 pacientes sin AF durante un tiempo total en riesgo de más de 1.1 millones de años. En comparación con el sotalol, el riesgo para el punto final principal se redujo con dronedarona (cociente de riesgo [HR] 0,58, intervalo de confianza del 95% [IC] 0,37-0,90), similar a la flecainida (HR 0,95, 0,69–1,32) y disopiramida (HR 1.30, IC 0.83-2.05).

La mortalidad por todas las causas fue menor con dronedarona (HR 0,44, IC 0,34-0,57) y flecainida (HR 0,55, IC 0,44-0,68) que con sotalol. La confusión oculta impidió la evaluación confiable de la amiodarona.

Las conclusiones a las que arribó Friberg fueron que la dronedarona fue el único fármaco antirritmico con un riesgo significativamente bajo de arritmia ventricular sostenida, implante de DAI o muerte que el sotalol en pacientes con fibrilación auricular.

Tanto la dronedarona como la flecainida se asociaron con una menor mortalidad por todas las causas que el sotalol.

* Leif Friberg. Ventricular arrhythmia and death among atrial fibrillation patients using anti-arrhythmic drugs. American Heart Journal. Volume 205, November 2018, Pages 118-127- https://doi.org/10.1016/j.ahj.2018.06.018

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