¿Cual es la urgencia para realizar la evaluación electrofisiológica de un paciente que presenta un síndrome de preexitación? Obviamente no existe una respuesta unívoca, dependiendo aquélla de la presencia o no de síntomas y de la complejidad de las arritmias acompañantes que eventualmente se hubieran detectado.
Un grupo de autores franceses encabezado por la prestigiosa investigadora Béatrice Brembilla-Perrot se propuso responder la pregunta de si ¿cambia la edad de la evaluación el seguimiento a largo plazo de pacientes portadores de síndrome de preexcitación no tratado?
Sus resultados fueron publicados en la edición de septiembre del Journal of Electrocardiology* y serán motivo de comentario.
Los pacientes con un síndrome de preexcitación pueden ser asintomáticos o sintomáticos, y en este último caso se denominan como síndrome de Wolff-Parkinson-White, comienzan los autores la introducción de su análisis.
Asimismo manifiestan que la fibrilación ventricular se informó como el primer evento de este síndrome aunque sin embargo, el riesgo de muerte súbita cardíaca por paciente por año se considera como relativamente bajo (0,02%) y, en un estudio más reciente, las tasas de mortalidad a largo plazo también se consideran relativamente bajas, con tasas de mortalidad generales similares a las presentadas por pacientes que no son portadores del síndrome.
El método recomendado para evaluar el riesgo de muerte súbita es el estudio electrofisiológico (EPS por sus siglas en inglés), y se ha informado la evolución de las propiedades electrofisiológicas durante el transcurrir de la vida en estudios electrofisiológicos pioneros realizados en las décadas del 80/90 del siglo pasado.
Se informaron varias recomendaciones para el tratamiento del síndrome de preexcitación, pero en realidad los datos son difíciles de interpretar porque la ablación de la vía accesoria (AP por sus siglas en inglés) ahora es frecuente y, a veces, se realiza sin indicaciones reales a pesar de las indicaciones recomendadas en 2012 y 2016.
Recientemente se informó la ausencia de cambios significativos de datos en niños mientras que la historia natural del síndrome de preexcitación en adultos también sigue siendo un problema importante.
Pocos estudios reportan la evolución de los datos electrofisiológicos de estos pacientes. Por lo tanto, el estudio de la edad inicial de evaluación aparece como importante para el manejo.
A entender del equipo de Benbrilla-Perrot este factor no ha sido estudiado previamente y por ello su objetivo fue estudiar la evolución de los datos clínicos y electrofisiológicos de pacientes con un síndrome de preexcitación, con una diferencia de 1 a 25 años, para presentar los cambios según el estudio inicial y la edad inicial en el momento de la evaluación.
A estos efectos realizaron una revisión retrospectiva (lo cuál representa una limitación señalada por los autores) de 126 pacientes, 47 niños y adolescentes, -22 niños y 25 niñas con edades iniciales de 5 a 19 años (12,3 ± 4)- y 79 pacientes, 52 hombres y 27 mujeres mayores de 19 años (media 38,3 ± 13) que se sometieron a 2 estudios electrofisiológicos similares (EPS por sus siglas en inglés) dentro de 1 a 25 años uno del otro (8,8 ± 6,8) por aparición de síntomas o nueva evaluación .
El primer EPS se indicó por
Al comentar los resultados los autores manifiestan que los datos clínicos se mantuvieron sin cambios en 76 pacientes (60,3%) y que la AVRT con mayor frecuencia se mantuvo sin cambios en relación con otras arritmias.
Comentan que los datos electrofisiológicos se mantuvieron sin cambios en 105 pacientes (82%), pero la presencia de signos iniciales indicativos de malignidad fueron variables con una desaparición en el 53,5% de los pacientes.
En EPS1, la inducción de FA fue más rara en pacientes ≤19 años. El síncope tuvo un bajo valor predictivo de mala evolución. La inducción de AVRT en EPS1 no fue predictiva de la aparición de AVRT durante el seguimiento.
La velocidad máxima de la vía accesoria aumentó, pero podrían ocurrir cambios inesperados. Después del análisis multivariado, los datos del primer EPS fueron limitados para la predicción de AVRT o eventos adversos; El efecto de la edad no fue significativo.
Como conclusiones de su investigación, se sintetiza que los datos clínicos se mantuvieron sin cambios en el 60,3% de los pacientes y los datos electrofisiológicos en el 82%. La edad inicial de evaluación no modificó los hallazgos. Los signos electrofisiológicos asociados con la muerte súbita variaron con el tiempo. La AVRT clínica se relacionó de manera inconstante con la AVRT inducible (78,5% de los casos).
* Brembilla-Perrot, B., Vincent, J., Olivier, A., Bozec, E., Girerd, N., & Sellal, J.-M. (2018). Does the age of evaluation change the long-term follow-up of untreated pre-excitation syndrome? Journal of Electrocardiology, 51(5), 792–797. doi:10.1016/j.jelectrocard.2018.06.009