Un metaanálisis realizado por investigadores chinos publicado en el Irish Journal of Medical Science en mayo último que comparó el efecto antihipertensivo del azilsartán versus olmesartán en pacientes con hipertensión esencial será motivo de comentario en la NOTICIA DEL DÍA*.
Para introducir el tema, los autores manifiestan que el sistema renina-angiotensina-aldosterona desempeña un papel importante en la regulación de la presión arterial (PA).
Los bloqueadores del receptor de angiotensina II (ARB por sus siglas en inglés) son la primera línea de los agentes antihipertensivos disponibles, según ellos consideran.
Cada ARB tiene diferentes propiedades farmacocinéticas. Obviamente, es importante investigar las diferencias en los efectos de estos antagonistas para determinar el tratamiento óptimo en los pacientes con hipertensión.
Azilsartan medoxomil es el octavo miembro aprobado de los ARB, es seguro y efectivo con un perfil farmacológico único frente a otros agentes, incluida la disminución de las tasas de disociación del receptor de angiotensina II tipo 1 (AT1) y una mejor especificidad respecto del receptor.
Es bien tolerado a largo plazo y proporciona mejoras estables de la PA cuando se usa en un enfoque de tratamiento para la PA asociado con diuréticos tipo tiazida.
En comparación con otros ARB, incluidos el valsartán, el olmesartán, el candesartán y, presumiblemente, el losartán, el azilsartán puede aumentar el control del objetivo de la PA y la tasa de respuesta en un valor absoluto de 8 a 10%.
Sus mayores efectos antihipertensivos pueden deberse en parte a su capacidad inusualmente potente y persistente para inhibir la unión de la angiotensina II a los receptores AT1.
Por otro lado, el olmesartan medoxomil fue aprobado por la FDA en abril de 2002 y es considerado el fármaco más eficaz para reducir la PA en comparación con el telmisartán y el losartán.
Entre los ARB, el olmesartán destaca por una amplia variedad de combinaciones efectivas de dosis fijas. Kario et al. informaron que el tratamiento con olmesartán redujo de manera robusta la PA inicial matutina en el domicilio, similar a la PA em el consultorio, y el efecto se asoció con la PA basal, pero no se vio afectado por otros factores del paciente.
También se encontró que el olmesartán es costo efectivo en comparación con otros antagonistas, aunque esta área aún tiene pruebas relativamente escasas y debe explorarse más a fondo.
En cuanto a la comparación de los efectos antihipertensivos entre azilsartán y olmesartán, se informaron resultados no consistentes en varios estudios. De hecho, hasta ahora, solo hay dos grandes ensayos clínicos que comparan los efectos antihipertensivos entre ambos.
La elección de los ARB como terapia antihipertensiva es un tema importante en la práctica clínica. Por lo tanto, fue realizado este metaanálisis de estudios previos para comparar los efectos antihipertensivos entre azilsartán y olmesartán en pacientes con hipertensión esencial.
Se realizaron búsquedas en Pubmed, Web of Science y Cochrane Central en todos los estudios aleatorios publicados que compararon los efectos antihipertensivos entre estos dos antagonistas en pacientes con hipertensión esencial.
Los efectos antihipertensivos se evaluaron en 1402 pacientes incluidos en cinco ensayos. La reducción de la presión arterial sistólica tratada con azilsartán fue mayor que el olmesartán (diferencias de medias ponderadas (DMP): 2,15 (intervalo de confianza (IC) del 95%, – 3,78, – 0,53) mm Hg, p <0,01).
No hubo diferencias significativas en la reducción de la presión arterial diastólica medida en el consultorio entre el azilsartán y el olmesartán (DMP: 0,99 (IC del 95%: 2,06, 0,08) mm Hg, p> 0,05).
La reducción de la presión arterial sistólica tratada con azilsartán fue mayor que el olmesartán en la misma dosis para ambos fármacos (WMD – 2.24 (IC 95%, 4.03, – 0.44) mm Hg, p <0.05), mientras que no hubo diferencias significativas en reducción de la presión arterial diastólica en el consultorio (WMD – 0.55 (IC 95%, 1.76, 0.66) mm Hg, p> 0.05).
Por lo tanto, las observaciones de este metaanálisis permiten concluir que la reducción de la presión arterial sistólica tratada con azilsartán fue mayor que el olmesartán en pacientes con hipertensión esencial.
Estos hallazgos sugieren la importancia de los ensayos controlados aleatorios estrictamente diseñados para determinar los efectos antihipertensivos de los bloqueadores del receptor de la angiotensina II en la práctica clínica.
* Zhao D, Liu H, Dong P. Antihypertensive effect of azilsartan versus olmesartan in patients with essential hypertension: a meta-analysis. Ir J Med Sci. 2019 May;188(2):481-488. doi: 10.1007/s11845-018-1859-1. Epub 2018 Jul 3.