30.07.2022

Efecto de la ingesta de queso sobre las enfermedades cardiovasculares y sobre biomarcadores cardiovasculares

Investigadores pertenecientes al Laboratorio Estatal Clave de Enfermedades Cardiovasculares, del Hospital Fuwai del Centro Nacional de Enfermedades Cardiovasculares de la Academia China de Ciencias Médicas y la Facultad de Medicina de la Unión de Pekín, China, publicaron en la edición del 18 de julio de 2022 de Nutrients los resultados de un estudio que analizó el efecto de la ingesta de queso sobre las enfermedades cardiovasculares y sobre biomarcadores cardiovasculares*.

En la introducción de su propuesta los autores señalan que la grasa láctea se caracteriza por un rico contenido de ácidos grasos saturados, que se sabe que elevan el nivel de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

En consecuencia, las pautas dietéticas de la American Heart Association y la European Society of Cardiology recomiendan reducir la ingesta de grasas saturadas y solo se sugieren productos lácteos bajos en grasa.

Sorprendentemente, un metaanálisis que incluyó 12 estudios de cohortes prospectivos no demostró aumentos significativos en las enfermedades cardiovasculares para una ingesta alta de grasas saturadas en comparación con una ingesta baja.

Otro metaanálisis que incluyó 21 estudios prospectivos tampoco encontró asociaciones significativas entre la ingesta de grasas saturadas en la dieta y los riesgos de enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular o enfermedades cardiovasculares.

Además, los productos lácteos específicos pueden desempeñar diferentes funciones en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Por ejemplo, la extensa cohorte de la Investigación Europea sobre el Cáncer y la Nutrición (EPIC) que involucró a 340 234 participantes en ocho países europeos reveló que la ingesta de leche no tenía asociaciones con la diabetes tipo 2, mientras que la ingesta de queso estaba inversamente asociada con el riesgo de diabetes (proporción relativa (RR ) = 0,83; IC 95 %, 0,70–0,98; p = 0,003).

De manera similar, otros estudios observacionales también encontraron una correlación nula o incluso inversa entre la ingesta de queso y las enfermedades cardiovasculares, aunque el queso generalmente se considera un producto lácteo con toda su grasa.

Sin embargo, dado que se trata de estudios de naturaleza observacional, puede existir un sesgo de selección, lo que obliga a interpretar los resultados con cautela.

Lamentablemente, no hay disponibles ensayos controlados aleatorios con criterios de valoración estrictos sobre este tema para probar la causalidad.

Un ensayo controlado aleatorizado de este tipo también es muy difícil de realizar en el futuro.

Sin embargo, considerando el hecho de que los lácteos representan el 10 % de las calorías diarias en los EE. UU., y el queso ocupa el 45 % de los lácteos, vale la pena investigar la relación causal entre la ingesta de queso y los resultados cardiovasculares.

Actualmente, el análisis de aleatorización mendeliana (MR por sus siglas en inglés) se ha aplicado ampliamente para evaluar las posibles relaciones causales entre diversas exposiciones y resultados clínicos.

En comparación con los estudios observacionales tradicionales, el análisis de MR puede superar el sesgo de causalidad inversa, ya que la aleatorización alélica siempre precede a la aparición de la enfermedad.

Además, la segregación aleatoria y la variedad independiente de polimorfismos genéticos en la concepción permiten que el análisis de MR minimice el efecto de los factores de confusión mediante la introducción de marcadores genéticos como variables instrumentales (VI) de las exposiciones.

La disponibilidad de estudios de asociación del genoma completo (GWAS genome-wide association studies) a gran escala permite aún más la exploración de la causalidad.

Por lo tanto, al aplicar un análisis de MR, pueden responderse las siguientes dos preguntas clave:
(1) ¿el consumo de queso está asociado negativa, neutral o positivamente con las enfermedades cardiovasculares?

(2) ¿cuál es el efecto de la ingesta de queso en los biomarcadores relacionados con el sistema cardiovascular?

Un número creciente de estudios de cohortes reveló una asociación inversa entre el consumo de queso y las enfermedades cardiovasculares, aunque la relación causal no está clara.

El objetivo de esta investigación, fue por lo tanto, evaluar la relación causal entre la ingesta de queso y las enfermedades cardiovasculares y los biomarcadores cardiovasculares.

Se empleó un análisis de aleatorización mendeliana (MR) de dos muestras basado en estudios de asociación de todo el genoma disponibles públicamente para inferir la relación causal.

Las estimaciones del efecto se calcularon utilizando el método ponderado de la varianza inversa de efectos aleatorios.

Empleando esta metodología se obtuvieron los siguientes resultados:

El aumento de la ingesta de queso redujo causalmente los riesgos de diabetes tipo 2 (odds ratio (OR) = 0,46; intervalo de confianza (IC) del 95 %, 0,34–0,63; p = 1,02 × 10−6), insuficiencia cardíaca (OR = 0,62; IC 95 %, 0,49–0,79; p = 0,0001), enfermedad coronaria (OR = 0,65; IC 95 %, 0,53–0,79; p = 2,01 × 10−5), hipertensión (OR = 0,67; IC 95 % , 0,53–0,84; p = 0,001) y accidente cerebrovascular isquémico (OR = 0,76; IC 95 %, 0,63–0,91; p = 0,003).

También se observó evidencia sugestiva de una asociación inversa entre la ingesta de queso y la enfermedad arterial periférica.

No se observaron asociaciones para fibrilación auricular, muerte cardíaca, embolia pulmonar o ataque isquémico transitorio.

El mejor pronóstico asociado con la ingesta de queso puede explicarse por un menor índice de masa corporal (IMC; estimación del efecto = -0,58; IC del 95%, de -0,88 a -0,27; p = 0,0002), circunferencia de la cintura (estimación del efecto = -0,49; 95 % IC, de -0,76 a -0,23; p = 0,0003), triglicéridos (estimación del efecto = -0,33; IC del 95 %, de -0,50 a -0,17; p = 4,91 × 10-5) y glucosa en ayunas (estimación del efecto = −0,20; IC 95%, de −0,33 a −0,07; p = 0,0003).

Hubo evidencia sugestiva de una asociación positiva entre la ingesta de queso y la lipoproteína de alta densidad.

No se observaron influencias para los biomarcadores de presión arterial o inflamación.

Como conclusiones este análisis de MR de dos muestras encontró asociaciones causalmente inversas entre el consumo de queso y la diabetes tipo 2, insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, hipertensión y accidente cerebrovascular isquémico

Varias limitaciones de este estudio merecieron la atención de los autores.

En primer lugar, es difícil excluir por completo la influencia de la pleiotropía direccional potencial en cualquier estudio de MR.

Sin embargo, no se observó evidencia de efectos pleiotrópicos en la mayoría de las pruebas de intercepción de MR-Egger, excepto para HDL, y se observaron resultados similares en los análisis de sensibilidad.

En segundo lugar, los estudios de asociación del genoma completo examinados se realizaron principalmente en individuos de ascendencia europea, lo que podría limitar la generalización de los hallazgos a otras etnias.

Después de todo, los productos lácteos pueden ejercer diferentes efectos en personas de países europeos y de otros países.

Un componente principal de los lácteos, la lactosa, no puede ser metabolizado por la mayoría de los asiáticos orientales.

No obstante, el origen europeo hace poco probable que el sesgo de estratificación de la población influya en los resultados obtenidos.

En tercer lugar, existe una gran cantidad de quesos con composiciones muy diferentes.

Sin embargo, el estudio de asociación del genoma completo original solo se centró en la población que consumía queso sin detalles sobre si se consumía con otras dietas.

No hubo detalles sobre el tipo o la duración de la ingesta de queso, lo que limitó la posibilidad de realizar un análisis más detallado.

Como conclusiones, este análisis de MR de dos muestras encontró una asociación causalmente inversa entre el consumo de queso y las enfermedades cardiovasculares, incluida la diabetes tipo 2, la insuficiencia cardíaca, la enfermedad coronaria, la hipertensión y el accidente cerebrovascular isquémico, así como una asociación causalmente inversa entre los biomarcadores cardiovasculares, incluidos el IMC y la circunferencia de la cintura, triglicéridos y glucosa en ayunas.

No se observaron influencias para los biomarcadores de presión arterial o inflamación.

La ingesta de queso puede abrir nuevas oportunidades para el manejo de enfermedades cardiovasculares en el futuro.

* Hu MJ, Tan JS, Gao XJ, Yang JG, Yang YJ. Effect of Cheese Intake on Cardiovascular Diseases and Cardiovascular Biomarkers. Nutrients. 2022 Jul 18;14(14):2936. doi: 10.3390/nu14142936. PMID: 35889893; PMCID: PMC9318947.

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