21.01.2023

Efectos de la dieta DASH sobre la lesión e inflamación cardíacas subclínicas 

Efectos de los enfoques dietéticos para detener la dieta de la hipertensión sobre el cambio en los biomarcadores cardíacos a lo largo del tiempo: resultados del ensayo DASH‐Sodium

En este ensayo aleatorio de adultos hipertensios, en comparación con una dieta estadounidense típica, la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension)  redujo la hs‐cTnI (concentración cuantitativa de troponina I cardíaca (cTnI)) y la hs‐CRP (proteína C Reactiva de alta sensibilidad) progresivamente durante un período de 12 semanas. 

Estas observaciones sugieren que los beneficios de la dieta DASH no solo se mantienen a lo largo del tiempo, sino que los estudios de alimentación a corto plazo los subestiman potencialmente. 

Aunque se necesitan pruebas a más largo plazo, estos hallazgos ofrecen una justificación convincente para el cumplimiento sostenido de la dieta DASH para promover la salud cardiovascular.

Varios análisis recientes de estudios de alimentación controlada han demostrado que las dietas con patrón DASH reducen los biomarcadores de lesión cardíaca e inflamación subclínicas. 

En el ensayo DASH, se encontró que la dieta DASH reduce la hs‐cTnI después de 8 semanas de alimentación, pero no hubo efectos sobre la hs‐CRP 

Más recientemente, en el ensayo DASH‐Sodium, que examinó los efectos de la dieta DASH independientemente del sodio, la dieta DASH redujo la hs‐cTnI y la hs‐CRP durante 12 semanas de alimentación. 

Sin embargo, estos estudios previos no abordaron qué tan pronto se podrían lograr los efectos sobre la hs‐cTnI y la hs‐CRP al adoptar la dieta DASH o si eran sostenida en el tiempo, 2 de los principales focos del presente análisis.

Varios estudios basados en la población han demostrado que la adherencia a la dieta DASH se asocia con un menor riesgo de eventos CV, que probablemente esté mediado en gran parte por los efectos de la dieta DASH sobre la presión arterial y el colesterol.

Sin embargo, un trabajo reciente sugiere que la dieta DASH puede reducir directamente el daño cardíaco subclínico. 

En particular, los biomarcadores de daño miocárdico subclínico, incluida la hs‐cTnI, pueden proporcionar información pronóstica sobre el riesgo de ECV a largo plazo, independientemente de los factores de riesgo tradicionales.  

Se encontró que la dieta DASH redujo la hs‐cTnI gradualmente con el tiempo en una tendencia que difería significativamente del grupo de control. 

En la comparación entre dietas, la dieta DASH redujo significativamente la hs‐cTnI desde el inicio a las 12 semanas, mientras que los cambios en las semanas 4 y 8 fueron modestos y no significativos. 

En conjunto, estos hallazgos sugieren que los beneficios ocurren rápidamente y aumentan progresivamente con el tiempo. Aunque se ha evaluado el curso temporal del cambio en los factores de riesgo tradicionales (es decir, la presión arterial) a partir de intervenciones dietéticas saludables, hasta donde es sabido, no se han realizado estudios sobre el curso temporal del cambio en hs‐cTnI a partir de un patrón dietético saludable antes del presente análisis.

La inflamación es un factor de riesgo establecido en la patogénesis de la ECV aterosclerótica, y varios estudios observacionales grandes han demostrado la capacidad de la PCR-ultra sensible para predecir eventos CV independientemente de los factores de riesgo convencionales. 

Además, una mayor exposición acumulada a niveles elevados de PCR-us está asociada con un mayor riesgo de eventos CV. 

De manera similar a la hs‐cTnI, se observó una reducción modesta y no significativa en la hs‐CRP en las semanas 4 y 8 y una reducción significativa en la semana 12 en los participantes asignados a la dieta DASH. 

Aunque los análisis previos de las intervenciones de alimentación DASH encontraron mayores reducciones en los biomarcadores de inflamación sistémica en los ensayos de ≥8 semanas, este estudio sugiere que al menos 12 semanas pueden ser necesarias para lograr los efectos completos de la dieta DASH en la PCR-us.

En un análisis anterior del ensayo DASH‐Sodium, la reducción de sodio por sí sola redujo el NT‐proBNP, mientras que la dieta DASH no tuvo un efecto significativo sobre el NT‐proBNP en comparación con la dieta de control 

Esto probablemente refleja el hecho de que dos tercios de los participantes tenían una ingesta de sodio inferior a la típica en todo momento en el ensayo y es consistente con los hallazgos previos de que DASH no redujo el NT‐proBNP. 

En particular, el curso temporal del cambio en NT ‐proBNP pareció diferir de las tendencias en hs‐cTnI y hs‐CRP de la dieta DASH; el efecto máximo sobre NT‐proBNP se observó rápidamente, mientras que los efectos de la dieta DASH sobre hs‐cTnI y hs‐CRP parecieron aumentar progresivamente.

Este  estudio tuvo limitaciones reconocidas por los autores. Primero, la duración del ensayo DASH‐Sodium fue relativamente corta, lo que limitó la capacidad de determinar si los efectos de la dieta DASH sobre hs‐cTnI y hs‐CRP continuarían creciendo más allá de las 12 semanas. 

En segundo lugar, debido a que la duración de cada nivel de consumo de sodio fue de solo 4 semanas, no pudo evaluarse los efectos de la reducción de sodio en el curso temporal del cambio en estos biomarcadores, lo que es particularmente relevante para NT‐proBNP

En tercer lugar, las mediciones de biomarcadores se realizaron con muestras de suero almacenadas del ensayo DASH‐Sodium; sin embargo, los estudios sugieren la estabilidad de estos biomarcadores en el contexto de almacenamiento a largo plazo y ciclos de congelación y descongelación 

Además, es más probable que cualquier desviación sesgue los hallazgos hacia la nulidad. 

En cuarto lugar, debido a que el NT‐proBNP es una contraparte de escisión biológicamente inactiva del péptido natriurético de tipo B activo, es posible que el péptido natriurético de tipo B pueda ser un biomarcador más relevante de las características fisiopatológicas cardíacas que el NT‐proBNP. 

Sin embargo, los niveles de NT‐proBNP y el péptido natriurético tipo B se correlacionan lo suficiente, y ambos pueden usarse clínicamente para el diagnóstico, la estratificación del riesgo y el pronóstico de la insuficiencia cardíaca. 

Además, la medición del péptido natriurético tipo B está limitada por su inestabilidad relativa in vivo e in vitro, así como por la interferencia de formas inactivas del péptido en inmunoensayos comerciales. 

En quinto lugar, existe una variabilidad analítica entre los ensayos de hs‐cTnI disponibles comercialmente, particularmente en el rango de valores de biomarcadores por debajo del valor del percentil 99.  

Aunque no pudieron realizarse comparaciones directas del ensayo ADVIA Centaur con otros ensayos de hs‐cTnI, se tuvo en cuenta la posible variabilidad de precisión intraensayo en valores medios más bajos de hs‐cTnI mediante la realización de un análisis de sensibilidad utilizando el menos preciso límite de blanco, que arrojó resultados similares a ese análisis usando el límite de detección. 

No obstante, los estudios futuros que evalúen los efectos de la dieta DASH sobre la hs‐cTnI se beneficiarían de la confirmación mediante otros métodos de hs‐cTnI. 

Sexto, en este análisis secundario de los datos del ensayo principal, no se ajustó por multiplicidad de comparaciones, y los hallazgos pueden estar sujetos a un error de tipo I. 

Finalmente, las personas con ECV establecida fueron excluidas del ensayo, lo que limita la generalización de los hallazgos.

Las fortalezas del estudio incluyen el diseño riguroso del ensayo DASH‐Sodium, con intervenciones dietéticas estrictamente controladas, altas tasas de seguimiento y datos completos. 

En segundo lugar, la ingesta de energía se ajustó durante el ensayo para mantener el peso corporal, lo que permitió evaluar los efectos de la dieta DASH en los biomarcadores de ECV independientemente de la pérdida de peso. 

En tercer lugar, se recolectaron muestras de suero al final de cada secuencia de sodio de 4 semanas en el contexto de la intervención dietética asignada, lo que permitió evaluar el curso temporal del cambio en los biomarcadores de la dieta DASH en 3 puntos durante un período de 12 semanas. .

Este estudio tuvo implicaciones clínicas. 

Primero, los pacientes a menudo preguntan sobre el período de tiempo de los beneficios esperados después de comenzar la dieta DASH. 

Proporciona información sobre el curso temporal de los efectos de la dieta DASH sobre la lesión miocárdica subclínica y la inflamación sistémica, lo que puede mejorar la capacidad de los médicos para comunicar de manera efectiva los beneficios para la salud cardiovascular de la dieta DASH. 

En segundo lugar, los beneficios progresivos sobre hs‐cTnI y hs‐CRP observados en el estudio resaltan la importancia de la adherencia sostenida a la dieta DASH y la necesidad de estrategias innovadoras y políticas de todo el sistema para apoyar su adopción. 

Finalmente, puede informar el diseño de futuros estudios longitudinales que evalúen los efectos a largo plazo de la dieta DASH en los biomarcadores cardíacos.

En conclusión, en comparación con una dieta estadounidense típica, la dieta DASH redujo la hs‐cTnI y la hs‐CRP progresivamente durante un período de 12 semanas, lo que sugiere que la dieta DASH tiene beneficios acumulativos con el tiempo sobre los biomarcadores de lesión e inflamación cardíacas subclínicas. 

Estos hallazgos brindan una mayor comprensión de los efectos positivos de la dieta DASH sobre la lesión e inflamación cardíacas subclínicas y resaltan la necesidad de políticas e intervenciones de salud pública que respalden la adherencia sostenida a un patrón de alimentación saludable para la salud cardiovascular. 

Se ha demostrado que la dieta DASH reduce los biomarcadores de enfermedades cardiovasculares. 

El objetivo fue caracterizar el curso temporal del cambio en los biomarcadores de lesión cardíaca (troponina cardíaca I de alta sensibilidad), tensión cardíaca (NT-proBNP [péptido natriurético N-terminal pro-tipo B]) e inflamación (hs-CRP [proteína C reactiva de alta sensibilidad]) mientras consumía la dieta DASH.

El ensayo DASH‐Sodium fue un ensayo controlado aleatorio de 412 adultos con presión arterial elevada o hipertensión. 

Los participantes fueron asignados al azar a 12 semanas de la dieta DASH o una dieta estadounidense típica. 

La ingesta de energía se ajustó para mantener el peso corporal. 

Las mediciones de troponina I cardíaca de alta sensibilidad, NT-proBNP y hs-CRP se realizaron en muestras de suero almacenadas, recolectadas al inicio y ≈4, 8 y 12 semanas después de la aleatorización. 

Tanto en la dieta de control como en la dieta DASH, los niveles de NT‐proBNP disminuyeron; sin embargo, no hubo diferencias entre las dietas (tendencia P en comparación con el control = 0,22). 

En la dieta DASH versus el control, los niveles de troponina cardíaca I de alta sensibilidad disminuyeron progresivamente durante el seguimiento (tendencia P en comparación con el control = 0,025), pero no se observó una diferencia estadísticamente significativa entre las dietas en el cambio de los niveles iniciales hasta la semana 12 (% de diferencia, 17,78 % [IC 95 %, -29,51 % a -4,09 %]). 

Se evidenció un patrón similar para la PCR-hs (tendencia P en comparación con el control = 0,01; % de diferencia en la semana 12, 19,97 % [IC del 95 %, -31,94 % a -5,89 %]).

 

La enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal causa de muerte en los Estados Unidos. La mayoría de las muertes por ECV se pueden atribuir a factores de riesgo modificables específicos, siendo la dieta subóptima un factor de riesgo principal de discapacidad y muerte en los Estados Unidos.

La dieta Dietary Approaches to Stop Hypertension (DASH), rica en frutas, verduras y productos lácteos bajos en grasa y reducida en grasas saturadas y colesterol, se asocia con un menor riesgo de eventos CV con el tiempo y ha sido promovida por la American Heart Association para mejorar la salud cardiovascular de la población.

Aunque se han establecido los efectos beneficiosos de la dieta DASH sobre los factores de riesgo cardiovascular tradicionales (es decir, presión arterial y lípidos), recientemente se demostró que la dieta DASH mejora los biomarcadores de lesión cardíaca subclínica (troponina cardíaca I de alta sensibilidad [hs ‐cTnI]) e inflamación (hs‐CRP [proteína C reactiva de alta sensibilidad]), pero no un biomarcador de esfuerzo cardíaco (NT‐proBNP [N‐terminal pro‐péptido natriurético tipo B]) durante una alimentación por un período. de 12 semanas 

Sin embargo, un trabajo previo de los autores no abordó qué tan pronto estos cambios podrían observarse después de la adopción de la dieta DASH o si se mantienen en el tiempo. Comprender el patrón de cambio es importante ya que se desconoce la duración del cambio de estilo de vida necesario para ver un efecto, y algunos han cuestionado si el impacto de la dieta en la lesión subclínica es temporal.

En este análisis secundario del ensayo DASH‐Sodium, se examinó el curso temporal del cambio en los biomarcadores de lesión cardíaca, tensión e inflamación (hs‐cTnI, NT‐proBNP y hs‐CRP) al consumir la dieta DASH en comparación con una dieta estadounidense típica usando mediciones obtenidas al inicio y aproximadamente en las semanas 4, 8 y 12 después de la aleatorización. 

Se presumió lo siguiente: (1) los cambios en hs‐cTnI y hs‐CRP de la dieta DASH se observarían tan pronto como a las 4 semanas y se mantendrían durante el período de estudio de 12 semanas; y (2) no habría diferencias en los cambios en el NT‐proBNP entre las dietas en cualquiera de los puntos temporales medidos.

En este ensayo aleatorio de adultos con presión arterial elevada o hipertensión, en comparación con una dieta estadounidense típica, la dieta DASH redujo la hs‐cTnI y la hs‐CRP progresivamente durante un período de 12 semanas. 

Estas observaciones sugieren que los beneficios de la dieta DASH no solo se mantienen a lo largo del tiempo, sino que los estudios de alimentación a corto plazo los subestiman potencialmente. 

Aunque se necesitan pruebas a más largo plazo, estos hallazgos ofrecen una justificación convincente para el cumplimiento sostenido de la dieta DASH para promover la salud cardiovascular.

Varios análisis recientes de estudios de alimentación controlada han demostrado que las dietas con patrón DASH reducen los biomarcadores de lesión cardíaca subclínica y la inflamación. PCR después de 6  semanas de alimentación 

En el ensayo DASH, se encontró que la dieta DASH reduce la hs‐cTnI después de 8 semanas de alimentación, pero no hubo efectos sobre la hs‐CRP.12 

Más recientemente, en el ensayo DASH‐Sodium, que examinó los efectos de la dieta DASH independientemente del sodio, la dieta DASH redujo la hs‐cTnI y la hs‐CRP durante 12 semanas de alimentación. 

Sin embargo, estos estudios previos no abordaron qué tan pronto se podrían lograr los efectos sobre la hs‐cTnI y la hs‐CRP al adoptar la dieta DASH o si eran sostenida en el tiempo, 2 de los principales focos del presente análisis.

Varios estudios basados en la población han demostrado que la adherencia a la dieta DASH se asocia con un menor riesgo de eventos CV, que probablemente esté mediado en gran parte por los efectos de la dieta DASH sobre la presión arterial y el colesterol. 

Sin embargo, un trabajo reciente sugiere que la dieta DASH puede reducir directamente el daño cardíaco subclínico.

En particular, los biomarcadores de daño miocárdico subclínico, incluida la hs‐cTnI, pueden proporcionar información pronóstica sobre el riesgo de ECV a largo plazo, independientemente de los factores de riesgo tradicionales.  

Se encontró que la dieta DASH redujo la hs‐cTnI gradualmente con el tiempo en una tendencia que difería significativamente del grupo de control. 

En la comparación entre dietas, la dieta DASH redujo significativamente la hs‐cTnI desde el inicio a las 12 semanas, mientras que los cambios en las semanas 4 y 8 fueron modestos y no significativos. 

En conjunto, estos hallazgos sugieren que los beneficios ocurren rápidamente y aumentan progresivamente con el tiempo. Aunque se ha evaluado el curso temporal del cambio en los factores de riesgo tradicionales (es decir, la presión arterial) a partir de intervenciones dietéticas saludables, hasta donde es sabido, no se han realizado estudios sobre el curso temporal del cambio en hs‐cTnI a partir de un patrón dietético saludable antes del presente análisis.

La inflamación es un factor de riesgo establecido en la patogénesis de la ECV aterosclerótica, y varios estudios observacionales grandes han demostrado la capacidad de la PCR-us (ultra sensible) para predecir eventos de ECV independientemente de los factores de riesgo convencionales. 

Además, una mayor exposición acumulada a niveles elevados de PCR-us está asociada con un mayor riesgo de eventos CV. 

De manera similar a la hs‐cTnI, se observó una reducción modesta y no significativa en la hs‐CRP en las semanas 4 y 8 y una reducción significativa en la semana 12 en los participantes asignados a la dieta DASH. 

Aunque los análisis previos de las intervenciones de alimentación DASH encontraron mayores reducciones en los biomarcadores de inflamación sistémica en los ensayos de ≥8 semanas, el estudio sugiere que al menos 12 semanas pueden ser necesarias para lograr los efectos completos de la dieta DASH en la PCR-us.

En el análisis previo del ensayo DASH‐Sodium, la reducción de sodio por sí sola redujo el NT‐proBNP, mientras que la dieta DASH no tuvo un efecto significativo sobre el NT‐proBNP en comparación con la dieta de control. 

Se encontró que el NT‐proBNP se redujo en todo momento. tanto para las dietas DASH y de control. 

Esto probablemente refleja el hecho de que dos tercios de los participantes tenían una ingesta de sodio inferior a la típica en todo momento en el ensayo y es consistente con los hallazgos previos de que DASH no redujo el NT‐proBNP. 

En particular, el curso temporal del cambio en NT ‐proBNP pareció diferir de las tendencias en hs‐cTnI y hs‐CRP de la dieta DASH; el efecto máximo sobre NT‐proBNP se observó rápidamente, mientras que los efectos de la dieta DASH sobre hs‐cTnI y hs‐CRP parecieron aumentar progresivamente.

El estudio tuvo limitaciones según admiten los propios investigadores.

Primero, la duración del ensayo DASH‐Sodium fue relativamente corta, lo que limitó la capacidad de determinar si los efectos de la dieta DASH sobre hs‐cTnI y hs‐CRP continuarían creciendo más allá de las 12 semanas. 

En segundo lugar, debido a que la duración de cada nivel de consumo de sodio fue de solo 4 semanas, no pudieron evaluarse los efectos de la reducción de sodio en el curso temporal del cambio en estos biomarcadores, lo que es particularmente relevante para NT‐proBNP. 

En tercer lugar, las mediciones de biomarcadores se realizaron con muestras de suero almacenadas del ensayo DASH‐Sodium; sin embargo, los estudios sugieren la estabilidad de estos biomarcadores en el contexto de almacenamiento a largo plazo y ciclos de congelación y descongelación.

Además, es más probable que cualquier desviación sesgue estos hallazgos hacia la nulidad. 

En cuarto lugar, debido a que el NT‐proBNP es una contraparte de escisión biológicamente inactiva del péptido natriurético de tipo B activo, es posible que el péptido natriurético de tipo B pueda ser un biomarcador más relevante de las características fisiopatológicas cardíacas que el NT‐proBNP. 

Sin embargo, los niveles de NT‐proBNP y el péptido natriurético tipo B se correlacionan lo suficiente, y ambos pueden usarse clínicamente para el diagnóstico, la estratificación del riesgo y el pronóstico de la insuficiencia cardíaca. 

Además, la medición del péptido natriurético tipo B está limitada por su inestabilidad relativa in vivo e in vitro, así como por la interferencia de formas inactivas del péptido en inmunoensayos comerciales. 

En quinto lugar, existe una variabilidad analítica entre los ensayos de hs‐cTnI disponibles comercialmente, particularmente en el rango de valores de biomarcadores por debajo del valor del percentil 99. 

Aunque no pudieron realizarse comparaciones directas del ensayo ADVIA Centaur con otros ensayos de hs‐cTnI, se tuvo en cuenta la posible variabilidad de precisión intraensayo en valores medios más bajos de hs‐cTnI mediante la realización de un análisis de sensibilidad utilizando el menos preciso límite de blanco, que arrojó resultados similares al análisis realizado usando el límite de detección. 

No obstante, los estudios futuros que evalúen los efectos de la dieta DASH sobre la hs‐cTnI se beneficiarían de la confirmación mediante otros métodos de hs‐cTnI. 

Sexto, en este análisis secundario de los datos del ensayo principal, no se ajustó por multiplicidad de comparaciones, y los hallazgos pueden estar sujetos a un error de tipo I. 

Finalmente, las personas con ECV establecida fueron excluidas del ensayo, lo que limita la generalización de los mismos.

Las fortalezas del estudio incluyen el diseño riguroso del ensayo DASH‐Sodium, con intervenciones dietéticas estrictamente controladas, altas tasas de seguimiento y datos completos. 

En segundo lugar, la ingesta de energía se ajustó durante el ensayo para mantener el peso corporal, lo que permitió evaluar los efectos de la dieta DASH en los biomarcadores de ECV independientemente de la pérdida de peso. 

En tercer lugar, se recolectaron muestras de suero al final de cada secuencia de sodio de 4 semanas en el contexto de la intervención dietética asignada, lo que permitió evaluar el curso temporal del cambio en los biomarcadores de la dieta DASH en 3 puntos durante un período de 12 semanas. .

Este estudio tuvo implicaciones clínicas. 

Primero, los pacientes a menudo preguntan sobre el período de tiempo de los beneficios esperados después de comenzar la dieta DASH. 

El estudio proporciona información sobre el curso temporal de los efectos de la dieta DASH sobre la lesión miocárdica subclínica y la inflamación sistémica, lo que puede mejorar la capacidad de los médicos para comunicar de manera efectiva los beneficios para la salud cardiovascular de la dieta DASH. 

En segundo lugar, los beneficios progresivos sobre hs‐cTnI y hs‐CRP observados en el estudio resaltan la importancia de la adherencia sostenida a la dieta DASH y la necesidad de estrategias innovadoras y políticas de todo el sistema para apoyar su adopción. 

Finalmente, el estudio puede informar el diseño de futuros estudios longitudinales que evalúen los efectos a largo plazo de la dieta DASH en los biomarcadores cardíacos.

En conclusión, en comparación con una dieta estadounidense típica, la dieta DASH redujo la hs‐cTnI y la hs‐CRP progresivamente durante un período de 12 semanas, lo que sugiere que la dieta DASH tiene beneficios acumulativos con el tiempo sobre los biomarcadores de lesión e inflamación cardíacas subclínicas. 

Estos hallazgos brindan una mayor comprensión de los efectos positivos de la dieta DASH sobre la lesión e inflamación cardíacas subclínicas  y resaltan la necesidad de políticas e intervenciones de salud pública que respalden la adherencia sostenida a un patrón de alimentación saludable para la salud cardiovascular. 

* Belanger MJ, Kovell LC, Turkson-Ocran RA, Mukamal KJ, Liu X, Appel LJ, Miller ER 3rd, Sacks FM, Christenson RH, Rebuck H, Chang AR, Juraschek SP. Effects of the Dietary Approaches to Stop Hypertension Diet on Change in Cardiac Biomarkers Over Time: Results From the DASH-Sodium Trial. J Am Heart Assoc. 2023 Jan 17;12(2):e026684. doi: 10.1161/JAHA.122.026684. Epub 2023 Jan 11. PMID: 36628985.

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