Una revisión de autores de la Clínica Mayo de Rochester referente a las estrategias para prevenir infecciones asociadas con el implante de dispositivos electrónicos cardiovasculares* será el tema que se aborda en la NOTICIA DEL DÍA de hoy.
Introducen el tema señalando que los dispositivos electrónicos cardiovasculares implantables (CIED por sus siglas en inglés) constituyen un avance significativo en la tecnología médica que se han vuelto esenciales para varios pacientes con insuficiencia cardíaca y arritmias cardíacas y que han mejorado su calidad de vida.
Los números de CIED implantados anualmente en los países desarrollados han tenido una tendencia ascendente significativa durante las últimas tres décadas.
Este aumento en la tasa de implantación de CIED ha estado acompañado por un aumento desproporcionado de la tasa de infecciones relacionadas con los tales procedimientos. Los estudios retrospectivos han observado una incidencia variable de infecciones por CIED, que varían ampliamente del 0,13% al 19,9%.
Con el envejecimiento de la población y la expansión de las indicaciones para la implantación de dispositivos cardíacos, se espera que la incidencia de las infecciones del dispositivo aumente aún más.
Las infecciones de los dispositivos están asociadas con una alta morbilidad y mortalidad, con un mayor riesgo persistente de muerte después del alta hospitalaria además de los costos significativos para los pacientes y el sistema de salud.
La contaminación microbiana de la bolsa del generador y / o los cables por la flora de la piel en el momento de la implantación constituyen un mecanismo importante para las infecciones tempranas de esta naturaleza.
Los estafilococos son los patógenos predominantes responsables de la infección por CIED ya que contienen varios factores de virulencia que les permiten adherirse a las superficies del dispositivo y causar infecciones. En un estudio retrospectivo, más del 70% de las infecciones fueron causadas por estafilococos coagulasa negativos (42%) y S. aureus (29%), resto es debido a gram-negativos patógenos (9%), otras bacterias gram-positivas (4%) y hongos (2%). Hasta 7% tenían infección polimicrobiana, principalmente entre pacientes con diabetes y aquellos que recibían tratamiento a largo plazo con corticosteroides.
Las complicaciones de la infección por CIED pueden incluir vegetaciones en los electrodos, endocarditis valvular e infección del torrente sanguíneo con siembra metastásica a distancia.
El manejo de este tipo de infecciones requiere la eliminación completa del generador del dispositivo y todos los cables para lograr la curación debido a la resistencia a las células inmunes del huésped y los antibióticos causados por la formación de biopelículas.
La prevención de la infección asociada al dispositivo es crucial para los pacientes individuales y para reducir la carga financiera en el sistema de salud.
En este manuscrito, es revisada la literatura publicada con respecto a la epidemiología, los factores de riesgo y la patogénesis de las infecciones de dispositivos cardíacos con un enfoque principal en las estrategias preventivas.
Se resume la evidencia actual con respecto a estas medidas incluyendo screening / descolonización preoperatoria para Staphylococcus aureus, profilaxis antimicrobiana perioperatoria, irrigación del bolsillo del dispositivo con solución antibiótica / antiséptica en el momento del implante, uso de envoltura de generador impregnada de antibiótico y utilidad de profilaxis antibiótica secundaria antes de procedimientos invasivos dentales o gastrointestinales en pacientes que viven con dispositivos cardíacos.
Los avances tecnológicos en la fabricación de dispositivos con la disponibilidad de equipos subcutáneos sin cables transvenosos y dispositivos intracardíacos autónomos sin cables y generador son prometedores para lograr menores riesgos de infección, sería la conclusión actual más apropiada.
* Bharath Raj Palraj, Saira Farid & M. Rizwan Sohail (2017): Strategies to Prevent Infections Associated with Cardiovascular Implantable Electronic Devices, Expert Review of Medical Devices, DOI: 10.1080/17434440.2017.1322506