Investigadores del Reino Unido, EEUU y Alemania publicaron en el Conference proceedings IEEE (Institute of Electrical and Electronics Engineers) Eng Med Biol Soc. de julio de 2018 un análisis de datos de imágenes para cuantificar la transmuralidad de cicatrices en fantasmas de resonancia magnética para evaluar la terapia de resincronización cardíaca en pacientes que fueran implantados con este tipo de dispositivos*.
Vale aclarar que los “fantasmas” son artefactos que son causados por el movimiento de todo o parte del objeto a representar durante la adquisición de la imagen.
Señalan los autores que los pacientes con insuficiencia cardíaca sintomática se tratan comúnmente con procedimientos como la terapia de resincronización cardíaca (TRC) mediante la implantación de un dispositivo específico para el corazón.
En este procedimiento, los electrodos del marcapasos se implantan en el tejido miocárdico para estimular artificialmente el órgano.
Los sitios de estimulación ahora se están evaluando para detectar cicatrices en los tejidos a fin de determinar las localizaciones que responderán mejor a la colocación del electrodo.
La determinación de la extensión del daño tisular o la cicatrización en los sitios potenciales de estimulación es una forma novedosa de realizar esta evaluación. El objetivo final es proporcionar una TRC que sea específica del paciente y, por lo tanto, más efectiva.
La extensión de la cicatrización en el miocardio cardíaco también se denomina a menudo como transmuralidad de la cicatriz. Una cicatriz completamente transmural corre a lo largo del miocardio.
Es difícil medir la transmuralidad, ya que debe cuantificarse en las tres direcciones espaciales a partir de una imagen pixelada de cicatriz reconstruida tridimensionalmente (3D).
La resonancia magnética (RM) sigue siendo el estándar de oro para la caracterización del tejido cardíaco. Una técnica de imágenes de resonancia magnética conocida como realce tardío de gadolinio (LGE por sus siglas en inglés) proporciona una visualización en 3D del tejido cardíaco con una intensidad relativamente alta dentro de las áreas marcadas.
La evaluación de cicatrices con imágenes de LGE antes de la colocación de dispositivos de resincronización ha demostrado mejorar los resultados de los pacientes en estos procedimientos y la transmuralidad se ve cada vez más como una métrica de cicatriz importante.
La mayoría de los implantadores utilizan la colocación empírica del electrodo. Una región identificada por tener una tasa de respuesta deficiente es el tejido miocárdico con cicatriz transmural.
Son pocos los estudios que miden con precisión la transmuralidad del tejido cicatricial en el ventrículo izquierdo (VI). La mayoría de los estudios carecen de una validación adecuada de su técnica de medición de transmuralidad.
Basado en esta carencia, este estudio presenta una técnica de análisis de imágenes para calcular la transmuralidad de la cicatriz utilizando la resonancia magnética mediante realce tardío con gadolinio. La técnica se valida utilizando fantasmas bajo un sistema de guía de imágenes CRT.
El estudio concluye que la transmuralidad de la cicatriz se puede medir con precisión en ciertas situaciones y mediante validación con fantasmas logrando una precisión importante.
* Karim R, Panayiotou M, Chowdhury O, Housden RJ, Hummady S, Toth D, Kurzendorfer T, Mountney P, Rhode K. Image Data Analysis for Quantifying Scar Transmurality in MRI phantoms for Cardiac Resynchronisation Therapy. Conf Proc IEEE Eng Med Biol Soc. 2018 Jul;2018:1111-1114. doi: 10.1109/EMBC.2018.8512448.