Investigadores del Departamento de Epidemiología, Bioestadística y Salud Ocupacional, y el Departamento de Medicina Experimental de la Universidad McGill de Montreal, Quebec, Canadá. realizaron una revisión sistemática y metaanálisis de la bibliografía disponible con el propósito de medir en los pacientes la eficacia de los teléfonos móviles para analizar la adherencia a sus respectivos tratamientos de las enfermedades crónicas que padecen*.
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Los médicos canadienses introdujeron el tema indicando que la creciente prevalencia de enfermedades crónicas se ha convertido en un importante problema de salud pública.
A nivel mundial, 1 de cada 3 adultos padece más de una enfermedad crónica, y en países de altos ingresos, la estimación se acerca a 3 de cada 4 adultos mayores.
Las enfermedades crónicas tienen importantes repercusiones en la salud, los pacientes y la economía, y su prevalencia está aumentando considerablemente.
Si bien existen diversos tipos y tratamientos para las ellas, un desafío común sigue siendo el manejo de regímenes de medicación complejos, que son necesarios para retardar la progresión de la enfermedad, prevenir otras y reducir el riesgo de consecuencias adversas para la salud.
Los medicamentos son una parte importante del manejo de aquellas enfermedades.
Sin embargo, la eficacia de los medicamentos depende principalmente de la adherencia a los mismos, definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “el grado en que el comportamiento de una persona –tomar medicamentos, seguir una dieta y/o realizar cambios en el estilo de vida– se corresponde con las recomendaciones acordadas de un proveedor de atención médica”.
Si bien la adherencia a la medicación es clínicamente esencial para el manejo de enfermedades crónicas, la OMS estima que solo el 50% de los pacientes toman los medicamentos según lo prescrito en los países de altos ingresos.
Las causas de la falta de adherencia a la medicación son complejas y pueden incluir información insuficiente sobre la enfermedad y el uso de medicamentos, efectos adversos, incapacidad para pagarlos y mala memoria.
Los costos clínicos y económicos de la falta de adherencia a la medicación son inmensos; por ejemplo, en los Estados Unidos, la mala adherencia a la medicación causa entre el 33% y el 69% de todas las hospitalizaciones relacionadas con la medicación y resulta en unos 100 mil millones de dólares en costos de atención médica por año.
Si bien existen muchas intervenciones para apoyar la adherencia a la medicación para enfermedades crónicas, como las entrevistas motivacionales y la educación multidisciplinaria dirigida por farmacéuticos, estas intervenciones requieren mucho tiempo y trabajo.
Se necesitan intervenciones más prácticas para mejorar la adherencia a la medicación de los pacientes con enfermedades crónicas.
Las aplicaciones móviles tienen el potencial de apoyar y aumentar significativamente la adherencia al tratamiento farmacológico.
Con más de 97 000 aplicaciones de salud móvil (mHealth) disponibles en varias plataformas, la quinta categoría más grande de aplicaciones de mHealth está dirigida a la gestión de condiciones médicas, incluida la adherencia a la medicación.
Solo en 2017, se estimaba que había 10 000 aplicaciones de mHealth que proporcionaban recordatorios de medicamentos.
En comparación con otras intervenciones digitales que tienen como objetivo la adherencia a la medicación, como las cajas de medicamentos electrónicas que registran la fecha y la hora en que se abrió la caja para que se genere un registro detallado de cuándo se tomaron los remedios, las aplicaciones, debido a la naturaleza ubicua de los teléfonos inteligentes, son intervenciones de adherencia a la medicación significativamente accesibles y de bajo costo.
Las aplicaciones de adherencia a la medicación tienen como objetivo consolidar toda la información específica de la medicación de un usuario en un solo lugar y brindar educación esencial sobre la enfermedad o la atención.
Las características de las aplicaciones actuales para la adherencia a la medicación incluyen recordatorios para el consumo y la renovación de medicamentos, dosis que se pueden examinar, registros de datos a los que pueden acceder los pacientes o cargarlos a los proveedores de atención médica e información sobre las drogas, como efectos adversos o dosis.
Según Heldenbrand et al, estas características se pueden clasificar en general en
características generales,
atributos de adherencia,
gestión de medicamentos y
conectividad.
Las características generales incluyen aplicaciones gratuitas multilingües, compatibles con múltiples plataformas y sin publicidad.
Los atributos de adherencia incluyen el seguimiento de las dosis tomadas y omitidas, recordatorios personalizados de medicamentos específicos y redes sociales médicas.
Las características de gestión de medicamentos incluyen instrucciones complejas, bases de datos de información sobre medicamentos y la capacidad de identificar posibles interacciones.
Las características de conectividad incluyen almacenamiento de datos en la nube, la posibilidad de exportar y compartir datos, y la posibilidad de generar recordatorios sin conexión móvil ni wifi.
Si bien el número de aplicaciones dirigidas a la adherencia a la medicación está aumentando, es necesario realizar más investigaciones sobre el uso de estas aplicaciones móviles por parte de los pacientes, las características específicas de las aplicaciones y su efecto en la adherencia a la medicación,
Las revisiones sistemáticas previas sobre el impacto de las aplicaciones móviles en la adherencia a la medicación se han centrado predominantemente en la adherencia independientemente de si se trata de afecciones agudas o crónicas, o en una afección específica, como el asma o las enfermedades cardiovasculares.
Algunas no incluyeron metaanálisis, lo que dificulta la cuantificación de su impacto.
Además, dado el rápido aumento de aplicaciones para evaluar la adherencia a la medicación y la posibilidad de incorporar funciones técnicas avanzadas, se justifica una revisión de la evidencia más actualizada.
Por lo tanto, el objetivo de esta revisión sistemática fue investigar la eficacia de las aplicaciones móviles para mejorar la adherencia a la medicación en ensayos controlados aleatorizados (ECA) de pacientes con enfermedades crónicas.
Insistiendo en estos conceptos, la adherencia a la medicación es crucial para el manejo de enfermedades crónicas.
Las aplicaciones móviles pueden tener el potencial, a través de una amplia variedad de funciones, de apoyar y mejorar dicha adherencia.
Por tal motivo, el propósito de esta revisión sistemática fue evaluar la efectividad de los teléfonos móviles para promover la adherencia a la medicación en pacientes con enfermedades crónicas.
A tales efectos, se realizaron búsquedas en las bases de datos MEDLINE (Ovid), Embase (Ovid) y el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) para encontrar ensayos controlados aleatorizados (ECA) que evaluaran la efectividad de las intervenciones con aplicaciones móviles para mejorar la adherencia a la medicación en pacientes con enfermedades crónicas.
Se realizaron metaanálisis de los estudios, agrupados por escala de medición de la adherencia, sobre las diferencias medias en las puntuaciones de adherencia entre los grupos de intervención y control, utilizando modelos de efectos aleatorios.
Si se disponía de datos iniciales de adherencia, también se realizó un metaanálisis de diferencias en diferencias con un modelo de efectos aleatorios.
La evaluación del sesgo se realizó mediante la herramienta Cochrane Risk of Bias.
Esta revisión incluyó 14 ECA publicados entre 2014 y 2022, con tamaños de muestra de entre 57 y 412 participantes y una duración de las intervenciones de entre 30 días y 12 meses.
Se evaluó a diversas poblaciones de pacientes, incluyendo aquellos con enfermedad de Parkinson, enfermedad coronaria, psoriasis e hipertensión, siendo ésta la afección más común.
Los 14 estudios informaron que las intervenciones con aplicaciones mejoraron la adherencia al tratamiento, y 10 ECA demostraron una mejora estadísticamente significativa en la adherencia a la medicación.
Se realizaron tres conjuntos separados de metaanálisis, categorizados por las escalas de medición de adherencia, sobre la diferencia media entre las puntuaciones de adherencia entre los grupos de control y de intervención:
a. la Escala de adherencia a la medicación de Morisky de 8 ítems (MMAS-8; 0,57, IC del 95 % 0,33-0,80; P < ,001, I 2 = 0 %, τ 2 = 0, valor de P para la prueba de heterogeneidad = ,94),
b. la Escala de adherencia a la medicación de Morisky de 4 ítems (MMAS-4; 0,15, IC del 95 % −0,12 a 0,42; P = ,28, I 2 = 0 %, τ 2 = 0, valor de P para la prueba de heterogeneidad = ,54) y
c. una escala de porcentaje de adherencia a la medicación (18,85, IC del 95 % 2,17-35,53; P = ,03, I 2 = 63 %, τ 2 = 94,89, valor de P para la prueba de heterogeneidad = 0,10).
Además, con las puntuaciones de adherencia basal disponibles, se realizaron metaanálisis de diferencia en diferencias para los estudios que utilizaron la escala MMAS-8 (0,38; IC del 95 %: 0,15-0,62; P = 0,001; I 2 = 0 %, τ 2 = 0, valor de P para la prueba de heterogeneidad = 0,51) y para los estudios que utilizaron la escala MMAS-4 (0,55; IC del 95 %: 0,17 a 0,93; P = 0,005; I 2 = 33 %, τ 2 = 0,03, valor de P para la prueba de heterogeneidad = 0,22).
El metaanálisis de la escala MMAS-8, la escala de porcentaje de adherencia a la medicación y ambos metaanálisis de diferencia en diferencias demostraron que las intervenciones basadas en aplicaciones mejoraron la adherencia a la medicación.
Al someter a discusión sus observaciones, los autores destacaron los Principales hallazgos
Así, destacaron que se realizó una revisión sistemática de 14 ECA para evaluar la efectividad de las aplicaciones móviles en la adherencia a la medicación en el manejo de enfermedades crónicas.
Si bien la cantidad y el tipo de funciones de cada aplicación variaban, 12 tenían funciones explícitas de recordatorio de medicación.
En general, 9 de las 14 aplicaciones examinadas fueron diseñadas específicamente para una enfermedad crónica, 4 de ellos diseñados para participantes con hipertensión.
Las 5 aplicaciones restantes eran aplicaciones generales de recordatorio de medicamentos aplicadas a enfermedades crónicas.
De los 14 ECA, 10 ensayos informaron que las intervenciones basadas en aplicaciones mejoraron significativamente la adherencia a la medicación.
Los metaanálisis sobre la diferencia media en las puntuaciones de adherencia a la medicación entre los grupos de intervención y control para los estudios que utilizan la escala MMAS-8, la escala de porcentaje de adherencia a la medicación y ambos conjuntos de metaanálisis de diferencias en las diferencias indicaron que las intervenciones basadas en aplicaciones pueden mejorar la adherencia a la medicación, con heterogeneidad y significación estadística variables.
La heterogeneidad entre los estudios debe interpretarse con cautela debido al pequeño número de estudios utilizados para cada metaanálisis.
Los resultados de esta revisión coinciden con estudios previos en este campo que investigaron el uso de aplicaciones móviles para la adherencia a la medicación.
Revisiones sistemáticas previas han demostrado que las aplicaciones son eficaces para aumentar la adherencia en enfermedades crónicas específicas, como las enfermedades cardiovasculares.la hipertensión, otras enfermedades crónicas, diabetes, y condiciones generales.
La comparabilidad con otras revisiones sistemáticas sugiere que esta revisión contribuye al creciente cuerpo de evidencia que respalda las intervenciones de adherencia a la medicación basadas en aplicaciones.
Esta revisión puede compararse con otros tipos de intervenciones para la adherencia a la medicación.
Las intervenciones educativas son uno de los métodos más utilizados para mejorar la adherencia, con eficacia variable.
Por ejemplo, una revisión sistemática y un metaanálisis de 12 estudios revelaron que las intervenciones educativas verbales en pacientes con hipertensión mejoraron la adherencia, con evidencia de calidad baja a moderada.
La duración media del seguimiento fue de 6 meses, y se encontró un pequeño efecto global estadísticamente significativo en la adherencia a la medicación (Cohend= 0,18, IC del 95 %: 0,01-0,34;P< 0,04).
La hipertensión fue la afección más prevalente en esta revisión, y comparativamente, el estudio canadiense encontró que las aplicaciones tuvieron un mayor efecto en la adherencia, con menos seguimiento, siendo la duración media de los estudios, de 3 meses.
Por ejemplo, en el metaanálisis de los estudios que utilizaron la escala MMAS-8, la diferencia media fue de 0,57 (IC del 95 %: 0,33-0,80,I2= 0 %, τ2= 0,P= 0,94) y el análisis de diferencias en diferencias fue de 0,38 (IC del 95 %: 0,15-0,62,I2= 0 %, τ2= 0,P= 0,51).
Otra revisión sistemática y metaanálisis de 6 ECA encontró que los programas educativos no tuvieron un efecto significativo 1 mes después de la intervención, pero mejoraron significativamente la adherencia entre los pacientes con enfermedad coronaria entre 2 y 6 meses después de la intervención con evidencia moderada (diferencia de medias estandarizada = 1,13, IC del 95 % 0,33-1,94; P = 0,006).
Si bien la magnitud del efecto entre los 2 y los 6 meses fue mayor que la de los resultados de la revisión aquí comentada, el período de seguimiento fue mayor que la duración promedio de esta revisión y se limitó a una sola población de pacientes, mientras que la revisión de Quebec incluyó varias enfermedades crónicas.
En comparación con estas revisiones sobre intervenciones educativas, los resultados de esta revisión sistemática demostraron que las intervenciones con aplicaciones móviles logran mejoras consistentes y moderadas en la adherencia a la medicación, en una amplia gama de enfermedades crónicas y en un período más corto.
Además, en comparación con el uso intensivo de recursos de las intervenciones educativas, las aplicaciones móviles pueden ser herramientas menos costosas, más accesibles y escalables que pueden utilizarse junto con otras iniciativas de adherencia a la medicación, como los programas educativos.
Los autores señalaron limitaciones de la actual revisión.
De los resultados de la evaluación Cochrane del Riesgo de Sesgo, puede inferirse que los estudios utilizados en esta revisión son de calidad moderada.
La evaluación del sesgo destaca como principales preocupaciones el cegamiento de los participantes, el personal y los evaluadores de resultados, así como otros sesgos, como el tamaño de la muestra, las medidas de adherencia a la medicación no validadas y las técnicas de reclutamiento.
Si bien esta revisión se centró deliberadamente en todas las enfermedades crónicas, la diversidad de estudios dificultó la recopilación de datos.
Por ejemplo, la edad de los participantes en los estudios incluidos oscila entre 20,6 y 72,1 años.
Sin embargo, existen diferencias en el uso de aplicaciones móviles de salud según la edad.
Se ha demostrado que las poblaciones más jóvenes, comúnmente definidas como menores de 35 años, usan aplicaciones con mayor frecuencia que las poblaciones de mayor edad, quienes no se sienten tan cómodas usándolas.
Las diferencias en la comodidad y el uso de las aplicaciones móviles entre distintos grupos de edad pueden significar que las aplicaciones afectan la adherencia de manera diferente según la edad, lo que no se refleja en esta revisión.
Otra limitación fue la amplia variación en las intervenciones de control.
De 14 estudios, en 4 ensayos, el grupo de control no recibió intervenciones alternativas, mientras que los 10 grupos de control restantes recibieron algún tipo de intervenciones alternativas, incluidos diferentes elementos, desde exámenes físicos hasta sesiones de asesoramiento nutricional.
Estas diferencias entre el grupo de control de los ensayos dificultan la comparación de resultados entre estudios, ya que los grupos de comparación no son los mismos.
Además, la duración de la intervención osciló entre 30 días a 12 meses.
Este rango dificulta la evaluación de la duración óptima del uso de la aplicación para lograr una mayor adherencia a la medicación.
Sin embargo, dado que las enfermedades crónicas afectan a diferentes poblaciones y tienen diversos tratamientos, se anticiparon estas diferencias, lo que permitió realizar una revisión para resumir la eficacia de las aplicaciones móviles en la gestión de la adherencia a la medicación para enfermedades crónicas.
Dado que no existe una forma estandarizada de medir la adherencia, los estudios incluidos en esta revisión utilizaron diversos métodos, como el autoinforme con diferentes escalas de medición, el recuento de pastillas y la monitorización electrónica.
Esto dificultó la agrupación de datos para realizar un metaanálisis y obtener una única medida resumida de la adherencia.
En su lugar, se realizaron múltiples metaanálisis basados en el tipo de medida de adherencia a la medicación, y cada uno demostró que las aplicaciones móviles son eficaces para promoverla.
Finalmente, 11 de 14 estudios utilizaron medidas de autoinforme de adherencia.
Estas medidas tienen diferentes preguntas, respuestas y períodos de recuerdo, pueden estar sujetas a sesgos de deseabilidad social y de memoria, y tienden a sobreestimar la adherencia a la medicación en comparación con otros métodos de evaluación.
Dado que la mayoría de los estudios analizados utilizaron medidas autoinformadas, la precisión de las medidas de adherencia a la medicación podría ser preocupante.
Sin embargo, las medidas autoinformadas son los instrumentos más utilizados para medir la adherencia en el ámbito clínico y de investigación, y se prefieren por su rapidez, eficiencia y bajo coste de recursos.
Los autores se adentraron también en las perspectivas futuras
Se necesitan futuros estudios a gran escala con medidas estandarizadas de adherencia a la medicación para comprenderla, y mejorarla para el manejo de enfermedades crónicas.
Futuras revisiones sistemáticas podrían investigar el impacto de funciones específicas de las apps.
Dado que todos los estudios concluyeron que las apps de salud móvil mejoraron la adherencia a la medicación, sería interesante investigar qué funciones de las apps tuvieron el mayor impacto y si existían diferencias entre las apps con más funciones y las que solo ofrecían recordatorios.
De igual forma, los 14 ECA tuvieron una duración de intervención que osciló entre 30 días y 12 meses.
Se podría investigar cuál es el tiempo y la frecuencia mínimos de uso de la app para modificar la adherencia.
Otra línea interesante para futuras investigaciones es considerar estudios con apps móviles implementadas en la práctica clínica y evaluar su impacto.
Finalmente, futuras revisiones sistemáticas podrían investigar la eficacia de las aplicaciones de mHealth para la adherencia a la medicación desde la perspectiva del paciente.
Para abordar esto, existe un número creciente de estudios que investigan la perspectiva del paciente mediante métodos cualitativos, como los grupos focales.
Por ejemplo, para investigar la comodidad de los pacientes de atención primaria al compartir información de salud a través de dispositivos móviles, su conocimiento y el uso de portales para pacientes, 918 pacientes completaron una encuesta.
Se observó que los pacientes se sentían más cómodos compartiendo información de mHealth con los proveedores que dejando que terceros la almacenaran, y que los pacientes mayores de 55 años se sentían menos cómodos compartiendo información con los proveedores.
Estudios como este, que investigaron las perspectivas de los pacientes sobre las aplicaciones de adherencia a la medicación y su eficacia, podrían utilizarse en la revisión.
El conocimiento resumido se utilizaría para desarrollar aplicaciones de adherencia más eficaces o para evaluar su eficacia.
Como conclusiones, esta revisión sistemática demostró que el uso de aplicaciones móviles se asocia con una mayor adherencia a la medicación, lo que indica que las aplicaciones pueden mejorar la adherencia en enfermedades crónicas.
Las aplicaciones investigadas en esta revisión ofrecían diversas funciones, desde simples recordatorios hasta rastreadores de síntomas y un agente de relaciones basado en teléfonos inteligentes, lo que demuestra que diversas funciones de las aplicaciones pueden favorecer la adherencia a la medicación.
Esta revisión presenta limitaciones, como la variación en la magnitud del efecto entre los estudios, la diversidad de grupos de control y las medidas de adherencia a la medicación autoinformadas.
Se necesita más evidencia, incluyendo ensayos a mayor escala con métodos estandarizados de medición de la adherencia, para concluir firmemente que las aplicaciones móviles pueden aumentarla significativamente en enfermedades crónicas.
Palabras clave: Adherencia a la medicación; revisión sistemática; aplicaciones móviles; enfermedades crónicas; salud móvil; teléfonos inteligentes; enfermedades crónicas; salud digital; salud móvil
* Lanke V, Trimm K, Habib B, Tamblyn R. Evaluating the Effectiveness of Mobile Apps on Medication Adherence for Chronic Conditions: Systematic Review and Meta-Analysis. J Med Internet Res. 2025 Jul 31;27:e60822. doi: 10.2196/60822. PMID: 40743450; PMCID: PMC12312993.