La fibrilación auricular de nuevo inicio (NOAF, por sus siglas en inglés) sigue siendo una arritmia común en el infarto agudo de miocardio (IAM), y está estrechamente relacionada con el aumento de la mortalidad cardiovascular posterior.
Teniendo en cuenta esta premisa, autores de nacionalidad china publicaron en la edición de junio de Medicine de Baltimore una revisión sistemática y metaanálisis con el propósito de investigar los factores de riesgo clínicos para la ocurrencia de fibrilación auricular de inicio reciente en el infarto agudo de miocardio*.
Consideran los autores que el infarto agudo de miocardio (IAM) sigue siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo. A pesar del uso generalizado de las terapias contemporáneas, la fibrilación auricular de inicio reciente (NOAF, por sus siglas en inglés) sigue siendo una arritmia común en el IAM, y está estrechamente relacionada con un pronóstico mucho peor que incluye hospitalización prolongada y mortalidad por todas las causas.
Por lo tanto, la identificación de los factores de riesgo clínico relacionados con la NOAF en el IAM es un objetivo importante. Estudios previos han demostrado varios factores de riesgo relacionados con la aparición de NOAF, como los niveles elevados de la proteína C reactiva, el péptido natriurético pro-cerebral N-terminal, la puntuación CHADS2, la troponina T de alta sensibilidad, la fracción de eyección del ventrículo izquierdo, el diámetro de la aurícula izquierda y la obesidad, entre otros.
Sin embargo, la estratificación definitiva del riesgo de NOAF en el IAM sigue siendo incierta, por lo cual el objetivo de esta revisión sistemática y metaanálisis fue resumir los factores de riesgo clínicos para la aparición de NOAF en el contexto de un IAM.
Solo unos pocos estudios evaluaron directamente las asociaciones entre la edad o la frecuencia cardíaca (HR por sus siglas en inglés) y NOAF en pacientes con IAM. Por lo tanto, se realizó este metaanálisis integral para explorar el impacto de la edad o la FC basal en la aparición de NOAF después de un IAM mediante la recopilación de datos de estudios publicados anteriormente.
Además, también se evaluó la relación de la presión arterial sistólica (PAS) o la presión arterial diastólica (PAD) y la aparición de NOAF.
Se incluyeron en el metaanálisis un total de 9570 pacientes. En general, los niveles de edad avanzada y aumento de la frecuencia cardíaca (HR) tuvieron una asociación positiva significativa con NOAF en estos pacientes.
El metaanálisis demostró que los mayores niveles de FC hallados en el ingreso estaban relacionados con un mayor riesgo de NOAF después de la evolución de un IAM.
Como se sabe, la edad avanzada se asocia con una mayor prevalencia y gravedad de la enfermedad de arterial coronaria y un mayor riesgo de complicaciones isquémicas y mortalidad.
Los pacientes de mayor edad a menudo tenían más comorbilidades, por lo que no fue difícil entender que la edad avanzada fue un importante factor predisponente para el desarrollo de la FA.
La FC es un signo vital fácil y ubicuo en cada encuentro clínico con un paciente, y se asocia con un mayor riesgo cardiovascular en la población general.
La evidencia también mostró que los valores de FC en el ingreso podrían predecir de forma independiente la mortalidad en pacientes con IAM.
Benjamin et al demostraron que un aumento de la FC> 65 lpm se relacionó con peores resultados, incluida la mortalidad por todas las causas y causas específicas, así como eventos cardiovasculares adversos en pacientes con FA.
La variabilidad de la FC se controla mediante un equilibrio entre los sistemas simpático y parasimpático, y las halladas en reposo persistentemente altas se observan en situaciones de estrés, enfermedades crónicas e inactividad física.
Varios estudios indicaron que el control de la frecuencia era propicio para reducir la morbilidad y la mortalidad cardiovascular; por lo tanto, su control se adoptó como terapia de primera línea en muchos pacientes con FA.
Además, más allá de las expectativas, este metaanálisis encontró que la TA sistólica y diastólica de ingreso no estaban asociadas con NOAF en el IAM. Sin embargo, debido al pequeño tamaño de la muestra, el resultado de la presión arterial y NOAF en este análisis debe interpretarse con cautela.
Para terminar, los autores concluyen que en pacientes con IAM, la edad avanzada y el aumento de los niveles de FC en el ingreso están relacionados con un mayor riesgo de NOAF.
* He J, Yang Y, Zhang G, Lu XH. Clinical risk factors for new-onset atrial fibrillation in acute myocardial infarction: A systematic review and meta-analysis. Medicine (Baltimore). 2019 Jun;98(26):e15960. doi: 10.1097/MD.0000000000015960.