23.09.2025

Folato-homocisteína, hipertrofia miocárdica e insuficiencia cardíaca 

Investigadores chinos publicaron en la edición del 19 de septiembre de 2025 del Journal of Advanced Research un artículo de revisión con el propósito de analizar y esclarecer el complejo vínculo del eje folato-homocisteína y su relación con la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca*.

Este será hoy el tema que desarrollará la NOTICIA DEL DÍA.

Los autores se introdujeron en el tema comenzando por indicar que el folato pertenece a un grupo de vitaminas indispensables para el crecimiento normal y el mantenimiento de una buena salud. 

El folato es una vitamina B esencial para la producción de ADN y material genético, la creación de glóbulos rojos y la división celular. 

Se encuentra naturalmente en alimentos como verduras de hoja verde, frutas y legumbres, mientras que el ácido fólico es la forma sintética presente en suplementos y alimentos fortificados. 

Su consumo es crucial, especialmente para las mujeres embarazadas, ya que ayuda a prevenir defectos congénitos del cerebro y la médula espinal en los fetos, como la espina bífida. 

Su consumo está íntimamente relacionado con:

el crecimiento y desarrollo celular: es fundamental para la creación y el mantenimiento de células nuevas y saludables en el cuerpo. 

la función del ADN: ayuda al cuerpo a producir ADN y otro tipo de material genético. 

la producción de glóbulos rojos: contribuye a la formación de glóbulos rojos, previniendo anemias. 

la prevención de defectos de nacimiento: es vital para el desarrollo saludable del cerebro y la columna vertebral del feto, reduciendo el riesgo de defectos como la espina bífida y la anencefalia. 

Sus fuentes en la naturaleza son:

• para su forma natural (folato): se encuentra en alimentos como espinacas, brócoli, espárragos, paltas (aguacates), naranjas y sus jugos, porotos (frijoles), guisantes (arvejas) y lentejas. 

• para su forma sintética (ácido fólico): es la forma utilizada en la mayoría de los suplementos dietéticos y para fortificar alimentos como panes, cereales y otros productos de granos. 

Es de subrayar su Importancia en el embarazo: 

• Las mujeres que están embarazadas o planean un embarazo deben asegurar un consumo adecuado de folato, ya que esto reduce significativamente el riesgo de defectos graves en el tubo neural del bebé.

Así, la deficiencia de folato: puede llevar a problemas como anemia, fatiga, dificultad para concentrarse y, en el embarazo, puede causar defectos en el desarrollo fetal.

Los seres humanos son totalmente incapaces de sintetizar esta sustancia y dependen exclusivamente de la ingesta dietética. 

Las estimaciones de la ingesta de nutrientes basadas en los alimentos (excluyendo alimentos fortificados y suplementos) indican que más de 4000 millones de personas, o el 54 % de la población mundial, tienen una ingesta inadecuada de folato. 

Se ha demostrado que la suplementación moderada con ácido fólico ofrece ciertos beneficios en la reducción de la presión arterial, la mejora del metabolismo de los lípidos y la glucosa, y la disminución del riesgo de accidente cerebrovascular, lo cual beneficia la supervivencia a largo plazo de las personas con alto riesgo cardiovascular.

El folato, como cofactor metabólico, juega un papel central en el metabolismo de un solo carbono, participando en varias reacciones bioquímicas, incluyendo la síntesis de purinas y timidina, el metabolismo de aminoácidos y la metilación del ADN. 

En el metabolismo de un solo carbono, el folato está estrechamente relacionado con la homocisteína.

La conversión de homocisteína a metionina depende del folato. 

La ingesta insuficiente de ácido fólico dificulta este proceso de conversión, lo que lleva a una elevación en los niveles de homocisteína. 

La acumulación de homocisteína puede llevar a hiperhomocisteinemia. 

Según algunos estudios, casi el 5-15 % de la población mundial tiene hiperhomocisteinemia. 

La prevalencia de hiperhomocisteinemia puede ser mayor en ciertas poblaciones específicas, como individuos con enfermedades cardiovasculares, hipertensión y ancianos. 

Algunos estudios han demostrado que la hiperhomocisteinemia aumenta la probabilidad de daño endotelial, inflamación, accidente cerebrovascular y enfermedad cardiovascular (ECV). 

En pacientes con enfermedad renal terminal, la hiperhomocisteinemia se considera un marcador fiable de morbilidad y mortalidad cardiovascular. 

La suplementación con ácido fólico tiene el potencial de reducir los niveles de homocisteína, disminuyendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares. 

Además, la suplementación con ácido fólico también puede afectar la modulación proteica postraduccional, lo que influye positivamente en la función contráctil del corazón.

Por su lado, la hipertrofia miocárdica se define como el proceso patológico de aumento del volumen de los cardiomiocitos y engrosamiento de la pared ventricular. 

La homeostasis mitocondrial deteriorada, que abarca desequilibrios en las proteínas acetiladas y actividad reducida de SIRT3 (enzima clave en las mitocondrias que regula la función y el metabolismo celular, protegiendo contra el estrés oxidativo y el daño mitocondrial; factor de riesgo para la hipertrofia miocárdica). 

Además, la hiperhomocisteinemia leve puede inducir o exacerbar la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca a través de mecanismos como la disfunción endotelial, mientras que la deficiencia de creatina quinasa mitocondrial (CKmito) deteriora el metabolismo energético del miocardio, altera la función mitocondrial y el equilibrio redox y, por lo tanto, promueve la remodelación cardíaca patológica. 

La hipertrofia miocárdica a menudo se desencadena por sobrecarga de presión/volumen, factores genéticos o trastornos metabólicos. 

La evidencia acumulada sugiere que los trastornos metabólicos, especialmente la disfunción del metabolismo del folato y el desequilibrio de la homeostasis de la homocisteína, pueden exacerbar significativamente o incluso inducir la remodelación hipertrófica cardíaca a través de mecanismos epigenéticos, oxidativos e inflamatorios. 

La hiperhomocisteinemia está significativamente asociada con la hipertrofia miocárdica en pacientes hipertensos. 

Experimentos han demostrado que la hiperhomocisteinemia inducida por una dieta rica en metionina puede promover el modelo de ratones de hipertrofia miocárdica inducida por angiotensina Ⅱ (AngⅡ). 

La suplementación con ácido fólico puede corregir la hiperhomocisteinemia y mitigar la hipertrofia miocárdica inducida por AngⅡ al inhibir la vía de señalización del factor nuclear de calcineurina de células T activadas (NFAT).

Durante la etapa avanzada de la hipertrofia patológica, la aparición de apoptosis miocárdica puede, en última instancia, acelerar la progresión a insuficiencia cardíaca. 

La insuficiencia cardíaca, una afección cardíaca crónica y a menudo potencialmente mortal, es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. 

La lesión miocárdica primaria induce disfunción ventricular, que a su vez activa el sistema nervioso simpático (SNS) y el sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA). 

La sobreactivación a largo plazo de estos sistemas exacerba el daño miocárdico al aumentar el consumo de oxígeno miocárdico y promover una remodelación adversa. 

Además, la producción de citocinas proinflamatorias y los cambios hemodinámicos también contribuyen e impulsan la progresión de la insuficiencia cardíaca. 

Un estudio demostró que la suplementación con ácido fólico de 0,4 a 5 mg durante dos meses redujo los niveles de homocisteína en personas sanas y podría haber reducido los niveles de propéptido natriurético cerebral N-terminal (NT-proBNP) (casi significativo al 10 %) en individuos con un NT-proBNP basal > 40 ng/L. 

Sin embargo, la suplementación con ácido fólico no tiene efecto en personas sanas con NT-proBNP < 40 ng/L. 

Los resultados indican que la regulación del ácido fólico y la homocisteína podría estar involucrada en la regulación de indicadores relacionados con la insuficiencia cardíaca.

Por lo tanto, es crucial comprender a fondo la relación entre el metabolismo del folato, los niveles de homocisteína y la progresión de la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca. 

Se espera que este conocimiento proporcione una nueva perspectiva sobre el mecanismo fisiopatológico de la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca, impulsando así el descubrimiento de nuevas dianas terapéuticas y estrategias de prevención.

En síntesis, a nivel mundial, la patogénesis y la progresión de muchas enfermedades humanas están estrechamente relacionadas con el trastorno del metabolismo del folato. 

La evidencia emergente de investigaciones recientes ha subrayado el papel fundamental del metabolismo del folato en la homeostasis cardiovascular, en particular en el contexto de la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca (IC). 

A pesar de la abundante investigación previa, los mecanismos fisiopatológicos subyacentes aún no se han dilucidado por completo.

Para explorar en profundidad las complejas interrelaciones entre el metabolismo del folato, la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca, esta revisión dilucidó sistemáticamente el impacto del eje folato-homocisteína (Hcy) en la hipertrofia miocárdica y la progresión de la IC, integrando tanto la evidencia experimental como las observaciones clínicas. 

También investigó cómo las variaciones genéticas y los factores ambientales modulan el metabolismo del folato y sus vínculos mecanísticos con el desarrollo de la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca. 

Además, exploró las modificaciones epigenéticas y su intrincada interacción con el eje folato-homocisteína-cardiopatía, proporcionando un marco integral de la fisiopatología subyacente. 

Finalmente, propuso posibles estrategias terapéuticas dirigidas al eje folato-homocisteína para la hipertrofia miocárdica y la IC.

La deficiencia de folato puede provocar la acumulación de homocisteína, lo que resulta en hiperhomocisteinemia (HHcy), la cual contribuye al desarrollo de hipertrofia miocárdica e insuficiencia cardiaca (IC). 

Corregir el desequilibrio del eje folato-homocisteína puede interrumpir esta cascada patológica, posicionando el eje folato-homocisteína como un posible objetivo para el tratamiento de la hipertrofia miocárdica y la IC.

Al considerar los conceptos antedichos, los autores señalaron que el folato y la homocisteína están estrechamente relacionados con la aparición y el desarrollo de la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca. 

La homocisteína tiene efectos adversos sobre el miocardio y los vasos sanguíneos a través de una variedad de mecanismos, mientras que el folato puede desempeñar un papel de intervención en la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca al reducir el nivel de homocisteína, mejorar la función endotelial vascular e inhibir la hipertrofia de los cardiomiocitos. 

Por lo tanto, el eje folato-homocisteína es esencial para el tratamiento de la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca. 

Los autores proporcionaron una revisión completa del metabolismo del folato, la homocisteína y su asociación con la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca para comprender mejor las complejas relaciones y mecanismos involucrados.

En primer lugar, realizaron un estudio exhaustivo sobre el folato y distinguieron claramente su diferencia con el ácido fólico. 

El folato pertenece al grupo de las vitaminas B. 

Es un micronutriente esencial que debe obtenerse de los alimentos. 

El folato es una forma reducida del ácido poliglutámico, que se convierte en 5-MTHF mediante el tratamiento intestinal. 

Por su parte, el ácido fólico es un precursor oxidado del ácido monoglutámico, cuya conversión requiere una reacción de varios pasos.

A continuación, presentaron la diversidad de metabolitos del folato a nivel bioquímico, los cuales participan en diversas funciones celulares, como la síntesis de nucleótidos y la generación de grupos metilo. 

Específicamente, en la biosíntesis de nucleótidos, múltiples derivados de un carbono del tetrahidrofolato participan en la síntesis de purinas y pirimidinas. 

La deficiencia de folato afecta la eficiencia de la síntesis de ADN e induce inestabilidad del mismo. 

En la vía de metilación, la deficiencia de folato altera el suministro de grupos de un carbono necesarios para las reacciones de metilación, lo que resulta en la acumulación de homocisteína; esto puede conducir a la hipometilación del ADN y enfermedades relacionadas.

Como donante clave de metilo y transportador de una unidad de carbono, el metabolismo del folato presenta heterogeneidad funcional en diferentes tipos celulares, lo que afecta las funciones celulares mediante la regulación de vías de señalización o vías metabólicas específicas, como la protección de los cardiomiocitos, la mejora de la función de las células endoteliales y efectos diferenciales en diferentes fibroblastos en ratones modelo con enfermedad de Alzheimer de inicio temprano. 

Está relacionado con la aparición y el desarrollo de muchas enfermedades. 

Al mismo tiempo, también demostraron que el metabolismo anormal del folato es un vínculo causa-efecto con muchas enfermedades (como enfermedades cardiovasculares, malformaciones congénitas, cáncer, etc.), enfatizando que asegurar un nivel adecuado de folato es esencial para la función celular normal y la prevención de problemas de salud causados por la actividad anormal relacionada con el ADN, lo cual es de gran importancia en la prevención de enfermedades.

Además, destacaron la homocisteína como un mediador central en la interacción entre el metabolismo del folato, la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca. 

Cuando el folato es deficiente, la remetilación de la homocisteína se ve afectada, lo que resulta en su acumulación excesiva en el organismo y la aparición de hiperhomocisteinemia. 

Estudios clínicos han confirmado que la hiperhomocisteinemia está estrechamente relacionada con la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca. 

Los niveles elevados de homocisteína pueden promover la remodelación patológica de los cardiomiocitos, inducir hipertrofia miocárdica, exacerbar la fibrosis miocárdica y causar anomalías en la estructura y función cardíacas. 

Los mecanismos subyacentes pueden incluir un aumento del estrés oxidativo, la activación de las respuestas inflamatorias y la disfunción endotelial vascular, entre otros. 

Estos cambios deterioran aún más la función sistólica y diastólica cardíaca, lo que en última instancia impulsa la progresión de la insuficiencia cardíaca. 

Por lo tanto, como intermediario clave en el metabolismo del folato, la homocisteína desempeña un papel fundamental en la vinculación del nivel de folato con enfermedades cardiovasculares como la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca.

Analizaron datos epidemiológicos, así como una variedad de evidencia experimental y clínica, y encontraron que el folato y la homocisteína están estrechamente asociados con la hipertrofia miocárdica. 

Numerosos estudios se han centrado en el papel de la hiperhomocisteinemia, que a menudo es causada por la deficiencia de folato, en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, incluyendo la hipertrofia miocárdica. 

Esta revisión también investigó los mecanismos por los cuales la homocisteína y el folato influyen en la hipertrofia miocárdica. 

La investigación ha indicado que la suplementación con ácido fólico puede reducir el contenido de homocisteína en el corazón, prevenir la fibrosis cardíaca y el estrés oxidativo, y también aliviar la hipertrofia miocárdica en algunos hijos. 

Estos hallazgos subrayan el potencial del ácido fólico en la mitigación de la hipertrofia miocárdica impulsada por la homocisteína. 

El estrés oxidativo es el mecanismo clave a través del cual la homocisteína y el ácido fólico regulan la hipertrofia miocárdica. 

La homocisteína puede aumentar significativamente la producción de ROS en los cardiomiocitos; esta elevada producción de ROS activa aún más la vía de señalización MAPK, incluyendo ERK1/2, p38 MAPK y JNK. 

Las MAPK activadas fosforilan complejos de factores de transcripción como AP-1 y NF-κB, que a su vez regulan positivamente la expresión de genes relacionados con la hipertrofia miocárdica (p. ej., β-MHC) y, por lo tanto, promueven la hipertrofia miocárdica. 

Por el contrario, varios estudios han demostrado que el ácido fólico puede aliviar el estrés oxidativo, el daño al ADN y el deterioro de la defensa antioxidante inducidos por la hiperhomocisteinemia, a la vez que ayuda a restaurar las funciones cardíacas relacionadas. 

Por lo tanto, el ácido fólico puede proteger el corazón contra el estrés oxidativo inducido por Hcy e inhibir la progresión de la hipertrofia miocárdica.

La hiperhomocisteinemia puede promover la hipertrofia miocárdica al inducir inflamación cardíaca. 

Mecanísticamente, la homocisteína puede aumentar la expresión de calcineurina y NFAT estimulada por Ang II, mientras que el ácido fólico puede atenuar este efecto en cardiomiocitos de ratones y ratas neonatales. 

Por otro lado, el ácido fólico puede regular la respuesta inflamatoria causada por la homocisteína, por ejemplo, al reducir los niveles de homocisteína y mejorar la sensibilidad a la insulina para ayudar a la regulación inflamatoria. 

Además, el ácido fólico puede prevenir enfermedades cardiovasculares en pacientes con artritis reumatoide al reducir los niveles de homocisteína y bloquear el estrés oxidativo. 

Dado que el estrés oxidativo está estrechamente relacionado con la amplificación de la inflamación cardíaca, estas acciones del ácido fólico podrían, en conjunto, ser la base de su efecto cardioprotector contra la hipertrofia miocárdica inducida por Hcy.

La homocisteína puede inducir la apoptosis de los cardiomiocitos, mientras que el ácido fólico ejerce un efecto antiapoptótico para contrarrestar este daño. 

Por ejemplo, el tratamiento de cardiomiocitos H9C2 con homocisteína reduce la viabilidad celular, desencadena tanto la necrosis como la apoptosis, y activa la fosforilación de ERK y JNK. 

Por el contrario, el ácido fólico ejerce efectos antiapoptóticos a través de múltiples mecanismos: alivia el estrés oxidativo, regula la expresión de genes relacionados con la apoptosis, previene la atrofia telomérica y modula la metilación del ADN de VPO1. 

Cabe destacar que el ácido fólico también inhibe la apoptosis inducida por Hcy en los cardiomiocitos. 

En conclusión, la hiperhomocisteinemia exacerba la hipertrofia miocárdica al inducir estrés oxidativo, activar respuestas inflamatorias y promover la apoptosis de los cardiomiocitos. 

El ácido fólico, por el contrario, puede mitigar estos daños mediados por Hcy al regular el metabolismo de la homocisteína y reducir su acumulación. 

En conjunto, el eje ácido fólico-homocisteína proporciona un objetivo terapéutico potencial para el tratamiento de la hipertrofia miocárdica.

En el análisis de estudios epidemiológicos, los autores identificaron una asociación significativa entre el eje folato-homocisteína y la insuficiencia cardíaca. 

El folato desempeña un papel crucial en el metabolismo de la homocisteína. 

La deficiencia de folato provoca hiperhomocisteinemia, y los niveles elevados de homocisteína pueden inducir disfunción endotelial, aumentar el riesgo de aterosclerosis, desencadenando así isquemia e infarto de miocardio y, en última instancia, progresando a insuficiencia cardíaca. 

Una ingesta suficiente de ácido fólico reduce los niveles de homocisteína, previene el daño asociado y reduce el riesgo de insuficiencia cardíaca. 

Sin embargo, los hallazgos de los estudios clínicos que investigan la suplementación con ácido fólico para la prevención y el tratamiento de la insuficiencia cardíaca han sido inconsistentes. 

En conclusión, a pesar del prometedor potencial terapéutico de las intervenciones basadas en folato en pacientes con insuficiencia cardíaca, se requiere más investigación para determinar la dosis, la duración y la combinación óptimas de la suplementación con ácido fólico, así como para evaluar su seguridad y eficacia a largo plazo. 

Se necesitan ensayos controlados aleatorizados a gran escala para proporcionar evidencia más concluyente que respalde el papel del ácido fólico en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca.

Finalmente, exploraron las interacciones entre factores genéticos y ambientales que afectan el eje folato-homocisteína, la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca. 

Polimorfismos genéticos como MTHFR C677T pueden reducir significativamente la actividad enzimática, lo que resulta en niveles elevados de homocisteína y un mayor riesgo cardiovascular. 

Este eje metabólico también se ve modulado por factores ambientales como la dieta, el tabaquismo, el consumo de alcohol y los medicamentos. 

Por ejemplo, la ingesta dietética de folato reduce la hiperhomocisteinemia, mientras que el tabaquismo y el consumo de alcohol la exacerban. 

El metotrexato y los fármacos antiepilépticos también interfieren con el metabolismo del folato y elevan los niveles de homocisteína. 

En segundo lugar, enumeraron los efectos de la microbiota intestinal sobre el metabolismo del folato y la homocisteína, que han sido líneas de investigación de gran interés en los últimos años. 

Mientras tanto, la modificación epigenética desempeña un papel crucial en la investigación de los mecanismos subyacentes a las enfermedades cardiovasculares. 

El folato y la homocisteína son reguladores clave de este proceso de modificación epigenética. 

Por ejemplo, las unidades de un carbono derivadas del folato son esenciales para la síntesis de SAM (Sadenosylmethionine), mientras que la hiperhomocisteinemia o las deficiencias de folato/vitamina B12 pueden interrumpir la producción de SAM e inducir, por lo tanto, la hipometilación del ADN. 

Cabe destacar que la SAM también actúa como donante de metilo para la metilación de histonas; por lo tanto, los niveles anormales de homocisteína o la deficiencia de folato pueden perturbar el ciclo de la metionina, lo que provoca alteraciones en el estado de metilación de las histonas. 

Además, factores ambientales y del estilo de vida pueden modular las modificaciones epigenéticas, formando interacciones complejas con genes y reguladores epigenéticos dentro del eje folato-homocisteína-cardiopatía, lo que a su vez influye en la progresión de la enfermedad. 

En resumen, la metilación del ADN y la modificación de las histonas son mecanismos críticos a través de los cuales el eje folato-homocisteína afecta la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca. 

Un análisis profundo de estos procesos puede contribuir a una mejor comprensión de la fisiopatología de la enfermedad y facilitar el desarrollo de estrategias terapéuticas basadas en la epigenética.

La explicación mecanicista de este artículo sobre la relación entre el eje folato-homocisteína y la hipertrofia miocárdica/insuficiencia cardíaca es provocadora, pero su tesis central enfrenta importantes desafíos: la relación causal entre la hiperhomocisteinemia y los criterios de valoración cardiovasculares no se ha establecido completamente en estudios en humanos. 

Debido a la falta de programas de intervención estandarizados y la verificación de ensayos controlados aleatorizados (ECA) con muestras grandes, no se ha confirmado que la reducción de la homocisteína (especialmente mediante ácido fólico) pueda mejorar significativamente el pronóstico de la insuficiencia cardíaca. 

El artículo podría sobreestimar el efecto de la hiperhomocisteinemia independientemente de los factores de riesgo tradicionales importantes, como la hipertensión, y subestimar la complejidad del mecanismo y los efectos de confusión. 

La aplicación directa de los hallazgos mecanicistas basados en modelos animales a la práctica clínica es cuestionable. 

Además, las estrategias de intervención con ácido fólico presentan limitaciones, como la significativa variabilidad individual y la incapacidad de revertir el daño existente. 

Estudios han demostrado que la suplementación excesiva con ácido fólico exacerba la disfunción cardíaca al interferir con la expresión génica y las vías metabólicas. 

Sin embargo, estos estudios solo se han realizado en modelos murinos; dado que pueden existir diferencias metabólicas entre especies o individuos, las características metabólicas individuales podrían influir en los efectos de la suplementación con ácido fólico. 

Dosis excesivamente altas de suplementación con ácido fólico pueden enmascarar las manifestaciones clínicas de la anemia megaloblástica, un tipo de anemia causada principalmente por la deficiencia de vitamina B12. 

Este enmascaramiento retrasa el diagnóstico clínico de la anemia, y dicha detección tardía puede desencadenar complicaciones neurológicas, como neuropatía periférica, degeneración combinada subaguda de la médula espinal, entumecimiento de las extremidades, ataxia y síntomas psiquiátricos como trastornos del estado de ánimo y deterioro cognitivo. 

Por lo tanto, es necesario evaluar cuidadosamente su valor práctico y su prioridad en el sistema actual de prevención y tratamiento de la insuficiencia cardíaca.

Aunque aún existen algunos problemas en la aplicación clínica, se espera que el estudio a fondo del mecanismo de acción del ácido fólico y la homocisteína, así como una mayor investigación clínica de alta calidad, aporten nuevas ideas y métodos para la prevención y el tratamiento de la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca. 

En el futuro, podría ser posible complementar el ácido fólico y los nutrientes relacionados de forma razonable, en combinación con otras medidas terapéuticas integrales. 

Esto puede mejorar el pronóstico de los pacientes con hipertrofia miocárdica e insuficiencia cardíaca.

Para superar los desafíos y limitaciones actuales, vale la pena explorar varias direcciones de investigación prospectivas:

Exploración de nuevas dianas terapéuticas: La investigación futura podría centrarse en la identificación de nuevas dianas terapéuticas dentro de la vía folato-homocisteína o vías metabólicas relacionadas. 

Por ejemplo, en lugar de depender únicamente de la suplementación con ácido fólico, los investigadores podrían explorar el potencial de actuar sobre enzimas específicas de la vía. 

El desarrollo de fármacos que puedan regular directamente la actividad de la MTHFR u otras enzimas clave en el metabolismo de la homocisteína podría ofrecer alternativas terapéuticas más precisas y eficientes. 

Además, la investigación del papel de otros metabolitos o moléculas de señalización en la red metabólica de un carbono podría conducir al descubrimiento de dianas terapéuticas innovadoras.

Exploración de nuevos mecanismos: Explorar nuevos mecanismos moleculares mediante los cuales el folato y la homocisteína participan en la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca, más allá de la vía metabólica clásica. 

Investigar el papel de los metabolitos de la homocisteína o los intermediarios metabólicos del folato en procesos biológicos clave como la transducción de señales, la autofagia y la apoptosis de las células cardíacas, y encontrar nuevas dianas potenciales para la acción de fármacos. 

Por ejemplo, la investigación podría examinar cómo las proteínas modificadas con homocisteína afectan la función de los cardiomiocitos y cómo los metabolitos del folato regulan la expresión de microARN relacionados con el corazón, influyendo así en la remodelación miocárdica y la progresión de la insuficiencia cardíaca.

Exploración de futuras líneas de investigación: La investigación futura puede utilizar la tecnología de secuenciación unicelular para analizar las diferencias en las respuestas de diversos tipos celulares del tejido cardíaco a los cambios en el metabolismo del folato y los niveles de homocisteína a nivel de célula única, así como para identificar posibles dianas celulares. 

Mediante la integración de múltiples tecnologías ómicas, como la genómica, la transcriptómica, la proteómica y la metabolómica, se puede lograr una comprensión integral de la compleja red reguladora molecular entre las tres, y se pueden explorar nuevos biomarcadores. 

La tecnología CRISPR puede utilizarse para editar con precisión genes clave en las vías metabólicas del ácido fólico y la homocisteína, para estudiar en profundidad sus mecanismos de acción en la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca, y para proporcionar nuevas estrategias y dianas para la intervención en enfermedades.

Análisis preciso de genes y vías metabólicas: Para investigar más a fondo el mecanismo preciso de regulación de los polimorfismos de genes relacionados con el metabolismo del folato (p. ej., MTHFR) sobre la capacidad individual para metabolizar el folato, y para esclarecer cómo los diferentes genotipos ejercen efectos diferenciales sobre el metabolismo de la homocisteína durante el inicio y la progresión de la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca, con el fin de proporcionar una base genética sólida para estrategias personalizadas de prevención y tratamiento. 

Por ejemplo, la secuenciación unicelular y otras tecnologías de vanguardia pueden emplearse para analizar en profundidad la relación interna entre los cambios en la expresión de enzimas clave en la vía metabólica del folato y la fluctuación del nivel de homocisteína en diferentes tipos celulares del tejido cardíaco bajo condiciones genéticas específicas.

Desarrollo de biomarcadores: Desarrollar un nuevo panel combinado de biomarcadores para el diagnóstico precoz, la monitorización de enfermedades y la evaluación pronóstica de la hipertrofia miocárdica y la insuficiencia cardíaca, basado en indicadores relacionados con el metabolismo del folato y la homocisteína. 

Además del nivel plasmático de homocisteína, se podría construir un sistema de biomarcadores más sensible y específico integrando la actividad de enzimas clave en el metabolismo del folato y la concentración de metabolitos específicos. 

Esto permitirá el diagnóstico y tratamiento precoz de enfermedades, monitorizar dinámicamente la progresión de la enfermedad y la respuesta terapéutica, y brindar un mayor respaldo para la toma de decisiones clínicas.

Enfoques terapéuticos personalizados: Dada la importante variabilidad individual en la respuesta a la suplementación con folato, las estrategias terapéuticas personalizadas poseen un valor clínico considerable. 

Las pruebas genéticas para detectar polimorfismos en genes relacionados con el metabolismo del folato y la homocisteína, como MTHFR, CBS y MS, pueden utilizarse para personalizar la dosis de ácido fólico y vitaminas del complejo B para cada paciente. 

En el caso de personas con variantes genéticas que alteran el metabolismo del folato, podrían ser necesarias dosis más altas o diferentes formas de suplementación con folato, o suplementos adicionales de otros nutrientes que intervienen en la vía metabólica. 

Se prevé que este enfoque personalizado mejore la eficacia terapéutica y reduzca el riesgo de efectos adversos.

Palabras clave: Metabolismo del folato Homocisteína Eje folato-homocisteína Hipertrofia miocárdica Insuficiencia cardiaca

* Wang Y, LaBapuchi, Liu M, Chen L. The complex link of the folate-homocysteine axis to myocardial hypertrophy and heart failure: from mechanistic exploration to clinical vision. J Adv Res. 2025 Sep 19:S2090-1232(25)00730-1. doi: 10.1016/j.jare.2025.09.026. Epub ahead of print. PMID: 40976554.

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