El 26 de mayo último, autores de EEUU publicaron en la versión online del World Journal of Cardiology un artículo de revisión en el que expresan sus percepciones referentes al impacto de la coexistencia de gota en los resultados de las hospitalizaciones y revascularizaciones relacionadas con el síndrome coronario agudo, provenientes de la muestra nacional de pacientes hospitalizados.
Para introducir el tema señalan que el síndrome coronario agudo (SCA) comprende una variedad de enfermedades que incluyen angina inestable, infarto de miocardio sin elevación del segmento ST e infarto agudo de miocardio con elevación del ST (STEMI)
Es una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo. Se han determinado varios predictores independientes que incluyen edad avanzada, sexo, antecedentes de diabetes o hipertensión, obesidad y estado socioeconómico para el desarrollo de resultados desfavorables y el aumento de la mortalidad general.
Asimismo expresan que la gota es una enfermedad inflamatoria común asociada con hiperuricemia y ha demostrado estar asociada con un aumento de casi 410% en las hospitalizaciones en las últimas dos décadas en los Estados Unidos.
La evidencia clínica ha demostrado que el ácido úrico (UA por sus siglas en inglés) puede tener un efecto proinflamatorio en las células vasculares que contribuyen a los efectos negativos de la hiperuricemia en las enfermedades cardiovasculares (ECV), incluido el SCA.
Estudios previos también han sugerido que los pacientes con gota tienen un riesgo de mortalidad de dos a cinco veces mayor en pacientes con ECV.
Estudios recientes también han establecido el papel crucial de los altos niveles de AU en la predicción de las mayores probabilidades de infarto de miocardio y la posterior mortalidad hospitalaria en las hospitalizaciones por SCA e IAMCEST.
Además, la microvasculatura se está convirtiendo en un factor pronóstico clave en pacientes sometidos a intervención coronaria percutánea (ICP), ya que se ha encontrado que el UA induce lesiones microvasculares, lo que explica la demencia vascular y la vasculopatía del aloinjerto después del trasplante cardíaco.
Si bien la restauración rápida del flujo sanguíneo a través de una arteria relacionada con el infarto es importante, la presencia de enfermedad microvascular distal puede resultar en un flujo miocárdico deteriorado que conduce a un mayor riesgo de eventos cardíacos adversos mayores después de un IM agudo.
Sin embargo, la relación entre la gota y la utilización de los recursos sanitarios y los resultados posteriores a la revascularización en las hospitalizaciones por SCA no se ha estudiado previamente a gran escala en los Estados Unidos.
Por lo tanto, en este estudio retrospectivo basado en la población, el objetivo fue evaluar el impacto de la gota en los resultados de las hospitalizaciones por SCA, la posterior carga sanitaria y los predictores de mortalidad hospitalaria posterior a la revascularización utilizando la cohorte nacional de internaciones desde enero de 2010 hasta diciembre de 2014 .
Se realizó un análisis multivariable para evaluar los predictores de mortalidad hospitalaria posterior a la revascularización.
Se Identificaron 3.144.744 hospitalizaciones relacionadas con SCA, de las cuales 105.198 (3.35%) también tuvieron gota.
La cohorte SCA-gota tuvo hombres blancos mayores con una mayor prevalencia de comorbilidades.
El by pass coronario se requirió con mayor frecuencia en la cohorte de gota asociada a SCA.
Las complicaciones posteriores a la revascularización, incluidas las cardíacas (3,2% frente a 2,9%), respiratorias (3,5% frente a 2,9%) y hemorrágicas (3,1% frente a 2,7%) fueron mayores, mientras que la mortalidad por todas las causas fue menor (2,2% frente a 3,0%) en la cohorte SCA-gota (P <0.001).
Una edad mayor (OR 15.63, IC: 5.51-44.39), ingresos no electivos (OR 2.00, CI: 1.44-2.79), ingresos familiares más bajos (OR 1.44, CI: 1.17-1.78), y las condiciones comórbidas predijeron una mayor mortalidad en la cohorte SCA-gota sometida a revascularización (P <0,001).
Las probabilidades de mortalidad hospitalaria posterior a la revascularización fueron menores en hispanos (OR 0.45, IC: 0.31-0.67) y asiáticos (OR 0.65, IC: 0.45-0.94) en comparación con los blancos (P <0.001).
Sin embargo, las complicaciones postoperatorias aumentaron significativamente las probabilidades de mortalidad. La duración media de la estadía, el traslado a otras instalaciones y los cargos hospitalarios fueron mayores en la cohorte de gota con SCA.
Como conclusiones los autores subrayan que aunque la gota no se asoció independientemente con un mayor riesgo de mortalidad hospitalaria posterior a la revascularización en el SCA, sí aumentó las complicaciones posteriores a la revascularización.
* Desai R, Parekh T, Goyal H, Fong HK, Zalavadia D, Damarlapally N, Doshi R, Savani S, Kumar G, Sachdeva R. Impact of gout on in-hospital outcomes of acute coronary syndrome-related hospitalizations and revascularizations: Insights from the national inpatient sample. World J Cardiol. 2019 May 26;11(5):137-148. doi: 10.4330/wjc.v11.i5.137.