Hipertensión entre fumadores de cigarrillos convencionales y electrónicos
Investigadores coreanos realizaron una encuesta de vivienda comunitaria representativa a nivel nacional que constató una alta prevalencia de hipertensión entre fumadores de cigarrillos convencionales y electrónicos*.
El uso de cigarrillos electrónicos (e-cigarette) se ha extendido en todo el mundo en los últimos años.
Un cigarrillo electrónico es un cigarrillo reutilizable que carga la nicotina y otros componentes del cigarrillo en forma de líquido. Dado que los cigarrillos electrónicos no contienen el aroma de los cigarrillos convencionales, suelen ser los preferidos por los adolescentes, lo que da como resultado una mayor prevalencia de tabaquismo entre los jóvenes.
Por lo tanto, los cigarrillos electrónicos deben examinarse a fondo antes de recomendarlos como una alternativa para ayudar a las personas a dejar de fumar de manera segura.
En comparación con los cigarrillos convencionales, hay menos estudios sobre los cigarrillos electrónicos que evalúen un tamaño de muestra lo suficientemente grande como para garantizar la generalización.
Los dispositivos de cigarrillos electrónicos crean aerosoles, que muchas personas llaman «vaper». Esto generalmente contiene glicerina, propilenglicol, saborizantes y nicotina.
Los componentes líquidos pueden variar; por ejemplo, uno de los componentes aromatizantes contiene diacetilo, que se sabe que causa bronquiolitis obliterante, una enfermedad respiratoria irreversible.
Además, los cigarrillos electrónicos pueden ser dañinos tanto mental como físicamente. Un estudio mostró que aquellos que solo usaban cigarrillos electrónicos tenían más probabilidades de tener ideas y planes suicidas que los fumadores duales.
En otro estudio, el uso de cigarrillos electrónicos se asoció con un estado de salud mental adverso, particularmente en las mujeres.
Como se ha visto en estudios previos, existen investigaciones plurales que muestran los efectos nocivos de los cigarrillos electrónicos. Por lo tanto, se necesita más investigación sobre la seguridad de los cigarrillos electrónicos.
En este artículo, se investigó la asociación entre el consumo de cigarrillos y la hipertensión.
La hipertensión es una de las enfermedades crónicas más conocidas. La carga de la enfermedad crónica tiene muchas capas de problemas.
En primer lugar, como indica uno de los estudios previos, los avances en investigación y atención sanitaria han reducido la mortalidad por enfermedades agudas y han aumentado la esperanza de vida.
Sin embargo, las capas de estrés emocional que genera la enfermedad crónica se convirtieron en un tipo de problema a enfrentar por los pacientes.
En segundo lugar, el costo creciente de la atención médica depende en gran medida de los pacientes con enfermedades crónicas.
El costo indirecto aumentará porque, a medida que la proporción de pacientes con condiciones de salud crónicas da como resultado una actividad económica limitada, eventualmente frena la prosperidad económica.
Por esta razón, se podría concluir que hay un gran daño de los cigarrillos, y especialmente en los cigarrillos electrónicos que podrían promover que uno sufra de hipertensión y otras enfermedades crónicas.
Este estudio tuvo como objetivo aclarar la asociación entre la hipertensión y el uso de cigarrillos convencionales y cigarrillos electrónicos (e-cigarette), juntos o individualmente.
Se incluyeron un total de 275.762 participantes, de los cuales 120.766 fueron hombres y 154.996 mujeres.
Los datos se extrajeron de la Encuesta de Salud Comunitaria de Corea realizada en 2019.
Se utilizó un modelo de regresión logística múltiple para examinar la asociación entre la hipertensión y los tipos de tabaquismo. La hipertensión se definió como presión arterial sistólica superior a 140 mmHg o presión arterial diastólica superior a 90 mmHg.
Según los tipos de tabaquismo, los participantes se agruparon en fumadores duales de cigarrillos convencionales y electrónicos, fumadores de cigarrillos electrónicos solamente, fumadores de cigarrillos convencionales solamente, exfumadores y no fumadores.
En comparación con los no fumadores, los fumadores duales presentaron la razón de probabilidades más alta para la hipertensión en los grupos de hombres [odds ratio (OR): 1,24, intervalo de confianza (IC): 1,10 a 1,39] y mujeres (OR: 1,44 IC: 0,96 a 2,15) .
Según la prueba de Cochran-Mantel-Haenszel, el valor de p bilateral de < 0,001 indicó una asociación general estadísticamente significativa entre los tipos de tabaquismo y la hipertensión.
El uso de ambos tipos de cigarrillos fue estadísticamente significativo en el grupo de hombres, pero solo el uso de cigarrillos convencionales y el hábito de fumar en el pasado fueron estadísticamente significativos en el grupo de mujeres.
Entre los fumadores de los dos tipos de cigarrillos, aquellos que eran fumadores duales de cigarrillos electrónicos y cigarrillos convencionales tenían más probabilidades de tener la mayor prevalencia de hipertensión.
El tabaquismo y la hipertensión tienen una relación causal bien conocida.
Sin embargo, hay dos afirmaciones contrarias con respecto al tabaquismo de cigarrillos electrónicos.
Un estudio mostró que la presión arterial (PA) estaba controlada en fumadores con hipertensión arterial que cambiaron a cigarrillos electrónicos.
El estudio concluyó que la disminución en el consumo de cigarrillos se asoció con una reducción significativa de la PA sistólica y diastólica en comparación con la línea de base a los 12 meses.
Sin embargo, otro estudio transversal concluyó que los usuarios actuales de cigarrillos electrónicos tenían mayores probabilidades de prevalencia de hipertensión [odds ratio (OR) = 1,31 intervalo de confianza [IC] del 95 % [1,05–1,63)] que los usuarios actuales de cigarrillos convencionales [OR = 1,27 IC 95 % (1,10–1,47)].
Los encuestados que fumaban simultáneamente cigarrillos convencionales y cigarrillos electrónicos tenían las mayores probabilidades de tener hipertensión [OR = 1.77 IC 95% (1.32–2.39)], en comparación con los no fumadores.
Utilizando los datos de un tamaño de muestra sustancial del Servicio de Salud Comunitario de Corea (KCHS), que podría representar a toda la población coreana, se estudió la asociación entre el uso de cigarrillos electrónicos y la hipertensión de acuerdo con diferentes prácticas de fumar.
Además del hecho de que este es uno de los primeros estudios en identificar la asociación entre las prácticas de tipo de cigarrillo, específicamente los cigarrillos electrónicos, y la hipertensión, también hay algunas otras fortalezas sobre el estudio.
Hubo un estudio epidemiológico reciente sobre el vapeo y la hipertensión.
De manera similar a este estudio, el ensayo previo de Miller et al. investigó diferentes tipos de cigarrillos utilizados, incluido el uso dual de cigarrillos convencionales y electrónicos, o el uso único de cada uno.
Sin embargo, este estudio difiere de aquel otro previo ya que los datos incluyen solo la población coreana.
Además, para examinar más claramente la asociación, fueron excluidos a los que tomaban medicación para la hipertensión.
Por último, se ajustó la asociación con el paquete-año o la edad de inicio del tabaquismo, dado que la cantidad y la duración del tabaquismo son factores importantes en un estudio sobre el mismo.
Este estudio tuvo ciertas limitaciones.
En primer lugar, la proporción de participantes que solo fuman cigarrillos electrónicos fue menor que la de los fumadores convencionales.
Esto hizo que el IC fuera insignificante, a pesar de que los OR eran relevantes.
Dado que el uso de cigarrillos electrónicos es novedoso y las personas que los fuman tienden a fumar también cigarrillos convencionales, las cifras fueron desiguales.
Debido a que el uso de cigarrillos electrónicos es novedoso, los jóvenes tienden a usarlos más, y los fumadores solteros en los estudios de tabaquismo son en su mayoría fumadores convencionales; este grupo suele compararse con los fumadores duales.
En segundo lugar, aunque se ajustaron las variables de paquete-año y la edad de inicio del tabaquismo convencional, era probable que existiera algún nivel de confusión residual entre los fumadores actuales exclusivos de cigarrillos electrónicos debido a los niveles variables de exposición de por vida al tabaquismo de cigarrillos electrónicos.
Los datos de KDCA no incluyen información sobre la cantidad y la duración del tabaquismo de cigarrillos electrónicos.
Además, los antecedentes familiares relacionados con la hipertensión u otras enfermedades crónicas deben ajustarse para estudios posteriores cuando la variable clave es un tipo de enfermedad crónica, que está muy afectada por factores genéticos.
Tercero, dado que se trataba de una encuesta sobre el uso de cigarrillos, es posible que el grupo de mujeres no respondiera las preguntas con honestidad.
En Corea, debido a la conciencia cultural, las mujeres tienden a ocultar su hábito de fumar. Por lo tanto, los valores del grupo femenino pueden ser menos fiables.
Por último, se necesitan más estudios sobre fumadores de cigarrillos electrónicos que utilicen diseños de estudios de panel que no sean estudios transversales, como el análisis longitudinal.
En conclusión, se encontró que entre los fumadores de los dos tipos de cigarrillos, las personas que solo fuman cigarrillos electrónicos y los fumadores duales de cigarrillos electrónicos y convencionales tienen más probabilidades de tener una alta prevalencia de hipertensión (PAS ≥ 140 mmHg o PAD ≥ 90 mmHg ).
Se justifica una mayor investigación sobre los efectos adversos del uso de cigarrillos electrónicos. Además, los cigarrillos electrónicos deben usarse después de una verificación cuidadosa de los componentes líquidos.
* Kim SY, Jeong SH, Joo HJ, Park M, Park EC, Kim JH, Lee J, Shin J. High prevalence of hypertension among smokers of conventional and e-cigarette: Using the nationally representative community dwelling survey. Front Public Health. 2022 Oct 17;10:919585. doi: 10.3389/fpubh.2022.919585. PMID: 36324451; PMCID: PMC9618945.
