Investigadores españoles y chilenos realizaron un estudio utilizando su visión y perspectivas de su experiencia de 20 años con ECG de Holter para determinar la presencia de arritmias en deportistas jóvenes de élite con sospecha de riesgo para lo cuál se evaluó la ocurrencia de alteraciones del ritmo en deportistas de élite con sospecha de riesgo y su asociación de las mismas con hallazgos ecocardiográficos y publicaron sus hallazgos en la edición del 22 de julio de 2022 de Frontiers in Cardiovascular Medicine* de la cual se hará eco la NOTICIA DEL DÍA.
Para ello una gran cohorte de atletas de élite españoles (N = 6.579, 34% mujeres) se sometió a un examen cardiológico en profundidad (que incluyó evaluación ecocardiográfica y electrocardiograma [ECG] en reposo y ejercicio) entre el 02/01/1998 y el 31/12/2018.
Se realizó monitoreo Holter en aquellos que informaron síntomas cardiovasculares, con sospecha de anomalías estructurales cardíacas potencialmente asociadas con arritmias peligrosas, o con características de ECG en reposo/ejercicio que incitaron a un examen más detallado.
Se evaluó la ocurrencia de alteraciones del ritmo cardíaco, así como la asociación entre condiciones determinadas por ecocardiografía y alteraciones del ritmo.
La mayoría de los atletas (N = 5925) no mostró ningún signo/síntoma relacionado con la arritmia (incluidos los resultados normales de ECG en reposo y de ejercicio/post-ejercicio), mientras que el 9,9 % (N = 654; 28 % mujeres; mediana de edad, 24 años [rango intercuartil 19–28]; experiencia en competición [media ± DE] 10±6 años) cumplía los criterios para someterse a un Holter.
Entre estos últimos, la bradicardia sinusal fue el hallazgo más común (presente en el 96 % de los casos), aunque con una proporción relativamente baja de bradicardia grave (<30 lpm) (12 % de los atletas de resistencia durante la noche).
Los latidos auriculares y ventriculares prematuros también fueron comunes (61,9 y 39,4%, respectivamente), pero las pausas sinusales ≥3 s, los bloqueos auriculoventriculares de alto grado y la fibrilación/aleteo auricular fueron raros (<1%).
Las contracciones ventriculares prematuras polimórficas (PVC, 1,4%) y el ritmo idioventricular (0,005%) también fueron raros.
Los pares de PVC fueron relativamente prevalentes (10,7%), pero las arritmias ventriculares complejas no fueron frecuentes (tripletes de PVC: 1,8%; taquicardia ventricular sostenida: 0,0%; y taquicardia ventricular no sostenida: 1,5%).
Por otro lado, no se encontraron asociaciones entre las arritmias (incluidas sus diferentes morfologías) y alteraciones estructurales cardiacas mayores (incluido el prolapso mitral).
Sin embargo, se encontró asociación entre insuficiencia mitral leve y arritmias supraventriculares (odds ratio 2,61; intervalo de confianza del 95% 1,08-6,32) y ventricular (2,80; 1,15-6,78; p = 0,02), así como entre insuficiencia mitral leve o moderada y arritmias ventriculares (2,49; 1,03-6,01).
Debe considerarse que los atletas de élite representan el nivel más alto en los deportes competitivos, y sus regímenes de entrenamiento extenuantes a largo plazo inducen adaptaciones fisiológicas únicas, particularmente a nivel cardiovascular.
Esto incluye cambios no solo en las dimensiones cardíacas (como la hipertrofia ventricular izquierda) sino también en la actividad eléctrica (principalmente bradicardia sinusal).
En este sentido, aunque el ejercicio moderado regular confiere protección contra las arritmias cardíacas (incluidas las fatales), principalmente por la mejora del equilibrio autonómico, existen preocupaciones sobre si el ejercicio extenuante, especialmente de resistencia, podría tener el efecto no fisiológico opuesto, con atletas de élite potencialmente. con alto riesgo de arritmias, incluidas arritmias peligrosas.
Varios estudios han reportado la prevalencia de arritmias ventriculares y pausas sinusales en atletas de diferentes niveles de entrenamiento, pero hay datos relativamente escasos disponibles en atletas altamente competitivos (es decir, “elite”) basados en la monitorización Holter, el método que proporciona más información para la detección de alteraciones del ritmo cardíaco que los registros de electrocardiograma (ECG) de 12 derivaciones en reposo.
En el presente estudio se analizó la ocurrencia de alteraciones del ritmo cardiaco en un amplio grupo de deportistas de élite que se sometieron a Holter por sospecha de riesgo.
También se evaluó la posible asociación entre las alteraciones del ritmo cardíaco determinadas por Holter y las anomalías cardíacas determinadas por ecocardiografía. La principal hipótesis fue que las alteraciones del ritmo cardiaco son muy poco frecuentes en deportistas de élite.
Las principales limitaciones del presente estudio fueron su diseño retrospectivo sin seguimiento posterior, la corta edad de la mayoría de los deportistas de élite (<30 años de media, aunque con una experiencia media de competición de 10 años), lo que impide hacer posibles inferencias sobre el potencial secuelas de la participación deportiva a largo plazo, y el análisis Holter de solo una parte (~10%) de la muestra total (es decir, aquellos con antecedentes familiares, que informan síntomas cardiovasculares, con sospecha de anomalías estructurales cardíacas potencialmente asociadas con arritmias peligrosas, o con características de ECG que incitan a un examen más detallado).
Por lo tanto, mientras que el resto de los atletas mostró resultados cardiovasculares y de ECG normales (incluidas las evaluaciones ecocardiográficas, con una media de tres evaluaciones por atleta) y ningún síntoma autoinformado a lo largo de los años, aún se podría haber pasado por alto la aparición de algunos casos de arritmias (es decir, casos silenciosos o atletas que no están dispuestos a reconocer los síntomas cardiovasculares).
Además, es muy posible que los atletas que compiten en un equipo nacional hayan sido evaluados previamente en su equipo local/regional, lo que minimiza el riesgo de alcanzar el nivel de competencia de élite con una anomalía cardíaca estructural o eléctrica importante no diagnosticada.
Además, es poco probable que aquellos individuos con enfermedades estructurales o arrítmicas graves puedan alcanzar un nivel de rendimiento de élite muy alto.
Por otro lado, el uso de resonancia magnética cardíaca en todos los deportistas sometidos a monitorización Holter [al menos en aquellos que presentaban arritmias ventriculares, como se ha hecho en investigaciones recientes] podría haber permitido realizar estudios precisos de tejido miocárdico. caracterización y un diagnóstico más preciso de algunas anomalías cardíacas, a diferencia de la evaluación ecocardiográfica que se realizó.
En particular, el realce tardío de gadolinio del ventrículo izquierdo (LV) no isquémico aislado con un patrón de estrías puede estar asociado con arritmias potencialmente mortales y muerte súbita en el atleta.
En este sentido, la cicatriz del VI a menudo no se detecta mediante ecocardiografía debido a su ubicación subepicárdica/miocárdica media.
Además, no se realizó análisis de strain porque esta técnica no estaba disponible en nuestro centro durante el inicio del período de estudio.
A su vez, las principales fortalezas del estudio son el gran tamaño de la muestra analizada (que, se presume, es la población de atletas de élite más grande evaluada por monitoreo Holter hasta el momento), la inclusión de diferentes tipos de disciplinas deportivas (incluyendo especialidades con un riesgo cardiovascular comparativamente bajo). demanda frente a los de mayor demanda) así como de las deportistas, y la evaluación cardiaca integral a la que se sometieron todos los deportistas de élite.
En conclusión, estos resultados sugieren que las arritmias, especialmente las peligrosas (p. ej., taquicardia ventricular no sostenida, PVC frecuentemente polimórfica, bloqueo auriculoventricular de alto grado) son infrecuentes entre deportistas jóvenes de élite, detectadas con Holter por la presencia de síntomas, ecocardiografía sospechosa alteraciones o hallazgos electrocardiográficos anormales.
Además, la existencia de condiciones estructurales cardíacas no parece aumentar el riesgo de alteraciones del ritmo cardíaco. No obstante, parecería prudente vigilar de cerca al atleta en caso de insuficiencia mitral.
* Boraita A, Heras ME, Valenzuela PL, Diaz-Gonzalez L, Morales-Acuna F, Alcocer-Ayuga M, Bartolomé-Mateos S, Santos-Lozano A, Lucia A. Holter-determined arrhythmias in young elite athletes with suspected risk: Insights from a 20-year experience. Front Cardiovasc Med. 2022 Jul 22;9:896148. doi: 10.3389/fcvm.2022.896148. PMID: 35935632; PMCID: PMC9354520.