Médicos pertenecientes a la Unidad de Cuidados Cardíacos Intensivos del Grupo Levine de Estudio de la Trombolisis en Infarto de Miocardio (TIMI), de la División Cardiovascular del Departamento de Medicina, del Departamento de Medicina, de la Facultad de Medicina, de la División de Enfermedades Infecciosas del Departamento de Medicina del Brigham and Women’s Hospital y Harvard Medical School de Boston MA y de la División de Cardiología del Departamento de Medicina Interna de la Universidad del Texas Southwestern Medical Center y Parkland Health and Hospital System Dallas, Texas, publicaron en la edición del 3 de mayo de 2022 del Journal of The American Heart Association, los resultados de un informe del registro de enfermedades cardiovasculares COVID-19 de la American Heart Association que analizó la epidemiología y el manejo del infarto de miocardio con elevación del segmento ST en pacientes con COVID-19*.
Introduciendo su análisis, los autores señalan que los pacientes con enfermedad cardiovascular establecida que desarrollan COVID-19 tienen altas tasas de morbilidad y mortalidad. Se ha demostrado que el SARS‐CoV‐2 promueve la inflamación y la trombosis.
Los primeros informes de la pandemia de COVID-19 identificaron la trombosis coronaria que conduce a un infarto de miocardio con elevación del segmento ST (IAMCEST) como una complicación de la infección por COVID-19.
Las primeras series de un solo centro informaron pacientes con COVID‐19 que presentaban elevación del segmento ST en el ECG, y algunos de los cuales tenían enfermedad coronaria obstructiva y trombosis mientras que otros no.
Hasta la fecha, la epidemiología, los patrones de atención, las estrategias de tratamiento y los resultados en pacientes hospitalizados por COVID-19 que desarrollan infarto de miocardio con elevación del segmento ST (IAMCEST) no se han descrito en una gran población multicéntrica.
Por lo tanto, se buscó examinar estas características entre los pacientes hospitalizados con COVID-19 que experimentan STEMI dentro del Registro de Enfermedades Cardiovasculares COVID-19 de la American Heart Association (AHA).
Este análisis tuvo varias limitaciones que deben ser reconocidas.
Primero, fue observacional y, por lo tanto, las asociaciones deben interpretarse como generadoras de hipótesis. El análisis se basó en la caracterización y el informe de eventos a nivel del sitio y careció de una adjudicación centralizada.
En segundo lugar, no se dispuso de una caracterización detallada de la gravedad de la enfermedad en el momento del diagnóstico de STEMI ni de información fiable que vinculara el momento de aparición de los síntomas con el diagnóstico de STEMI o los tiempos de reperfusión, lo que limitó la capacidad de evaluar la oportunidad de la reperfusión en pacientes con COVID. ‐19 e IAMCEST.
En tercer lugar, el Registro AHA COVID-19 fue un programa voluntario entre hospitales interesados en un programa de mejora de la calidad en los Estados Unidos, lo que afectó la generalización de estos hallazgos a otras áreas afectadas de manera similar por la pandemia de COVID-19.
La epidemiología del STEMI en pacientes con COVID‐19 no está bien caracterizada. Se intentó determinar la incidencia, los enfoques diagnósticos y terapéuticos y los resultados en pacientes con IAMCEST hospitalizados por COVID-19.
Se identificaron pacientes con datos sobre el ECG de presentación y el infarto de miocardio intrahospitalario desde el 14 de enero de 2020 hasta el 30 de noviembre de 2020, de 105 sitios que participan en el Registro de Enfermedades Cardiovasculares COVID-19 de la American Heart Association.
Las características de los pacientes, el uso de recursos y los resultados clínicos se resumieron y compararon en función de la presencia o ausencia de STEMI.
Entre 15 621 hospitalizaciones por COVID‐19, 54 (0,35 %) pacientes experimentaron STEMI en el hospital.
Entre los pacientes con IAMCEST, la mayoría (n=40, 74 %) se sometieron a una ecocardiografía transtorácica, pero solo a la mitad (n=27, 50 %) se les realizó una angiografía coronaria.
La mitad de todos los pacientes con COVID‐19 y STEMI (n = 27, 50 %) no se sometieron a ninguna forma de terapia de reperfusión primaria.
Las tasas de choque por todas las causas (47 % frente a 14 %), paro cardíaco (22 % frente a 4,8 %), nueva insuficiencia cardíaca (17 % frente a 1,4 %) y necesidad de nueva terapia de reemplazo renal (11 % frente a 4,3 %) fueron multiplicado por más en pacientes con STEMI en comparación con aquellos sin STEMI (P <0,050 para todos). Las tasas de muerte hospitalaria fueron del 41 % en pacientes con STEMI, en comparación con el 16 % en aquellos sin STEMI (p < 0,001). Como conclusiones de lo observado. en un gran registro estadounidense de hospitalizaciones por COVID‐19, la incidencia de STEMI fue <0,5 %. La evaluación diagnóstica y la ICP primaria se llevaron a cabo en una minoría relativa de pacientes.
Aunque fue poco frecuente, el IAMCEST se asoció con resultados hospitalarios deficientes, incluidas tasas de shock múltiples veces más altas, paro cardíaco, ingreso en la unidad de cuidados intensivos y mortalidad por todas las causas.
* Bhatt AS, Varshney AS, Goodrich EL, Gong J, Ginder C, Senman BC, Johnson M, Butler K, Woolley AE, de Lemos JA, Morrow DA, Bohula EA. Epidemiology and Management of ST-Segment-Elevation Myocardial Infarction in Patients With COVID-19: A Report From the American Heart Association COVID-19 Cardiovascular Disease Registry. J Am Heart Assoc. 2022 May 3;11(9):e024451. doi: 10.1161/JAHA.121.024451. Epub 2022 Apr 26. PMID: 35470683.