30.01.2025

¿La diabetes modifica el índice de triglicéridos y glucosa asociado con eventos cardiovasculares y mortalidad?

En la edición del 27 de enero de 2025 del Cardiovascular Diabetology, investigadores chinos publicaron los resultados de un metaanálisis de 50 cohortes que involucraron a 7.239.790 participantes, con la intención de responder la inquietud acerca del rol de la diabetes en el desarrollo de eventos CV y la consiguiente mortalidad, según los resultados del índice triglicéridos / glucosa*.

Esta será hoy la temática de la que se ocupará la NOTICIA DEL DÍA.

Los autores partieron de subrayar que la resistencia a la insulina (RI) se reconoce como un factor fisiopatológico primario que impulsa el desarrollo de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2). 

La pinza hiperinsulinémica-euglucémica (HIEG por sus siglas en inglés de hyperinsulinemic–euglycemic) se considera el estándar de oro para evaluar la RI. 

Sin embargo, a pesar de su estatus como el método definitivo, la prueba de pinza HIEG tiene varias limitaciones debido a su complejidad y naturaleza que requiere mucho tiempo. 

Se emplean varios indicadores alternativos para medir la RI, como el índice de verificación de sensibilidad a la insulina cuantitativa, la evaluación del modelo de homeostasis de la resistencia a la insulina y la relación triglicéridos-colesterol de lipoproteínas de alta densidad. 

Entre estos índices, el índice triglicéridos-glucosa (TyG), que se calcula a partir de las concentraciones de triglicéridos y glucosa en sangre en ayunas, es fácilmente accesible y ventajoso. 

Asimismo, demostró una alta sensibilidad y especificidad para evaluar la RI en comparación con la prueba de pinza HIEG. 

Además de su papel en la evaluación de RI, estudios previos, incluido el de los autores que aquí se analiza, demostraron que el índice TyG está asociado con 

múltiples enfermedades, 

incluidas las 

enfermedades cardiovasculares (ECV), 

el síndrome metabólico, 

el cáncer, 

el hígado graso asociado al metabolismo, 

las enfermedades renales y la 

osteoartritis. 

También, cada vez hay más evidencia que sugiere una asociación significativa entre el índice TyG y la incidencia de enfermedades cardiovasculares tanto en individuos diabéticos como no diabéticos. 

Por otro lado, la ECV se clasifica como uno de los principales contribuyentes a la mortalidad en individuos diagnosticados con diabetes. 

El índice TyG se ha estudiado ampliamente en poblaciones diabéticas y se reconoce como una herramienta valiosa para identificar resultados adversos para la salud cardiovascular. 

La investigación ha demostrado en pacientes con diabetes, que el índice TyG se correlaciona con la progresión de la aterosclerosis y está asociado con eventos cardiovasculares importantes, como infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. 

Por otra parte, dentro de la población no diabética, múltiples estudios han demostrado que el índice TyG está asociado con eventos cardiovasculares y mortalidad.

Sin embargo, como marcador sustituto de la RI, sigue sin estar claro si la asociación entre el índice TyG y la enfermedad cardiovascular (ECV) difiere entre individuos con y sin diabetes. 

Hasta la fecha, ningún estudio ha evaluado sistemáticamente cómo la diabetes afecta la relación entre TyG y resultados cardiovasculares específicos, lo que deja una brecha crítica en la comprensión de sus implicancias clínicas en este grupo de alto riesgo.

Teniendo en cuenta estos antecedentes, este metaanálisis tuvo como objetivo explorar las asociaciones entre el índice TyG y el riesgo de eventos cardiovasculares y mortalidad en pacientes diabéticos y no diabéticos, así como cualquier diferencia potencial.

Resumiendo lo expresado hasta aquí, estudios previos destacaron la asociación entre el índice de triglicéridos-glucosa (TyG) y eventos cardiovasculares en pacientes con diabetes. 

Sin embargo, aún no está claro si la diabetes afecta el índice de triglicéridos-glucosa (TyG) y su vinculación a las enfermedades cardiovasculares (ECV). 

Este estudio tuvo como objetivo evaluar la asociación entre el índice de TyG y el riesgo de ECV, estratificado por el estado de diabetes, así como el posible efecto modificador del estado diabético.

Se buscaron en las bases de datos PubMed, Cochrane Library y Embase estudios sobre las asociaciones entre el índice TyG y los eventos cardiovasculares y la mortalidad en pacientes con y sin diabetes desde el inicio hasta el 2 de diciembre de 2024.

Se empleó el modelo de efectos aleatorios para agrupar los tamaños del efecto.

Para ello, se incluyeron un total de 50 estudios de cohorte (7.239.790 participantes). 

La edad media de los participantes fue de 31,46 años – (diabetes mellitus [DM]: 65,18; 

– no DM: 31,23), 

y el 40,66% de los participantes fueron mujeres 

  • (DM: 36,07%; 
  • no DM: 40,70%). 

Las asociaciones entre el índice TyG y 

los eventos cardiovasculares (HR: 1,72 frente a 1,55, P  = 0,55), 

los eventos cardiovasculares y cerebrovasculares adversos mayores (HR: 2,02 frente a 1,91, P  = 0,84), 

el accidente cerebrovascular (HR: 1,46 frente a 1,39, P  = 0,77) y 

la muerte cardiovascular (HR: 1,85 frente a 1,60, P  = 0,56)

fueron similares entre los individuos con y sin DM. 

Sin embargo, 

las asociaciones entre el índice TyG y la enfermedad cardíaca isquémica (ECI) (HR: 2,20 frente a 1,57, P  = 0,03), así como 

la mortalidad por todas las causas (HR: 1,94 frente a 1,24, P  = 0,01) 

fueron más fuertes en los pacientes con DM que en los pacientes sin DM.

En el análisis de las observaciones comentadas, los autores subrayaron sus principales hallazgos:

Al agrupar los datos de estudio de 50 cohortes que incluyeron a 7.239.790 participantes, demostraron que el índice TyG se asoció con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares y mortalidad independientemente de la diabetes. 

Además, las estimaciones de riesgo de cardiopatía isquémica y mortalidad por todas las causas entre los pacientes diabéticos fueron significativamente mayores que entre los pacientes no diabéticos. 

En conjunto, estos resultados indicaron que la diabetes fue un modificador significativo de las asociaciones entre el índice TyG y la cardiopatía isquémica, así como la muerte por todas las causas. 

Hasta donde se sabe, según la apreciación de los autores, este estudio fue el primero en investigar exhaustivamente las asociaciones específicas de la diabetes, del índice TyG con los eventos cardiovasculares y la mortalidad.

Al comparar sus hallazgos con los de estudios previos, indicaron que el índice TyG, -que se calcula de rutina a partir de los niveles de triglicéridos y glucosa en ayunas-, fue ampliamente reconocido por sus asociaciones con resultados cardiovasculares en diversas poblaciones. 

Sin embargo, la mayoría de la evidencia disponible, incluyendo sus propios hallazgos, se ha basado en valores basales y no en los eventuales cambios evolutivos. 

La investigación que analiza la utilidad de monitorear los cambios en el índice TyG a lo largo del tiempo sigue siendo limitada, aunque algunos estudios emergentes han destacado su valor potencial. 

Así, un estudio de cohorte prospectivo de 20.185 participantes de edad avanzada, seguidos durante una media de 4,25 años, demostró que los niveles elevados del índice TyG basal y las trayectorias de estabilidad media o aumento gradual se asociaron con un mayor riesgo de ECV. 

Además, un estudio de cohorte retrospectivo de 233.546 participantes demostró que el aumento de los niveles del índice TyG durante el seguimiento se asoció de forma independiente con un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas y cardiovascular.

La evaluación de MACCE (por sus siglas en inglés de major adverse cardiovascular and cerebrovascular events) se basó tradicionalmente en múltiples biomarcadores, entre ellos 

– la troponina T cardíaca de alta sensibilidad, 

– los perfiles lipídicos, 

– la proteína C reactiva de alta sensibilidad y 

– el péptido natriurético tipo B N-terminal (NT-proBNP). 

En comparación con los biomarcadores cardíacos especializados, como la troponina T cardíaca de alta sensibilidad y el NT-proBNP, el índice TyG es ventajoso y tiene una mayor accesibilidad, en particular en entornos con recursos limitados. 

En comparación con los biomarcadores cardíacos agudos, el índice TyG tiene un papel adicional en la salud cardiovascular y metabólica. 

Una cohorte prospectiva con 15,4 años de seguimiento demostró el valor predictivo incremental del índice TyG cuando se integró en la puntuación de riesgo de ECV tradicional en 1.970 adultos sin ECV, diabetes o tratamiento antihipertensivo o hipolipemiante. 

Un estudio de cohorte prospectivo de 10 años demostró que la integración de cambios en el índice TyG en el modelo de riesgo de Framingham mejoró la capacidad de predecir la incidencia de ECV entre 5.014 participantes sin enfermedad preexistente. 

Entre las personas con diabetes o ECV establecida, el valor predictivo incremental del índice TyG sigue siendo controvertido. 

Un estudio de cohorte prospectivo de 1.932 pacientes consecutivos con DM2 e infarto agudo de miocardio que fueron seguidos durante una mediana de 26,8 meses demostró que la incorporación del índice TyG en un modelo de riesgo basal mejoró significativamente el valor predictivo de los MACCE. 

Un estudio de cohorte prospectivo de 16 años de 7.521 participantes iraníes con una alta prevalencia de DM2 e hipertensión reveló que, para las personas menores de 60 años, la integración del índice TyG en la puntuación de riesgo de Framingham no mejoró significativamente la capacidad predictiva. 

Se necesitan estudios futuros para evaluar el valor pronóstico del índice TyG cuando se incorpora a la puntuación de riesgo convencional en personas con ECV o diabetes.

Las relaciones entre el índice TyG y la incidencia de eventos cardiovasculares y mortalidad se han estudiado dentro de la población general. 

Sin embargo, pocos estudios han abordado específicamente las asociaciones relacionadas con la diabetes con enfermedades cardiovasculares. 

Un estudio transversal que incluyó a 1.516 sujetos reveló que el riesgo asociado con el índice TyG de placas ateroscleróticas carotídeas era similar en los pacientes, independientemente de si tenían diabetes (OR para DM vs. no DM: 1,52 vs. 2,81). 

Un estudio de cohorte retrospectivo no reveló diferencias significativas en las tasas de MACCE entre pacientes con síndrome coronario agudo que tenían antecedentes de bypass coronario y posteriormente se sometieron a intervención coronaria percutánea ( P  = 0,57).

Además, un metaanálisis de 4 estudios reveló que el estado de diabetes no influyó significativamente en la relación entre el índice TyG y la aparición de enfermedades cardiovasculares ateroscleróticas P  = 0,79). 

Estos hallazgos demostraron una asociación más fuerte entre el índice TyG y la CI en pacientes diabéticos que en pacientes no diabéticos, algo en contraste con hallazgos previos. 

No obstante, debido a que la diabetes es un factor de riesgo reconocido para la enfermedad cardíaca arteriosclerótica coronaria, este resultado no fue inesperado. 

Como una medida alternativa para la RI, que es prevalente en pacientes con DMT2, estos hallazgos fueron anticipados. 

El estado de DMT2 puede amplificar la asociación entre el índice TyG y la CI. 

El estudio chino actual reveló que los eventos cardiovasculares y la mortalidad no fueron significativamente diferentes entre pacientes diabéticos y no diabéticos. 

Dado que la definición de eventos cardiovasculares en el presente estudio incluyó insuficiencia cardíaca y/o muerte cardiovascular, una razón potencial puede ser que TyG está más fuertemente asociada con la incidencia de CI en pacientes diabéticos pero no con el pronóstico de pacientes con ECV establecida. 

Sin embargo, esta suposición debe ser confirmada por estudios prospectivos.

Se observó una heterogeneidad significativa en todos los resultados. 

Se deben considerar varios factores de confusión importantes, en particular la edad. 

Específicamente, los pacientes con diabetes tienden a ser mayores que aquellos sin diabetes. 

La edad promedio de los participantes fue de 63,90 años para el grupo DM y 31,23 años para el grupo sin DM. 

Las estimaciones de riesgo más altas para eventos cardiovasculares y mortalidad entre los pacientes con diabetes pueden atribuirse a esta diferencia de edad, aunque casi todos los estudios se habían ajustado por esta variable. 

Para tener en cuenta la influencia de la edad, fueron excluidos dos estudios con las poblaciones no diabéticas más grandes, lo que resultó en una reducción significativa en la diferencia de edad (65,18 para DM, 57,57 para no DM). 

Este análisis de sensibilidad demostró resultados consistentes. 

En pacientes con DM, se encontraron estimaciones de riesgo más altas para CIP  = 0,03) y mortalidad por todas las causas P  = 0,01). 

Otro factor fue que los pacientes con diabetes tienden a tener peores condiciones de salud y comorbilidades que aquellos sin diabetes, y estos factores pueden no haber sido ajustados adecuadamente, lo que puede haber llevado a una asociación más fuerte entre el índice TyG y el riesgo de eventos cardiovasculares y mortalidad.

El análisis de sensibilidad reveló que el estudio de Cho et al., la cohorte más grande incluida en este estudio con 6.675.424 pacientes, influyó potencialmente en la heterogeneidad de la asociación entre el índice TyG y los eventos cardiovasculares en participantes sin DM, lo que sugirió que las variaciones en el tamaño de la muestra pueden contribuir a la heterogeneidad observada. 

Los resultados de los análisis de subgrupos indican que la asociación fue más fuerte en grupos con tamaños de muestra más pequeños y estudios retrospectivos, lo que pudo contribuir a la heterogeneidad de los resultados tanto en pacientes diabéticos como no diabéticos. 

La mayoría de los estudios de muestra más pequeños incluidos en el análisis chino actual, se centraron en pacientes con ECV o aquellos sometidos a cirugía cardiovascular. 

Los estudios retrospectivos pueden ser susceptibles a sesgos de selección y supervivencia, incrementando sistemáticamente las evaluaciones de riesgo al sobrerrepresentar los casos graves y confiar en registros médicos que documentan de manera más completa los eventos de ECV significativos o los resultados adversos. 

Este diseño de estudio y selección del tamaño de la muestra, donde fue más probable que las historias clínicas complejas y extremas se documentaran meticulosamente, pueden generar asociaciones artificialmente más fuertes. 

Estos hallazgos requieren estudios de cohorte prospectivos a gran escala que incluyan pacientes bien emparejados con y sin diabetes para validar los hallazgos.

En cuanto a las implicancias clínicas y a la perspectiva general, es probable que el índice TyG se utilice con mayor frecuencia en la práctica clínica como indicador simple y fácilmente medible,. 

Este estudio reveló que el índice TyG está vinculado de forma independiente con eventos cardiovasculares y mortalidad en pacientes sin diabetes. 

Además, se observó una disparidad significativa en la cardiopatía isquémica y la mortalidad por todas las causas entre pacientes con y sin diabetes. 

Estos hallazgos resaltaron la necesidad de realizar más investigaciones para dilucidar el papel de la diabetes en la relación entre el índice TyG y la incidencia de ECV. 

Por el contrario, los resultados actuales también indicaron que el índice TyG pudo actuar como un predictor independiente más fuerte de un mayor riesgo de cardiopatía isquémica en pacientes con diabetes.

Se deben abordar desafíos importantes antes de que el índice TyG pueda usarse con confianza como una herramienta de monitoreo de rutina. 

Una limitación significativa fue la falta de estudios prospectivos a gran escala diseñados explícitamente para evaluar el valor predictivo de las trayectorias del índice TyG para MACCE. 

Además, los cambios longitudinales en el índice TyG pueden estar influenciados por una variedad de factores de confusión, incluidas las modificaciones del estilo de vida, las intervenciones farmacológicas y las condiciones comórbidas, que pueden limitar la interpretabilidad de los resultados. 

Además, la falta de puntos de corte o umbrales estandarizados para interpretar los cambios a lo largo del tiempo disminuye su aplicabilidad clínica. 

Estas lagunas en la literatura resaltan la necesidad de una mayor investigación. 

Las investigaciones futuras deben centrarse en el desarrollo de protocolos estandarizados para monitorear e interpretar estos cambios, lo cual es fundamental para integrar el índice TyG en los marcos de evaluación del riesgo cardiovascular existentes. 

Los estudios también deben explorar el impacto de las intervenciones terapéuticas, como las intervenciones quirúrgicas, las modificaciones del estilo de vida y los tratamientos farmacológicos, en las trayectorias TyG y examinar si dichos cambios están asociados con reducciones clínicamente significativas en el riesgo de MACCE.

¿Qué actualizaron los autores chinos?

Estudios previos y los informes propios, revelaron que el índice TyG estuvo asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, enfermedades cardiovasculares ateroscleróticas y enfermedades cardiovasculares subclínicas. 

Sin embargo, ningún estudio informó el impacto del estado de diabetes en la relación entre el índice TyG y el riesgo de ECV. 

En comparación con metaanálisis previos, el presente estudio reveló que un índice TyG más alto está asociado de forma independiente con un mayor riesgo de CI y mortalidad por todas las causas en individuos con DM que en aquellos sin DM. 

En conjunto, estos resultados sugirieron que la diabetes modificó significativamente la CI asociada a TyG y la mortalidad por todas las causas.

Los autores destacaron fortalezas y admitieron limitaciones de este metaanálisis: 

fue el primero en explorar el impacto de la diabetes en la asociación entre el índice TyG y los eventos cardiovasculares. 

Además, se basó en estudios de cohorte, un diseño que puede ayudar a minimizar el sesgo de recuerdo. 

No obstante estos méritos, el presente estudio tuvo ciertas limitaciones. 

En primer lugar, como metaanálisis de estudios de cohorte, no permitió el establecimiento de causalidad. 

A pesar de la inclusión de estudios que emplearon análisis multivariados, no fue posible controlar por completo las variables de confusión residuales, como la edad, las comorbilidades, la duración del seguimiento y los medicamentos. 

En segundo lugar, los resultados difirieron entre los 50 estudios incluidos, lo que llevó al número limitado de estudios disponibles para cada resultado, que incluyeron individuos con y sin diabetes. 

La aplicabilidad de estos hallazgos a otras regiones y grupos étnicos siguió siendo incierta. 

Finalmente, las poblaciones de estudio difirieron significativamente, ya que algunas incluyeron individuos con enfermedad cardiovascular y otras extraídas de la población general, lo que resultó en diferencias considerables en las tasas de eventos cardiovasculares. 

La considerable heterogeneidad en las características iniciales y los regímenes terapéuticos requiere validación en diversas poblaciones.

En conclusión, el índice TyG se asoció con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares y mortalidad en pacientes con o sin diabetes. 

Se observó una asociación más fuerte entre el índice TyG y la cardiopatía isquémica y la mortalidad por todas las causas en pacientes diabéticos que en aquellos sin diabetes. 

La diabetes es un modificador significativo de la asociación entre la cardiopatía isquémica y la muerte por todas las causas. 

Sin embargo, el número limitado de estudios subrayó la necesidad de estudios prospectivos para explorar esta asociación más a fondo en diversas poblaciones. 

Este estudio sugirió que los estudios futuros deberían considerar el papel de la diabetes en los eventos cardiovasculares y la mortalidad asociados al índice TyG.

* Zhang J, Zhan Q, Deng Z, Lin L, Feng Z, He H, Zhang D, Zhao H, Gu X, Yin X, Yu P, Liu X. Does diabetes modify the triglyceride-glucose index associated with cardiovascular events and mortality? A meta-analysis of 50 cohorts involving 7,239,790 participants. Cardiovasc Diabetol. 2025 Jan 27;24(1):42. doi: 10.1186/s12933-025-02585-z. PMID: 39871273; PMCID: PMC11773825.

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