07.04.2025

Los mensajes de texto como herramienta para mejorar el control de los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares 

Una revisión sistemática y metaanálisis de ensayos clínicos aleatorizados llevada adelante por investigadores de México, Filipinas, Argentina, Pakistán, Colombia, India, Georgia y EEUU que analizó el rol del envío de mensajes de texto a pacientes con el objetivo de mejorar sus factores de riesgo CV, fue publicada en la edición del 4 de abril de 2025 de BMC Public Health*, será comentada en la NOTICIA DEL DÍA  de hoy.

Los autores comenzaron planteando que las enfermedades cardiovasculares (ECV) siguen siendo la principal causa de mortalidad mundial, cobrándose 17,9 millones de vidas al año. 

Abarcan un espectro de trastornos cardíacos y vasculares, siendo los infartos y accidentes cerebrovasculares, por sí solos, responsables de más del 80% de estas muertes, que se producen de forma prematura en personas menores de 70 años. 

Los principales factores de riesgo conductuales que contribuyen a las ECV incluyen dietas poco saludables, inactividad física, tabaquismo y consumo excesivo de alcohol. 

Estos comportamientos se asocian con presión arterial elevada, niveles elevados de glucosa, lípidos y obesidad, todo lo cual aumenta significativamente la susceptibilidad a infartos, accidentes cerebrovasculares y complicaciones relacionadas.

La incidencia de ECV está aumentando entre los adultos jóvenes. 

Esta tendencia podría atribuirse a las crecientes tasas de factores de riesgo de ECV no controlados, como la obesidad, el tabaquismo, la falta de ejercicio y la mala adherencia a la medicación, entre otros. 

Por lo tanto, existe la necesidad de nuevas estrategias para controlar los factores de riesgo de ECV.

Investigaciones recientes se han centrado en el uso de mensajes de texto con fines de salud, que permiten la difusión de información casi en tiempo real a miles de destinatarios como mensajes masivos estandarizados o mensajes personalizados y adaptados. 

Las estrategias de intervención con mensajes de texto han demostrado ser eficaces para controlar los factores de riesgo y retrasar la progresión de enfermedades, incluida la diabetes, donde sirven como una herramienta económica y eficaz para personas con niveles de glucosa alterados.

En el contexto de las ECV, si bien las intervenciones farmacológicas son beneficiosas para controlar y reducir el riesgo de eventos cardiovasculares recurrentes, la adherencia a la medicación sigue siendo subóptima. 

Como herramienta escalable y ventajosa, los mensajes de texto a través del teléfono móvil ofrecen la oportunidad de transmitir información de salud, enviar recordatorios electrónicos y fomentar cambios de comportamiento. 

Las intervenciones mediante mensajes de texto tienen el potencial de mejorar con éxito los factores de riesgo individuales y promover hábitos saludables. 

Estudios previos han demostrado la eficacia de estas intervenciones para controlar los factores de riesgo, aunque los resultados han variado según los diferentes factores de riesgo.

Esta revisión sistemática y metaanálisis tuvo como objetivo evaluar la eficacia de los mensajes de texto como estrategia para controlar los factores de riesgo de ECV.

En forma sintética para reforzar lo expresado debe subrayarse que las enfermedades cardiovasculares   (ECV) son la principal causa de mortalidad mundial, cobrándose 17,9 millones de vidas al año. 

Entre los principales factores de riesgo se encuentran las dietas poco saludables, la inactividad física, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. 

Las intervenciones mediante mensajes de texto tienen el potencial de mejorar los factores de riesgo individuales y fomentar hábitos saludables. 

Se ha demostrado que estas intervenciones ayudan a controlar los factores de riesgo y a ralentizar la progresión de la enfermedad. 

Esta revisión sistemática y metaanálisis tuvo como objetivo evaluar la eficacia de las intervenciones mediante mensajes de texto para la prevención primaria de los factores de riesgo de ECV.

Esta revisión siguió las directrices de Elementos de Informe Preferidos para Revisión Sistemática y Metaanálisis (PRISMA) de 2020. 

Se realizaron búsquedas en PubMed, MEDLINE, Cochrane, Scopus, Web of Science, Embase y CINAHL utilizando términos MeSH y de texto libre relacionados con enfermedades cardiovasculares e intervenciones mediante mensajes de texto el 12 de febrero de 2024.

De los 5748 artículos identificados, 22 estudios cumplieron los criterios de inclusión. 

El metaanálisis reveló que las intervenciones con mensajes de texto mejoraron significativamente la adherencia a la medicación, con un tamaño del efecto combinado (diferencia de medias [DM]) de 0,62 (IC del 95 %: 0,37 a 0,86; p  < 0,01; I² = 0,0%). 

También redujeron significativamente la presión arterial diastólica (DM: -2,66; IC del 95 %: -4,63 a -0,70; I² = 85 %; p  < 0,01) y la presión arterial sistólica (DM: -6,12; IC del 95 %: -10,26 a -1,97; I² = 96 %; p  < 0,01). 

Sin embargo, no se observaron mejoras significativas en los niveles de IMC, LDL, HDL, colesterol total ni HbA1c.

Discutiendo estas disquisiciones, los autores resaltaron que ante el creciente interés en las intervenciones digitales, que ofrecen soluciones fáciles de acceder y rentables para la promoción de la salud, esta revisión sistemática y metaanálisis, que sintetizó datos de 22 artículos, tuvo como objetivo medir la eficacia de los mensajes de texto como herramienta para el control de los factores de riesgo de ECV. 

A medida que las intervenciones digitales se vuelven cada vez más comunes, ofrecen un enfoque prometedor para lograr cambios en los hábitos de salud a bajo costo y con un amplio alcance. 

Al centrarse en resultados como el abandono del hábito de fumar, los niveles de HbA1c, la presión arterial sistólica (PAS), la presión arterial diastólica (PAD), los niveles de colesterol y la adherencia a la medicación, se buscó abordar la brecha existente en la literatura sobre el impacto de los mensajes de texto en los factores de riesgo de ECV.

Si bien las publicaciones seleccionadas arrojaron resultados variables, el análisis sistemático de los autores mostró un efecto positivo en el control de los factores de riesgo cardiovascular mediante intervenciones con mensajes de texto, en comparación con ninguna intervención. 

De las publicaciones seleccionadas, el 61 % demostró un efecto positivo en el control de los factores de riesgo cardiovascular mediante intervenciones con mensajes de texto, mientras que el 39 % restante no mostró diferencias significativas. 

La mayoría de los artículos seleccionados en esta revisión presentaron un bajo riesgo de sesgo: el 55 % de los estudios cumplió este criterio y el 45 % mostró cierta preocupación con respecto al riesgo de sesgo. 

La inferencia clínica extraída de estos hallazgos de investigación sugirió que la integración de intervenciones con mensajes de texto en el control y la gestión de los factores de riesgo cardiovascular podría ofrecer beneficios tangibles para los pacientes. 

Dado que la mayoría de las publicaciones demostraron un efecto positivo, los profesionales de la salud podrían considerar la incorporación de dichas intervenciones para complementar los tratamientos existentes. 

Sin embargo, es fundamental que los profesionales clínicos evalúen críticamente la calidad de la evidencia, considerando el riesgo de sesgo en algunos estudios. 

Por lo tanto, si bien la integración de mensajes de texto podría mejorar las estrategias de control de los factores de riesgo cardiovascular, los profesionales clínicos deben ser cautelosos al aplicar estos hallazgos y mantenerse atentos a la evidencia emergente para garantizar que las intervenciones se utilicen de forma eficaz y adecuada.

Los hallazgos de este análisis resaltaron el impacto significativo de las intervenciones de mensajes de texto en varios resultados de control de factores de riesgo cardiovascular. 

En primer lugar, el modelo de efectos aleatorios reveló una reducción sustancial y estadísticamente significativa en la PAS, con una DM de −6.12 (IC del 95%: −10.26 a −1.97, p  < 0.01, I² = 96%). 

Esto indicó que las intervenciones de mensajes de texto fueron efectivas en la reducción de la PAS. 

Además, el análisis de diez estudios relacionados con la PAD reveló un tamaño del efecto agrupado de MD de −2.66 (IC del 95%: −4.63 a −0.70, p  < 0.01, I² = 85%), lo que significa una reducción significativa en la PAD debido a las intervenciones de mensajes de texto. 

Sin embargo, la alta heterogeneidad indicó variabilidad en el efecto entre diferentes estudios, destacando la necesidad de considerar cuidadosamente el contexto y las características individuales del estudio. 

Por ejemplo, los subgrupos para PAS y PAD mostraron que los mensajes de texto frecuentes, recordatorios, mensajes educativos y mensajes dirigidos por enfermeras tuvieron un impacto más significativo en la reducción de estas variables. 

Es importante destacar que el riesgo de ECV aumenta de manera constante con niveles progresivamente más altos de PAS y PAD basales, por encima de una PAS y PAD habituales de 115 y 75 mmHg, respectivamente. 

Según las pautas descritas en el Séptimo Informe del Comité Nacional Conjunto sobre Prevención, Detección, Evaluación y Tratamiento de la Hipertensión Arterial, controlar tanto la PAS como la PAD es esencial para disminuir la probabilidad de eventos cardiovasculares. 

El informe subrayó la importancia de integrar los mensajes de texto en el control de los factores de riesgo de ECV al abordar la PAD para reducir la aparición de enfermedades cardiovasculares como la enfermedad coronaria, la insuficiencia cardíaca, el accidente cerebrovascular y la enfermedad vascular periférica. 

En comparación con este estudio, un metaanálisis de seis estudios informó una reducción significativa de la PAD, con una DM de −6,11 mmHg ( p  < 0,01) con la intervención mediante mensajes de texto, lo que coincidió con los hallazgos aquí comentados. 

Ese estudio tampoco encontró una reducción significativa de la PAS con los mensajes de texto, lo que contrastó con los resultados aquí mostrados, donde se encontró un resultado estadísticamente significativo. 

Esta diferencia pudo atribuirse al menor tamaño de la muestra en el estudio mencionado anteriormente y al mayor tamaño de la muestra y la gama más amplia de estudios en el análisis que se comenta aquí. 

La variabilidad en los resultados de la PAD entre los estudios, reflejada en la alta heterogeneidad, subrayó la necesidad de consideraciones específicas del contexto al interpretar estos resultados, ya que la reducción de la PAD podría ser clínicamente insignificante, mientras que la reducción de la PAS puede ser considerable. 

Estos resultados fueron importantes en comparación con otras intervenciones, como la dieta DASH (Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión) o la reducción de la ingesta de sodio, que, según las directrices previas, como las de la American Heart Association puede reducir la presión arterial sistólica (PAS) en 11 mmHg y 5-6 mmHg, respectivamente. 

Esto convierte a los mensajes de texto en una herramienta eficaz para ayudar a controlar la PAS como factor de riesgo cardiovascular.

Con respecto a la adherencia a la medicación, demostraron un tamaño del efecto agrupado MD de 0,62 (IC del 95 %: 0,37 a 0,86; p  < 0,01, I² = 0,0 %). 

Este efecto positivo significativo indicó que las intervenciones con mensajes de texto mejoran notablemente la adherencia a la medicación, medida por la puntuación de Morisky, pero este efecto se basó solo en dos estudios, lo que limitó la generabilidad de los resultados. 

La baja heterogeneidad sugirió que el impacto en la adherencia a la medicación es relativamente consistente en los estudios incluidos. 

Este hallazgo fue consistente con un estudio previo que informó un tamaño del efecto moderado (SMD = 0,65, p  = 0,01) en adultos mayores con hipertensión, lo que sugirió que los mensajes de texto mejoran eficazmente la adherencia en diferentes poblaciones. 

Sin embargo, en el análisis actual, se demostró que este efecto se mantuvo con un I² = 0 %, a diferencia del análisis anterior, que mostró un I² = 85 %, lo que generó dudas sobre su fiabilidad. 

Esto reveló que, si bien las intervenciones con mensajes de texto generalmente mostraron efectos positivos en la presión arterial sistólica (PAS), la presión arterial diastólica (PAD) y la adherencia a la medicación, la magnitud y la consistencia de estos efectos pudieron variar. 

Esta variabilidad se pudo atribuir a varios factores, como se demostró en el análisis de subgrupos, donde se observaron diferencias según el contenido del mensaje, el momento de su emisión y el remitente. 

La variabilidad en los resultados entre los estudios enfatizó la necesidad de intervenciones personalizadas adaptadas a poblaciones y entornos específicos, y requiere más investigación para perfeccionar y validar esta herramienta digital y obtener resultados más consistentes y efectivos.

Los hallazgos de este metaanálisis no indicaron ninguna mejora significativa en los niveles de IMC, LDL, HDL, colesterol total o HbA1c debido a las intervenciones de mensajes de texto, para estos resultados el análisis de HbA1c se basó en dos estudios que limitaron la generalización de los resultados. 

Esto contrastó con algunas investigaciones previas que informaron cambios significativos en estas métricas. 

Por ejemplo, un metaanálisis informado previamente encontró que las intervenciones de mensajes de texto tuvieron un impacto positivo en los niveles de HbA1c, resultando en reducciones significativas con una MD de -0.38 (IC del 95%: -0.53 a -0.23, p  < 0.001). 

Otro metaanálisis informó mejoras significativas en los niveles de colesterol (SMD = -0.26; IC del 95%: -0.40 a -0.12, p  < 0.01). 

A pesar de que el análisis inicial no reveló ninguna reducción significativa, el análisis de sensibilidad, excluyendo a Klimis H, 2021, como estudio influyente, demostró un efecto similar, con una DM de −7,06 (IC del 95 %: −10,61 a −3,51, I² = 0 %, p  < 0,0001). 

Otro metaanálisis observó un efecto moderado y estadísticamente significativo en la reducción del IMC (−0,43 kg/m²; IC del 95 %: −0,63 a −0,23, I² = 62 %, p  = 0,001). 

Este efecto podría atribuirse a la inclusión de estudios que utilizan intervenciones de salud móvil más allá de los mensajes de texto. 

Por el contrario, otro metaanálisis centrado únicamente en los mensajes de texto no encontró una reducción estadísticamente significativa del IMC (SMD = −3,61; IC del 95 %: −9,48 a 2,26, p  = 0,23). 

Además, este estudio encontró que los cambios en los niveles de HDL y LDL no fueron estadísticamente significativos: LDL (SMD = −1,81; IC del 95 %: −4,80 a 1,18, p  = 0,24) y HDL (SMD = −1,15; IC del 95 %: −2,83 a 0,54, p = 0,23 ). = 0,18). 

Estos hallazgos sugirieron que, si bien las intervenciones con mensajes de texto pueden mejorar ciertos resultados cardiovasculares, como la presión arterial y la adherencia a la medicación, sus efectos sobre el control de peso, la HbA1c y los perfiles lipídicos podrían ser menos pronunciados. 

En general, el análisis aquí comentado fue coherente con hallazgos previos para los niveles de LDL, HDL y colesterol, pero contrastó con los hallazgos para la HbA1c y el IMC. 

Esta discrepancia pudo deberse a diferencias en los estudios incluidos, ya que el metaanálisis se centró exclusivamente en las intervenciones con mensajes de texto en lugar de una gama más amplia de intervenciones de salud móvil, ofreciendo una evaluación más pura de los mensajes de texto por sí solos en estas variables. 

Otros estudios han mostrado reducciones significativas en el peso, el IMC, la circunferencia de la cintura y los niveles de HbA1c debido a las intervenciones con mensajes de texto, aunque los cambios en los niveles de lípidos no fueron consistentemente significativos. 

Estas discrepancias enfatizaron la necesidad de intervenciones digitales personalizadas para perfiles de riesgo individuales y contextos específicos del estudio. 

Las investigaciones futuras deberían apuntar a integrar un conjunto completo de medidas de resultados para evaluar mejor el impacto de las intervenciones con mensajes de texto en el control de los factores de riesgo cardiovascular.

Este análisis demostró que las intervenciones mediante mensajes de texto redujeron significativamente la PAS y la PAD, indicadores cruciales para la salud cardiovascular. 

Además de mejorar la presión arterial, el estudio encontró un efecto positivo significativo en la adherencia a la medicación. 

Esto sugirió que las intervenciones mediante mensajes de texto mejoran notablemente la adherencia a los regímenes de medicación prescritos, lo que coincide con investigaciones previas que destacan el papel de las herramientas digitales en la mejora del cumplimiento terapéutico del paciente. 

Los resultados indicaron que las intervenciones mediante mensajes de texto pueden mejorar los factores de riesgo de ECV. 

Por esta razón, los médicos deberían considerar la incorporación de los mensajes de texto en la gestión del paciente y la personalización de los mensajes para satisfacer sus necesidades y objetivos de salud individuales. 

Este enfoque ofrece apoyo continuo, ayuda a los pacientes a mantenerse comprometidos y permite el seguimiento del progreso y los ajustes oportunos del tratamiento. 

Sin embargo, los médicos deben evaluar críticamente la evidencia, considerando la variabilidad y los posibles sesgos. 

A pesar de trabajos previos sobre el uso de mensajes de texto para mejorar los factores de riesgo cardiovascular, el estudio actual abordó una gama más amplia de resultados. 

A diferencia de los metaanálisis anteriores que se centraron en un conjunto limitado de resultados, se incluyeron medidas adicionales como el abandono del hábito de fumar, la adherencia a la medicación y los niveles de LDL y HDL, lo que proporcionó una evaluación más completa. 

Al incorporar un metaanálisis cuantitativo, este estudio ofreció una comprensión actualizada de la efectividad de las intervenciones de mensajes de texto para controlar los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV).

Se admitieron limitaciones y se plantearon líneas  para investigaciones futuras.

La heterogeneidad sustancial en varios resultados indicó una variabilidad considerable entre estudios. 

Si bien se realizaron análisis de subgrupos para identificar las fuentes de variabilidad, la heterogeneidad persistente planteó dudas sobre la comparabilidad de los estudios, limitó la fiabilidad de las estimaciones agrupadas y justificó una interpretación cautelosa. 

Además, la calidad metodológica de cuatro estudios incluidos planteó dudas sobre el riesgo de sesgo en el proceso de aleatorización. 

En comparación, doce estudios presentaron algunas dudas sobre la selección de los resultados informados. 

Otra limitación fue la falta de información detallada sobre la medicación que tomaban los pacientes, ya que esta no se informó en los estudios agrupados. 

Asimismo, el número limitado de estudios imposibilitó la realización de análisis de subgrupos y de sensibilidad en algunos parámetros, lo que impidió una diferenciación fiable de subgrupos y una evaluación de la sensibilidad. 

El tamaño muestral de algunos ECA incluidos también fue pequeño; siete estudios tuvieron 100 participantes o menos. 

La inconsistencia y la falta de estandarización en los protocolos de medición de resultados, en particular para la presión arterial, limitaron la fiabilidad de nuestros hallazgos. 

Las variaciones en los tipos de dispositivos, la frecuencia de medición y el momento de la medición a menudo fueron poco claras o se informaron de forma inconsistente, lo que afectó la comparabilidad entre estudios.

El número limitado de estudios subrayó la necesidad de investigación adicional para validar los hallazgos, explorar posibles moderadores de la efectividad de las intervenciones y abordar los desafíos metodológicos. 

Por ejemplo, el tabaquismo, como factor de riesgo significativo de ECV, mostró resultados en solo cuatro estudios, sin un número claro para realizar el análisis. 

Las investigaciones futuras deberían apuntar a evaluar más intervenciones que utilicen mensajes de texto dirigidos por enfermeras y obtener información adicional sobre cambios en el estilo de vida, incluyendo actividad física, dejar de fumar, dietas más saludables, reducción del IMC y medicación del paciente. 

Además, ningún estudio evaluó los efectos de los mensajes de texto más allá del seguimiento de 12 meses. 

Las investigaciones futuras deberían abordar deficiencias específicas, como la optimización de la frecuencia de los mensajes para mejorar la adherencia y los cambios en el estilo de vida, la adaptación de las intervenciones a subpoblaciones específicas para aumentar la efectividad y la notificación de las interacciones entre las intervenciones de SMS y la medicación. 

Además, se deben explorar los factores que influyen en la eficacia, como las diferencias culturales, psicológicas o del sistema sanitario. 

Abordar estas áreas perfeccionará las intervenciones basadas en SMS, aumentará su impacto y facilitará su escalabilidad para la prevención global de enfermedades cardiovasculares.

En conclusión esta revisión sistemática y metaanálisis demostraron que las intervenciones mediante mensajes de texto pueden mejorar significativamente el control de los factores de riesgo cardiovascular al mejorar la adherencia a la medicación y reducir la presión arterial sistólica y diastólica, ambos factores cruciales para la salud cardiovascular. 

Estos hallazgos resaltaron el potencial de los mensajes de texto como una herramienta eficaz en la prevención de las ECV. 

A pesar de estos resultados positivos, la alta heterogeneidad observada en las mediciones de presión arterial y la ausencia de efectos significativos sobre otros factores de riesgo cardiovascular, como el IMC, el LDL, el HDL, el colesterol total y la HbA1c, subrayaron la variabilidad en la efectividad de las intervenciones en diferentes entornos y poblaciones. 

Esto sugirió que, si bien los mensajes de texto pueden mejorar ciertos hábitos de salud, su impacto en indicadores más amplios de control de los factores de riesgo cardiovascular puede ser limitado. 

No obstante, la integración de las intervenciones mediante mensajes de texto en las estrategias de atención médica existentes ofrece un enfoque prometedor y rentable para mejorar la adherencia a la medicación y el control de la presión arterial, ambos vitales para la prevención de eventos cardiovasculares. 

Las investigaciones futuras deberán centrarse en los efectos a largo plazo, los cambios integrales en el estilo de vida y la adaptación de las intervenciones para mejorar su eficacia en diversas poblaciones. 

Abordar estas brechas será crucial para perfeccionar las tecnologías de salud digital y optimizar su papel en la prevención de las ECV.

* Calderon Martinez E, Zachariah Saji S, Salazar Ore JV, Kumar A, Alonso Ramírez AC, Mohanty S, Nakamura Ramírez VY, Hammoud A, Shaban LN, Abbagoni V. Text messages as a tool to improve cardiovascular disease risk factors control: a systematic review and meta-analysis of randomized clinical trials. BMC Public Health. 2025 Apr 4;25(1):1284. doi: 10.1186/s12889-025-21818-0. PMID: 40186180; PMCID: PMC11971745.

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