De la mano de autores húngaros, en la edición del 29 de enero del Frontiers in Pharmacology fue presentado un artículo de revisión que abordó el tema del manejo de la fibrilación ventricular en el contexto de emergencia*.
La fibrilación ventricular (FV) es una condición de emergencia que, sin tratamiento inmediato, conduce a la muerte.
En el caso de esta arritmia ventricular maligna, la actividad eléctrica desorganizada aparece en el miocardio ventricular. En tales casos, el corazón no puede transportar sangre de manera efectiva, lo que conduce a un colapso circulatorio, muerte clínica y, si no se atiende, muerte biológica.
La muerte cardíaca súbita (MSC) es una de las principales causas de muerte en todo el mundo y afecta a unos 5 millones de personas al año con una baja tasa de supervivencia de aproximadamente el 10%.
En los Estados Unidos, 300–400 mil, mientras que en Europa se registran 700 mil casos de muerte súbita cardíaca por año. Su incidencia es 100/100000 en el caso de los hombres de 50 años, es tan alto como 800/100000 entre los hombres de 75 años de edad.
Es más frecuente entre hombres que mujeres (6.68 / 100000 vs. 1.4 / 100000).
La FV es la arritmia que se manifiesta primero y con la frecuencia más alta en relación con los colapsos circulatorios registrados, que representa aproximadamente el 30% de los casos.
La fibrilación ventricular (FV) y la muerte cardíaca súbita (MSC) son causadas predominantemente por canalopatías y miocardiopatías en niños y enfermedad coronaria en los ancianos.
Los factores temporales, por ejemplo, el desequilibrio electrolítico, las interacciones farmacológicas y el abuso de sustancias pueden desempeñar un papel aditivo en la arritmogénesis.
La automaticidad ectópica, la actividad desencadenada y los mecanismos de reentrada se conocen como sustratos electrofisiológicos importantes para la FV que determinan las terapias antiarrítmicas al mismo tiempo.
La necesidad de emergencia de cardioversión eléctrica se ve respaldada por el hecho de que cada minuto sin desfibrilación disminuye las tasas de supervivencia en aproximadamente un 7% -10%.
Por lo tanto, la desfibrilación temprana es una parte esencial del tratamiento antiarrítmico de emergencia. La terapia con medicamentos tiene su relevancia más bien en la prevención de la muerte cardíaca súbita, donde el reconocimiento temprano y el tratamiento de la enfermedad subyacente tienen una importancia significativa.
Los efectos cardioprotectores y antiarrítmicos de los betabloqueantes en pacientes predispuestos a la muerte cardíaca súbita se destacaron en numerosos estudios, por lo que hoy en día estos medicamentos se consideran los pilares de la prevención y el tratamiento de las arritmias ventriculares potencialmente mortales.
Sin embargo, no se ha demostrado que otras terapias médicas sean útiles en la prevención de la FV.
Aunque la amiodarona ha mostrado resultados positivos ocasionalmente, no se demostró que sea consistente. Además, los posibles efectos proarrítmicos de las drogas también pueden limitar su aplicabilidad.
Sobre la base de estas observaciones desfavorables, se destaca la importancia de la prevención de la arritmia, donde la ecocardiografía, la electrocardiografía y las pruebas de laboratorio juegan un papel importante incluso en situaciones de emergencia.
En el caso de la reanimación cardiopulmonar, se ha demostrado que la desfibrilación temprana, además de la compresión torácica mínimamente interrumpida, mejora el resultado de los pacientes. La ablación por radiofrecuencia de desencadenantes y sustratos de FV también es una oportunidad terapéutica viable y emergente
* Szabó Z, Ujvárosy D, Ötvös T, Sebestyén V, Nánási PP. Handling of Ventricular Fibrillation in the Emergency Setting. Front Pharmacol. 2020 Jan 29;10:1640. doi: 10.3389/fphar.2019.01640. eCollection 2019.