Autores pertenecientes a la Universidad de Augusta y al Texas Health Arlington Memorial Hospital de EEUU publicaron un documento que se halla disponible en StatPearls [Internet] a partir de enero de 2022 que aborda el tema del manejo transcatéter de pseudoaneurismas ventriculares izquierdos* que será el tema a comentar hoy en la NOTICIA DEL DÍA.
Los pseudoaneurismas del ventrículo izquierdo (PVI) son una complicación muy rara pero letal del infarto de miocardio, la cirugía cardíaca, los traumatismos y las infecciones. Es una ruptura de la pared del ventrículo izquierdo que está contenida por pericardio adherido o tejido cicatricial. Requiere una intervención inmediata con cirugía o cierre percutáneo transcatéter mínimamente invasivo.
Estos pacientes pueden presentar insuficiencia cardíaca congestiva y arritmias. El desarrollo de taponamiento después de la ruptura del ventrículo izquierdo suele ser fatal. Se informó una tasa de incidencia de alrededor del 0,29%.
Los estudios sugieren que, de todas las causas comentadas, el infarto de miocardio y la cirugía cardíaca resultan en 55 % y 33 % respectivamente. En cirugía cardíaca, el reemplazo de la válvula mitral se asocia con una mayor tasa de ocurrencia.
Tradicionalmente, el tratamiento preferido de un pseudoaneurisma del ventrículo izquierdo ha sido la intervención quirúrgica de emergencia. La cirugía en sí tiene una mortalidad alta que oscila entre el 20 % y el 36 %, pero algunos de los estudios recientes han mostrado una mejora en la mortalidad del 10 %.
Sin embargo, en los casos en los que no se puede considerar la cirugía debido al alto riesgo y se prefiere el tratamiento médico, la mortalidad es incluso alta y se acerca al 48 %.
Pero en las últimas dos décadas, los enfoques mejorados del procedimiento transcatéter y la tecnología de dispositivos avanzados han hecho que el cierre percutáneo sea una opción cada vez más práctica, especialmente en pacientes con un pronóstico quirúrgico desfavorable.
El cierre percutáneo del seudoaneurisma del ventrículo izquierdo fue descrito por primera vez por Clift et al en 2004.
En 2016, se realizó con éxito el primer caso de un cierre percutáneo luego de un reemplazo transcatéter de la válvula aórtica mediante un acceso transapical.
Antes de eso, la mayoría de los casos informados en la literatura se realizaron mediante cirugía después de infartos de miocardio potencialmente mortales.
No existe un gran estudio sobre el manejo transcatéter, pero se han informado múltiples estudios de casos exitosos que avalan su potencial futuro.
También hay algunos informes de un enfoque híbrido que usa el cierre perdutáneo para estabilizar primero al paciente durante el entorno de emergencia seguido del cierre quirúrgico estándar.
Debe tenerse en cuenta que el ventrículo izquierdo está formado por un músculo de grosor considerable y es el más propenso al desarrollo de pseudoaneurismas.
También conocido como aneurisma falso, determina que la sangre que gotea en la pared que está lesionada se acumule en el tejido circundante. No debe confundirse con un aneurisma verdadero que ocurre cuando las paredes sobresalen de la acumulación de líquido.
Según un estudio, existe una asociación entre la localización de un pseudoaneurisma y la etiología de su presencia.
Por ejemplo, después de un infarto de miocardio, el 82% se localizan en la pared inferior o posterolateral. Después de una cirugía cardíaca congénita, se encuentran pseudoaneurismas en el tracto de salida del ventrículo derecho el 87% de las veces. Después del reemplazo de la válvula mitral, el 100 % se ubican en la región subanular posterior de la válvula mitral, y después de la válvula aórtica, se ubican en la región subaórtica el 100 % de las veces.
Actualmente, el método preferido de tratamiento es la intervención quirúrgica de emergencia. Sin embargo, el cierre transcatéter percutáneo del VI es una alternativa factible para los candidatos no quirúrgicos.
Las indicaciones para este procedimiento es la ocurrencia en un paciente que no es candidato quirúrgico.
Las contraindicaciones incluyen trombo en la aurícula izquierda, endocarditis activa y/o la presencia de una anatomía cardíaca desfavorable para la intervención con catéter.
El cierre percutáneo del ventrículo izquierdo transcatéter suele ser una intervención urgente. La anticoagulación también debe realizarse antes del procedimiento.
Antes de realizar el CPT, se debe realizar un cateterismo cardíaco derecho y/o cateterismo cardíaco izquierdo para evaluar las presiones dentro del corazón y en los pulmones. Además, un ventriculograma izquierdo para evaluar la función y estructura de la pared del ventrículo izquierdo.
Las complicaciones del cierre percutáneo incluyen, entre otras, hemorragia, hematoma, infección, embolia del dispositivo de cierre, arritmia, dependencia del marcapasos, accidente cerebrovascular y/o muerte.
Dado que este procedimiento es bastante nuevo y la tasa de intervención es baja debido a la baja incidencia, los investigadores deben realizar más estudios sobre los posibles efectos/complicaciones a largo plazo de este procedimiento.
En conclusión, los resultados aún no están disponibles. La experiencia y el volumen del operador son factores importantes, pero dada la rareza de esta afección, incluso los grandes centros de referencia tienen una experiencia limitada
El resultado clínico del cierre percutáneo del seudoaneurisma del ventrículo izquierdo depende del grado, su ubicación y la habilidad del operador. Sin embargo, para garantizar los mejores resultados, se recomienda la consulta inmediata con un grupo interprofesional de especialistas que incluya un cirujano cardiotorácico y un cardiólogo intervencionista.
* Brown KN, Singh R. Transcatheter Management of Left Ventricular Pseudoaneurysms. 2022 Feb 16. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2022 Jan–. PMID: 30725852.