19.12.2020

Miocardiopatía inducida por arritmia

Si bien la publicación de autores germanos que será comentada hoy en la NOTICIA DEL DÍA tiene más de dos años en la edición de mayo de 2018 en el Deutsches Ärzteblatt International, aborda un tema de gran interés y actualidad cual es el de la miocardiopatía inducida por arritmia, por lo cual amerita la nota*.

La insuficiencia cardíaca es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en los países occidentales, introducen los autores. 

De la población total, aproximadamente el 1% – 2% de los adultos y> 10% de los mayores de 70 años se ven afectados. 

Junto con el envejecimiento de la población, la insuficiencia cardíaca plantea uno de los mayores desafíos para la medicina moderna y la economía de la salud.

El algoritmo de diagnóstico de la insuficiencia cardíaca sistólica otorga una importancia fundamental a la identificación de la causa subyacente de la disfunción contráctil ventricular para poder iniciar el tratamiento causal y evaluar el pronóstico.

La miocardiopatía inducida por arritmia (también denominada taquimiopatía o miocardiopatía inducida por taquicardia) es una subforma de la miocardiopatía dilatada (no familiar). 

Se caracteriza por una disfunción sistólica del ventrículo izquierdo (LVSD por sus siglas en inglés) que es causada por una frecuencia ventricular rápida y / o irregular. La miocardiopatía inducida por arritmias se puede resolver eliminando o tratando eficazmente la arritmia causal. 

En la forma típica, la arritmia es el único trastorno subyacente y LVSD es completamente reversible. Sin embargo, en el caso de cardiopatía estructural preexistente, puede agravar la DSVI, haciéndola solo parcialmente reversible.

La miocardiopatía inducida por arritmia parece ocurrir a cualquier edad. Aunque el cuadro clínico se conoce desde hace décadas y está bien caracterizado en modelos animales, faltan datos clínicos prospectivos o epidemiológicos fiables y, en última instancia, se desconoce su prevalencia.

Lo que llama la atención en los estudios de tratamiento más recientes es que aproximadamente un tercio de los pacientes con fibrilación auricular e insuficiencia cardíaca sistólica presentaban principalmente LVSD idiopática y que la miocardiopatía inducida por arritmia, o un componente relevante de esta enfermedad, se detectó en el 58% -88% de los casos. 

De manera similar, en un estudio de cohorte de 1269 pacientes consecutivos con aleteo auricular, se diagnosticó en el 56% (103/184) de los casos en el subgrupo con DSVI después de la ablación. 

Por el contrario, la relevancia de la miocardiopatía inducida por arritmia probablemente se subestima en la práctica clínica, dado que a menudo se considera que la arritmia es únicamente el resultado y no una posible causa de la miocardiopatía.

Esta revisión se basa en las publicaciones pertinentes recuperadas mediante una búsqueda selectiva en PubMed (1987-2017) y en las recomendaciones de las guías actuales.

El criterio clave para el diagnóstico de una AIC es la demostración de una arritmia persistente (incluida la taquicardia patológica) junto con una LVSD cuyo origen no puede explicarse de otra manera. 

Casi cualquier tipo de taquiarritmia o extrasístoles ventriculares frecuentes pueden conducir, si persisten, a una LVSD progresivamente grave. Los mecanismos fisiopatológicos subyacentes no se comprenden completamente; el aumento de la frecuencia ventricular, las contracciones cardíacas asincrónicas y la activación neurohumoral parecen desempeñar un papel. 

Los factores desencadenantes más frecuentes son las taquicardias supraventriculares en niños y la fibrilación auricular en adultos. 

Estudios recientes han demostrado que se subestima la importancia causal de la fibrilación auricular en LVSD inexplicable. El tratamiento de la AIC consiste principalmente en el tratamiento de la arritmia subyacente, generalmente con fármacos como los betabloqueantes y la amiodarona. 

Dependiendo del tipo de arritmia, también se debe considerar la ablación con catéter para el tratamiento a largo plazo cuando sea apropiado. Se considera que el diagnóstico de AIC está bien establecido cuando la LVSD se normaliza o mejora en unas pocas semanas o meses después del inicio del tratamiento dirigido de la arritmia.

En conclusión, un AIC es potencialmente reversible. El reconocimiento oportuno de esta condición y el tratamiento adecuado de la arritmia subyacente pueden mejorar sustancialmente los resultados del paciente.

* Sossalla S, Vollmann D. Arrhythmia-Induced Cardiomyopathy. Dtsch Arztebl Int. 2018 May 11;115(19):335-341. doi: 10.3238/arztebl.2018.0335. PMID: 29875055; PMCID: PMC5997886.

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