Autores de China y EEUU publicaron en la edición del 2 de febrero de 2022 del Journal of Cardiovascular Development and Disease los resultados de un estudio que concluyó que la no compactación del ventrículo izquierdo se asocia con insuficiencia valvular y una variedad de arritmias*; tales conclusiones serán comentadas en la NOTICIA DEL DÍA
La falta de compactación del ventrículo izquierdo (LVNC por sus siglas en inglés: OMIM No. 604169) es un tipo de miocardiopatía que se caracteriza anatómicamente por una trabeculación ventricular prominente y recesos intertrabeculares profundos.
Se informó por primera vez en 1969, siendo abordada en ese entonces como una condición de miocardio esponjoso.
En los años siguientes, LVNC ha ganado una gran atención debido a las mejoras en las técnicas de imagen cardíaca, principalmente la ecocardiografía y la resonancia magnética, que han permitido una visualización más detallada y una mayor conciencia clínica de este síndrome.
Posteriormente, se informaron muchos casos de LVNC, y la AHA la incluyó como un tipo de miocardiopatía en 2006.
La entidad muestra manifestaciones clínicas muy variables que van desde asintomáticas a sintomáticas, y sus principales características clínicas son insuficiencia cardíaca, arritmias, eventos tromboembólicos y muerte súbita.
Su sintomatología es progresiva, considerada la 3ª miocardiopatía más frecuente en la población pediátrica, y la mortalidad oscila entre el 5 y el 47%.
A pesar de su importancia clínica, se desconoce el mecanismo de compactación trabecular y su etiología.
Además, si es una miocardiopatía congénita o adquirida ha sido una controversia sin resolver.
El enfoque de la mayoría de las investigaciones clínicas en pacientes adultos aislados con LVNC no pudo rastrear las anomalías en las etapas de desarrollo embrionario, y la brecha de conocimiento con respecto a la regulación del nivel molecular de la trabeculación podría ser la posible razón.
Como las anormalidades en la morfogénesis trabecular y ventricular conducen a la no compactación, la revelación del desarrollo biológico y fisiológico de la formación trabecular y la compactación ventricular ayudará a dilucidar la etiología.
Las trabéculas son estructuras en forma de lámina que se extienden desde el miocardio hasta la luz del corazón y funcionan para aumentar el área de superficie para apoyar la nutrición y el suministro de oxígeno cuando el sistema coronario aún no está establecido.
Muchos estudios muestran que la falta de trabeculación causa la muerte embrionaria y su exceso causa la LVNC.
Los mecanismos celulares y moleculares de la formación trabecular se han revelado a lo largo de los años. Estudios recientes demostraron que la división celular orientada (OCD por sus siglas en inglés) dependiente de la polaridad y la migración direccional de los cardiomiocitos en el miocardio de una sola célula contribuyen a la iniciación trabecular, lo que en ratones da como resultado un miocardio con células de múltiples capas.
Sin embargo, en el pez cebra, las trabéculas se forman solo por migración direccional dependiente de la polaridad.
Un estudio posterior encontró que los cardiomiocitos en las capas externa e interna de la zona compacta muestran diferentes orientaciones durante la iniciación trabecular, y la interrupción de su orientación celular dará como resultado defectos de iniciación trabecular y LVNC.
Además, la OCD perpendicular ha contribuido a la especificación trabecular y es responsable de que los cardiomiocitos trabeculares sean distintos de los cardiomiocitos de la zona compacta.
Después de la iniciación trabecular, el miocardio contiene múltiples capas de cardiomiocitos, y las células endocárdicas pueden excavar en los cardiomiocitos sueltos y separarlos para formar trabéculas.
En comparación con los procesos que gobiernan la formación trabecular, el mecanismo de compactación ventricular se desconoce en su mayor parte.
Estudios recientes informan que la angiogénesis endotelial iniciada y la señalización de Semaphorin 3E/PlexinD1 podrían ser necesarias para la compactación ventricular.
Otro estudio en esta línea muestra que las células trabeculares se unen con la zona compacta para engrosar y fortalecer la zona compacta.
Sin embargo, las redes genéticas y una descripción clara del proceso de compactación aún no están establecidas.
Además, preguntas significativas, es decir, si la causa de la NCVI es por sobretrabeculación o detención de la compactación, si representa una patología adquirida o tiene un origen congénito, si los pacientes con NCVI se asocian con otras características clínicas y si la función contráctil reducida es una causa. o consecuencia, son desconocidos.
Un análisis exhaustivo de las características clínicas de la no compactación ayudará a responder estas preguntas e identificar la etiología.
Para responderlas, se examinaron cuidadosamente las características clínicas de los pacientes portadores.
En este estudio, se exploró una base de datos de 9582 sujetos examinados por funciones cardíacas anormales y se encontró que 46 pacientes mostraban características de no compactación.
Las deformaciones de los corazones se evaluaron a partir de las imágenes obtenidas por ecocardiografía (ECO) y/o resonancia magnética (RM) cardiovascular.
Si bien la ecocardiografía se puede utilizar como la primera herramienta de seguimiento en el diagnóstico, la evaluación mediada por resonancia magnética puede determinar alteraciones subclínicas en la función miocárdica y es más sensible para detectar cambios funcionales sutiles y en las estructuras cardíacas.
Los datos muestran que 42 de los 46 pacientes presentaron diferentes grados de insuficiencia valvular.
Un total de 39 de los 46 pacientes presentaron una caída de la fuerza de contracción sistólica, y todos ellos manifestaron diferentes arritmias que no solo se restringieron al miocardio no compactado.
Curiosamente, 1 de los 46 pacientes presentó una falta de compactación del ventrículo derecho (RVNC por sus siglas en inglés) pero no un defecto contráctil, y 1 mostró tanto LVNC como RVNC.
Este examen retrospectivo detallado de pacientes con LVNC reveló algunos hallazgos novedosos, incluido que se asoció con regurgitación y arritmias en la mayoría de los pacientes y que la contractilidad reducida se correlacionó con la edad de los pacientes y podría ser una consecuencia de la no compactación.
Estos hallazgos sugirieron que la regurgitación y la arritmia podrían ser características clínicas de la entidad y agregan evidencia para favorecer la noción de que tiene un origen congénito. Asimismo, se examinaron los datos clínicos y se encontró que 39 de los 45 pacientes mostraron contractilidad reducida, lo que sugirió que la función contráctil podría ser una característica de la no compactación.
Sin embargo, 6 de 45 pacientes no mostraron contractilidad reducida, lo que sugirió que no es requisito para la aparición de LVNC.
Se compararon las funciones contráctiles entre los dos grupos de edad y se encontró que 16 de 23 pacientes en el grupo joven mostraron un defecto contráctil, mientras que 22 de 22 pacientes en el otro grupo también la presentaron.
El defecto contráctil diferencial entre los dos grupos sugirió que el inicio de la contractilidad reducida podría ser una característica adquirida de la enfermedad.
Un estudio anterior cuantificó las trabeculaciones en una gran cohorte de adultos por lo demás sanos mediante resonancia magnética, que determinó las asociaciones de las trabéculas con la función cardíaca y concluyó que las trabeculaciones mayores se asociaron con una disminución de la función del VI.
De manera consistente, estos estudios encontraron que la proporción de grosor de la capa trabecular respecto a la capa compacta se correlaciona negativamente con una función sistólica reducida.
Estos datos sugirieron que la contractilidad reducida podría ser una consecuencia de la no compactación y no es necesariamente necesaria para el inicio de la misma.
Sin embargo, este estudio tuvo algunas limitaciones, ya que será necesario seguir la monitorización de los cambios en la contractilidad en los pacientes de manera dependiente del tiempo para llegar a una conclusión decisiva sobre si la contractilidad es una causa o una consecuencia de lafalta de compactación.
Además, debido al pequeño tamaño de la muestra, los casos limitados no reflejan la etiología de todos los pacientes con no compactación y no incluyen todas las causas que la desencadenan.
Se utilizó el ECO, que es menos sensible que la resonancia magnética cardíaca, para evaluar a los pacientes con lo que podría explicar por qué solo el 0,48 % de los sujetos presentaba no compactación.
En resumen, se analizaron los síntomas clínicos de 45 pacientes con LVNC y 1 RVNC de 9582 ecocardiogramas realizados en sujetos con posibles enfermedades cardíacas. Se halló que 40 de los 46 pacientes con LVNC mostraron regurgitación valvular clínica, 39 de los 45 pacientes mostraron una contracción sistólica reducida y 46 de los 46 pacientes mostraron varias formas de arritmia.
Este análisis retrospectivo reveló hallazgos novedosos de que la no compactación se asoció con regurgitación en la mayoría de los pacientes y arritmias en todos ellos; que los pacientes ancianos tienen una tendencia a la contractilidad reducida en relación a los pacientes jóvenes, y la relación de espesor de trabecular a compacto se correlaciona negativamente con la reducción de la función sistólica.
Los hallazgos sugirieron que la regurgitación podría ser una característica clínica de LVNC; que sería un defecto congénito, y que las manifestaciones pueden estar presentes en la etapa congénita o adulta dependiendo de las funciones de los genes alterados.
* Li Q, Miao L, Xia L, Abdelnasser HY, Zhang F, Lu Y, Nusrat A, Tabassum M, Li J, Wu M. Left Ventricular Noncompaction Is Associated with Valvular Regurgitation and a Variety of Arrhythmias. J Cardiovasc Dev Dis. 2022 Feb 2;9(2):49. doi: 10.3390/jcdd9020049. PMID: 35200702; PMCID: PMC8876824.