Autores de EEUU pertenecientes a la Universidad de Ciencias de la Salud Downstate de Brooklyn realizaron un estudio de cohorte retrospectivo cuyos resultados fueron publicados en la edición de septiembre del International Journal of Obesity que analizó el impacto de la obesidad en las complicaciones de COVID-19*.
Introduciéndose en el tema del coronavirus, los autores refieren que el primer caso de la enfermedad COVID-19 surgió en Wuhan, China, en diciembre de 2019. Esta nueva cepa de coronavirus se propagó rápidamente a nivel mundial, y la Organización Mundial de la Salud clasificó el COVID-19 como una pandemia en marzo de 2020. Estados Unidos Estados (EE.UU.), y en particular la ciudad de Nueva York (NYC), eventualmente se convirtieron en el epicentro del síndrome respiratorio agudo severo por coronavirus 2.
Puntualizan que las condiciones crónicas están asociadas con resultados adversos en esta condición. Uno de esos factores puede ser la obesidad, que ha alcanzado proporciones epidémicas en los EE. UU. Y tiene un costo significativo en el sistema de salud estadounidense. En 2017, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informaron que al 42,4% de la población estadounidense se le diagnosticó obesidad. La prevalencia de la obesidad es particularmente alta en ciertas poblaciones, como los negros no hispanos y los hispanos.
También se ha informado que estos grupos se han visto afectados de manera desproporcionada por la pandemia de COVID-19.
Estudios realizados previamente han implicado a la obesidad como un factor de riesgo en los resultados graves del COVID-19, como la ventilación mecánica invasiva, la neumonía grave y el aumento de las hospitalizaciones.
Pueden estar implicados varios mecanismos, incluida la enfermedad pulmonar restrictiva, la lipo-toxicidad y la inducción de un estado proinflamatorio.
Sin embargo, hay información limitada que describa la asociación entre obesidad y mortalidad, particularmente en poblaciones vulnerables de minorías raciales y étnicas.
El propósito entonces de este estudio fue dilucidar la asociación entre la obesidad y los resultados de COVID-19 en un centro designado solo para este tipo de pacientes en East Flatbush, una comunidad en Brooklyn, Nueva York, cuya población se estima en 88% de raza negra y 34% de obesidad.
Con estas consideraciones se diseñó un estudio de cohorte retrospectivo de pacientes hospitalizados con COVID-19 evaluados entre el 10 de marzo y el 13 de abril de 2020 en un hospital solo para COVID en Nueva York, el SUNY Downstate Health Sciences University,.
Se enrolaron en total, 684 pacientes que fueron evaluados para COVID-19 y 504 fueron analizados. Los pacientes se clasificaron en tres grupos según el IMC: normal (IMC 18,50-24,99), sobrepeso (IMC 25,00-29,99) y obesidad (IMC ≥ 30,00).
El resultado primario fue la mortalidad hospitalaria a los 30 días y los resultados secundarios fueron intubación, lesión renal aguda (IRA o acute kidney injury (AKI)), síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) y lesión cardíaca aguda (ACI).
Se detectaron 139 pacientes (27%) con IMC normal, 150 pacientes con sobrepeso (30%) y 215 pacientes con obesidad (43%). Después de controlar por edad, sexo, diabetes, hipertensión y puntuación qSOFA, hubo un riesgo significativamente mayor de mortalidad en los grupos con sobrepeso (RR 1,4, IC 95% 1,1-1,9) y obesos (RR 1,3, IC 95% 1,0-1,7 ) en comparación con aquellos con IMC normal.
De manera similar, hubo un riesgo relativo significativamente mayor de intubación en los grupos con sobrepeso (RR 2,0, IC del 95%: 1,2-3,3) y obesos (RR 2,4, IC del 95%: 1,5-4,0) en comparación con aquellos con un IMC normal.
La obesidad no afectó las tasas de AKI, ACI o SDRA. Además, la obesidad parece aumentar significativamente el riesgo de mortalidad en los hombres (RR 1,4; IC del 95%: 1,0 a 2,0; P = 0,03), pero no en las mujeres (RR 1,2; IC del 95%: 0,77 a 1,9; P = 0,40).
En conclusión, este estudio reveló que los pacientes con sobrepeso y obesidad que tienen COVID-19 tienen un mayor riesgo de mortalidad e intubación en comparación con aquellos con IMC normal.
Estos hallazgos apoyan la hipótesis de que la obesidad es un factor de riesgo para las complicaciones de COVID-19 y debe considerarse en el tratamiento de COVID-19.
* Nakeshbandi M, Maini R, Daniel P, et al. The impact of obesity on COVID-19 complications: a retrospective cohort study. Int J Obes (Lond). 2020;44(9):1832-1837. doi:10.1038/s41366-020-0648-x