Un grupo de investigadores españoles, publicó en la edición del 24 de junio de 2022 de Medicina Clínica de Barcelona los resultados de un estudio que analizó la prevalencia de sangrado secundario a anticoagulación y mortalidad en pacientes con fibrilación auricular ingresados con infección por SARS-CoV-2*. Este estudio será hoy comentado por la NOTICIA DEL DÍA.
Los autores comienzan señalando que la pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) causada por el síndrome respiratorio agudo severo-coronavirus-2 (SARS-CoV-2) se ha propagado rápidamente por todo el mundo causando una morbilidad y mortalidad significativas.
Varios estudios han sugerido repetidamente que las comorbilidades cardiovasculares se asocian a un peor pronóstico de la COVID-19.
En concreto, la fibrilación auricular (FA) se ha descrito como una patología frecuente en pacientes ingresados con formas graves de la COVID-19.
Se ha sugerido que la FA podría ser un predictor independiente de mortalidad para estos pacientes. Sin embargo, la etiología subyacente de estas altas tasas de mortalidad no está bien establecida.
En base a posibles interacciones fármaco-fármaco, la American Heart Association (AHA) y la European Society of Cardiology (ESC) acuerdan recomendar la heparina como anticoagulante de elección en pacientes hospitalizados con FA por COVID-19 que estén recibiendo anticoagulación previa .
Ciertamente, la anticoagulación sistemática con heparina es la estrategia más común adoptada por los médicos en este escenario clínico. Sin embargo, no existen datos sobre las diferentes terapias de anticoagulación en estos pacientes y la incidencia de posibles desenlaces, especialmente, trombosis y hemorragias mayores.
El objetivo principal de este estudio fue evaluar la incidencia de eventos hemorrágicos y trombóticos, la mortalidad y el régimen de anticoagulación en una cohorte multicéntrica de pacientes con FA ingresados por COVID-19.
Además, se pretendió identificar predictores independientes clínicos o analíticos de hemorragia mayor y mortalidad durante el ingreso.
Se investigó retrospectivamente a todos los pacientes consecutivos con FA ingresados por COVID-19 entre marzo y mayo de 2020 en 9 hospitales españoles.
Seleccionaron un grupo de control de pacientes sin FA ingresados consecutivamente con COVID-19. Compararon las características basales, la incidencia de hemorragia mayor, los eventos trombóticos y la mortalidad. Utilizaron el emparejamiento por puntaje de propensión (PSM por sus siglas en inglés) para minimizar las posibles variables de confusión, así como un análisis multivariado para predecir hemorragias graves y muerte.
Se incluyeron 305 pacientes ingresados con FA y COVID-19.
Después de PSM, 151 pacientes con FA se emparejaron con 151 pacientes del grupo de control.
Durante el ingreso, la heparina de bajo peso molecular fue el principal anticoagulante y la incidencia de hemorragia mayor y mortalidad fue mayor en el grupo de FA [16 (10,6%) vs 3 (2%), p = 0,003; 52 (34,4%) vs 35 (23,2%), p = 0,03, respectivamente].
El análisis multivariante mostró la presencia de FA como predictor independiente de hemorragia mayor intrahospitalaria y mortalidad en pacientes con COVID-19. En el grupo de FA, un análisis multivariado secundario identificó niveles elevados de dímero D como predictor independiente de hemorragia mayor intrahospitalaria.
La naturaleza no aleatoria del estudio limitó las conclusiones sobre la influencia de la terapia de anticoagulación y los resultados.
Este sesgo se controló parcialmente con estudios de emparejamiento por puntaje de propensión que lograron grupos de estudio muy similares.
Se requieren estudios más grandes y aleatorizados para aclarar mejor este tema. Los datos sobre la gravedad de la infección por SARS-CoV-2 no se recopilaron por completo.
La alta tasa de mortalidad se debió en muchos casos más a la infección por COVID-19 que a eventos cardiovasculares. Sin embargo, esto fue similar para ambos grupos de PSM y las diferencias relacionadas con la condición de FA todavía estaban presentes.
En resumen, los pacientes con FA previa o recién diagnosticada ingresados por COVID-19 representaron una población de alto riesgo de sangrado mayor y mortalidad durante la hospitalización.
Parece fundamental individualizar la terapia de anticoagulación durante el ingreso, teniendo en cuenta los riesgos específicos del paciente de hemorragia y TEV.
* Rubini-Costa R, Bermúdez-Jiménez F, Rivera-López R, Sola-García E, Nagib-Raya H, Moreno-Escobar E, López-Zúñiga MÁ, Briones-Través A, Sanz-Herrera F, Sequí-Sabater JM, Romero-Cabrera JL, Maíllo-Seco J, Fernández-Vázquez F, Rivadeneira-Ruiz M, López-Valero L, Gómez-Navarro C, Aparicio-Gómez JA, López MÁ, Tercedor L, Molina-Jiménez M, Macías-Ruiz R, Jiménez-Jáimez J. Prevalence of bleeding secondary to anticoagulation and mortality in patients with atrial fibrillation admitted with SARS-CoV-2 infection. Med Clin (Barc). 2022 Jun 24;158(12):569-575. doi: 10.1016/j.medcli.2021.06.015. Epub 2021 Jul 15. PMID: 34364707; PMCID: PMC8279935.