Médicos pertenecientes a los Departamentos de Cardiología, Medicina Interna y de Cuidados Intensivos del Centro Médico Tel Aviv Sourasky y de la Escuela de Medicina Sackler de la Universidad de Tel Aviv, Israel, publicaron en la edición del 5 de abril de 2022 del Journal of The American Heart Association los resultados de un estudio en el que analizaron la prevalencia e implicaciones clínicas del compromiso pericárdico en pacientes hospitalizados por COVID‐19*. La NOTICIA DEL DÍA de hoy comentará estos hallazgos.
La infección por COVID‐19 tiene una amplia gama de gravedad de la enfermedad, desde una forma asintomática o leve que remite espontáneamente hasta una neumonía progresiva grave, falla multiorgánica y muerte.
Los informes sugieren que las complicaciones cardíacas son comunes y están asociadas con una mayor mortalidad.
Anteriormente este grupo había demostrado que la manifestación cardíaca más común en pacientes hospitalizados consecutivos con infección por COVID-19 era la disfunción o dilatación del ventrículo derecho (VD) (39 %), seguida de la disfunción diastólica del ventrículo izquierdo (VI) (16 %) y la sistólica. (10%).
Un informe reciente evaluó la incidencia de manifestaciones cardíacas en un gran grupo de pacientes consecutivos con infección aguda por COVID-19, excluyendo pacientes con enfermedad cardiovascular previa.
La disfunción sistólica basada en una fracción de eyección baja ocurrió en el 3,4%, pero fue del 24% cuando se basó en un strain longitudinal anormal.
Se produjo disfunción diastólica en el 20 % y disfunción sistólica del VD en el 18 %.
La monitorización cardíaca mediante parámetros clínicos, de laboratorio y de imágenes se puede utilizar para ayudar a estratificar el riesgo de los pacientes con COVID‐19.
Sin embargo, la mayoría de los informes sobre compromiso se centran en el compromiso miocárdico, y los informes que describen la enfermedad pericárdica son menos comunes, en su mayoría retrospectivos o basados en revisiones sistemáticas de la literatura, evaluando solo a pacientes con exámenes ecocardiográficos clínicamente indicados.
Más importante aún, ninguno de estos informes utilizó un protocolo ecocardiográfico definido prospectivamente.
Los autores intentaron definir la prevalencia y las manifestaciones asociadas de la afectación pericárdica en pacientes hospitalizados por COVID-19 consecutivos de todos los grados de la enfermedad, que se sometieron a una evaluación ecocardiográfica integral predefinida prospectivamente, y determinar su efecto pronóstico.
Así definido el escenario, los pacientes consecutivos con COVID‐19 se sometieron a un examen clínico y ecocardiográfico, independientemente de la indicación clínica, dentro de las 48 horas como parte de un protocolo prospectivo predefinido.
El protocolo incluyó síntomas y signos clínicos sugestivos de pericarditis, cálculo de la puntuación de alerta temprana modificada, ECG y evaluación ecocardiográfica de derrame pericárdico, función sistólica y diastólica del ventrículo izquierdo y derecho, y hemodinámica.
Se identificaron predictores de mortalidad y se evaluó el valor adyuvante del derrame pericárdico además de los parámetros clínicos y ecocardiográficos.
El estudio incluyó a 530 pacientes. Se encontró derrame pericárdico en 75 (14%), pero solo 17 pacientes (3,2%) cumplían criterios de pericarditis aguda.
El derrame pericárdico se asoció de forma independiente con la puntuación de alerta temprana modificada, el péptido natriurético cerebral y la función ventricular derecha.
Se asoció con un exceso de mortalidad (hazard ratio [HR], 2,44; P=0,0005) en el análisis no ajustado.
En el análisis multivariante ajustado por la puntuación de alerta temprana modificada y los parámetros ecocardiográficos y hemodinámicos, se asoció marginalmente con la mortalidad (HR, 1,86; P = 0,06) y la mejora en el ajuste del modelo (P = 0,07).
La evaluación combinada del derrame pericárdico con puntuación de alerta temprana modificada, fracción de eyección del ventrículo izquierdo y excursión sistólica del plano anular tricuspídeo fue un predictor independiente del resultado (HR, 1,86; P = 0,02) y mejoró el ajuste del modelo (P = 0,02).
El grupo investigador reconoce limitaciones de su estudio de centro único que incluyó solo pacientes hospitalizados con COVID-19.
El hecho de que solo una minoría de pacientes con COVID-19 ingresen al hospital puede llevar a sobreestimar la prevalencia y el impacto clínico del derrame pericárdico en COVID-19.
Además, no se puede excluir la presencia de un derrame pericárdico preexistente, lo que da como resultado una posible sobrestimación de la verdadera incidencia del derrame pericárdico.
Ochenta pacientes fueron excluidos porque tenían órdenes de “no reanimar/intubar” y por lo tanto recibieron cuidados paliativos y fallecieron poco después de la admisión sin evaluación ecocardiográfica.
Esto puede crear un sesgo opuesto, lo que resulta en una subestimación de la prevalencia y el impacto del derrame pericárdico.
No se evaluaron los ecocardiogramas anteriores a la COVID-19 y algunos de los hallazgos pueden haber precedido a la infección.
La ecocardiografía fue realizada por cardiólogos con experiencia en ecocardiografía mediante un sistema móvil y no un dispositivo portátil. Por lo tanto, la hipótesis de los autores sobre el uso de dispositivos portátiles para exámenes limitados debería servir como incentivo para explorar este concepto en series prospectivas dedicadas.
Como conclusiones, en esta gran cohorte prospectiva de pacientes hospitalizados consecutivos con infección por COVID‐19 que abarcó todo el espectro de gravedad de la enfermedad, el derrame pericárdico fue común, pero rara vez se atribuyó a pericarditis aguda o miocarditis.
Sin embargo, se asoció con disfunción miocárdica y exceso de mortalidad.
Para lograr un valor clínico significativo para la estratificación del riesgo, es suficiente un examen ecocardiográfico limitado, que incluya FEVI, TAPSE y evaluación de la presencia de derrame pericárdico.
* Ghantous E, Szekely Y, Lichter Y, Levi E, Taieb P, Banai A, Sapir O, Granot Y, Lupu L, Hochstadt A, Merdler I, Borohovitz A, Sadon S, Ingbir M, Laufer-Perl M, Banai S, Topilsky Y. Pericardial Involvement in Patients Hospitalized With COVID-19: Prevalence, Associates, and Clinical Implications. J Am Heart Assoc. 2022 Apr 5;11(7):e024363. doi: 10.1161/JAHA.121.024363. Epub 2022 Mar 21. PMID: 35311354.