14.02.2022

Prolongación del intervalo QT en pacientes críticos con infección por SARS-CoV-2

Un grupo de autores de Emiratos Árabes Unidos, EEUU, Reino Unido y Francia analizaron en un estudio observacional la prolongación del intervalo QT en pacientes críticos con infección por SARS-CoV-2 internados en una institución del primero de aquéllos países y publicaron sus resultados en la edición enero – diciembre de 2022 del Journal of Cardiovascular Pharmacology and Terapeutics*, que será comentado en la NOTICIA DEL DÍA.

La pandemia de SARS-CoV-2 ha impactado significativamente a muchos países con una afluencia de pacientes críticos secundarios al síndrome de dificultad respiratoria aguda.

Los datos han demostrado que los pacientes de edad avanzada y aquellos con condiciones comórbidas subyacentes como diabetes mellitus, hipertensión y las enfermedades cardiovasculares son más propensas a desarrollar una infección grave por SARS-CoV-2.

Varios estudios han relacionado el uso de ciertos medicamentos utilizados como la hidroxicloroquina (HCQ), la azitromicina, lopinavir/ritonavir y favipiravir con la prolongación del intervalo QT en esta población .

La prolongación del intervalo QT es un trastorno de la repolarización miocárdica identificado por un intervalo QT prolongado en el electrocardiograma (ECG). Este síndrome se asocia con un mayor riesgo de taquicardia ventricular polimórfica torsades de pointes (TdP), que es una afección potencialmente mortal.

La prolongación del intervalo QT también se asocia con palpitaciones, síncope, convulsiones y muerte súbita cardíaca. Estas manifestaciones clínicas pueden ser difíciles de detectar en pacientes críticos que pueden ser ventilados mecánicamente con sedación farmacológica y bloqueo neuromuscular.

La prolongación del intervalo QT corregido (QTc) puede ser congénita o adquirida. La forma congénita es una afección cardíaca hereditaria con una predisposición a la repolarización miocárdica anormal.

Por el contrario, la adquirida generalmente es el resultado de la terapia con medicamentos, trastornos electrolíticos, incluyendo hipopotasemia, hipomagnesemia e hipocalcemia.

Además, la bradicardia puede aumentar el riesgo de prolongación del intervalo QT inducida por fármacos. Otros factores de riesgo, como insuficiencia renal y/o función hepática, insuficiencia cardíaca subyacente, infarto de miocardio, hipertrofia ventricular izquierda y edad avanzada, también pueden contribuir.

Varios agentes farmacológicos están asociados con esta circunstancia, como las fluoroquinolonas, los macrólidos, la hidroxicloroquina, favipiravir y antifúngicos azólicos además de antieméticos como metoclopramida y ondansetrón.

Muchos de estos agentes llevan recuadros de advertencia de la FDA de los Estados Unidos para la prolongación del intervalo QTc y requieren una estrecha vigilancia cuando se usan.

Los expertos sugieren que los valores de QTc >450 milisegundos (ms) en hombres adultos y >460 ms en mujeres adultas se consideran prolongados.

La prolongación clínicamente significativa del intervalo QTc >500 ms aumenta el riesgo de arritmias potencialmente mortales.

Los autores observaron a varios pacientes en estado crítico con infección por SARS-CoV-2 con una prolongación significativa del QTc. El objetivo principal fue describir su prevalencia clínicamente significativa en pacientes críticos con la infección por SARS-CoV-2.

El objetivo secundario del estudio fue identificar los factores de riesgo independientes asociados en estos pacientes.

Para ello se realizó un análisis retrospectivo de pacientes en estado crítico que ingresaron en la unidad de cuidados intensivos (UCI), a quiénes se les realizó al menos un electrocardiograma durante su estadía y dieron positivo para SARs-CoV-2. La prolongación del intervalo QTc clínicamente significativa se definió como QTc >500 milisegundos (ms).

De los 111 pacientes críticos con infección por SARS-CoV-2, el QTc se prolongó significativamente en 47 casos (42,3%). Este grupo tuvo proporciones significativamente más altas de antecedentes de enfermedades cardíacas/cirugía (22 [46,8 %] frente a 10 [15,6 %], P < 0,001), hipopotasemia (10 [21,3] frente a 5 [7,8 % ], p = 0,04) y género masculino (95% vs. 82,8%, p = 0,036) que los pacientes con QTc ≤ 500 ms, respectivamente.

Un total de 46 pacientes (41,4%) recibieron HCQ, 28 (25,2%) recibieron lopinavir/ritonavir y 5 (4,5%) recibieron azitromicina. El análisis de regresión logística multivariable mostró que los antecedentes de enfermedad cardiaca eran el único factor independiente asociado con una prolongación del intervalo QTc clínicamente significativa (p = 0,004 para la prueba de razón de probabilidad).

Según los propios autores, el estudio tuvo algunas limitaciones. Este fue un estudio retrospectivo de un solo centro de atención cuaternaria en la región de Medio Oriente.

Asimismo, la mayoría de los pacientes fueron varones (88,3%). Esto podría explicarse por la alta proporción de hombres en la población de los EAU, que ronda el 72%.

Por lo tanto, los hallazgos pueden no ser generalizables a otras instalaciones y poblaciones.

A pesar del análisis multivariable, no fue posible descartar el sesgo de selección. El análisis no incluyó la aparición de arritmias cardíacas documentadas en aquellos que tenían QTc significativamente prolongado.

Sin embargo, la mortalidad hospitalaria no difirió entre los pacientes que tenían una prolongación QTc clínicamente significativa y los que no.

Además, aseguran estar seguros de que no se produjeron arritmias sintomáticas, ya que estas arritmias se habrían documentado y no se habrían pasado por alto.

Hubo una falta de información sobre la historia genética del paciente con respecto al síndrome de QT largo congénito en la muestra. Finalmente, no se tuvo en cuenta la incidencia previa al SARS-CoV-2 de la prolongación del intervalo QTc.

Como conclusión los investigadores señalan que los pacientes críticos con infección por SARS-CoV-2 pueden exhibir una alta prevalencia de prolongación QTc clínicamente significativa, independientemente de los medicamentos utilizados.

La prolongación del intervalo QTc en esta población debe controlarse de cerca. Se requieren estudios observacionales prospectivos más grandes para encontrar los factores independientes asociados con la prolongación del intervalo QTc en esta población y también en los individuos vacunados.

* El Nekidy WS, Almuti K, ElRefaei H, Atallah B, Mohammad LM, AlMahmeed W, Badr M, Abdallah K, Hamed F, Mallat J. QT Prolongation in Critically Ill Patients With SARS-CoV-2 Infection. J Cardiovasc Pharmacol Ther. 2022 Jan-Dec;27:10742484211069479. doi: 10.1177/10742484211069479. PMID: 35006023.

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